Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC – Batman: Un lugar solitario para morir
Edición original: Batman #440-442, Teen Titans #60-61 USA.
Edición nacional/ España: Batman, la leyenda núm. 40: Un lugar solitario para morir.
Guion: Marv Wolfman, George Pérez.
Dibujo: Jim Aparo, George Pérez, Tom Grmumett.
Entintado: Mike DeCarlos, Bob McLeod.
Color: Adrienne Roy.
Formato: Cartoné, 128 páginas.
Precio: 12,99 €.
No pocas veces se ha analizado lo que supuso Batman: Una muerte en la familia de Jim Starlin y Jim Aparo para la figura del Caballero Oscuro. La muerte de Jason Todd, el segundo Robin. Sin embargo, si que se han valorado poco las consecuencias de dicha historia en el ámbito de la Batfamilia, que dieron lugar a una crisis en la relación entre Bruce Wayne y Dick Grayson, los cuales acabaron por distanciarse. Es un argumento que Frank Miller utilizaría incluso para una de las tramas más importantes de su Saga del Caballero Oscuro. En el crossover Un lugar solitario para morir Marv Wolfman obligará a ambos entenderse por medio de un personaje que se convertirá en un elemento vital para la mitología del Caballero Oscuro.
Wolfman se hizo durante un corto periodo de tiempo con el control de Batman después de la breve estancia de John Byrne en el título. Narró el origen moderno del primer Robin en Batman: Año Tres junto a Pat Broderick. Como guionista de Nuevos Titanes durante más de una década, él era quien llevaba el rumbo de Dick Grayson y obviamente este a estar afectado ante la muerte de un compañero que, si bien se opuso inicialmente a que llevase su manto, ha acabado queriéndolo como un hermano pequeño.
Pero Wolfman también tenía claro que no hay Batman sin Robín y introdujo a un niño llamado Tim Drake (al cual se le decidió nombrar así en homenaje a Tim Burton coincidiendo con la primera película del personaje estrenada ese mismo año), con grandes capacidades de deducción, y que fue testigo del asesinato de los padres de Grayson. El resto es historia.
La trama parte de que Dick Grayson se enterase de forma tardía sobre la muerte de Jason después de una misión en el espacio con los Titanes y este quisiera hablar con Batman sobre el tema y porque no le avisó de la tragedia. Un Batman que es cada vez más descuidado en su lucha contra el crimen, se interesa menos en defenderse, recibiendo varias lesiones o cortes que podría haber evitado fácilmente. El héroe de Gotham, aún destrozado, le increpa de forma injusta y acaba propinándole un puñetazo. Los héroes llevan sin hablarse desde entonces pero para desgracia de ambos, Dos Caras está planeando su plan más perverso.
A los guiones Wolfman cuenta con la ayuda de Pérez como co-guionista de todos los números, una faceta en la cual estaba ya como pez en el agua teniendo en cuenta su labor como escritor de Wonder Woman. Resulta también agradable volver a ver a Dos Caras en su esencia más clásica. Salvo algunos casos interesantes como el reciente uso de Peter Tomasi en su etapa en Detective Comics, el personaje ha sido desdibujado bastante en los últimos tiempos y no resulta tan intimidante. Leer historias que recuerden que en su momento era uno de los peores enemigos del Hombre Murciélago se agradece.
Si bien es cierto que el crossover tiene poco sentido en el aspecto de que Wolfman podía haber desarrollo el arco argumental completamente en la cabecera de Batman. Los Titanes tienen muy poco protagonismo en sus números y solo son comparsas de Nightwing en algunos momentos. Hay momentos inverosímiles. Por ejemplo, está bien que Dick vaya al circo para reencontrarse con sus raíces, pero el crimen que tiene lugar en el mismo es bastante innecesario y parece completamente de relleno. No quiero que tampoco suene a queja teniendo la suerte de poder ver el maravilloso arte de Pérez en el culmen de su carrera (los 80-90 en mi modesta opinión) así como el buen hacer de Aparo. Ambos componen un apartado gráfico de 10 para esta historia.
Como todos los números del coleccionable Batman, la leyenda, la edición del cómic editado por ECC Ediciones/Salvat tiene una muy buena calidad/precio a nivel de formato. Es de agradecer el texto introductorio para contextualizar al lector que solo quiera seguir determinadas historias. Un lugar solitario para morir también una buena presentación para Tim Drake, pero que supone aún la punta del iceberg para él. Pese a esta intervención su camino del héroe se da esencialmente en la etapa de Alan Grant y Norm Breyfogle. No es una historia perfecta al guion pero le gustará a los lectores como el debut de uno de los personajes más queridos de la Batfamilia y por su excelente dibujo.
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