Javier Vázquez Delgado recomienda: Joker/Catwoman Especial 80 aniversario

80 años del Joker y Catwoman

Edición original: Batman 1 (DC Comics, 1940)
Guion: Bill Finger
Dibujo: Bob Kane
Entintado: Sheldon Moldoff

El Joker

Un aspecto muy interesante está en la narración que sucede a una primera imagen del villano, sosteniendo la carta, con un homenaje claro a Conrad Veidt en El hombre que ríe (1928). Nos enteramos como lectores no por contemplar como tal los crímenes del Joker, sino por el anuncio que este hace a través de la radio de un grupo de ancianos. La radio como principal modo de comunicación y difusión de ideas sirviendo al payaso asesino para dar comienzo a su cacería personal. En años posteriores, le veremos haciendo lo mismo con los medios de la época correspondiente, fundamentalmente la TV.

En segundo lugar, se nos muestra por primera vez un asesinato en la historia del personaje sin que siquiera le hayamos visto actuar como tal todavía. Un hombre empieza a reír descontroladamente y sin motivo y termina por fallecer. Las campanas golpean y el lector, expectante aunque atolondrado no sabe qué ocurre, mientras los asesinatos se suceden por el veneno del Joker, que juega su papel a la perfección.

Finalmente, como en tantas aventuras de la época, Robin ejerce de señuelo para que el murciélago acabe con su rival, que termina entre rejas. Sorprenden una serie de aspectos. Lo primero es que, a pesar de perder, la última viñeta del Joker le muestra confiado, casi triunfante. También, resulta destacable que, a pesar de todo, con anterioridad, el primer encuentro entre ambos se salda con derrota por KO para Batman. Así es, el Joker disparó primero. Y acertó.

Tú la llevas, Batman.

La gata

De la historia de Catwoman, destaca que está fundamentalmente protagonizada por Robin y no por Batman, de tal manera que es el primero el que lleva a cabo las pesquisas que rodean al robo en un barco. Al Chico Maravilla no le encaja el relato oficial e inicia su propia investigación acerca de lo ocurrido. Finalmente, en uno de los giros de guion tan deliciosos de la época, la ladrona resulta ser la joven gata disfrazada de abuela.

El cruzado de la capa, por su parte, desaprovecha la ocasión de detenerla, siendo seducido por la ladrona, que huye libre y vencedora. No lejos de cargar con la culpa de su error, Batman relata a Robin su enamoramiento repentino por ella. Ver para creer.

Hace poco, Clay Mann y Tom King prestaron homenaje a este número con el Batman 78.

Joker Especial 80 aniversario

Edición original:Joker 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular USA, New Year’s Evil núm. 1 USA (extracto The Amateur), DC House of Horror núm. 1 USA (extracto Last Laugh)
Edición española Joker: Especial 80 aniversario
Guion: Brian Azzarello, Corinna Bechko, Dennis O´Neil, Gabriel Hardman, Gary Whitta, Greg Miller, James Tynion IV, Keith Giffen, Nick Cutter, Paul Dini, Peter Tomasi, Rafael Albuquerque, Scott Snyder, Tom Taylor, Tony S. Daniel
Dibujo: Dan Mora, Eduardo Risso, Gabriel Hardman, Jock, José Luis García-López, Lee Bermejo, Mikel Janin, Rafael Albuquerque, Rags Morales, Riley Rossmo, Simone Bianchi, Tony S. Daniel
Color: David Baron, Jordie Bellaire, Iván Plasencia, Iván Plasencia, Marcelo Maiolo, Simone Bianchi, Eduardo Risso, Tomeu Morey, Lee Bermejo, Matt Hollingsworth, Lovern Kinzieski
Traducción: Francisco San Rafael Simó
Formato:Cartoné. 160 págs. A color. 18.95 euros

Joker, rey del juego

Para la primera historia, Cicatrices, tenemos a uno de los escritores más importantes de los últimos tiempos para Batman, Scott Snyder, responsable de sagas esenciales del villano como Final del Juego y La Muerte de la Familia, ambas enmarcadas en los Nuevos 52. Vemos la sesión de una víctima de Joker con su psiquiatra. El escritor, que ha aquejado cierto gusto constante en su trayectoria por el exceso, fruto de una ambición desmedida a la hora de narrar siempre a dos metros de la genialidad o de la catástrofe, comparece para ofrecernos, sorprendentemente, una historia poco recargada, con acción mínima y sin ideas demasiado elevadas. Y es, por derecho propio, una de las mejores historias del tomo.

La búsqueda (otra constante en su obra) de belleza en el lenguaje y las palabras funciona muy bien para un trabajo de estas características, destacando tanto lo relativo al símbolo de juventud del doctor (la flor, muy apropiada) como la empatía a la hora de acercarse a aquellos que han sufrido las barrabasadas del payaso. Jock, por su parte, sabe penetrar en la psicología de la historia, con un dibujo soberbio y acertado.

El buen sabor de boca que deja esta no se ve cimentada en algo mayor con la segunda, Lo que pasa al final del chiste, protagonizada por Punchline, de James Tynion IV, Mikel Janín y Jordie Bellaire. Antes de entrar en el error, destaquemos lo positivo, que está y de qué manera en estos dos últimos, fantásticos profesionales en sus respectivas áreas (dibujo y color), dándonos un aspecto visual solvente. Es una pena que la historia adolezca de, en primer lugar, falta de significado en lo que es un especial del Joker, al ocupar el argumento enteramente la nueva ayudante del payaso. Dejando incluso de lado esto, también falla en su propósito por dotar de relevancia a Punchline, con un monólogo de lo más manido y con nulo factor diferencial, algo imprescindible a la hora de crear un nuevo personaje en el DC Comics actual.

No mejora en absoluto con la historia de Gary Whitta y Greg Miller al guion, con un, eso sí, poderoso dibujo de Dan Mora en Matar a Batman. De nuevo anodina, buscando el chiste final que cae bastante mal, sobre todo si, en puridad, reflexionamos acerca del inicio y las posibilidades infinitas que podría haber dado de sí, con un escenario y título tan particulares, el año 0 para la Gotham sin Batman.

Menos mal que dos leyendas del negocio, Denny O´Neil (que en paz descanse) y José Luis García-López, hacen acto de presencia con He aquí el batallón de los pichones. Empieza O´Neil (maestro en este tipo de detalles) con una referencia a la continuidad, el periodo del Joker como Embajador de Irán en la ONU, para después encarrilar una historia breve sencilla, simple, pero muy cumplidora y divertida, con amplios momentos para que su colaborador, uno de los dibujantes más importantes de la historia de la editorial, se luzca y brille. Muy recomendable.

De las dos siguientes historias, La guerra interna (Peter J. Tomasi y Simone Bianchi) y Quien sonríe el último (Paul Dini, Riley Rossmo e Ivan Plasencia) se extraen consecuencias algo distintas. La primera, más allá del dibujo de Bianchi, es enormemente caótica y olvidable en el cómputo global del guion. La segunda, por su parte, está más acertada, siendo el dibujo una delicia para aquellos que amen el estilo de Rossmo con color de Plasencia (Constantine: El Hellblazer), principalmente por este último, que realiza un trabajo excelente, dentro de las limitaciones de la historia, condensada la en apenas ocho páginas, pasando de un morado, verde y rojo predominante (en el momento de apogeo de Joker en el tebeo, sus colores, pues él dirige la orquesta) al azul y negro del final (una vez la pesadilla de Batman se hace patente). Interesante.

Bichos por tu cumpleaños, de Eduardo Risso y Tom Taylor, es el tercer pico de calidad, después de la primera historia y la de O´Neil- García-López, dándonos una historia de las que le gustan al segundo (con corazón y un punto macabro), cuya lectura deja con muchas ganas por ver lo que tiene preparado para Batman The Detective (su futura serie).

Incorpora elementos cinematográficos (el globo rojo del corto homónimo de Albert Lamorisse (1956) y emocionales para caracterizar a un Joker que, aunque despiadado, tiene cierto lado menos oscuro, que no luminoso).

No Héroes de Eduardo Medeiros y Rafael Albuquerque es, de igual manera, entretenida. En la línea de lo comentado en el apartado anterior, destaca por ser una obra que aporta visiones distintas de las víctimas colaterales del payaso. Penitencia de Tony S. Daniel recoge el enfoque, poniendo su interés en un mafioso con problemas mentales, incapaz de discernir si es Batman, Joker o ninguno. Crisis de identidad en una historia corta correcta que no palidece en absoluto ante la anterior y que guarda una gran virtud: contar con el color de Tomeu Morey.

La última del especial es la de Brian Azzarello y Lee Bermejo, los responsables de Joker, cómic que suele aparecer en la lista de mejores obras del personaje. Supone un final agridulce, una constante en este especial. Con un dibujo distinto a lo demostrado en su colaboración anteriormente señalada, más próxima al dibujo animado, aunque su diseño de personaje y apariencia se mantengan intactos, la historia no despunta, demasiado preocupada por homenajear Alguien voló sobre el nido del cuco que en hablarnos del Joker. Las últimas viñetas suponen el ejemplo perfecto de esta idea tan poco subversiva para un guionista como el de Cleveland, tan poco dado a las convencionalidades.

El tomo de ECC Ediciones es muy atractivo desde la portada de Max. Es una buena noticia que se siga recurriendo a artistas españoles para que den una visión propia a los especiales, como ocurría con David Rubín en Detective comics #1000. También posee una muy interesante introducción de Berto Romero, popular cómico, sobre la comedia y la locura. Cierra el tomo una galería de portadas y unos textos de Fran San Rafael repasando la historia del Joker. En el lado negativo, se aporta para completar la celebración una historia de Gabriel Hardman y Corinna Bechko, con el primero al dibujo y Matt Hollingsworth al color que no podría ser más irrelevante, pesada, con un imitador del payaso. La última, Quién ríe el último, con figuras ilustres como Keith Giffen, Nick Cutter, Rags Morales y Lovern Kindzieski, aunque mejor, tampoco está en el especial, no es relevante para la celebración y aporta poco al cómputo global del tomo.

En conclusión, en lo que respecta al especial, es correcto, con varias ideas interesantes en lo relativo a la identidad y psique del Joker pero sin poseer nada significativo que vender de cara a interesar a los lectores en un mercado actual plagado de obras del personaje, desde la visión de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino en Sonrisa asesina, a otras de carácter juvenil, Gotham High (de EditorialHidra ) de Melissa de la Cruz y Thomas Pitilli , pasando por la serie regular del propio James Tynion IV, con dibujo de, entre otros, Guillem March o Jorge Jiménez. No digamos ya Los Tres Jokers, de Geoff Johns, Jason Fabok y Brad Anderson.

El personaje vive un momento de incontestable popularidad como una de las cabezas visibles de DC en cine y cómic. La némesis de Batman, el hijo de Conrad Veidt, la coulrofobia que nos atormenta a todos… una LEYENDA, a fin de cuentas, de la cultura popular estadounidense.

Son ya ochenta años, Joker, felicidades. Ojalá nunca me encuentres.

Lo mejor

• Las historias destacadas son interesantes.
• El personaje es tan icónico que siempre supone algo positivo leer sus historias

Lo peor

• Irrelevancia notable.

Catwoman: Especial 80 Aniversario

Edición original: Batman/Catwoman: Follow the money USA, Catwoman 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular USA Edición nacional/España: Catwoman: Especial 80 aniversario
Guion: Ann Nocenti, Chuck Dixon, Ed Brubaker, Howard Chaykin, Jeff Parker, Liam Sharp, Mindy Newell, Paul Dini, Ram V, Tom King, Will Pfeiffer.
Dibujo: Emanuela Lupacchino, Fernando Blanco, Howard Chaykin, Jonathan Case, Kelley Jones, Lee Garbett, Liam Sharp, Mikel Janin, Pia Guerra, Robson Rocha.
Entintado: Mick Gray, Daniel Henriques, Danny Miki.
Color: Jordie Bellaire, Laura Allred, Alejandro Sánchez, Jonathan Case, Liam Sharp, Alex Sinclair, Steve Oliff, John Kalisz, Fco Plasencia, Cameron Stewart, Jesús Aburto.
Traducción: Francisco San Rafael, Bárbara Azagra Rueda.
Formato:Cartoné. 176 págs. A color. 19.95 euros

Selina, reina de Gotham

“…Llámame ladrona… solo recuperé lo que se me había prometido…”

En el extremo alto, tenemos Helena de Mikel Janín y Tom King, con una de las mejores coloristas del negocio, Jordie Bellaire. Retomando los personajes del corazón de su etapa en Batman, ese magistral Anual 2 y con la vista puesta en la serie Batman/Catwoman, el escritor de Mr. Milagro le da al lector y al personaje el mejor regalo de cumpleaños posible.

No es casualidad que muchas de las mejores historias del de Washington estén dibujadas por Janín. No lo es en absoluto. Nadie como él ha sabido comprender la tragedia del murciélago que pretende implantar King, con sobriedad pero delicadeza en su diseño. Es el héroe más peligroso del mundo con la capa y el hombre más vulnerable cuando se la quita. En esta ocasión a través de los ojos de Selina, vemos el proceso de vida junto a Bruce, con novedades para la familia, de manera similar a lo que acontecía en el citado anual (imprescindible, para aquel que no lo haya leído), a través de la narración en dos momentos distintos del tiempo. Extraordinario, profundo y emotivo. Bravo por sus autores.

A su vez, tenemos una historia escrita y dibujada por Liam Sharp que, habida cuenta del espacio con el que cuenta para desarrollarse, resulta reconfortante e inteligente, al mostrarnos la destreza de la gata para escapar de una situación de muerte más que probable. De lo mejor del especial, sin ninguna duda.

En tercer lugar, con su Pajarito, Mindy Kewell, Lee Garbett y Alex Sinclair(la más larga del especial y en la que se ha puesto mayor cuidado), con influencia de Año Uno y la versión que ahí se daba de Catwoman por parte de David Mazzucchelli (tanto en espíritu como en presencia física), nos dan una historia sobre el recuerdo muy interesante. Las interacciones del dúo protagonista son adecuadas y, en lo relativo al modo en el que se desarrolla la propia obra, nada malo puede achacársele en exceso.

En último lugar, tenemos El arte de abrir una cerradura, que cierra el especial, de Ed Brubaker y Cameron Stewart. Un argumento poco elaborado del escritor de Criminal y la celebérrima colección de la propia Catwoman sigue teniendo un par de momentos para el recuerdo. Bien situada en el tomo, para finalizar con un buen sabor de boca en el lector.

Yéndonos a lo puramente rutinario, tenemos historias simplonas, quizás, pero agradables de leer, como la rareza de Jeff Parker y Jonathan Case (que mezcla a Selina con un grupo de extraterrestes) o la que abre el especial, Desollar al gato, de Paul Dini, Emanuela Lupacchino, Mick Gray y Laura Allred. El color de esta última, como en tantas ocasiones, es una pequeña joya dentro de un argumento que no termina por llegar a ninguna parte.

Adicta a los problemas, de Ram V y Fernando Blanco, sigue este mismo patrón, nada negativo que decir pero nada en extremo positivo aparte de la línea que la une con la serie regular de Catwoman. Aceptable, ni más ni menos.

A partir de aquí, podemos referirnos a aquellas que no terminan de funcionar, por motivos distintos. La primera, de Ann Nocenti y Robson Rocha, sigue un camino extraño, con una narración muy atropellada que no lleva a ningún sitio en concreto. El caos en el modo de llevar la historia deja ocho páginas para el olvido, a pesar del buen nombre y oficio de los implicados.

La de Chuck Dixon y Kelley Jones (con Danny Miki a la tinta y Steve Oliff al color) es, simple y sencillamente, un desastre. No se ve trabajo alguno o preparación en un encuentro del todo olvidable con un antagonista de excepción que no funciona. Al contrario de la anterior, en la que sí puede verse análisis previo y contenido, en esta no vemos ninguna de las dos en absoluto, dejando una trama absurda y sin fuerza, por dejadez sobre todo de su escritor.

En la de Will Pfeiffer y Pia Guerra, por el contrario, precisamente por ser un ejercicio de metaliteratura, la historia falla por la dificultad a la hora de exponer las conclusiones, con una errática explicación final, apoyada por, eso sí, un dibujo potente como no podía ser de otra manera. A diferencia de las otras, está sí que dispone de hallazgos, fundamentalmente curiosidades de la historia de la gata, pero termina por naufragar por no saber cerrar lo que se pretendía contar.

El especial, al igual que el del Joker, cuenta con unos magníficos textos de Francisco San Rafael y una colección de portadas. Ambos son un añadido poderoso para el especial, aportando una visión más completa del mismo. No así El rastro del dinero, de Howard Chaykin, perdido tanto en el dibujo como en el guion, en un extra del tomo que no funciona en ningún momento, a pesar de tener algo que muchas de las precedentes no tenían: suficientes páginas para cerrar una historia completa.

En conjunto, vemos hallazgos, absolutamente, con uno en concreto (Helena) que justifica de por sí el propio especial y otros que, sin alcanzar ese nivel, nos dan un tomo merecido para la gata favorita de la ciudad de Gotham.

Por otros 80 años (y más), Selina. No les permitas que ganen.

¡Felicidades!

Lo mejor

• Helena, de Tom King, Mikel Janín y Jordie Bellaire.

Lo peor

• La historia de Chuck Dixon y Kelley Jones es un desastre.



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