Javier Vázquez Delgado recomienda: Levius: Manga y Anime

MANGA

Edición original:Levius (レビウス-REBIUSU), Shogakukan, Shueisha -reimpresión-, 2012-2014.
Edición nacional/ España:Levius, Editorial Ivrea, 2020.
Guion: HARUHISHA Nakata.
Dibujo:HARUHISHA Nakata.
Demografía y género: Seinen, steampunk, Artes Marciales, Spokon.
Formato: Tomo B6 (128×180), rústica con sobrecubierta, serie de 2 tomos, completa.
Precio:14 euros.

La editorial Ivrea nos deleita esta vez con uno de los mejores manga que se han editado a lo largo de este año. Se trata de Levius, serie dibuixada y guionazada por HARUHISHA Nakata. Este autor es un acérrimo fan del còmic franco-belga, sobre todo es un gran admirador de Moebius y eso se nota en el aspecto visual de esta obra. Además, esta influencia es notable a lo largo de la obra, tanto en el diseño de las portadas como en cada una de las viñetas en la que poco a poco va desarrollando toda la trama argumental de esta magnífica obra. Esta obra ha llegado hasta las estanterías de las librerías especializadas en dos fantásticos tomos, que recoge toda la saga, tratándose de la última edición que la editorial Shueisha a editado y publicado en Japón. Así que, los seguidores de esta obra tendrán la oportunidad de aconseguir la major edición que se ha publicado hasta este momento. Este manga apareció en la revista Young Jump Comics, revista que se dedica a publicar títulos que pertenecen a la demografía seinen, un tipo de manga para adultos que empezó a publicarse en 1979.

El argumento de esta serie no puede ser más potente porque nos muestra un siglo XIX alternativo en el cual una guerra mundial ha hecho estragos por todo el planeta. El mundo que nos refleja HARUHISHA es un mundo industrializado donde la fuente de energía principal es el vapor. Así que nos encontramos con un manga que entraría de lleno en el género ciberpunk al que muchos lectores entusiasmará y acabará por engancharles a su lectura. Nuestro protagonista es Levius Cromwell, un superviviente de la guerra que ha perdido a su padre y su madre ha quedado en coma, además durante el conflicto perdió un brazo y este fue sustituido por un implante. Cinco años después, Levius se ha convertido en un joven luchador de un nuevo deporte que levanta pasiones y es duramente entrenado por su tío Zacks Cromwell. El joven querrá llegar al rango más alto de este deporte, conocido en todo el mundo como steam boxing. Para ello deberá luchar y ganar a numerosos y poderosos guerreros que también querrán llegar hasta la cima para obtener sus más oscuros intereses.

A medida que vamos leyendo sus páginas vemos el magnífico estilo de dibujo de HARUHISHA, que es capaz de describirnos de una forma bella una sociedad victoriana que se está recuperando de una guerra con todo detalle. Además, el estilo gráfico nos muestra una imagen muy detallada y salvaje de los combates para reflejar la violencia en la que se ve involucrado Levius. Además, el guion es capaz de meternos de lleno en la historia que no se hace difícil de leer. Esto se ve reflejado en los numerosos seguidores que tiene esta serie alrededor del mundo. Este gran éxito editorial ha provocado que la todopoderosa Netflix haya producido una exitosa serie de animación.

ANIME

Dirección: IDE Keisuke.
Guion: SEKO Hiroshi, IHARA Kenta (basado en la obra de NAKATA Haruhisa)
Música: KANNO Yûgo.
Fotografía: KATAAMA Mitsunori.
Duración: 12 episodios de 24 min.
Productora: Polygon Pictures. Distribuida por Netflix Japan.
Nacionalidad: Japón

Cinco años después del final de la publicación del manga, o al menos de la primera parte, que es de la que hoy hablamos aquí, se estrenó en Netflix la adaptación al anime, de la mano de Polygon Pictures, un estudio de animación 3D bastante conocido en el sector, que ha realizado series y películas como Ghost in the Shell 2 (solo las partes de animación 3D), Ajin, Knights of Sidonia o BLAME! Muchas de ellas disponibles además en Netflix actualmente. Además, también son conocidos por sus trabajos en la industria de videojuegos en sagas como Resident Evil o Dead or Alive.

Aquí nos enfrentamos de nuevo a uno de los debates más candentes en los últimos años entre los amantes de la animación, y del anime en particular, y es la paulatina desaparición de animes realizados mediante animación tradicional en detrimento de la “nueva” animación 3D realizada por computadora. Y pongo la palabra entre comillas porque esta forma de realizar historias audiovisuales animadas existe desde hace más de 40 años, y se ha ido introduciendo progresivamente en las productoras y estudios de anime durante las últimas décadas, hasta el punto de que actualmente es una técnica ya muy común y habitual en la industria. Principalmente, según argumentan algunos expertos, esta transición tecnológica se obedece a motivos económicos y de gestión de recursos, es decir, básicamente es más barato y requiere menos tiempo realizar animación 3D que 2D o tradicional. Esto ha provocado un arduo debate entre la comunidad otaku, por el rechazo generalizado que existe hacia esta nueva forma de realizar anime que no convence a muchos, debido entre otras cosas al radical cambio estético entre ambas técnicas, y a lo artificial que parece en muchas ocasiones la animación 3D.

No es momento de realizar una disertación sobre el tema, pero sí es importante señalar que el 3D ha llegado a la industria del anime para quedarse y establecerse definitivamente, ya veremos incluso si monopolizando en un futuro la forma de hacer series y películas de animación. Por el momento, solo nos queda acostumbrarnos poco a poco a este cambio, y sobre todo, exigir a los estudios que inviertan más presupuesto y más recursos en sus animes, puesto que muchas productoras y artistas han demostrado que la animación 3D puede resultar tan bonita y espectacular como la animación tradicional.

Así pues, hay que decir que aquí Polygon hace un trabajo genial, respetando en la medida de lo posible con colores claros el tono preciosista y europeo de la obra original, aunque lógicamente las diferencias estéticas son más que evidentes. Empezando por lo artificial que, pese a todo, se ven a veces los modelados de los personajes, y especialmente algunas acciones de éstos. Es, no obstante, bastante sorprendente cómo son incapaces de representar bien algo tan sencillo como caminar o ciertos gestos faciales, y sin embargo sí que realizan de forma brillante los combates de boxeo. Y es precisamente éste el mayor atractivo de esta adaptación, especialmente para todos aquellos aficionados a este deporte, pues podemos ver como los boxeadores son representados de una forma bastante realista. Los movimientos típicos del boxeo, como las guardias, los esquives, el juego de piernas, se ven fluidos y ágiles, como los de una mariposa, como diría el más grande de este deporte, mientras que los golpes estallan contra el rival con una rudeza digna del propio Mike Tyson. Eso sí, no esperéis combates estrictamente técnicos. Aquí el jab brilla por su ausencia, y pasamos directamente a los golpes más ofensivos como el crochet, o uppercuts imposibles que obedecen más a la espectacularidad necesaria en un medio audiovisual ficcionado, que a una exhibición de boxeo como tal. Eso sí, los combates funcionan estupendamente bien, son entretenidos, interesantes y espectaculares, como por otra parte un combate de boxeo debería ser.

No es desde luego el anime más didáctico sobre boxeo, más que nada porque el deporte aquí practicado es ficticio. Los boxeadores, como en la obra original, llevan prótesis mecánicas que funcionan insufladas por vapor generado a través de un recurso natural propio del mundo de Levius que se llama agua de Agatha. Las reglas son diferentes del boxeo tradicional, puesto que aquí las categorías no están establecidas según el peso, y los boxeadores de cada una de ellas se van clasificando en función a sus victorias y a la calidad y complejidad de sus prótesis. Es por esto que podemos ver combates mixtos, o con dos contendientes de muy diferente peso y altura. Se agradece, no obstante, que a través de los doce episodios que dura la temporada, se detengan en explicarnos de forma detallada pero no aburrida, el contexto histórico y científico del mundo en el que viven los personajes.

Unos personajes por otra parte bastante oficiosos. Tenemos al protagonista, Levius Cromwell, típico chico valiente y serio de los shonen más habituales, su tío Zach Cromwell, que es su entrenador y figura paterna, Natalia Garnet, compañera boxeadora que entrena con él en el gimnasio y que es el alivio cómico constante de la historia, y Bill Weinberg, el médico y mecánico de Levius. Otros personajes, como los antagonistas y rivales de Levius, están bastante bien construidos, especialmente a nivel narrativo, puesto que cada uno tiene una personalidad bien marcada y una historia personal detrás. Estéticamente, sin embargo, sí que podemos notar diferencias, una vez más, especialmente en el personaje del Dr. Clown, el antagonista principal de la historia.

Como adaptación, hay que decir que sigue fielmente la trama y estructura de la obra original. Es, insisto una vez más, en el apartado estético, donde podemos encontrar más diferencias. Y con esto no solo me refiero al aspecto físico de los personajes, si no sobre todo y especialmente al tono. Aquí ciertas escenas están bastante más suavizadas en crudeza y violencia, o directamente representadas de otra forma, para estandarizar más el producto y hacerlo más apto para todos los públicos, mientras que la obra original está claramente dirigida hacia un público adulto. Se respeta, eso sí, el contexto sociohistórico, véase la guerra, las corporaciones, así como también las tragedias y los dramas de los personajes. De tal forma que, pese a todo, destila un tono pesimista y oscuro más propio del cyberpunk que del steampunk, que suelen ser historias más optimistas, lo que convierte a Levius en una obra muy particular e interesante para todos los aficionados a estos subgéneros de ciencia ficción.

No sabemos si tendremos una segunda temporada, porque material hay desde luego, ya que existe una secuela del manga llamada Levius/est que continua la trama directamente, pero por el momento podemos disfrutar en Netflix de un anime poco convencional pero que tampoco corre demasiados riesgos, y que nos ofrece un estupendo espectáculo visual que demuestra que la animación 3D tiene mucho y muy bueno que ofrecer a esta industria.



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