Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNSeries – Invencible. Primera Temporada. La redacción opina
Dirección: Jeff Allen.
Guion: Robert Kirkman, Cory Walker, Ryan Ottley, Simon Racioppa, Chris Black.
Música: Joe Paesano.
Temporada: 1.
Duración: 8 episodios.
Productora: Amazon Studios, Image Comics, Skybound Entertainment.
Nacionalidad: Estados Unidos.
El pasado mes de marzo se estrenó en Amazon Prime los primeros episodios de Invencible, la adaptación animada del famoso cómic superheroico de Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley. Producida por Skybound Entertainment y protagonizada en su versión original por Steven Yeun, Sandra Oh, J. K. Simmons, Gillian Jacobs, Zachary Quinto y Seth Rogen -entre otros muchos- la primera temporada de la serie ha contado con ocho espectaculares y sangrientos episodios. En su momento ya os ofrecimos nuestras primeras impresiones de esta serie pero ahora toca hacer el más difícil todavía: hacer balance final de lo que nos ha ofrecido esta propuesta. Y nada mejor que hacerlo hoy que ya hemos rememorado el cómic original. Porque hoy nos hemos levantado con una pregunta: ¿Por qué nos gusta tanto (el cómic de) Invencible? Un grupo de redactores ha intentado responder a esta insondable -pero al mismo tiempo fácil- cuestión. Las conclusiones las podéis extraer vosotros mismos, ahora es el momento de ampliar la pregunta y relacionarla con la serie de animación de Invencible. ¿Nos ha gustado? ¿Nos ha parecido una buena adaptación? Si tú ya has visto el último episodio de Invencible comenta y comparte las tuyas. ¡Vamos al turrón!
Impensable, por Cristian Miguel Sepúlveda
Vaya sorpresa ha resultado ser la serie de Invencible. Pese a ser una adaptación de un exitoso y galardonado cómic de Robert Kirkman, autor también de la archiconocida The Walking Dead, y de tener en su casting a famosos actores como Steven Yeun, J.K. Simmons o Sandra Oh, los trailers que se fueron liberando en internet, que ponían de manifiesto los evidentes defectos de la animación, no presagiaban nada bueno… ¿O sí? Quizás esta es una oportunidad para aprender de nuestros errores, y librarnos de nuestros prejuicios, tanto para bien como para mal. O también es una oportunidad para no ver trailers nunca más, como ya hacen algunas personas. El caso es que estamos ante la serie revelación de la temporada, y ante una rara avis que, pese a todo, nadie esperaba que pudiera tener tanto éxito.
Rara porque hablamos de una serie de animación dramática y adulta, algo inusual hoy en día en una producción occidental, y también porque cada episodio es de casi 50 minutos, otro aspecto muy poco común en un género habituado a capítulos de apenas 20 minutos. Si a esto le sumamos que la calidad de la animación es, cuando menos, cuestionable ¿Cómo se explica el éxito de Invencible? Dicho de forma breve y concisa: porque está jodidamente bien escrita. Y está bien escrita porque es una adaptación muy fiel de la obra original de uno de los mejores escritores y narradores de la actualidad: Robert Kirkman, que además ha estado muy involucrado en el proyecto.
El primer episodio, tras una larga introducción que dibuja una serie convencional, de repente rompe los esquemas de cualquier espectador en una espectacular escena poscréditos, que debería ser tomado en cuenta en las escuelas de cine como ejemplo perfecto de cliffhanger, y que traza la línea a seguir en lo siguientes episodios, especialmente en lo que respecta al tono ultraviolento. A partir de aquí, se empieza a narrar una trama con diferentes personajes y caminos que convergen entre sí o lo harán en algún momento. Hay muchos y muy buenos personajes, como los gemelos Mauler, endiabladamente divertidos, y unos inesperadamente influyentes villanos, los nuevos Guardianes, cada uno con su peculiaridad, destacando especialmente Robotman, Nolan Grayson, el papi malo, o Cecil, el jefe badass, por nombrar solo algunos.
Y sí, nos gusta el gore, somos hijos del siglo XXI, una sociedad posmoderna con una cultura popular que dulcifica o, como mínimo, banaliza la violencia, e incluso la glorifica en determinados momentos. ¿Hace eso Invencible? No, porque aquí se nos presenta siempre en situaciones no ya dramáticas, sino trágicas directamente, que suponen un durísimo golpe de realidad tanto para Mark como para el espectador. Pero eso sí, no vamos a ser cínicos, las escenas de violencia son, por su espectacularidad, una de las grandes bazas de una serie que apenas acaba de comenzar, y que tiene un largo (si adaptan todo el cómic de forma fiel) y brillante futuro por delante.
Lo mejor – una trama interesante y unos personajes únicos y bien desarrollados.
Lo peor – la animación, pese a momentos puntuales que funcionan bien, aún tiene bastante margen de mejora.
La escena – la paliza de “Leomon” a Mark y a algunos miembros de los Guardianes.
El personaje- los gemelos Mauler, divertidísimos y con gran potencial.
El clásico reformulado, por Gustavo Higuero
Mi primera toma de contacto con el personaje se realizó en los tiempos en los que el cómic llegó a España de la mano de Aleta. Aquellos cómics eran distintos pues, aún adscritos al género de superhéroes, tomaba todos sus tropos y los volcaba con salvaje eficacia para explotar al máximo todas sus virtudes. Una historia enorme, llena de giros, donde se llevaban al extremo lo ya leído en otras obras previas de editoriales tan asentadas como DC o Marvel, que no son sino los típicos problemas con los padres, la adolescencia y pubertad, dificultades con los amigos y los primeros escarceos amorosos, por citar algunos de ellos. Tomas lo del mundo real, le añades una capa extra de género superheroico, lo calientas al extremo y lo que obtienes es Invencible.
Y ahora llega su adaptación a la pequeña pantalla, en forma de serie de animación, con el reto de trasladar todas sus virtudes a un medio que por definición es afín al cómic, pero cuyo lenguaje visual dista mucho de el del noveno arte.
Si esta primera temporada nos muestra las primeras trece entregas de la obra, es por algo. Se trata de un primer año que sirve para asentar todas las bases de la obra, personajes y dinámica, así como mostrar como funciona el mundo con este ecosistema de héroes y heroínas pululando a lo largo y ancho del planeta. En la serie animada se sigue una misma dinámica, con una apuesta clara por rentabilizar a la perfección los finales explosivos con un continuará de infarto.
La traslación de la esencia vital de la obra se realiza con eficacia quirúrgica, sin dejar nada en el tintero que no sea indispensable, mientras se fortalece todo gracias a los recursos inherentes al propio medio al que se ha visto adaptada. Ritmo frenético, diálogos directos, acción a raudales, violencia extrema, nada escapa en esta adaptación de la obra de Kirkman. Incluso la propia animación y estilo de los personajes responden al estilo sobrio del trabajo realizado por Walker y Ottely en el primer año del cómic.
Condensar en ocho episodios un año de historias en papel, no es labor sencilla. Se logra dicho objetivo jugando con los recursos narrativos establecidos en el medio y se potencia cada aspecto singular de los personajes, hasta crear una afinidad casi inmediata con todos y cada uno de ellos. Ese vinculo es necesario para poder establecer un visionado en sintonía con la serie, pues quién solo se quede con la parte más violenta quedara muy defraudado. Y es que Invencible es una obra extrema, de momentos totalitarios, que no descansa en ningún momento, mientras se mueve con soltura a través de las motivaciones de los personajes. No se da puntada sin hilo en cada capítulo, para que el apego emocional no decaiga, sea positivo o negativo, o llegue a permutarse gracias a unos personajes en permanente evolución.
Invencible es uno de los cómics de superhéroes clásicos más extremos y radical de cuantos se han publicado dentro del género y su adaptación a la pequeña pantalla logra asumir el reto de lo que esto significa. Un reto que logra superar, dejando al espectador con ganas de seguir entrando más en esa marisma gigantesca de secretos que parecen poblar este universo.
A nivel técnico la animación no defrauda, pero no acaba de funcionar del todo bien, al resultar algo erratica en algunos momentos. Las voces de los actores son especialmente relevantes y el doblaje suena espectacular al dotar a cada personaje de voz propia en cada momento.
Resulta muy curioso como la historia tropieza en las propias incongruencias argumentales adscritas al propio género, como que se pueda poner una vía intravenosa al Omniman, pero es algo que se perdona, pues forma parte de ese juego al que Kirkman y el enorme equipo creativo de la serie, quieren que juguemos los espectadores. Los tropos están ahí, personajes que nunca se cambian de ropa, que visten de forma idéntica entrega a entrega, para asentar la imagen de cada uno de ellos en los espectadores, como si su identidad civil y superheroína fueran una sola. Y es que los tópicos bien usados son algo enormemente beneficiosos para una historia construida con inteligencia.
Un disfrute visual y narrativo que enciende la imaginación y asoma al abismo a todo aquel que se ponga delante de la televisión y se acerque a esta obra audiovisual de alto octanaje.
Lo mejor – La caracterización absorbente de los protagonistas.
Lo peor – De momento la animación como tal.
La escena – Cada aparición de Cecil y su equipo.
El personaje- Cecil Stedman.
Pretend you’re a super-hero, por Igor Álvarez Muñiz
Voy a empezar admitiendo que lo que más me gusta de esta serie es ver cómo gente que no conocía el cómic de Invencible ahora están acercándose a él, con un gran entusiasmo, con ilusión por descubrir una historia de superhéroes que ha sabido conjugar lo clásico y lo moderno de forma diferente a lo habitual y encontrándose con una colección que supera sus ya altas expectativas. Me encanta ver mensajes del tipo “Esto es increíble” o “He leído el primer tomo, me encanta, ¿Y decís que esto va a mejor?”, y cómo gente que ya se la ha leído responde a esto último con un rotundo sí. Solo por ello ya ha merecido la pena.
Sinceramente ha sido todo un gozo y disfrute poder volver al universo de Invencible y reencontrarse con los magníficos personajes que lo pueblan. Como adaptación del cómic ha sido impresionante, consigue mantener la esencia de la original en todos los personajes aun con sus cambios, todos ellos comprensibles y muy bien ejecutados en general. Es curioso cómo conociendo el devenir de la historia, sabiendo lo que va a pasar, porque eso sí que apenas cambia, se sigue disfrutando de una historia apasionante como es la creada por Kirkman, Walker y Ottley. Sabiendo todo sobre Mark, la relación con Atom Eve, el destino de Robot, los cambios en Omni-Man y un largo etcétera sigue siendo un gustazo ver cómo van sucediendo los hechos. Es emocionante ver, en vez de cómo nos desvelan el misterio, cómo queremos que lleguen a esas partes que te golpean como Nolan golpea a su hijo.
Hay cambios, algunos se disfrutan más y otros menos, pero son bastante coherentes. Se agradece que haya una modernización de ciertos temas que o no se tratan en el cómic o solo se soslayan, al final han pasado casi veinte años entre una y otra y nuestra sociedad ha cambiado un poco. Así como se agradece que estos cambios hayan sido dirigidos por el propio Robert Kirkman, un autor que ahora es más maduro, tiene más seguridad en sí mismo y sabe respetar su propia obra, siendo consciente de todo lo que va a pasar para hacer que lo importante siga igual, y eso se nota.
Estos ocho capítulos han resultado un viaje estupendo. No perfecto, hay cosas que no me han entusiasmado tanto. La animación, es verdad que tiene un diseño igual al cómic, pero hay partes en las que flojea mucho, aunque sabe mantener esa dulzura y esa brutalidad de la original. Punto extra por cómo entran al título en cada capítulo. Y otra pega que le pondría es cómo suceden los hecho contra los enemigos “menores”, entiendo que esto no es como el cómic, que los capítulos están estructurados de una forma más televisiva, pero siempre me gustó cómo Invencible va luchando contra los mismos villanos a lo largo de la serie, como por ejemplo la historia de los aliens de otra dimensión en la que el tiempo va más rápido, cuya historia se desarrolla a lo largo de muchos capítulos y no en uno, como sucede en la versión de Amazon. Pero aún con esas cosas se defiende muy bien. Dejaré de lado la relación entre Debbie y Nolan, que es diferente, con más protagonismo por parte de la madre, porque hace que ciertas cosas futuras puedan ser más predecibles, aunque también le da más profundidad a su historia. Eso habrá que verlo.
La única pega real que le pondría a la serie es que han perdido la oportunidad de poner ese magnífico Invincible de No Use For A Name, canción escrita años antes y que encaja bastante bien, aunque el final, con ese puntito gracioso y el Hate to say I told you so de The Hives, ha quedado bastante bien.
Lo mejor – La esencia. Es diferente pero todo está ahí.
Lo peor – La animación es muy mejorable.
La escena – Jajaja. ¿Cuál de todas?.
El personaje- Mark. Siempre.
Una propuesta… ¡Invencible!, por Jordi T. Pardo
He de admitir que la noticia de la adaptación de Invencible en formato serie animada no me entusiasmó en su momento. El cómic de Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley me parecía -más allá de algún altibajo- un engranaje perfecto y su manera de manejar sus personajes y sus múltiples tramas me parecía difícil de imitar en cualquier otro formato. Pero esto era preferible a una adaptación a imagen real que habría desvirtuado por completo la obra original. En este caso, la falta de expectativas me ha deparado una sorpresa agradable y me ha permitido disfrutar de una serie que ha captado muy bien el espíritu de Invencible.
La producción de Amazon Prime -en la que Kirkman ha estado implicado desde el primer minuto- ha sabido adaptar todas las características que habían hecho grande al cómic. De esta manera, la brillante y variopinta caracterización de personajes, el manejo de sus cliffhangers, su interesante historia central y la espectacularidad de sus sangrientas escenas de acción, han sido trasplantadas con acierto a la pequeña pantalla. Esto sin escatimar ni una gota de violencia extrema y gore, algo que ya queda claro al final del primer episodio.
Hay cambios respecto al cómic pero estos tienen un motivo de ser y, algunos de ellos, incluso permiten explorar con mayor detenimiento y profundidad aspectos que pasaban con más celeridad en el cómic. Este es el caso de la primera gran revelación de la serie, el origen de Omni-Man se ha ido cocinando a fuego lento, lo que ha permitido ahondar en la repercusión de sus acciones frente a personajes como Debbie, Cecil y el propio Invencible. Esto sin restarle fuerza a la “salida del armario” de Nolan en el último episodio de la serie y que como en los cómics marca un punto de inflexión en la historia.
Está claro que la narrativa de Invencible en los cómics es difícil de replicar porque la tendencia de Kirkman a construir a muy largo plazo y mediante numerosas subtramas podría ser exasperante de reproducirse tal cual a nivel televisivo. Pero las semillas están plantadas y en esta primera temporada de manera bastante inteligente se han dejado muchos cabos sueltos y guiños que se podrán explorar en un futuro. En este primer encuentro, personajes como Invencible, Omni-Man, Atom Eve y Robot son los que han gozado de una mayor exposición y conociendo lo que está por venir ha sido una decisión lógica.
En el apartado técnico, se ha crítica bastante la animación de la serie y ciertamente puede parecernos uno de sus puntos débiles. Pero es realmente fiel a lo que Cory Walker y Ryan Ottley plantearon en las viñetas; funciona en las escenas más cotidianas y brilla en esa acción descontrolada y ultraviolencia de una manera que es imposible no reconocer a Invencible en ellas. El reparto de doblaje original de la serie es realmente asombroso y la música que podría parecernos el apartado más estridente concuerda con esa imagen moderna que desprende la creación de Kirkman y compañía.
No hay defectos notables a remarcar de la producción de Amazon Prime y los posibles puntos de mejora no son tan reseñables como para que sean imposibles de entender. En términos generales, estamos ante una de las series de la temporada, con una historia capaz de mantener el interés tanto de los aficionados que ya conocen el cómic como los recién llegados. Estamos ante una propuesta…. ¡Invencible!
Lo mejor – La manera en la que la serie ha sabido captar el espíritu pop y gore del cómic original.
Lo peor – La difícil espera que nos queda por delante para el estreno de las próximas temporadas de la serie.
La escena – El final del primer episodio en el que Nolan se enfrenta a los Guardianes de la Tierra. Es una manera genial de cerrar el episodio y dejar claro que esto no es una historia de superhéroes convencional.
El personaje- Robot siempre ha sido mi personaje favorito de la serie y los creadores de la serie han sabido trasladarlo a la perfección a la pequeña pantalla.
Invencible: Año Uno, por Juan Luis Daza
En el año 2003 Robert Kirkman, que venía del rotundo éxito de The Walking Dead, editó para Image Comics Invincible, una serie regular con la que ofrecía su particular visión del género superheróico acompañado de los lápices de sus compatriotas, los dibujantes Cory Walker (Spiderman: Unlitimed, Punisher: War Journal) Ryan Ottley (The Amazing Spider-Man). El éxito de crítica y ventas a lo largo de los más de 15 años y 144 números de la cabecera protagonizada por el personaje nacido en las páginas de The Savage Dragon 102# (agosto, 2002) hizo que Amazon Prime Video, conocedora del filón con producciones como The Boys, pusiera sus ojos en las aventuras de Mark Grayson con intención de llevarlas al medio audiovisual. Contra todo pronóstico la sorpresa con respecto al proyecto fue que se trataría de una serie, no de imagen real, sino animada.
Con respecto a la creación y desarrollo de la serie en la plataforma han ido sobre seguro contratando los servicios del mismo Robert Kirkman, ejerciendo de showrunner principal y de Cory Walker como diseñador de los personajes en su traslación de la viñeta a la imagen en movimiento. Les acompañan Seth Rogen y Evan Goldberg, duchos en adaptaciones de cómics a series como pudimos ver en la magnífica The Boys, también al amparo de Amazon Prime Video, o en la muy irregular Preacher, que produjeron para la cadena de televisión por cable AMC (Mad Men, Breaking Bad, The Walking Dead). Simon Racioppa, David Alpert y Catherine Winder también forman parte del equipo creativo del proyecto.
Si en el equipo técnico la profesionalidad estaba más que contrastada en el artístico la intención era, no igualarlo, sino superarlo. Porque uno de los mayores atractivos de Invencible es el casting de voces que ofrecen la suya a los personajes y en el que encontramos a Steven Yeun (Mark Grayson/Invencible), J.K. Simmons (Nolan Grayson/Omni-Man), Gillian Jacobs (Samantha Eve Wilkins/Atom Eve), Sandra Oh (Debbie Grayson), Zazie Beetz (Amber Bennett), Zachary Quinto (Robot), Mahershala Ali (Titan), Walton Goggins (Cecil Stedman), Jason Mantzoukas (Red Explode), Seth Rogen (Alien the Alien), Clancy Brown (Damien Darkblood), John Hamm (Steve) o el mismísimo Mark Hamill (Arte Rosebaum) entre otros. Un plantel estelar para dar voz a los personajes que conforman la serie.
Invencible narra las vivencias de Mark Grayson, un adolescente cuyo padre es Nolan Grayson, el alter ego civil del Omni-Man, el superhéroe más poderoso de la Tierra procedente del planeta Viltrum. La historia comienza cuando el personaje protagonista comienza a experimentar las primeras manifestaciones de los poderes extraterrestres que ha heredado de su progenitor. A partir de ese momento la vida personal de Mark chocará frontalmente con la dedicada a velar por la integridad de los ciudadanos en la que conocerá a muchos otros héroes como Atom Eve, Robot o Red Explode sintiendo a su vez la enorme presión de estar a la altura de su padre, un Omni-Man capaz de ocultar más de un secreto que serán desvelados a lo largo de la historia.
El de la serie Invencible es un caso curioso, porque siendo notablemete fiel a la primera gran etapa del cómic creado por Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley, que recientemente recopiló ECC en un tomo con gran éxito de ventas, y manteniendo su esencia intacta no sólo la respeta profundamente, sino que en ciertos aspectos la supera con creces. El cómic homónimo es una colección brillante que fue creciendo número a número haciendo evolucionar a sus personajes y crecer el microcosmos ficcional en el que estos se movían. Pero en el medio audiovisual pareciera como si Robert Kirkman y sus colaboradores hubieran encontrado la fórmula perfecta para llevar un poco más allá la propuesta que él mismo, Walker y Ottley diseñaron para el arte secuencial añadiendo material de cosecha propia que en todo momento juega a favor de la propuesta.
En lo referido al acabado artístico la animación aprueba con nota, aunque es ineludible que con respecto a ella hay ciertos claroscuros algo reprobables. Aunque en líneas generales esa decisión de aportar un tono “amerimanga” funciona de manera notable, ciertamente cuando los personajes no están inmersos en secuencias de acción se percibe un molesto estatismo que resta algunos puntos al conjunto de la obra. Esto se deja notar, más si cabe, cuando esos pasajes repletos de fuerza y violencia salvaje hacen acto de presencia y muestran una ejecución mucho más trabajada. Algo que queda patente en los últimos cinco minutos del primer episodio, una salvajada minuciosamente realizada que nos confirma que Kirkman, Rogen, Goldberg y compañía no tenían intención de suavizar la brutalidad de las viñetas, llegando en ocasiones incluso a aumentar las dosis de la misma.
El perfil psicológico de los personajes sigue las pautas establecidas por Robert Kirkman en los cómics. Si con The Walking Dead consiguió dar una nueva vuelta de tuerca al manoseado subgénero zombie con Invencible hizo lo propio con la icnografía superheróica subvirtiendo los códigos que la cimentaron, sin inventar nada que no hubieran hecho años antes autores de renombre como Alan Moore, Pat Mills, Garth Ennis, Warren Ellis o Mark Millar, pero inyectándole su personal impronta. Sirva como ejemplo Omni-Man, esa versión corrupta de Superman que si en el tebeo era el centro de atención en la serie animada es el inequívoco mejor personaje y el responsable de los momentos más destacados de los ocho episodios que componen la temporada. Todo ello potenciado por la enorme labor vocal a manos de un J.K. Simmons pletórico devorando a todos sus compañeros a los micrófonos.
Con una mezcla impecable entre épica y violencia gráfica, comedia y drama y dos últimos episodios que son una apisonadora audiovisual (la potentísima escena del metro es de una perversidad y crueldad máxima) la primera temporada de Invencible ha supuesto toda una sorpresa que no sólo ha dejado en evidencia a otros productos del subgénero como la bastante cuestionable The Falcon And The Winter Soldier de Disney + y Marvel Studios, sino que posiblemente haya abierto las puertas para llevar a cabo más series animadas de larga duración inspiradas en el mundo del cómic, formato que se muestra perfecto para ello. Por ahora el éxito de Invencible ha sido tal que Amazon Prime Video ha confirmado la renovación de la serie por una segunda y tercera temporada. Visto el resultado de la que nos ocupa un servidor no puede esperarlas con más ganas.
Lo mejor – Su respeto hacia un material al que llega a superar.
Lo peor – Una animación que podía haber sido sobresaliente y queda en notable alto.
La escena – Decenas, pero sobre todo los últimos cinco minutos del primer episodio y toda la pelea entre Invencible y Omni-Man en el octavo
El personaje- Omni-Man/Mark Grayson, con el 90% del mérito recayendo en un titánico J.K Simmons.
De la viñeta, a la pantalla, por Raúl Gutiérrez
Cuando hablamos de adaptaciones, ya sea de cómic, de novelas, o incluso de videojuegos, solemos muchas veces como fans que somos confundir la literalidad de la obra original o su falta de ella, con la calidad del producto audiovisual, en muchas ocasiones negándonos a entender que cine, televisión y cómic, en este caso, son medios distintos que, aunque cuenten con sinergías comunes, requieren que las cosas se hagan de un modo distinto en cada uno de ellos.
Por ello, lo que funciona en cómic no tiene por qué funcionar en televisión, y viceversa. En el caso de Invencible, estamos ante el que probablemente sea el mejor cómic de superhéroes de las dos últimas décadas, un producto que en las viñetas, toma referencias nada soslayadas del resto de obras superheroicas que existen en Marvel, DC y otras editoriales. Su traslación a serie de televisión llega ahora en el mejor momento, y es que el espectador televisivo está ya más que acostumbrado al género superheroico, puesto que hoy en día casi cualquier persona sabe quienes son no solo Batman, Superman o Spiderman, si no La Patrulla X, La Patrulla Condenada, los Titanes o incluso Pantera Negra o La Avispa.
En este contexto, llevar Invencible a la pequeña pantalla ante el espectador generalista es hoy mucho más posible que por ejemplo, hace diez años, en el que más de la mitad de las referencias que realiza el producto a otros cómics o licencias superheroicas habrían caído en el olvido, y en el caso de Invencible, los homenajes y las referencias son una parte muy importante de su trama.
Y es que, tenemos que recordarlo de nuevo: El espectador de televisión no tiene porque ser lector de cómic, y aunque lo sea, el producto televisivo no va dirigido a él, ni siquiera como fan del producto original, si no al público general que debe de entenderlo, verlo y, por encima de todo, disfrutarlo. Solo entonces calará lo suficiente como para ser renovado por más temporadas y resultar rentable para la cadena que lo distribuye.
Pues bien, dejando claro que este es el mejor momento posible para llevar Invencible a la pantalla de nuestros televisores, móviles, PC o tabletas, hemos de hablar de la forma elegida para hacerlo. Y es que, de forma opuesta a como vienen haciendo el resto de adaptaciones de cómics de superhéroes, no es el live action con actores reales el método elegido para adaptar Invencible a serie, si no, directamente la animación.
En ese aspecto, a menudo se suele despreciar la animación como método de creación de historias. Y es que, por mucho que Pixar, Disney, Laika, Giblhi y otros magníficos estudios nos lo hayan demostrado una y mil veces, siempre habrá quien piense que un producto animado es algo menor y destinado a un público infantil o poco maduro. Lo primero, está claro que es mentira, pues detrás de casi cualquier serie o película animada existe tanto o más trabajo y empeño que en un producto live action. Y en cuanto a lo segundo, simplemente obvia la realidad. No es algo malo que un producto esté destinado a los más pequeños de la casa, quienes desde luego merecen su parcela en la gran oferta audiovisual, ni tampoco es malo disfrutar dichos productos de mayor, pero la animación no es algo exclusivo del público infantil, e Invencible es una pura muestra de ello.
La serie basada en el cómic de Robert Kirkman es uno de los mejores productos televisivos, superheroicos y animados de los últimos años, y posiblemente, de haberse realizado en live action habría perdido enteros. Porque, o se destinan millones y millones de dólares a cada episodio, o habríamos tenido que conformarnos con una factura técnica deficiente para una serie que habría exigido por episodio tanto o más que cualquier película de Warner/DC o de Marvel Studios.
La animación, que hace más cercana la adaptación al medio original, permite trasladar las viñetas de Ryan Otley y Cory Walker casi exactas a la televisión, si bien con un estilo un tanto anime con el que no termino de conectar, aunque esto se trata de un problema personal e injustificado, y no de un defecto de la serie.
En cuanto a la forma de desarrollar el argumento, es curioso como en este caso tenemos una adaptación 100% fiel a la original que únicamente cambia la forma de contar la historia que quienes hemos leído el cómic ya conocemos pero contando en esencia lo mismo. Algunas escenas se retocan aquí y allá, otras transcurren antes o después de como ocurrían en el cómic, pero todo se hace para adaptar la serie a un formato de 47 minutos por episodio (en un par de ocasiones un tanto estirado) que desde luego no es idéntico a una grapa USA de veintidós páginas.
Por otro lado, resulta curioso que, cuando en el año 2003, hace nada más y nada menos que dieciocho años, Invencible irrumpió en las librerías, se trataba de una obra respetuosa con el feminismo y la diversidad sexual y de género de la forma que se entendían dichas cuestiones en el año 2003. Lógicamente, casi dos décadas después, Invencible resulta en su relectura por el lector de 2021 un tanto machista o incluso homófoba y sexista en bastantes de sus planteamientos y, Amazon Prime Video consciente de esto, readapta la forma que la serie tiene de afrontar dichas temáticas, logrando superar al producto original en ese aspecto.
En cuanto al resto, Invencible no solo es magnífica ya no como adaptación, si no lo más importante, como serie de televisión, si no que conozcamos o no por donde va a discurrir su historia nos ha dejado en su capítulo 8 con ganas de muchísimo más. El tiempo nos dirá si la adaptación será completa (lo que requeriría unas diez o doce temporadas) o si habrá arcos argumentales que se resuman en su traslación al método televisivo. Pero desde luego, lo que está claro es, que en esta ocasión no me atrevo a recomendar el producto original por encima de su adaptación, salvo como método de conocer antes el final de esta magnífica epopeya superheroica.
Lo mejor – Una adaptación que en no pocas ocasiones llega a superar al producto original.
Lo peor – Algunos episodios cuentan con un poco de “relleno” para adaptarse a la duración estipulada de los mismos.
La escena – La pelea padre-hijo en el episodio final.
El personaje- Omniman.
Sí se puede, por Samuel Secades
Parece mentira, pero a lo tonto llevamos ya más de dos décadas desde la explosión del género superheróico en las pantallas; desde las lejanas primeras cintas de principios de los dosmiles de X-Men o Spiderman hasta el indiscutible reinado del MCU y sus Fases, las adaptaciones de cómics a la gran y pequeña pantalla no han dejado de llegarnos año tras año, y tras los grandes nombres de las editoriales más importantes han ido surgiendo, por suerte, oportunidades para títulos más desconocidos para el gran público que sin duda han ayudado a revitalizar el panorama, sobre todo en el medio televisivo: ahí nos encontramos ejemplos tan gratificantes como los de Legion, Doom Patrol, The Boys o esta Invencible que nos ocupa, quizás la deconstrucción más refrescante del género utilizando sus propios esquemas que nos regalaba un siempre en forma Robert Kirkman. Con la serie de Amazon, su sencilla propuesta visual y su descomunal reparto de voces que hace casi imprescindible verla en versión original, nos hemos topado con una adaptación a la vez respetuosa con las viñetas y al mismo tiempo salvajemente arriesgada, manteniendo la acción descarnada y visceral (literalmente) del cómic de Kirkman pero también comprendiendo perfectamente todo lo que funcionaba en su lectura.
Y es que de nada hubiera servido ese cliffhanger que todos estábamos esperando en el penúltimo episodio o los brutales fuegos artificiales de su capítulo final, donde la serie no se deja absolutamente nada en el tintero, sin todo el trabajo previo de desarrollo de personajes y tramas de manera ejemplar: desde el núcleo familiar de los Grayson, donde la Debbie de Sandra Oh se lleva la palma, hasta las tramas secundarias como el capítulo de Marte o las relaciones entre los nuevos Guardianes del Globo, la serie se toma su tiempo y trata con mimo a cada uno de sus integrantes. Y cómo no hablar del imponente Omni-Man, con la no menos imponente voz de J.K. Simmons en contrapunto al Mark Grayson construido a golpes de empatía gracias también al trabajo de un fantástico Steven Yeun. Gracias a todo el buen hacer del conjunto, todos los golpes del demoledor capítulo final de temporada duelen y emocionan como lo hicieron años atrás en el cómic, y cuando llegamos al final comprobamos que en esta adaptación han sabido plantar la semilla de un universo con un potencial tremendo para darnos años de entretenimiento.
Porque al fin y al cabo, podemos hablar de la dichosa deconstrucción del género, de su irreverencia gore directa cual salpicadura de sangre o de que Invencible es, a su modo, la versión definitiva de Superman y Spiderman con la que otras adaptaciones apenas pueden soñar, mezclando mejor que nadie a superhéroes, semidioses, familia y conflictos adolescentes; pero el verdadero regusto que me deja esta primera temporada de Invencible, que en ningún momento se hace larga a pesar de la generosa duración de sus episodios, es esa genuina sensación de puro entretenimiento al leer un buen cómic, y cuando entra ese temazo que es Hate to Say I Told You So de The Hives en cuyo montaje se nos recuerda todas las tramas abiertas que tenemos por delante, uno no puede dejar de pensar en cuántas veces ha pasado con satisfacción la última página de un cómic y comienza a contar los minutos para salir pitando hacia la tienda a por el siguiente número. Pues eso, un exitazo.
Lo mejor – El cariño hacia sus personajes y el entender bien todo lo bueno del cómic.
Lo peor – Una animación demasiado estática y sencilla pero que acaba encajando con el conjunto.
La escena – El peor viaje en metro en dirección contraria de la Historia y la pregunta “¿a quién tendrás dentro de 500 años?”. Y su respuesta.
El personaje- Debbie Grayson y su trauma a pantalla gigante.
Real human being and a real hero, por Sergio Fernández
A pesar de que hoy en día podemos encontrar todo tipo de producciones en la pequeña pantalla, lo cierto es que la adaptación de Invencible no parece que sea, de entrada, tarea nada sencilla. La calidad de la obra original está fuera de toda duda, sin embargo, pese a pertenecer al trilladísimo género superheroíco, su popularidad está a eones de los Peter Parker o Bruce Wayne de turno. No solo eso, sino que la brutalidad marca de la casa Kirkman nos hacía pensar que la serie recibiría ciertas capas de blanqueamiento para poder ser emitida en televisión. Por fortuna, nos equivocábamos.
Una vez puestos en faena, la primera sorpresa vino por la duración de los episodios. Estamos acostumbrados a que, prácticamente, todas las series animadas que seguimos apenas pasen de los veinte minutos. Pues bien, Invencible, en cuanto a duración, se homologa como las series de acción real que se pueden ver en las distintas plataformas, librándose de cadenas obsoletas. La pléyade de estrellas que han prestado sus voces a los distintos personajes quita el hipo. Si alguien merece llevarse la palma ese es J.K. Simmons (Not quite my tempo), quien realiza un trabajo magistral como el implacable Omni-Man. No queda ahí la cosa. Steven Yeun, Sandra Oh, Gillian Jacobs, Zachary Quinto, Clancy Brown o Walton Goggins proporcionan a Mark, Debbie, Eve y compañía aquello de lo que no podían disponer en viñetas por las limitaciones propias del propio medio. No se puede imaginar un doblaje mejor.
“Citius, Altius, fortius” era el lema de los Juegos Olímpicos que bien pudiera haberse aplicado a la obra de Robert Kirkman. El creador de Los Muertos Vivientes cogió elementos de lo viejo conocido, los metió en la coctelera con un ingrediente secreto marca de la casa que permitió gestar el (probablemente) mejor cómic de superhéroes del siglo XXI. A pesar de alguna que otra diferencia, en la primera temporada se ha optado por seguir los pasos de las viñetas con alguna que otra diferencia. Probablemente, la gran revelación de Nolan se ha hecho de rogar para que coincidiese con el final del primer arco. El contexto ha sido actualizado. Invencible 2.0 es un poco más moderna que la obra original, si bien sigue manteniendo sus colosales virtudes. Aunque no todo el monte es orégano. Salvo en las escenas de mayor acción, la animación se antoja un tanto rígida y nos hace recordar a productos que se encuentran en las antípodas de Invencible. No obstante, es un mal menor habida cuenta de las tropelías que se han cometido con la utilización del 3D en otras series animadas. Tal vez, ahora que se han confirmado dos temporadas más, el presupuesto crezca y esto suponga un mayor despliegue técnico.
Hablaba al comienzo de este artículo de la crudeza en la obra de Kirkman. Amazon ha permitido que la violencia sea mostrada en todo su esplendor, sin escatimar en casquería y litros de hemoglobina. Sabiendo lo que está por venir, bien haríamos en comprarnos un buen chubasquero para que no nos salpique la sangre… El equilibrio entre épica y costumbrismo posibilita que a lo largo de un mismo episodio haya lugar para el humor, el romance, la ciencia ficción y la acción. La acertadísima construcción de personajes está fenomenalmente acompañada de unos diálogos que no pierden su frescura en ningún momento. Invencible cuenta con una cantidad envidiable de personajes secundarios que vienen y van. Las posibilidades son casi infinitas. En un año que Marvel Studios ha tirado la casa por la ventana con la expansión de su universo compartido en la pequeña pantalla, en un año que Zack Snyder ha conseguido estrenar su ansiada versión de La Liga de la Justicia, Invencible se postula como la mejor producción superheroica de 2021 y eso ya es decir mucho.
Lo mejor – Su inmejorable adaptación manteniendo el espíritu de la obra original.
Lo peor – La animación puede resultar un tanto tosca en algunos momentos.
La escena – Omni Man haciendo pupita a Los Guardianes de la Tierra.
El personaje- Monster Girl, su presentación metiéndose con la pilila de Rex… antológica.
¡Es la hora de la encuesta!
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