Javier Vázquez Delgado recomienda: Superman Arriba en el cielo
Edición original: Superman: Up in the Sky núms. 1 a 6 USA (DC Comics, 2020)
Edición nacional/España: Superman: Arriba en el cielo
Guion: Tom King
Dibujo: Andy Kubert
Entintado: Sandra Hope
Color: Brad Anderson
Traducción: Francisco San Rafael Simó
Formato: Cartoné, 176 páginas. A color. 19,95€
Superman: Aquí con nosotros
“Clark, te necesito”
El motor de la historia es muy simple. Una niña ha sido capturada y llevada al otro lado del espacio, lo cual hace que Superman, el héroe indiscutible de la Tierra, parta en su búsqueda con la esperanza de traerla de vuelta a casa. Recuerda, en concreto, a Centauros del desierto, obra por la que Tom King siente particular devoción y a la que ha prestado homenaje en otros momentos de su carrera (En La Visión, por ejemplo). Un argumento muy propio de una película del oeste, con los elementos propios del folclore americano visibles a simple vista: gran héroe, joven raptada, enemigo poco elaborado y aventura iniciática de la que aprender nuevas enseñanzas lejos de casa. O, en este caso, arriba en el cielo.
Esta línea general en el guion, sencilla y clara, permite al escritor profundizar en los sentimientos que la produce la imagen de Superman, ahondando en su heroísmo y principios, pero también en sus debilidades y humanidad. Para acercarse a su iconografía, recurre a técnicas habituales en su carrera, como es la narración a través de un largo monólogo en tercera persona (en el cuarto capítulo), con el que definir al superhéroe a la perfección. Exporta, a su vez, aspectos conocidos y canónicos del personaje con los que aportar una idea más conjunta a su trabajo. En ese sentido, la conversación con Pa Kent del primer número se traslada en una de las mejores escenas del conjunto, dando pie al comienzo del viaje para Clark.
En este profundo análisis del personaje, destaca el segundo capítulo, fundamentalmente por la relación que se establece con la familia alienígena. A través de este contacto, con su posterior vínculo, se forja la identidad de la odisea a través del espacio, una en la que habrá que sufrir y sangrar para dar con la joven Alice. Esta es una constante a lo largo de la misma, son muchos los momentos en los que se incide en la idea del sacrificio o de la propia ingenuidad del viaje, en la misma idea de atravesar todo mundo conocido para salvar una sola vida.
Tom King, consciente de la dificultad por armar el relato en una única dirección, crea otras vías argumentales, más cercanas a la acción, con las que calibrar los dos componentes fundacionales de toda gran aventura de Superman, el emotivo (del que hemos hablado) y el correspondiente a la pura acción. Tendremos, en este sentido, un combate de boxeo en el segundo número (muy bien compensada la violencia con el diálogo entre rounds, que va elevando poco a poco el tono de la escena) o la carrera con Flash por el título de “Hombre más rápido del mundo”. Son espacios en los que el discurso descansa, muy disfrutables, que el propio escritor de Mr. Milagro corta por momentos para introducir una nueva reflexión o pensamiento. Como ya hiciera en Batman, también se vale de momentos de poder del héroe (entonces el cruzado de la capa, aquí El hombre Acero) para soltar una frase implacable, armada y atractiva.
En el dibujo, tenemos a Andy Kubert. Ciertamente, si atendemos a los colaboradores habituales del de Washington DC, el dibujante de esta obra resulta una rara avis en cuanto a estilo, alejado de la imaginería creada por artistas como Doc Shaner (uno de los mejores dibujantes de Superman en la actualidad, por cierto), Mikel Janin o Mitch Gerads. A pesar de que su Superman favorito sea el de Curt Swan, el lenguaje que utiliza es distinto, yendo por otra dirección en lo que respecta a la imagen que va a aportar al personaje. Lejos de trazar un diseño clásico de Superman como el del citado dibujante, nos da una visión más tosca, con rasgos más oscuros por momentos, que sangra y tiene momentos de arrebato y rabia. Resulta atractivo, por tanto, habida cuenta de la diferencia de planteamiento de guion, ver ambas soluciones complementadas. Por un lado, tenemos la visión idealizada de King, apoyada en decenas de intervenciones. Por el otro, tenemos un dibujo con detalles noventeros, diseños de página completa con imágenes espectaculares y cierta crudeza. Si termina por funcionar es porque no deja en modo alguno de entender la dirección general, preocupándose, sobre todo cuando la obra entra en su último acto, por reflejar la sensibilidad del guion. A pesar de un comienzo renqueante y de ciertas composiciones exageradas, resulta aceptable.
Brad Anderson, uno de los mejores coloristas de la editorial, plantea detalles muy interesantes en este apartado. Sobre todo en el quinto número en el que, junto a Andy Kubert, consiguen captar lo lúgubre de la morada de Darkseid (secundario de lujo), con un juego de sombras correcto y tonos muy apagados en una atmósfera asfixiante para Superman.
En conclusión, tenemos una miniserie inteligente, consciente de la posibilidad que entraña el personaje y el propio argumento, con momentos de brillantez por parte de King, en un alegato a favor de Superman, de las virtudes que le hacen ser el héroe que es.
Lo mejor
• Las reflexiones sobre Superman por parte de Tom King
• Los diálogos que aportan vigor a la historia.
Lo peor
• Ciertas composiciones que no terminan de funcionar.
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