Javier Vázquez Delgado recomienda: Justicia
Edición original: Justice núms. 1 a 12 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion: Alex Ross, Jim Krueger
Dibujo: Alex Ross, Doug Braithwaite
Color: Alex Ross
Traducción: Felip Tobar Pastor
Formato: Cartoné (Deluxe), 480 págs. A color.
Precio: 54,00 €
Una buena historia de la Liga de la Justicia.
“¿Quién decidió que debíamos ser salvados?”
“Fuimos los forjadores del planeta, los portadores de la llama, fuimos soñadores y los creadores de mitos. Fuimos los inventores de la industria, la vida y la sangre. Nosotros fuimos la gente de la Tierra, no ellos”.
“Si fueras un hombre andarías. Aceptarías que cualquier cosa que pudiera hacerse para evitar esto tuvo que haberse hecho hace mucho tiempo, pero no eres un hombre, solo has fingido serlo”.
Justicia es uno de los grandes bestsellers de la editorial. Alex Ross es sinónimo de ventas y la obra es reeditada de manera asidua. ECC ha publicado recientemente la edición Deluxe de la serie de 12 números con material extra inédito en nuestro país, por lo que es un buen momento para repasar un cómic donde multitud de héroes del universo DC lucen como nunca, gracias al característico e inigualable realismo de Ross. El artista es uno de los iconos más conocidos del mundo del cómic, artífice de Kingdom Come, junto a Mark Waid, obra fundamental de los noventa, no precisamente por ser baluarte y representativa de la década, sino por todo lo contrario, alzarse como una oda al clasicismo mientras critica con una deliciosa metatextualidad la convulsa época editorial en la que nace. Junto con Marvels es su obra más famosa. Tras realizar con Paul Dini una serie de especiales sobre los personajes de DC, en 2005 lanza Justicia, con la inestimable colaboración de Jim Krueger, al guion y Doug Braithwaite al dibujo. El trío había trabajado anteriormente en Universo X y Paraíso X para Marvel, reuniéndose de nuevo para contar el enfrentamiento definitivo entre la Liga de la Justicia y la Legión de la Condena.
Una pesadilla aterroriza a los villanos del universo DC. Los aclamados héroes no pueden salvarnos, todo y todos seremos consumidos por el fuego. ¿Qué pasaría si estos descubrieran que para vencer a los héroes deben ser mejores que ellos? ¿Y que para serlo deben ayudar a los demás, como nunca han hecho, dejando de lado sus siempre egoístas intenciones? Extraordinarias muestras de filantropía y milagrosos acontecimientos por el bien de la humanidad son llevados a cabo por los villanos. La presentación ante el mundo de sus proyectos tiene un discurso potente pero lleno de demagogia, ventajismo e hipocresía, como cualquier “buen” discurso político. La Legión de la Condena (aunque en ningún momento se autodenominan así en el cómic) necesita a los ciudadanos y hace campaña, aunque este es el principal y casi único ejemplo. La trama no centra el tiro en la premisa y conforme avanza se concentra en la fortaleza y resiliencia de unos héroes llevados al límite, desperdiciando lo que la hacía diferente, perdiendo parte de su encanto.
El ritmo de Justicia, según avanza el relato es lento y poco dinámico, con detenciones en la trama por detalles nimios y algún que otro momento sobreexplicativo. La premisa inicial es muy buena y realmente consigue interesar, con una narración grandilocuente que gusta en un principio cuyo impacto se diluye por reiterativa y por poder llegar a ser percibida como un elemento que retrasa el avance de la historia. Ayuda a la percepción el camino que toma el cómic, inclinado plenamente a lo superheroico y a la eterna batalla entre el bien y el mal. Una vez están todas las piezas situadas en el tablero y se acerca el enfrentamiento final, el ritmo se incrementa, para entonces el lector ya tiene claro lo que va a leer, dispuesto a disfrutar de un cómic muy entretenido con más de una frase inspirada y un respeto y cariño por los personajes espectacular.
El guion se preocupa por dotar a cada héroe de espacio para brillar. Todos son fieles a lo que se espera de ellos siendo la caracterización un punto fuerte del libro. Sin excesivos matices ni profundizando demasiado (cada personaje se adhiere a su rasgo más representativo) funcionan adecuadamente entregando todo lo que se espera de cada uno de ellos. El protagonismo está bien repartido, siendo una historia coral. Sí se advierte cierta predilección por el Capitán Marvel Shazam y se palpa un claro favoritismo por Hal Jordan. Muy poco antes, en 2004, Geof Johns iniciaba su exitosa carrera con el Green Lantern de la Edad de Plata. Si DC o los autores pensaron y planearon el movimiento en busca de conseguir una sinergia positiva hacia el personaje, es de aplaudir. La trama aún tiene tiempo de insertar a los Metal Men, la Doom Patrol o algún que otro personaje no tan explotado. El pasaje del Detective Marciano supone una grata lectura, las singularidades del marciano son expuestas hábilmente resultando gratificantes para el lector. Justicia transcurre por lugares comunes, por ejemplo, hay destellos de Torre de Babel en cuanto a Batman, y el papel del Joker es visto en alguna que otra Crisis.
La influencia de la Silver Age es patente, los héroes lucen clásicos y espectaculares con un diseño de personajes fantástico. En cómo enfrentan la situación y sobre todo en cómo logran superarla se dejan ver retazos del reverenciado periodo, algún poder está convenientemente aumentado o directamente desproporcionado. La relación de otro tiempo entre Arthur y Mera, con Aquaman siendo rey y héroe y la reina exclusivamente dedicada al cuidado de su hijo, nacido en la referida edad editorial o elegir a Priscilla Rich como Cheetah (la enemiga original sustituida por Deborah Domaine y asesinada tras Crisis en Tierras Infinitas por Barbara Ann Minerva, la actual villana) son decisiones que ambientan la historia convenientemente y sacan a relucir la adoración de su autor por esta época.
El dibujo de Ross es realmente sobrecogedor. El realismo del que dota a los distintos héroes lo convierte en un artista único dentro de la industria. Ayudado por el lápiz de Doug Braithwaite y es de suponer que también por su narrativa y diseño de página, el resultado no se siente demasiado rígido, problema común a un dibujo de este estilo, logrando que el lector navegue por las páginas del tomo cómodamente. El diseño de los personajes, ya sea en su versión inicial o en la final y definitiva(la resolución deja ver unos novedosos atuendos para los héroes) es impresionante. Ross no pierde la oportunidad de jugar con los personajes que tanto adora. Las splash pages no son tan habituales como cabría esperar, aunque hay un buen número de ellas destinadas al lucimiento expreso del artista y a momentos impactantes de la obra. Fondos trabajados, una elección del color siempre acertada dotando cada escena de la atmósfera correcta, un gran juego de luces y la facilidad para plasmar la grandiosidad de los héroes es lo que podemos esperar de Alex Ross, por supuesto, también en este cómic, donde se mimetiza a la perfección con Braithwaite.
Un trabajo cuya principal virtud es el realista y detallado arte de Ross con un guion que en un principio parece aspirar a contar algo más que el frecuente enfrentamiento superheroico, pero que enseguida vira hacia el conflicto. Algunos problemas de ritmo asolan la trama, pero es capaz de crear una incertidumbre y una sensación de peligro excepcional, hecho muy valorable en un cómic de este tipo, resultando entretenido y solvente. Una buena historia autoconclusiva de la Liga de la Justicia que deja ver a personajes menos habituales sin dejar de prestar especial atención a los titulares de la formación. Una gran elección para los lectores ajenos a DC que descubrirán a la JLA en todo su esplendor, pudiendo ser al mismo tiempo una grata lectura para los conocedores del universo. Además, la esperanza de un mundo mejor sobrevuela el final del cómic. Nunca lo imaginamos lo suficiente.
Lo mejor
• El dibujo
Lo peor
• El ritmo decae en algunos capítulos
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