Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC USA: The Swamp Thing #1
Edición original: The Swamp Thing #1 (2021) USA.
Guion: Ram V.
Dibujo: Mike Perkins.
Color: Mike Spicer.
Formato: Grapa, 24 páginas.
Precio: 3,99$.
Después de un maravilloso relato de dos capítulos (aquí puede leerse la reseña de la primera parte), escrito por Ram V y dibujado por Mike Perkins, como parte del inicio del nuevo movimiento editorial de DC Comics, Future State, llega el debut de la nueva serie protagonizada por Swamp Thing. Lo que supone el séptimo volumen de la cabecera desde la creación del personaje en 1971.
Pero no es una serie protagonizada por el científico Alec Holland, mítico creador de la fórmula biorregenerativa, quien ha sido paladín del verde durante medio siglo. Y protagonista absoluto de todas las series, a excepción de la cuarta, aquella en la que su hija Tefé Holland fue el centro de atención, una etapa cuestionada por parte de los lectores. Estamos en tiempos de cambio y la normativa editorial actual está llevando a la creación de nuevos personajes ocupando el manto de los héroes clásicos. Un tiempo nuevo, con la intención de crear una nueva realidad de sucesión por esa dichosa continuidad, tan aplastante, tan eternamente puesta entre dicho.
Esta situación lleva al debate de si el equipo creativo actual, hubiera tomado la decisión de crear una nueva identidad civil para la Cosa del Pantano o hubieran narrado una historia con Alec Holland. Que cada cual haga sus propias cábalas, pero lo que es de ley es hacerse la pregunta de si éste era un personaje que realmente necesitara dicho cambio. Claro, como curiosidad puede ser interesante. Recordemos que desde la creación del concepto del Parlamento de los Árboles las posibilidades se hicieron ilimitadas para futuras encarnaciones de la criatura, aunque nunca se hayan explotado realmente en una serie en continuidad. No, al menos, dejando de lado a Holland, más allá de relatos o números especiales, como el del pasado Halloween, que con mayor y menor acierto se reunieron una serie de historias con distintas interpretaciones del mito.
Ahora nos encontramos en esta etapa de mayor globalización del Universo DC, con personajes de distintos orígenes ocupando por primera vez los puestos superheroicos más importantes. Y aquí le llega el turno a Swamp Thing, con Levi Kamei, un hombre de 26 años natural de la India, residente en Estados Unidos. Un personaje que se nos presenta como alguien que está buscando una conexión con sus orígenes, que vive preocupado porque está soñando con algo verde… A la vez, cerca del desierto de Sonora, un par de policías y un científico están investigando la aparición de unos cadáveres mutilados a mordiscos que parecen humanos. Se encuentran en una zona en la que pervive una leyenda local acerca del Pale Wanderer, el cadáver viviente de un soldado de la guerra civil que ataca cuando hace mucho calor en zonas tranquilas.
Tenemos una presentación de dos ideas que ya suenan a quienes hayan leído cómics de la Cosa del Pantano anteriormente. Pero es que las ideas, como bien afirma Ram V en la propia historia, no pueden morir. Pueden destruirse, quemarse, ser disparadas y apartadas. Pero las ideas verdaderamente valiosas persisten. Y en no pocas etapas del verde frente a su más eterno rival estas ideas se han explorado, porque son el epítome de la lucha del bien contra el mal. El sino, en sí mismo, de los cómics de superhéroes. Lo que marca la diferencia es el marco en que se presenten. Y, en esta primera entrega, Ram V comienza a servir una historia que bien recuerda a etapas como la de Scott Snyder, con dos presentaciones dispares condenadas a encontrarse. Y, por supuesto, entendemos que el encuentro siempre será violento.
Estamos ante el debut de un nuevo personaje llamado a ser el nuevo avatar del verde, que por lo que se apunta, dará igual quién sea, porque lo que de verdad importará no será quién haya debajo de la apariencia de hombre-planta (o de planta-hombre) sino de cómo se va a comportar el monstruo. Lo mismo pasa con el villano. Porque el símbolo prevalecerá sobre el portador. O así es como debería acabar siendo. Tiempo habrá en los nueve números restantes, pues DC ha anunciado que será una serie de diez, para comprobar cómo se reparte en la balanza de la historia el peso para el humano y para su interacción como criatura. Entonces podremos tomar más conclusiones.
De momento, encontramos en este The Swamp Thing #1 el comienzo de un conflicto. Con un protagonista humano al que se le intenta dar un pasado y un presente con rapidez, sin ser realmente necesario que se ahonde en él y sus conflictos familiares, porque el lector realmente no necesita un drama inicial, sino una puesta en escena para explicarnos porqué está recibiendo contactos con el verde. Detalle que aunque resta agilidad, no termina de incomodar en una narración fluida, que procura aportar una gran cantidad de información y trasfondo a cada página. No hay, de momento, ninguna relación con la estupenda historia contada estos meses en la mini serie de dos entregas, de corte apocalíptico y de renovación mundial. Este es un nuevo comienzo, independiente de todos los pasados del personaje. Algo que a algunos habrá a quienes decepcione, porque la puerta que se tocaba era interesante.
El dibujo de Mike Perkins es una delicia. Encaja a la perfección con la tradición del personaje. Con sombreados que aportan carácter, un aire misterioso, oscuro, una composición variable en función del momento de la narración. Con un estilo setentero que como ya se ha citado en alguna ocasión, bebe de Bernie Wrightson, en la línea de Kelley Jones. Y muestra algunas páginas que recuerdan a las de Yanick Paquette y Marco Rudy, de narraciones psicodélicas. Sin duda, es el dibujante ideal para la serie. Le colorea Mike Spicer, haciendo una labor que ensalza el trabajo de Perkins. Con colores fuertes, tirando hacia tonos oscuros, pero jugando con sepias y clareados en las viñetas en que se cuenta la historia local, completa un trabajo ideal para la historia que nos ocupa.
Este es un cómic que agradará a quienes están ávidos de aventuras de la Cosa del Pantano. Pero que tiene que convencer a los escépticos que quieren ver una historia con el tradicional y legendario Alec Holland. Para ello harán falta dos factores. Primero, que esos lectores le den la oportunidad que se merece el propio cómic. Segundo, que el trabajo de Ram V y Mike Perkins esté a la altura del icono. No hablo de darle al fan lo que quiere, sino de saber hacer su trabajo con su toque y visión personales, pero sin olvidarse de los factores reconocibles que han caracterizado al personaje. Porque podrán ser tiempos de cambio, pero las ideas, como decía, las buenas ideas, son las que persisten. Y así es como debe ser.
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