Javier Vázquez Delgado recomienda: Man-eaters 1, de Chelsea Cain y Kate Niemczyk

Edición original: Man-eaters 1-4 USA (Image Comics, 2019)
Edición nacional/España: Man-eaters 1 (Astiberri Ediciones, 2021)
Guion: Chelsea Cain
Dibujo: Kate Niemczyk
Color: Rachelle Rosenberg
Traducción: Santiago García
Realización técnica: Alba Diethelm
Formato: Cartoné. 128 páginas. 17,00€

Maullidos a la luz de la Luna de sangre

“Soy una gata feroz. Te voy a hacer trizas. Témeme y escóndete.”

Los gatitos te dan amor, los gatitos te dan la vida. Fueron la primera sensación de Internet, levantan pasiones por doquier y, a menudo, resultan una de las pocas cosas de este mundo capaces de sosegar y unir en armonía a un grupo de seres humanos. Existen, incluso, multitud de estudios psicológicos sobre este tema que intentan explicar la irresistible atracción que sentimos hacia estos pequeños mininos. Entre las diversas opiniones, hay quien sostiene que la clave de su éxito reside en su capacidad para recibir nuestro cariño; que simplemente no podemos escapar a la tentación de acariciar una bola de pelo suave, tan activamente agradecida de nuestros mimos durante todo un proceso en el que nuestro cuerpo segrega dopamina, serotonina y oxitocina. Nos gusta ver a otro ser vivo corresponder con tanto entusiasmo el cariño que le damos. Porque los gatitos te dan amor, los gatitos te dan la vida. Hasta que se transforman en bestias gigantes cuya insaciable sed de sangre los lleva a hacerte trizas sin pensárselo dos veces, claro. Esos gatitos no te dan amor, esos gatitos te quitan la vida.

En Man-eaters, una extraña mutación en la toxoplasmosis provoca que las mujeres con menstruación se conviertan en salvajes y feroces gatas asesinas. Cuando los ataques comienzan a sucederse en Portlad, el pánico y la desconfianza se extienden por la población. En medio de esta locura, una niña de doce años se enfrenta a los cambios de su cuerpo sin saber que el destino del mundo está en sus manos. Con guion de Chelsea Cain (Pájaro Burlón), dibujo de Kate Niemczyk y color de Rachelle Rosenberg, el primer número de esta obra se publicó originalmente en 2019 de la mano de Image Comics —año en el que recibió una nominación en los premios Eisner a mejor serie nueva— y ahora llega a España editada por Astiberri.

Lo primero que llama la atención respecto a este cómic es el mundo que plantea. A partir de una premisa tan aparentemente chorra como la de que la toxoplasmosis X provoque que las mujeres con menstruación se conviertan en gatos gigantes asesinos, se sucede una serie de reacciones y consecuencias que, independientemente de lo verosímiles que resulten, se han pensado con detalle para intentar lograr una sensación de coherencia que nos sumerja más en esta particular caricatura de la sociedad.

Porque si esta serie destaca por algo es por ser particular, por ser distinta; una sensación que se percibe tanto a nivel de ideas como de formato. Sin ir más lejos, este tomo recopila los cuatro primeros números de la serie. Los tres primeros consisten en una breve introducción a la trama que se va a abordar en la que se presenta a los personajes principales, la situación del mundo y se siembran unos pocos misterios que piquen la curiosidad de los lectores y los anime a seguir leyendo. Esta breve introducción podría, de hecho, resultar demasiado breve para algunas personas. Hace lo mínimo exigible para despertar algo de interés en su público, pero, entre que usa poco espacio para ello y que la narrativa utilizada es bastante descomprimida, quizá deje con una sensación de efimeridad impropia de un volumen de 128 páginas.

El último número, por otro lado, no consiste en un cómic como tal, sino que se trata de una especie de simulación de una revista propagandística ambientada en la sociedad de Man-eaters en la que encontraremos diversos artículos y anuncios propios de una publicación así. Esta parte de la obra seguramente dividirá las opiniones de los lectores de una forma bastante representativa. Habrá quienes la disfruten porque obtienen más información de su mundo a cada página, porque la maquetación, los anuncios y los artículos están muy bien logrados con el fin de parecer lo más realistas posible y porque, en general, les resulte una lectura curiosa y divertida. No sería de extrañar una opinión opuesta: la de que, más que curiosa y divertida, es una parte de relleno sin interés; la de que aquí se había venido a leer un cómic y no algo así; sobre todo teniendo en cuenta que, como mencionamos antes, los tres primeros números de cómic como tal se quedan algo escasos a la hora de saciar el apetito con el que un lector puede abarcar la lectura de este tomo.

Centrándonos en el apartado del guion, no se pueden negar el esfuerzo ni las ganas que Chelsea Cain ha puesto en él. Se nota que es un trabajo surgido del entusiasmo por construir con detalle un mundo que sirva de marco para satirizar de un modo original y divertido algunas de las cuestionables prácticas que, aun hoy, se siguen dando en nuestra sociedad. El mimo con el que se ha creado cada página se percibe de inmediato, así como el esfuerzo por hacer algo distinto y relevante. La parte que simula una revista imita con mucho acierto el estilo de redacción que podríamos esperar ver en un medio así, y los anuncios que la acompañan son, cuando menos, ingeniosos. Además, los personajes que escriben presentan marcadas personalidades y preocupaciones gracias a las cuales parecen seres humanos reales que cumplen una labor esencial a la hora de conseguir sumergirnos en la trama presentada.

En cuanto al dibujo de Kate Niemczyk, tiene la capacidad de alternar entre lo adorable y lo horripilante a voluntad. Transmite la sensación de vulnerabilidad e impotencia que aparece cuando vemos cómo personas tan encantadoras y en situaciones tan cotidianas se enfrentan a una muerte violenta e ineludible; aumentando así el impacto de estas escenas y constituyendo uno de sus puntos fuertes. Otros aspectos a destacar son la expresividad de los personajes y una narración muy pulcra que resuelve con soltura hasta los planos más desafiantes.

Lo mejor

• Su personalidad.
• La variedad de recursos a los que recurre.
• Tan adorable como horripilantes.

Lo peor

• El primer tomo sabe a poco.



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