Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNSeries – Loki. Episodio 4 – El evento en el nexo
Es el villano más carismático -con permiso de Thanos- que hemos visto hasta la fecha en las películas de Marvel Studios. En apariencia, asistimos al desenlace de su historia en Vengadores: Infinity War, pero mediante una argucia narrativa el personaje interpretado en la ficción con Tom Hiddleston vuelve ahora a la acción en su nueva serie para Disney Plus. La producción de tan solo seis episodios nos presenta a Loki después de ser arrestado por una misteriosa organización llamada Agencia de Variación Temporal al robar el Cubo Cósmico durante los eventos de Vengadores: Endgame. El cuarto episodio de esta miniserie creada por Michael Waldron tiene por título El evento en el nexo y sigue el enfrentamiento entre Loki y Sylvie contra una AVT cada vez más invadida por la paranoia y la desconfianza entre sus propios miembros. ¿Ya lo habéis visto? ¡Comentad sin miedo, estúpidas criaturas!
Loki. Episodio 4 – El evento en el nexo
Más vale enemigo cuerdo que amigo Loki, por Jordi T. Pardo
Hemos tenido que pasar el ecuador de la serie para encontrarnos con el mejor episodio hasta la fecha de Loki. Esta semana la producción protagonizada por Tom Hiddleston ha puesto la directa. Después del episodio de relleno de la semana pasada encontramos un aparente avance en la trama secundado por varias escenas limite y decisivas para algunos personajes de la historia. No obstante, como el protagonista de esta serie, el guion resulta de lo más tramposo y podemos intuir que el truco de prestidigitador de los creadores de Loki pasa por hacernos creer que se han movido algunas piezas cuando en realidad siguen en el mismo sitio. Para muestra la “no-muerte” del Loki de Hiddleston que queda anulada al instante por la escena post-créditos del episodio en la que conocemos algunas otras variantes del Dios de las mentiras.
¿Si tenemos eso en cuenta podemos creernos la muerte de Mobius de este mismo episodio? Hay algunas pistas que dejan entrever que no es la última vez que veremos al personaje de Owen Wilson por una serie que además va de viajes en el tiempo, variantes y paradojas. También resulta algo anticlimática la pseudo-revelación de los Guardianes, al más puro estilo de El mago de Oz. Todavía no sabemos quién maneja los hilos realmente, pero a tenor del aspecto de esos androides Guardianes que hemos visto no parece descabellado que Kang el Conquistador haga acto de aparición en esta serie. Al fin y al cabo, el personaje está confirmado para las futuras producciones de Marvel Studios y parece que podría ser el sustituto de Thanos como el gran villano a batir de la Fase 4.
Hemos mencionado El Mago de Oz y, ciertamente, una de las cosas interesantes que tiene Loki son todas las referencias que atesora al género de ciencia ficción y fantasía. Esa policía de la AVT con un aspecto que nos recuerda a los bomberos de Fahrenheit 451 y dentro de un estado totalitario con reminiscencias a 1984 y con una extraña propensión a la burocracia similar a la vista en el Brazil de Terry Gilliam, aprovechándose de unos sujetos controlados de una manera que a su vez nos puede retrotraer a Matrix. La semana que viene también mencionamos Rompenieves con la aparición de ese tren en pleno apocalipsis en Lamentis y la influencia estética de Blade Runner en el diseño de la ciudad que aparecía en los últimos minutos, en ambos casos sin exhibir una carga sociopolítica y filosófica similar a sus referentes. Y ahí está la cuestión, ¿tiene algo de original esta propuesta de Disney Plus o solo se limita a rapiñar de un lado y otro? ¿Son estos referentes una manera de ocultar sus carencias?
Hemos dicho que este episodio es por ahora el mejor de la serie y esto en parte es porque sus personajes -principales y secundarios- se mueven. Esto nos proporciona un alivio donde la acción y la historia avanza -más o menos- de la mano. El guion es tramposo, como ya hemos dicho también, pero ciertamente nos deja momentos para el recuerdo y la escena post-créditos nos hace volar nuestra imaginación como el resto de la serie había hecho hasta ahora. Y es que en este episodio se pueden entrever los defectos de esta producción claramente. Al realzar sus puntos fuertes -su planteamiento, el carisma de su protagonista y su tono ligero y despreocupado- también quedan más a la vista sus puntos débiles.
Está claro que esta serie si tiene una cierta carencia de presupuesto que le impide asumir ciertos riesgos. Esto hace que sus creadores opten más por el diálogo que por la acción. No es necesariamente malo apostar por el diálogo si de base se plantea bien, pero no está siendo precisamente el caso de Loki. Los personajes acostumbran a tener conversaciones reiterativas y redundantes, algo que hemos visto también en anteriores episodios. En este episodio podemos poner como ejemplo las conversaciones mantenidas entre Mobius y Loki, y la del propio Mobius con la jueza de la AVT. En ellas los personajes dan vueltas una y otra vez sobre lo mismo dando la sensación de estar rellanando simplemente metraje. Por suerte, en este episodio estos defectos pasan más desapercibidos y no arruinan los continuos giros que nos ofrece la historia. A ver si en los dos últimos episodios se mantiene la tendencia…
Por fin Loki todos estábamos esperando, por Juan Luis Daza
La semana pasada comentaba que por ahora Loki no levantaba el vuelo y no veíamos el momento para que encarrilara con su cuarto episodio lo que hasta ese momento era una serie que en todo momento se dejaba ver con agrado, pero no destacaba en casi ningún aspecto. Destilando de esta manera una impersonalidad y desidia que en no pocas ocasiones se transmitían al decepcionado espectador, ávido este de que el Dios del Engaño y sus acompañantes comenzaran a embarcarse en aventuras que merecieran realmente la pena y nuestra atención. En esta cuarta entrega, El Evento en el Nexo, esto por fin ha ocurrido con la miniserie revelando gran parte de ese potencial que hasta ahora se encontraba aletargado para desgracia nuestra. La pregunta es ¿ha llegado tarde este necesario giro dentro del proyecto ideado por Michael Waldron y Kate Herron?
Después de idas y venidas, sobreexposición argumental o personajes con potencial no viendo sus perfiles lo suficientemente explotados como para captar nuestra atención, pasado el ecuador de Loki comienzan a acontecer situaciones interesantes, el dramatismo se refina para dar consistencia a las relaciones interpersonales de los protagonistas, grande Owen Wilson, y las revelaciones se suceden en cascada. Desde el primer momento los guionistas nos fueron dando pistas de que algo no andaba bien en la AVT y el encuentro con los Guardianes del Tiempo así lo confirma. Traiciones, acción, fantasía, ciencia ficción y los personajes de Loki y Sylvie por fin derrochando química y carisma como colaboradores. Todo lo que esperábamos desde el primer episodio llega cuando casi habíamos perdido la esperanza, pero a tiempo para que si se mantiene el nivel en los dos capítulos restantes no tengamos un recuerdo negativo del proyecto.
A todo lo mencionado y algún que otro pasaje emotivo relacionado con personajes secundarios debemos tener muy en cuenta esa escena post créditos que es síntoma inequívoco de que Marvel Studios como productora y el Universo Cinematográfico Marvel como microcosmos ficcional están abriendo gradualmente las puertas de ese Multiverso que, casi con seguridad, eclosionará en todo su esplendor durante la segunda entrega en solitario, aunque conociendo quien le acompañará hacer esta afirmación es casi un eufemismo, del Doctor Strange de Benedict Cumberbatch dirigida por el gran Sam Raimi. Cuatro nuevos Lokis abren una cantidad enorme de posibilidades para que la serie de Disney+ nos regale dos episodios finales que nos reconcilien al 100% con lo que apuntaba a ser una de las mejores series del UCM y que, por ahora, no pasa de proyecto correcto con algún despunte aislado de talento. Espero que en las dos próximas semanas me tenga que tragar mis palabras una vez más.
La insoportable levedad del ser (Loki), por Samuel Secades
Llegamos a este cuarto capítulo de Loki, y lo hacemos recuperando el entusiasmo de muchos de los que renegaron del aparente relleno del último episodio, el cual como ya comentábamos la semana pasada sirvió para asentar las bases de la relación entre Loki y… bueno, y ella misma. Y es que Kate Herron y Michael Waldron lo están haciendo de momento de maravilla al colocarnos al Loki que conocemos, es decir, su versión del MCU, en una encrucijada consigo mismo, su propia existencia, sus variantes y, en definitiva, su propio destino como personaje siendo consciente, precisamente, de que los dioses asgardianos y sus historias son arquetipos que se repiten una y otra vez en el interminable ciclo que culmina con el Ragnarok de turno, y donde Loki sólo realiza el papel que le ha tocado en la mitología (como bien contaban Roberto Aguirre-Sacasa y Sebastian Fiumara en Los Juicios de Loki). Quizás este cuarto episodio es el que planeta las preguntas más interesantes de lo que llevamos de serie, con esa reflexión de Sylvie sobre qué es lo que hace Loki a un Loki, cuya respuesta va desde la derrota a la supervivencia como bien demuestra Tom Hiddleston al final del episodio.
Pero la gran respuesta que esperamos de esta serie tiene que ver con la pregunta de tintes filosóficos más interesante que también se han preguntado los grandes autores del personaje en los últimos tiempos como Al Ewing o, sobre todo, Kieron Gillen: ¿es Loki malvado por naturaleza, obligado por mitología con un destino manifiesto, o tiene posibilidad de redención y cambio? Ese es sin duda el tema principal en el retorcido castigo al que la TVA (que parece no tener problemas con la tortura, además del secuestro) somete a Loki al hacerle revivir las consecuencias de su travesura con el pelo de Lady Sif (de nuevo, maravillosamente narrado en los citados Juicios de Loki), y donde al Dios del Engaño le duelen muchísimo más las proféticas palabras sobre su solitario destino del personaje interpretado por Jaimie Alexander que sus golpes en ciertas partes bajas. De ahí el miedo cerval que muestra Hiddleston a ser devuelto a esa sala, donde Loki es expuesto una y otra vez a la terrorífica idea de que no puede dejar de ser Loki por mucho que lo intente, y que convertirían sus novedosos sentimientos por Sylvie en un mero espejismo.
Este capítulo también logra subvertir nuestras expectativas en cuanto a los Guardianes del Tiempo, con los que una vez más Marvel Studios nos advierte de que hay un Mago de Oz tras los Magos de Oz que estamos deseando conocer tanto como a esas versiones de Loki que ponen los pelos de punta (ese Richard E. Grant…) y dan un vuelco al corazón a los que tenemos la grandísima suerte de venir de las viñetas; ese plano final vuelve a demostrar que las historias que le quedan por contar al MCU pueden ser tan infinitas no como el Multiverso, sino como el valor que demuestren al contratar guionistas y creadores sin miedo a jugar, y creo (al fin y al cabo esto va de ser un “true believer” o no ser nada) que nos lo vamos a pasar en grande con los fuegos artificiales finales de esta Loki que, no sé a vosotros, pero a mí me está alegrando las normalmente anodinas vísperas del Día de Thor. Ni Volstagg ha tenido tanto apetito como yo ahora mismo deseando echarle el guante al siguiente episodio.
El cine de Loki yo te diga, por Sergio Fernández
Como ya ocurriera con Wakanda en Falcon y el Soldado de Invierno, el cuarto capítulo de Loki nos ha llevado a un entorno, de sobra, conocido. La visita a Asgard ha resultado tan feliz como fugaz. El flashback de Sylvie nos ha permitido comprobar como fue interceptada por la AVT siendo una niña para convertirse en prófuga poco tiempo después. Como los miembros del Equipo A, la variante femenina de Loki fue encarcelada por un delito que no había cometido y se fugó de la prisión en la que se encontraba recluida.
Ya en el episodio de la semana pasada advertíamos la química entre Loki y su homóloga femenina. ¿Podría considerarse incesto tener relaciones con una variante de un mismo ser? En una escena que recordaba a los finales de Deep Impact y Rogue One, la pareja protagonista es rescatada sobre la bocina por las fuerzas de seguridad de la AVT. Dejamos Lamentis-1 para nunca más volver. “Tiene un globo por cabeza y no se le ve el pescuezo. Ravonna, te quiero”, la mandamás de esta organización se ha revelado como el primer enemigo a batir e incluso ha borrado de la ecuación a Mobius (¿seguiremos viendo a Owen Wilson?) en cuanto sospechó que este se la estaba dando con queso.
La semana pasada saltó la liebre. La AVT no era lo que parecía. A modo de Matrix, todos sus trabajadores son variantes que necesitan ser despertados. Los Guardianes del Tiempo han resultado ser una farsa, una gran cortina de humo que nos impide ver quien se encuentra moviendo los hilos. Desde el primer momento subrayábamos la atmósfera opresiva de la organización, los inquisitivos carteles que decoran las paredes recuerdan a tiempos del macartismo. Ante la rigidez y el conservadurismo de la AVT, Loki se ha postulado como un agente del caos dispuesto a hacer saltar todo por los aires.
Uno de los grandes momentos de El evento en el nexo ha sido volver a disfrutar con la Dama Sif interpretada por la olvidadísima Jaimie Alexander, si bien es cierto que nos hubiese gustado que su papel hubiese sido algo más relevante. Como Bill Murray en Atrapado en el tiempo, el Dios del engaño se ve inmerso en un bucle infernal que pondrá en entredicho su capacidad de procrear.
Aunque en este capítulo han pasado muchas más cosas relevantes que en el anterior, la serie no acaba de despuntar y en determinados momentos pone de manifiesto sus costuras. El combate final en el salón de los Guardianes resulta anticlimático por lo poco espectacular. A pesar de tener varios elementos a su favor (viajes temporales, emplazamientos cósmicos…) Loki no destaca a nivel visual. Eso sí, lo intrigante de su trama, el gran cliffhanger final y el estupendo Tom Hiddleston son motivos más que suficientes para que esperemos con ganas los dos últimos episodios.
No nos vamos todavía. Se hizo de rogar, pero por fin Loki cuenta con una escena post-créditos. Hasta cuatro variantes más del hijo adoptivo de Odín aparecen en medio de un entorno apocalíptico para ponernos los dientes muy largos. Ver al veteranísimo Richard E. Grant homenajeando a su versión más clásica comiquera no tiene precio. ¿Conseguirán variar el rumbo de la serie?
¡Es la hora de la encuesta!
En capítulos anteriores…
Loki. Episodio 1 – Glorioso propósito
Loki. Episodio 2 – La variante
Loki. Episodio 3 – Lamentis-1
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