Javier Vázquez Delgado recomienda: El Indie en los Eisner 2021 – Mejor serie nueva
Desde el año pasado tenemos una tradición en Zona Negativa, analizar las nominaciones a los premios Eisner que reciben las obras del cómic independiente norteamericano, en diferentes entradas y según los premios a los que opten. Recuerden que para ver la lista de nominados solo hace falta ir aquí.
No podemos dejar de extrañarnos por la falta de mujeres en las categorías que son precisamente más representativas para los autores, hay que decirlo. Por nuestra parte seguiremos reivindicando y divulgando el imprescindible trabajo que realizan una inmensa variedad de autoras en el medio. Pero las entradas que hoy comenzamos a publicar, y seguiremos haciendo durante las próximas semanas, se van a enfocar solo en series. Tómese este párrafo como un grito en favor de esas artistas que consiguen emocionarnos con sus historias y que deberían estar más presentes por aquí.
Dicho esto, 2020 fue un año atípico, marcado por una pandemia que aún tenemos encima y que llevó a que hubiera meses en blanco, sin novedades, e incluso a que algunas colecciones se retrasasen durante meses. Pero esto no ha evitado que aparezcan un buen puñado de obras dignas de los mejores elogios.
Empezamos precisamente por una categoría muy interesante, la que se refiere a “Mejor serie nueva”, pues seguramente todas ellas acaben llegando traducidas a nuestro país y porque suponen descubrimientos apasionantes. ¡Allá vamos!
Crossover, por Donny Cates y Geoff Shaw (Image Comics)
Si tuviéramos que describir de alguna manera a Donny Cates como guionista, bien podría ser como un solo de guitarra eléctrica. A veces es virtuoso, a veces es descerebrado, pero siempre resulta molón. El guionista de Venom gusta y vende, y en los últimos años está viviendo un éxito arrollador en su carrera dentro del mundo de las viñetas. Su trayectoria dentro de La Casa de las Ideas ha subido como la espuma desde que triunfó con su etapa al frente del simbionte, y ya son Thor y Hulk dos de las series bandera que el tejano se ha echado a las espaldas. Pero en el terreno de creación propia no se ha estado quieto, de ningún modo. Varios trabajos interesantes poblaron sus inicios (como la entretenida La Flota Fantasma que Norma nos ha traído), pero fue con la magnífica God Country con la que consiguió hacerse notar definitivamente junto Geoff Shaw, uno de sus compañeros habituales desde sus inicios. Babyteeth o Redneck han sido otros de sus éxitos, pero nada como Crossover.
El mundo se pone patas arriba cuando un buen día todos los personajes de cómic habidos y por haber aparecen de la nada en el centro de Denver sin que nadie sepa por qué, y comienzan a librar una cruenta batalla al más puro estilo de un evento comiquero que pone en peligro a todo el mundo, real y comiquero, hasta que un héroe levanta una cúpula
alrededor para aislar el daño. Han pasado cinco años, nadie ha vuelto a cruzar esos muros ni sabe qué ha sido de la batalla, pero la vida de dos dependientes de una tienda de cómics se verá sacudida cuando aparece en su local una niña procedente de ese mundo alternativo. Ambos tratarán de devolverla a Denver con su familia, a riesgo de que los servicios secretos o algún grupo fanático anticómic les sigan el rastro para atrapar a la foránea.
Crossover es básicamente una tremenda gamberrada palomitera en la que Cates y Shaw se lo pasan en grande. La pareja creativa se da toda la cancha que desea para hacer una carta de amor al cómic mainstream estadounidense, buscando siempre la epicidad y la macarrada máxima. La lista de detalles y referencias (sutiles, claro, que el copyright es traicionero) es larguísima, e incluso tenemos la oportunidad de ver aparecer a personajes de Image Comics, especialmente de la bibliografía de ambos autores, algo que afrontan con total desvergüenza. Shaw está espléndido como suele acostumbrar, y aunque en el caso de Cates no se puede decir que estemos ante su trabajo más inspirado, la historia desde luego es divertida a rabiar. Probablemente sea la última en las apuestas para el galardón, pero lo que sí tiene es un éxito de ventas arrollador. ¡No se puede tener todo!
The Department of Truth, por James Tynion IV y Martin Simmonds (Image Comics)
Otro que está viviendo un momento colosal es James Tynion IV. El guionista de The Woods siempre ha tenido una carrera interesante y valorada por los aficionados, pero la explosión de estos últimos dos años ha sido tremenda. Si su Something is killing the children con Werther Dell’Edera fue uno de los pelotazos de la temporada pasada (y lo sigue siendo), con The Department of Truth y su debut en Image Comics la recepción ha sido igualmente arrolladora. La obra creada junto a Martin Simmonds ha sido uno de los superventas del año, y por lo que lleva de momento podemos decir sin mucho apuro que es una de las series más adictivas de las que se han estrenado.
En The Department of Truth, Tynion y Simmonds nos plantean una premisa sumamente descabellada: ¿y si todas las teorías conspiranoicas fuesen reales? El cabeza de turco en la muerte de JFK, el terraplanismo, el falso alunizaje del Apolo 11… Todo es real. ¿O en realidad no? Tras una misión que lo lleva a toparse con una de estas teorías, el agente Cole Turner es reclutado por el Departamento de la Verdad para ayudar a mantener tapada la terrible verdad que acecha detrás de cada teoría conspiranoica.
Poco más hay que explicar sobre la obra, porque es una de esas a las que no saber exactamente ante lo que nos encontramos le da un plus de disfrute durante la lectura. The Department of Truth lleva 10 números publicados hasta la fecha, y son dinamita pura. El juego que realizan los autores para ir tocando dentro de su trama las distintas teorías conspiranoicas más conocidas y virales conforma una especie de juego de expectativas con el lector, que se muerde las uñas por saber cuál será la siguiente que hará acto de presencia y cómo Tyinion será capaz de retorcerla para adaptarla a su siniestra trama. Es un thriller lleno de suspense y misterio, sumida constantemente en una neblina tenebrosa con una abundante ración de zarpazos de terror gracias a la excepcional labor de Simmonds, que se enfrenta a la obra con un estilo artístico potentísimo que nos trae a la mente ciertos ecos a Dave McKean. Simmonds abraza una especie de expresionismo oscuro con un color sucio y siniestro con destellos rojos que le da a la obra el tono perfecto para que su historia nos llegue con una fuerza incomparable y algún que otro escalofrío por la espalda.
La serie es probablemente una de las favoritas, hasta el punto de que repite nominación también en la categoría de “Mejor serie regular” (además de la nominación a Tynion a “Mejor guionista”). ¿Conseguirá llevarse el gato al agua?
Killadelphia, por Rodney Barnes y Jason Shawn Alexander (Image Comics)
Jimmy Sangster es un policía de pueblo que regresa a Filadelfia para enterrar a su padre, quien acaba de ser asesinado. Lo que no espera, sin embargo, es toparse con un misterio que le hará recorrer un camino lleno de horror y le hará dudar hasta de sus creencias más fundamentales. Una ciudad que antes constituía un emblema para la libertad ahora ha caído víctima de la corrupción, la miseria, el desempleo, la violencia y… ¿los vampiros? Killadelphia es una serie guionizada por Rodney Barnes y dibujada por Jason Shawn Alexander que, de la mano de Image Comics, ya está a punto de alcanzar su número 17 en el mercado norteamericano. Las dos características que más llaman la atención de ella son su dibujo y su marcada estructura cinematográfica.
Empezando por el dibujo de Jason Shawn Alexander, el artista que hace poco nos impresionó en Spawn vuelve a deleitarnos con su espectacular estilo gráfico. Su trabajo parte de la fotorreferencia, pero se desliga todo lo necesario de esa premisa mediante la exageración y otros recursos originales con los que se logra una mezcla única. La base realista le otorga a la historia un aroma terrenal que la acerca al espectador, mientras que las partes más abstractas ayudan a transmitir la sensación de misterio, horror e inmensidad que se persigue en muchas escenas.
Por la parte del guion, se nota mucho que Rodney Barnes viene del mundo de la televisión. Entre su trabajo como guionista para este ámbito se encuentran obras como Marvel’s Runaways o American Gods, por citar solo algunas de las que le han concedido el renombre que ostenta ahora mismo en la industria. Es por esto que tanto las estrategias narrativas como el ritmo al que recurre Barnes en el guion de Killadelphia nos recuerdan inmediatamente a ese tono cinematográfico tan característico de los escritores que, con años de oficio televisivo a sus espaldas, se adentran en el mundo del cómic.
En conclusión, Killadelphia ofrece un desarrollo de personajes básico, alguna que otra idea chula, muchos cliffhanger, conspiraciones a gran escala y vampiros. No es mucho, pero tampoco necesita más para entretener de lo lindo. Si encima la acompaña un dibujo de tanta categoría, no es de extrañar que la serie se haya ido ganando fieles adeptos desde su lanzamiento y que ya se esté preparando una futura adaptación televisiva.
We Only Find Them When They’re Dead, por Al Ewing y Simone Di Meo (BOOM! Studios)
Este año no hay rastro de Immortal Hulk en las nominaciones, después de aparecer dos años seguidos en la categoría destinada a las series regulares, pero Al Ewing ha conseguido colarse en la categoría de las series nuevas gracias a su trabajo junto a Simone Di Meo. Una serie co-creada entre ambos autores y enmarcada en el cómic independiente, concretamente es la única representante en esta categoría de BOOM! Studios.
Con un título tan sugerente como We only find them when they’re dead (Solo los encontramos cuando están muertos) los autores nos llevan a un futuro en el que los seres humanos viajan por el espacio, centrándose en la Vihaan II, una nave que se dedica a hacer autopsias a dioses muertos que aparecen de forma repentina en medio del espacio. Seres gigantes a los que diseccionan, aprovechando todas las partes de su cuerpo, y a los que nunca han visto vivos. Pero no es un trabajo sencillo, una gran corporación controla todo el procedimiento y sanciona, incluso mata, a quienes intentan vender su carga en el mercado negro. La Vihaan II sigue las reglas pero su capitán, Georges Malik, tiene planes ocultos que llevarán a su pequeña tripulación a meterse en serios problemas. We only find them when they’re dead es una obra que mezcla muchos elementos que hemos visto en las grandes space-operas, un trasfondo de lucha contra la tiranía que se mezcla con temas más cercanos a la metafísica y un gran misterio a desvelar, todo ello rodeado de acción y con personajes muy diferentes a la par que carismáticos, pero los autores consiguen darle un halo de originalidad que la hace única y muy emocionante.
Al Ewing demuestra que no solo los personajes de Marvel se le dan bien, con We only find them when they’re dead construye una historia muy sólida, perfectamente hilada y en la que ha conseguido unirse a un dibujante de lujo, Simone Di Meo, conocido sobre todo por la serie de los Power Rangers, también para BOOM! Studios, pero con el que ya había trabajado en Marvel. Su dibujo es precioso y sus diseños le otorgan identidad, haciendo de esta una de las grandes series del año.
Esta colección se estrenó, con gran éxito de ventas en septiembre de 2020, y a día de hoy han salido siete números al mercado. El primer arco argumental ha sido recopilado en un tomo ya disponible en Estados Unidos. Gane o no, está claro que con esos nombres lo veremos publicado por aquí más pronto que tarde.
La competencia
Este año solo una serie nueva de Marvel compite en esta categoría. La actual colección de la Viuda Negra logra entrar en la lista gracias al trabajo que están haciendo en ella tres grandes autoras como son Kelly Thompson, que ya había sido nominada a estos premios como “Mejor guionista” en 2019, Elena Casagrande, que hace gala de una estupenda narrativa, y la multipremiada colorista Jordie Bellaire. Esta serie salía a la venta el pasado mes de septiembre y ya ha visto publicado en España su primer tomo recopilatorio en mayo.
Reflexiones
Los premios Eisner dan cuenta del buen estado que tiene en la actualidad el cómic independiente norteamericano. En este caso (y como nos viene acostumbrando los últimos años) es Image la que tiene más papeletas, con tres nominadas en total. Los premios de este año han planteado opciones muy interesantes, y aunque desde la redacción de Marvel nos aseguran que lo nuevo de Viuda Negra es un melocotonazo, nosotros por supuesto barremos para casa y nos quedamos con The Department of Truth, de James Tynion IV y Martin Simmonds.
En general tenemos un nivel notable: Crossover es un divertimento enorme y desvergonzado, pero a pesar de su exitazo, desde la redacción la vemos algo alejada de los méritos del resto de contendientes. En especial, We Only Find Them When They’re Dead nos ha dejado encantados y contamos con verla repetir en próximos años, y la más desconocida del grupo, Killadelphia, a buen seguro recibiría con agrado uno de esos premios que además de como reconocimiento sirve como potentísima publicidad. Sin embargo, lo nuevo de Tynion y Simmonds es sin duda la serie que más nos ha volado la cabeza con su fenomenal arranque. Ambos autores están realizando un trabajo excepcional e intrigándonos con cada nuevo capítulo de esta descabellada y terrorífica historia que tan bien encaja en los tiempos que corren, y contando con dos nominaciones, nos parece que es la candidata favorita a levantar la estatuilla.
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