Javier Vázquez Delgado recomienda: Josefina, la emperatriz de las rosas, vol. 1, de IGARASHI Yumiko y OCHIAI Kaoru

Edición original: Bara no Josephine (薔薇のジョセフィーヌ), vol. 01, Japón (Akita Shoten, 2011-2014).
Edición nacional/España: Josefina, la emperatriz de las rosas, Arechi Manga, 2021.
Guion: OCHIAI Kaoru.
Dibujo: IGARASHI Yumiko.
Demografía y género: shojo, drama, histórico, romance, tragedia.
Traducción: Marc Bernabé, Daruma Serveis Lingüístics SL.
Formato: Tomo B6 (128×182), tapa blanda con sobrecubierta, sentido de lectura japonés, 190 páginas, 9€, cuatro volúmenes, acabada.

Napoleón y Josefina, una historia de amor que sobrepasa el tiempo

“Seré más que la Reina consorte”

IKEDA Riyoko bebió las mieles del éxito con La Rosa de Versalles, adaptación de la biografía de María Antonieta, escrita por Stefan Zweig. Tras la lectura de esta hagiografía, la autora se quedó totalmente prendada del personaje y decidió crear su obra más reconocida. Además, también fue capaz de ofrecer a los lectores un nuevo giro a las historias de amor y tragedia que solían publicarse en aquellos momentos. No obstante, IKEDA Riyoko no fue es una autora de un solo éxito, sino que consiguió mantenerse en el candelero editorial gracias a otras obras que consiguieron una notable fama como
Oniisama he y La ventana de Orfeo, esta última ambientada en otra época convulsa, la de la Revolución Rusa de 1917. En cuanto a La Rosa de Versalles solo cabe añadir que fue un manga que creó escuela y la influencia de su protagonista, Oscar François de Jarjayes, se ha dejado notar hasta nuestros días. Incluso tuvo una continuación llamada Heroica en la que los protagonistas supervivientes viven de lleno la era napoleónica. Sin embargo, la influencia más descarada, si podríamos llamarla de esta manera, es el título que reseñaremos a continuación: Josefina, la emperatriz de las rosas.
Si María Antonieta fue la Rosa de Versalles, la mujer de Napoleón llegó inclusó a superarla, si eso es posible. Dando a entender que IGARASHI Yumiko pretende superar en éxito a IKEDA Riyoko. De esta forma muchos lectores pueden llegar a creer que esta es la continuación de La Rosa de Versalles, cuando ya fue publicada en su momento. En una primera lectura podríamos afirmar que sí. Este manga puede ser considerado como la continuación de La Rosa de Versalles tras la muerte de Óscar y André, narrando todos los sucesos posteriores de la toma de la Bastilla. Tenemos que tener en cuenta que estos sucesos son para IKEDA Riyoko el epílogo final, mientras que para IGARASHI Yumiko es la parte más importante de la trama argumental. Así que tras la lectura de este primer tomo nos podemos hacer a la idea de cómo hubieran vivido Óscar y André durante el Directerio, El Terror y la época napoleónica. En este punto se acaba todo el aspecto positivo Josefina, la emperatriz de las rosas, ya que la historia no deja de ser un refrito de todo lo que ha realizado antes IGARASHI Yumiko y una burda copia de algunos personajes y tramas secundarias de La Rosa de Versalles. Si la La Rosa de Versalles no hubiera existido, podríamos considerar que Josefina, la emperatriz de las rosas sería una grandísima obra. Pero no esí, ya que en algunos aspectos no llega a superar a la obra de IKEDA Riyoko, y eso que este manga se publicó en 1973, y el manga que reseñamos en este momento fue publicado en el 2011. Además, las autoras, deciden ofrecernos una versión azucarada y empalagosa de Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón. En un momento de gran lucidez por parte de las autoras, consiguen obviar totalmente de la presencia de María Antonieta y Luís XVI, no vaya a ser el caso que se les notase demasiado el plumero a la hora de inspirarse en las tramas argumentales. Así que la delicada y bondadosa Josephine se acabó por convertirse en la nueva rosa de gracia por la gracia divina de IGARASHI Yumiko y OCHIAI Kaoru.
En verdad, este manga podría haber sido una verdardera obra de arte en su demografía y género. Pero el gran problema es IGARASHI Kaoru que repite los mismos clichés y patrones en todas sus obras y de las cuales ya estamos más que acostumbrados desde Candy Candy. La sensación que puede dejar al lector es que esta autora no se ha decidido a evolucionar en su estilo a lo largo de los años y se haya quedado estancada en el tiempo. Es por este motivo que vemos a Rosa, el nombre que utilizó Josefina durante su juventud hasta su boda con Napoleón, como una nueva versión de Candice White, la niña rubia y pecosa de lágrima fácil, y eterna sufridora de todos los males del mundo habidos y por haber. Tampoco podemos olvidarnos de Aimée, su gran amiga del alma, casi su hermana postiza, que en cierta manera nos hace recordar a Annie, la amiga de Candice que conoce en el orfanato. Por supuesto, no pueden faltar las malas, malísimas, encarnadas en las envidiosas hermanas Anne Lyne y Anne Laure, que se dedican a hacer la vida imposible a la joven Josefina, y que finalmente recibirán el castigo que se merecen por ser tan malvadas. Vemos también como el amor y la tragedia discurren a través del tiempo. En este caso, conoceremos el primer marido de Rosa, Alexander Bauharnais, herededo de una estirpe de nobles franceses que acaba casándose con Rosa, aún manteniendo a su amante, una suerte de Camila Parker-Bowles en la Francia del Neoclasicismo con ciertos espamos finales del Rococó. Finalmente, tenemos al tercer vórtice de este triángulo amoroso, el joven Agathon, criado personal de Rosa y que se convierte en su sombra.
En cuanto al argumento amoroso vemos que se ha dejado influir bastante por la obra de IKEDA Riyokoya que el triangulo/cuadrado/hexágono entre Rosa, Agathon, Alexander y Napoleon, Saint Just es muy parecido al de Oscar, André, María Antonieta y Von Fersen. Incluso el personaje de Agathon parece estar enomermente basado en el personaje de André, siendo ambos miembros del tercer estado que acaban por involucrándose de lleno en los preparativos de la Revolución y el asalto a la Bastilla. Incluso los personajes de Alain y su hermana acaban teniendo su correspondencia en Jean y Sylvie. Incluso la hermana menor de Rosalie parece tener su homóloga en el personaje de Sophie.
En cuanto al dibujo, podemos observar que IGARASHI Yumiko no ha evolucionado demasiado a través de los años y podemos reconocer perfectamente su estilo tan personal para dibujar a sus personajes. Además, nos presenta unas imágenes limpias y profusas en las cuales nos refleja la atmósfera de cada momento de la historia desde los idílicos paisajes de la Martinica hasta las decadentes y sucias calles de París sin olivdarnos de los suntuosos palacios y jardines de la nobleza francesa. Otro cuestión a tener en cuenta es como IGARASHI Yumiko como OCHIAI Kaoru han encajado a los personajes ficticios con la realidad histórica y cómo han interpretado este periodo tan convulso de la historia francesa. Ya que puede darnos la sensación de no haber entendido del todo el contexto social y económico de la sociedad del Antiguo Régimen. Muchas veces podemos tener la impresión que interpretan la corte de Versalles como una especie de paraíso perdido al cual uno no puede regresar, sin pensar en la situación paupérrima en la que vivía el 97% de la sociedad francesa.
El argumento nos situa en 1814 ante un desconsolado Agathon, el hijo del ama de llaves y hermano pequeño bastardo de Rosa, que llora desconsolado por la triste muerte de su señora. Él se convertirá en la voz narradora que nos explicará la vida de amor y tragedia. A través de sus recuerdos nos explicará la vida y tragedia de Josefina de Beauharnais, conocida en su juventud como Rosa. Agathon se sumerge en sus recuerdos y nos relata su historia desde su niñez en la isla de la Martinica como criado de una familia de nobles que desean conocer París y asistir a los deslumbrantes bailes que se ofrecen en la corte versallesca. La infancia de Rosa es feliz, siembre bajo los cuidados de su fiel Agathon. Este joven ha recibido el encargo de proteger la vida de la futura emperatriz de todo peligro e infortunio. Una mañana, ella, sus hermanas y Aimée acuden a la casa de una vidente y allí escucha una extraña profecia que afirma que su belleza y su posición social superarán a María Antonieta, la reina consorte. A partir de ese momento solo vivirá para cumplir su sueño, pese a las maldades de Anne Lynne y Anne Laure, enamoradas del párroco del pueblo, al igual que Rosa y que acabarán por acusar a Rosa de adulterio al cabo pocos años.
Pero, como no, la desgracia llega al cabo de poco tiempo al morir su hermana Catherine, prometida con Alexandre de Bauharnais, así que Rosa se convierte en la prometida sustituta y junto con Agathon abandonan la Martinica rumbo a Francia. Allí conocerá a su futuro marido y a su amante, que al igual que la condesa Du Barry intentará hacer la vida imposible a la joven de provincias entre lágrimas y lloros.
Aún así, será capaz de tener dos hijos con Alexander, Eugene y Hortensia, que se convertirán en sus dos tesoros más preciados, y que Agathon promete proteger aún a costa de su propia vida. La vida de los Beauharnais acaba en divorcio ya que las hermanas cotillas de la Martinica han convencido a Alexander que Rosa es un poco ligera de cascos y el matrimonio acaba en divorcio. Ella finalmente acaba ingresada en un convento donde viven todas las viudas y separadas aristócratas, llevando bastante desacomplejada. Mientras en París, Agathon acabará por conocer a un hermoso joven llamado Louis de Saint-Just, el terrorista jacobino que quiere acabar con todos los nobles y que acaba enamorándose de Agathon, si puede llegar a enamorarse de verdad. Así que este primer volumen acaba con uno de los momentos más importantes de Francia, cuando París arde y la nobleza está a punto de perder todos sus privilegios.
Como ya hemos comentado al principio, si comparamos Josefina, la emperatriz de las rosas con La rosa de Versalles esta última gana con diferencia. IKEDA Riyoko siguió al pie de la letra la obra de Zweig aún creando personajes ficticios como Óscar y André; y reflejó a la perfección el ambiente convulso en el Francia vivía en vísperas de la Revolución. La autora muestra en todo momento la crueldad de la nobleza respecto al Tercer Estado y los abusos de poder que esta cometía. Por otro lado, el manga de IGARASHI Yumiko y OCHIAI Kaeru transmite el lío mental que tienen las autoras respecto a este periodo histórico, ya que en cierta manera, nos muestra una visión sesgada de aquel periodo por la propia ideología de ellas. Consideran injustificado y cruel la toma de la Bastilla, empatizando con los pobresnobles que acaban convirtiéndose en mártires de la chusma revolucionaria. Eso sin tener en cuenta que se trata de una obra que se inspirado de forma considerable en la obra de IKEDA Riyoko al reproducir ciertos aspectos argumentales en Josefina, la emperatriz de las rosas, creando toda una suerte de parecidos más que razonables. No sería raro afirmar que IGARASHI Riyoko ha acabado por convertirse en la Lucía Etxebarria del manga.

Lo mejor

• Si te gustan los dramones, este manga.
• Si te gustó la Rosa de Versalles no dejes escapar este título.
• El precio.

Lo peor

• No deja de ser el típico shojo drama.
• La protagonista es toda una drama queen.
• Es un manga de IGARASHI, así que más de lo mismo.



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