Javier Vázquez Delgado recomienda: Spirou y los soviets, de Fred Neidhardt y Fabrice Tarrin
Edición original: Le Spirou de… 16 Spirou chez les soviets FRA (Dupuis, 2020)
Edición nacional/España: Spirou y los soviets(Dibbuks, febrero 2021)
Guion: Fred Neidhardt
Dibujo: Fabrice Tarrin
Color: Fabrice Tarrin
Traducción: Fabián Rodríguez
Realización técnica: Fernando Fuentes
Formato: Cartoné. 54 páginas. 16€
Una obra fallida desde su concepción.
“¿Motivo de su estancia en la URSS?”
Las mejores historias de la serie Spirou por se han caracterizado por ofrecen una visión distinta a lo que podíamos encontrar en la serie central del personaje, aunque apoyándose en los trabajos de los autores que la convirtieron en una de las más importantes del mercado francobelga. Incluso en los álbumes de la serie que no han acabado de funcionar del todo bien vemos como se parte de propuestas frescas y ambiciosas con un toque de modernidad. Por desgracia, no encontramos nada de eso en Spirou y los Soviets obra de unos poco inspirados Fred Neidhardt (1966) y Fabrice Tarrin (1977), una pareja que ya habían colaborado con antelación en la serie Les Aventures de Monsieur Tue-Tout. Partían de una idea que tenía bastantes posibilidades como es situar la acción en la URSS de la Guerra Fria, sin embargo, el resultado es una aventura que sabe a rancio, más cercana a un ejercicio propagandístico de la Guerra Fría que a las aventuras clásicas de la serie. Un trabajo lleno de chistes de brocha gorda sobre los tópicos de la URSS y con un inesperado giro final moralizante, que pretende hacer una crítica tanto al comunismo como al neoliberalismo, pero que resulta tan burda y de brocha gorda como los chistes.
La trama comienza con el secuestro del Conde de Champignac por agentes de la KGB. La organización pretende que use sus conocimientos para ayudar a difundir el gen del comunismo a todo el mundo. Literalmente, porque en la obra se descubre que hay un gen que transmite el comunismo. Cuando Spirou y Fantasio descubren lo que sucede convencen al dueño de Dupuis para que les envié a la Unión Soviética para hacer un reportaje y poder rescatar a su amigo. Una premisa que bien podría haber usado Franquin en su inmortal etapa, ya que tiene elementos suficientemente atractivos para construir una buena aventura, pero, que por desgracia para los lectores, los encargados de llevarla a cabo carecen de su talento y sutileza. El planteamiento inicial parece abocar a una historia de aventuras con ecos a las de James Bond con científicos locos y planes para dominar el mundo y una crítica al sistema comunista, y en parte eso es lo que tenemos, pero los autores no parecen tenerlo del todo claro y van introduciendo giros de guion que la alejan de esa dirección hasta el final totalmente anticlimatico.
En Spirou y los soviets encontramos un sinfín de homenajes al mundo del cómic, desde el obvio a Tintín en el país de los soviets, la primera aventura del personaje de Hergé aparecida en 1929 tan llena de tópicos como esta, que protagoniza el mejor chiste del álbum cuando afirman que Tintín es su principal competidor en la franja de los 7 a los 77 años. También encontramos apariciones de personajes como Gastón El Gafe o a Pif, la mascota creada por el español José Cabrero Arnal para la revista Vaillant, posteriormente rebautizada como Vaillant-Le Journal de Pif y Pif Gadget, editada por el partido comunista francés. Gracias a esa revista los protagonistas pueden entrar en la URSS con un carnet falso que les acredita como sus reporteros. Además vemos a personajes reales como Charles Dupuis, el dueño de la editorial Dupuis, Jrushchov o J. Edgar Hoover.
No es la primera vez que los personajes visitan la URSS puesto en durante el 1990 se publicó serializada la aventura Spirou en Moscú obra de Tome y Janry, un álbum divertidísimo con el sentido del humor lleno de ironía y el gusto por la aventura que caracteriza su etapa. Un resultado muy superior en todos los aspectos a esta nueva visita que deja un poso de decepción y de ocasión perdida.
Sin duda lo mejor del álbum lo encontramos en los dibujos de Tarrin, este álbum es su segundo álbum en la serie tras La tumba de los Champignac guionizado por Yann. Es un dibujante muy influido por la escuela de Marcinelle, como muchos de los grandes dibujantes del personaje, así que tenemos a personajes caricaturescos llenos de dinamismo y un muy buen trabajo en los fondos. La narrativa y composición de páginas es la tradicional en las obras publicadas en la revista Spirou, que puede resultar algo plana y rígida, pero el álbum está muy bien narrado. Hay que destacar la magnífica portada que realiza para este álbum. Un buen trabajo que brilla por encima del guion.
Dibbuks realiza una buena edición como es habitual en esta serie. Esperemos que deje atrás los problemas que han atravesado en el último año y retome la publicación de sus series.
Spirou y los soviets es un álbum decepcionante que no alcanza las cotas de calidad que hemos visto en otros Spirou por. Una pena porque tenía los mimbres suficientes para haber conseguido un mejor resultado, pero la falta de sutileza de los autores y un guion sin un rumbo claro terminan por crear una obra fallida y sin gracia. Ojalá este año podamos disfrutar de Pacific Palace, la nueva entrega de la serie Spirou por obra de Christian Durieux, que nos quite el mal sabor de boca de esta entrega.
Lo mejor
• El dibujo de Tarrin.
• Los homenajes a otras obras.
Lo peor
• En una serie cuyo objetivo es ofrecer visiones distintas del personaje nos encontramos con un tebeo que resulta viejo en muchos de sus planteamientos.
• El giro final que intenta hacer una reflexión crítica sobre los sistemas políticos, pero es de un simplismo total.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario