Javier Vázquez Delgado recomienda: Fátima, Misterio en el valle del viento, de Carlos Cabrero, Miguel Ángel Fecé y Alfonso Pinedo

Edición original: Fátima 1 Misterio en el valle del viento (Doce Robles Editorial, 2021)
Guion: Carlos Cabrero y Miguel Ángel Fecé
Dibujo: Alfonso Pinedo
Formato: Cartoné. 68 páginas. 15€

La línea clara toma Saraqusta.

Hay obras que con solo ver la portada sabes exactamente lo que te van a ofrecer y es lo que ocurre con Misterio en el valle del viento, el primer álbum de Fátima, la serie de Carlos Cabrero, Miguel Ángel Fecé y Alfonso Pinedo editada por Doce Robles, que hace unas pocas semanas salió al mercado. Su portada augura una aventura para todos los públicos en un entorno medieval deudora del estilo la BD clásica francobelga que definió hace años Hergé. Y eso es justo lo que encontramos, con bastantes aciertos y alguna pega, pero con resultado que no puede decepcionar, puesto que estamos ante una obra llena de honestidad. Pero no todo es línea clara en la obra ya que también hay espacio para unos guiños a Astérix, la otra gran obra francobelga, aunque sin las dobles lecturas que incluía Goscinny en sus guiones.

La historia nos transporta al siglo XII, cuando la península ibérica estaba dividida entre la cristiandad y el islam, concretamente a los días previos a la conquista de la ciudad musulmana de Saraqusta, hoy Zaragoza, por parte de Alfonso I el Batallador, rey de Aragón. La ciudad se enfrenta al asedio entre enfrentamientos entre las diversas facciones que habitan sus calles desde la desintegración del califato de Córdoba. Entre los habitantes de la ciudad encontramos a Fátima, una niña musulmana que se verá envuelta en los acontecimientos que llevarán a la capitulación de la ciudad junto a su amigo Joram y a su gatito Qut.

Como sucede con las obras de Hergé en este primer número encontramos una historia trepidante en la que no hay un minuto de tregua ya que siempre está sucediendo algo, o bien tenemos una escena de acción o bien una de humor sobre todo protagonizada por Qut que se convierte en una figura similar a Milú o Spip puesto que habla con los humanos, aunque ellos no sean capaces de entenderle. Un recurso por el que no ha transcurrido bien el paso del tiempo y que, por momentos, te puede llegar a sacar de la lectura. Por suerte, no encontramos otro de los recursos que peor han envejecido de los clásicos de la línea clara como son los textos de apoyo o diálogos en los que se recalca lo que está ya se puede observar en las imágenes.

También heredan de Hergé los personajes sin matices, los buenos son muy buenos y los malos muy malos, sin espacios para grises, algo que además se reflejado en su aspecto físico, ya que al verlos sabemos automáticamente cómo se comportaran. Ninguno de los personajes tiene ningún tipo de evolución, ya que la historia transcurre en muy poco espacio de tiempo, pero hay que destacar que hayan optado por una protagonista femenina y de origen musulmán, un más que necesario reflejo positivo de una cultura cada vez más demonizada por algunos políticos capaces de todo con tal de arañar unos pocos votos.

Como vemos en la obra están presente muchas de las características esenciales de los clásicos de la BD destinada al público infantil y juvenil que poblaron las páginas de revistas como Spirou o Tintín durante años. Los fans adultos de Hergé seguro que disfrutan de esta obra, aunque nos surge la duda de si es el estilo más apropiado para público infantil y juvenil hoy en día, ya que ellos manejan otros códigos de comunicación mucho más actuales y modernos.

En los cómics destinados a un público infantil y juvenil es muy importante la función didáctica y en este vemos perfectamente reflejada como era la vida en Saraqusta, una ciudad donde convivían tres culturas sin problemas, una enseñanza que se antoja clave en estos tiempos en los que los prejuicios y el odio por motivos religiosos cada día parecen ir a más. Los mismo sucede con los acontecimientos históricos que están bastante bien reflejados, salvo algunas licencias necesarias para la trama.

Gráficamente estamos ante una obra que respeta todos los cánones de la línea clara clásica, tanto que parece casi salida del estudio Hergé. Así que estamos ante una obra en la que no hay sombras, los colores son planos, las líneas muy limpias y las figuras humanas tienen unos rasgos caricaturescos. Sin duda, esas figuras son la parte más destacada del trabajo de Pinedo que consigue dotarlas de movimiento en las escenas de acción. También toman de Hergé la composición de página tan cerrada con las cuatro tiras de viñetas por página, algo que puede resultar bastante monótono. Esa parte es la más negativa del apartado grafico con algunos fondos poco detallados, algo que no sucedía en los trabajos más destacados de la línea clara llenos de fondo detalladísimos.

Doce Robles hace una muy buena edición con un diseño que, como todo en la obra, nos recuerda a los cómics francobelgas clásicos con guardas dibujadas y formato álbum europeo.

El primer álbum de Fátima es un cómic divertido que se lee con interés, pero muy deudor de la BD clásica, algo que lo lastra por momentos, aunque el resultado global es bastante bueno.

Lo mejor

• Tiene un gran ritmo.
• La protagonista y el sentido didáctico de la obra.

Lo peor

• No consigue zafarse de algunas de las características de las obras de Hergé que peor han envejecido.



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