Javier Vázquez Delgado recomienda: Suicidas
Edición original: Suiciders núms. 1-6 USA y Suiciders: Kings of Hel.L.A. núms. 1-6 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion: Lee Bermejo
Dibujo: Lee Bermejo, Alessandro Vitti, Gerardo Zaffino,
Color: Jordan Boyd, Matt Hollingsworth
Traducción: Guillermo Ruiz Carreras
Formato: Cartoné, 304 páginas. A color.
Precio: 32,00 €
Duro, confuso, espectacular.
“quizás fuera más fácil perderse en la violencia, quizás se sentía bien”
Suicidas es una de las obras como autor completo del aplaudido artista, Lee Bermejo, habitual colaborador de Brian Azzarello en Joker, Luthor o Batman Condenado entre otras. Bermejo ha prestado su lápiz a numerosos héroes de DC Comics con gran resultado, el dibujante es una de las grandes estrellas actuales del mundo del cómic, su arte contundente y realista, es usado a menudo como inspiración para el merchandising de carísimas estatuas. El autor (prácticamente autodidacta) comenzó su carrera a finales de los años 90, como becario en WildStorm, debutando en el número 43 de Gen 13. Unido a DC desde hace algunos años, es en 2015 cuando se lanza a la publicación de esta obra que nos ocupa, dentro del sello Vertigo, en uno de los últimos intentos por relanzar la mítica línea de cómics. ECC recupera el título bajo el amplio paraguas de DC Black Label y propone un tomo que comprende la miniserie original y la precuela, Suicidas: Los reyes del Infierno, escrita por Bermejo con Alessandro Vitti y Gerardo Zaffino al frente del apartado gráfico.
Hace años un terrible terremoto sacudió Los Ángeles. El “Grande” (así es llamado el desastroso movimiento de tierra) cambió para siempre la vida de los habitantes de la ciudad. De los escombros resurgieron dos ciudades separadas por un infranqueable muro, Nuevos Ángeles de lujosas torres y grandes comodidades y los suburbios donde la miseria y la barbarie aplasta a los desfavorecidos. El único nexo en común que tienen ambas facciones es la lucha de Suicidas, donde, como si de la antigua Roma se tratara, los gladiadores (suicidas) se enfrentan a muerte en un arena tecnológica con las peores trampas imaginables. Un gran espectáculo violento con hombres que cuentan con mejoras robóticas, manipulaciones genéticas, afán de victoria y una alta dosis de sadismo, ellos son el mayor entretenimiento de un mundo caótico. Respecto a la obra, el autor comenta: “Si bien se siente como algo grande y musculoso, la historia en sí es muy negra e impulsada por los personajes. No se trata solo de estos tipos peleando en la arena, se trata de las vidas de estos dos hombres, así que lo presenté como algo así como The Fighter cruzado con Escape from New York y Mad Max”.
El tomo comienza con Suicidas: Los reyes del infierno, como precuela que es, dota de un mayor trasfondo a todo el cosmos de Suicidas, consigue el mismo tono que el cómic principal presentando personajes violentos marcados por el dolor y encadena distintas tramas, a cada cual más dura, que convergen en un final ligado mínimamente a la historia original. Funciona bien como cómic de acción aunque en cierta forma es predecible, por momentos, la tensión cae y la angustia vital de los protagonistas no engancha del todo, pero resulta un meritorio esfuerzo que de forma costumbrista logra impregnar un valor añadido al libro. El arte de Vitti y Zaffino está a la altura, muy capaces de generar desazón gracias a la representación del cruel mundo en el que se ha convertido Nuevos Ángeles.
Llegamos a la miniserie Suicidas, en un principio, parece una historia diferente que se narra en el mismo marco. El Suicida campeón, famoso más admirado de toda la nación, un nuevo candidato a Suicida (ambos principales protagonistas), sus correspondientes managers sin escrúpulos dispuestos a todo por coger el trozo más grande del pastel, desfavorecidos tratando de cruzar el muro que separa la vida de la muerte con un Caronte propio que les ayuda en la odisea, cirujanos plásticos o guardias de seguridad son los personajes que pueblan el cómic, mostrándose casi sin excepción, extremos y violentos. El racismo hacia los desfavorecidos es palpable, pero el texto no abraza del todo la crítica social, tan solo presenta los hechos acontecidos y las reacciones de los personajes serán las que definan todo el devenir del libro. En algún momento el cruce de historias despista al lector y no acaba de entender si cierto personaje tiene que ver con esto o con aquello, un guion confuso se adueña de buena parte de la serie y no resulta fácil seguirla. Este aspecto puede lastrar la lectura, pero al terminar la trama todo queda bien encajado. También se podría achacar una aproximación a la naturaleza humana no del todo trabajada o inspirada, quizás sea que el cómic no se desarrolla en una línea en la que sea fácil empatizar con él, quedando la sensación de que podría haber dado más de sí, sobre todo en lo referente a la crítica social y el contexto político, elementos utilizados como punto de partida pero que apenas cuentan con un desarrollo aceptable.
En cuanto al dibujo, Alessandro Vitti es el encargado de cinco de los seis números de la precuela Los reyes del infierno, con Gerardo Zaffino dibujando el sexto capítulo, rompiendo un poco la unidad pues sus personajes son más robustos. Al color Jordan Boyd que ambienta los suburbios con tonalidades menos oscuras que las de la serie principal. Los titulares de la colección colaboran en el prólogo de la precuela pero donde se les puede disfrutar es en Suicidas con un Bermejo soberbio, con unas escenas de acción realmente conseguidas y gran atención al detalle. Su diseño de personajes es muy bueno y recrea las ruinas del terremoto de la mejor de las maneras. El color de Hollingsworth crea una atmósfera cautivadora que ayuda mucho a la sensación noir que tanto busca Bermejo. El reputado colorista, una vez más, cumple de sobra con su trabajo y otorga un color imprescindible para el disfrute del arte del cómic.
Suicidas es una historia violenta que acontece en un futuro distópico, con destacados toques de noir y un dibujo excepcional. Su propio autor la define como “un noir de ciencia ficción posapocalíptico”. El cómic tiene una base interesante, el antiguo circo romano como divertimento de unos pocos ciudadanos ricos sin escrúpulos y un pueblo pobre sin esperanza. Bien es cierto, la premisa está ya una muy manida, pero la forma en la que está presentada tiene cierto encanto. Los personajes a pesar de que no tienen un desarrollo especialmente destacado son atractivos por la fuerza que trasmiten y lo extremos que se muestran, como no podía ser de otra forma dado el loco mundo en el que viven. La trama no termina de estar bien contada del todo y la desesperación inunda el cómic, con una narración pesimista y atormentada. Un buen cómic que gustará a aquellos fieles a las historias posapocalípticas (siempre y cuando no tengan muy alto el listón) o a los seguidores de Lee Bermejo cuyo dibujo aquí es impresionante, espectacular, trabajado y detallista, combinado con el color de Hollingsworth el resultado es un arte muy logrado que se convierte en el principal atractivo del tomo, como no podía ser de otra forma dado los autores implicados.
Lo mejor
• El dibujo.
Lo peor
• Lo confuso del guion.
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