Javier Vázquez Delgado recomienda: Rumble 6: Último Caballero, de John Arcudi y David Rubín

Edición original: Rumble (2017) 11-17 USA
Edición nacional/España: Rumble 6. Último caballero (Astiberri, 2020)
Guion: John Arcudi
Dibujo: David Rubín, James Harren, Andrew MacLean, Alex Horley, Matej Stic, Gerardo Zaffino y Gonzalo Ruggieri
Color: Dave Steward
Traducción: Oscar Palmer Yáñez
Formato: Rústica. 192 páginas. 18€

¿El fin de una era?

“Un espantapájaros dios guerrero entra en un bar…”

Hace ya dos años y medio que leíamos por primera vez esa frase, cuando Astiberri publicaba el primer volumen de Rumble y por estos lares nos quedamos anonadados con la gran idea de John Arcudi y James Harren, un título de acción, con unas pinceladas cómicas y una profunda tristeza, que nos narraba las aventuras de Rathraq, un antiguo ser inmortal curtido en mil batallas, que no temía en desafiar a dioses y demonios, pero cuyo cuerpo había sido robado, reencarnándose en la actualidad dentro de un espantapájaros. Desde Zona Negativa nos gustó tanto que nos embarcamos en reseñar todos los tomos y, ahora, aquí estamos con el último. Y digo el último, no el final, porque este tomo no parece una despedida, si bien es cierto que cierra muchas tramas, nos dejan la posibilidad de que las historias de Rathraq continúen de muchas formas posibles.

No es la primera vez que Rumble acaba, aunque sí es la vez que más cerrada queda y parece que su parada será por un tiempo, para nuestra desgracia, pues Rumble ha mantenido una calidad enorme en todas sus páginas. Veamos algunos datos.

Rumble empezaba en 2014 y se compone de un primer volumen que duraba quince números, los tres primeros tomos publicados aquí por Astiberri, realizado completamente por sus dos creadores Arcudi y Harren. Poco más de un año después de su cierre, la colección resucitaba con un segundo volumen que finalizaría en octubre de 2019, constando de diecisiete números, quince de los cuales están dibujados por David Rubín, es decir, el autor español realizó tantos números en la colección como el propio James Harren. Esto nos lleva a pensar en la posibilidad de que algún año de estos John Arcudi pueda continuar la colección de alguna manera, lo cual sería buenas noticias, y ya si es con alguno de los dos citados dibujantes pues mejor, aunque ambos están ocupados con proyectos propios en este momento, David Rubín con El Fuego, que editará Astiberri este mismo año, y Cosmic Detective, su proyecto en Kickstarter junto a Matt Kindt y Jeff Lemire, mientras que James Harren está con Ultramega para el sello Skybound de Image, ya a la venta (y desde aquí estamos ansiosos por hacernos con todo ello). Eso sí, que nadie piense que Rumble queda abierta, como decía antes la historia que estaba en marcha se cierra con este sexto tomo, simplemente, como ocurría con el final del primer volumen, se deja la puerta abierta a hacer más.

Sobre el cambio de dibujante ya hablé en su día (aquí) pero me sigue maravillando cómo David Rubín, con un estilo bastante diferente, ha conseguido hacerse con la serie, sobre todo porque los primeros números de Harren eran muy personales, le había impreso su carácter a la serie, pero claro, a un currante como Rubín no hay colección que se le resista y se ve que lo da todo desde que empieza. En este tomo especialmente me gusta mucho como narra los enfrentamientos, tanto los físicos como los astrales, con diferentes perspectivas, mucha imaginación con las distintas criaturas y ese juego de viñetas que tanto le gusta. Cada número tiene por lo menos un par de páginas que son para enmarcar. Y las portadas, si las portadas de Rumble suelen tener un algo especial, el juego del negro dejando cada vez más paso al blanco según avanzan los números, unen este arco argumental en el que Rathraq y compañía se van enfrentando a varios enemigos, a cada cual más poderoso, donde ese blanco será la representación de la muerte. Se nota que estamos ante un material cuidado al que se le ha puesto cariño.

A esto hay que añadir el color. Tener a un artista como Dave Stewart cubriendo las espaldas es todo un lujo. Quizás en este sentido quede más para la memoria el anterior tomo, donde la claridad destacaba frente a los tonos más oscuros que caracterizaron a la serie. Aquí volvemos a esa sensación crepuscular y eso lo devuelve al tono habitual de la colección, pero sin quejas, la parte artística del sexto volumen es como las anteriores, impresionante.

Quizás aquí falle un poco el guion, o quizás sean las expectativas de estar ante un tomo final que resulta no serlo.

Último caballero nos lleva a la historia en la que Rathraq y compañía se van enfrentando a la versión particular del universo de Rumble de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, con la que se supone su última gran historia, ¿qué hay más grande que eso?, pues se verá si más adelante existe algo mayor, porque ese hilillo que queda colgando en la última página puede prometer cosas interesantes, aunque también se podría tomar como un final algo poético. Es lo bueno y a la vez lo malo de una maniobra así, queda muy bien pero deja con ganas de más.

De esta manera parece que le falta un poco de la chispa del principio, y puede que un poco de épica que la haga más redonda en lo que se refiere al enfrentamiento final, sin embargo es un “pero” menor que se le puede poner a este tomo, pues lo importante sigue estando ahí, a saber, la relación entre los personajes y su lucha personal por salir adelante juntos, superando sus propios miedos y sus diferencias, avanzando, evolucionando. Particularmente en este caso me gusta mucho el desarrollo del personaje de Timah, que se le da la importancia que debe, en detrimento de Del y Bobby que habían tenido más protagonismo en la serie. Hasta Rathraq parece quedar en un segundo plano en algunas de las que se supone que iban a ser sus grandes batallas, pero Timah y Cogan resultan alzarse como una pareja interesantísima en esta parte, igual que ocurre con cierto demonio de fuego que andaba rondando por ahí desde el principio. Al final Rumble gana cuando se para en los personajes, es lo que hace a esta serie más grande que un “simple” (entiéndase irónicamente) dios espantapájaros con un espadón.

Pero hasta aquí hemos hablado de los quince números dibujados por David Rubín de ese segundo volumen, sin embargo hay dos más que componen la Rumblings Anthology. ¿Qué es esto?, pues cinco historias realizadas por otros artistas sobre las aventuras de Rathraq en distintas épocas, todas ellas escritas por John Arcudi.

Alex Horley, Matej Stic, Gerardo Zaffino y Gonzalo Ruggieri hacen cuatro de esas historias, con unas ocho páginas cada una vemos desde relatos de la antigua vida de Rathraq hasta alguna aventurilla muy actual. Todos funcionan muy bien como complementos, demostrando que el personaje tiene un fondo que puede dar para mucho. Pero hay un relato que destaca, aquel en el que nuestro héroe cruza su camino con el Cortacabezas.

En dicha historia se produce el primer y único cruce de Rumble con otra serie de Image, Head Lopper, creada por Adrew MacLean y que nos cuenta las andanzas de un guerrero en un mundo de fantasía viviendo diferentes aventuras. Head Lopper es una serie muy recomendable y ver a dos personajes tan potentes como estos juntos es un lujo. Más lujo aún que esta historia está dividida en dos partes, la primera dibujada por el propio MacLean y la segunda por James Harren, lo que supone el (breve) regreso del creador a su serie.

Personalmente espero ver más Rumble y que esto sea solo un parón más entre volúmenes, pero hay que admitir que es una obra muy redonda que se podría quedar aquí y mirar a muchas otras por encima del hombro.

Lo mejor

• El gran nivel que ha conseguido mantener la serie desde el principio.
• Toda la parte gráfica es impresionante.

Lo peor

• Un poco de falta de épica al final, que se compensa con una gran imaginación pero le falta hacernos sentir que estamos en un gran momento.



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