Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Héroes. El Asombroso Spiderman: La identidad del Duende

Edición original: The Amazing Spider-Man 275-292, Annual 21, Peter Parker, The Spectacular Annual 7, Spider-Man Versus Wolverine, Marvel Age Annual 2 y Webspinners: Tales Of Spider-Man 17-18 USA (Marvel Comics, 1986-87 y 2000)
Edición nacional/España: Marvel Héroes. El Asombroso Spiderman: La identidad del Duende (Panini Cómics, 2015)
Guion: Tom DeFalco, Charles Vess, Peter David, Mary Jo Duffy, Jim Owsley, David Michelinie, Jim Shooter, Adam Blaustein
Dibujo: Ron Frenz, Charles Vess, Mike Harris, Rick Leonardi, Alan Kupperberg, Erik Larsen, Mark Bright, Tom Morgan, John Romita Jr., Alex Saviuk, Paul Ryan
Entintado: Josef Rubinstein, Brett Breeding, Bob Layton, Vince Colletta, Jim Fern, Art Nichols, Bob McLeod, Al Williamson, Al Milgrom
Color: Nel Yomtov, D. Martin, Bob Sharen, Elaine Lee, Julianna Ferriter, Paul J. Becton, George Roussos, Mark Bernardo, Petra Scotese
Traducción: Santiago García
Realización técnica: Estudio Fénix
Formato: Tapa Dura. 680 páginas. 43,00€

Duendes, bodas e interferencias editoriales

“Tal vez sea el momento de dejar de correr. Tal vez no haya nada malo en hacer feliz a otra persona, siempre que esa persona te haga feliz a ti”

Marvel Heroes El Asombroso Spiderman: la identidad del Duende es un tomo sobre el que se podría escribir un pequeño libro. Y no solo de lo que acontece dentro de los cómics en sí, sino también de los problemas y decisiones editoriales que llevaron a su publicación tal y como finalmente tuvo lugar. En estas más de 600 páginas tenemos el final (abrupto) de la etapa de Tom DeFalco y Ron Frenz en la colección, la revelación de la identidad del Duende y, por último, la boda de Peter Parker y Mary Jane. Empezemos, pues, y vayamos por partes.

En 1984 y tras la aclamada etapa de Roger Stern y John Romita Jr., la serie principal del lanzarredes, El Asombroso Spiderman, se deja en manos de Tom DeFalco y Ron Frenz. Guionista y dibujante comenzarán, así, una relación profesional que durará dos décadas y que continuarían en El Poderoso Thor y Spidergirl. La pareja decide llevar a cabo un retorno a las esencias a medias, puesto que el estilo de Frenz intentará homenajear al de Steve Ditko, pero con historias que, aunque de indudable sabor clásico, enfrenten a Spiderman con enemigos más allá de su clásica galería de supervillanos. Estas premisas básicas se mantendrán en la primera parte de este tomo (#275-283). Como nuevas amenazas, nuestro amistoso vecino luchará contra Titania y el Hombre Absorbente (#283) y chocará con el recién creado grupo Factor X (#282). Pero, además, DeFalco y Frenz continuarán desarrollando el enfrentamiento entre Spiderman y el Duende (#275 y 276 principalmente) y crearán el Sindicato Siniestro (#280-281) agrupación de villanos arácnidos un poco de segunda categoría como Bumerang, Hydroman o Demonio Veloz (y que ha llegado en buena forma hasta nuestros días gracias, entre otros, a Nick Spencer). En estos números, el binomio guionista-dibujante siguen fieles a su estilo mezclando acción, drama y toques de misterio como en lo relativo a las subtramas de la identidad del duende o la incipiente guerra de bandas. Se hecha de menos algo más de humor, que sí estaba presente en sus primeros años con el personaje (inolvidable cuando Peter acababa con un traje de los 4 Fantásticos y una bolsa de papel en la cabeza para ocultar su identidad) pero son historias creadas con oficio y que se leen y disfrutan sin mayores problemas.

En El Asombroso Spiderman #284 se iniciaba una saga que DeFalco y Frenz llevaban preparando muchos meses. Una guerra de bandas entre las principales organizaciones mafiosas de Nueva York debido a la caída de Kingpin tras lo acontecido en Born Again. La red de personajes tejida por el guionista, desde el Duende hasta la Rosa, pasando por Jack O’Lantern y Cabeza de Martillo, todos ellos confluirían en esta la gran historia de su tercer año en la serie. Sin embargo, mientras que Frenz aparecía como dibujante de este número, DeFalco solo estaría acreditado como argumentista, corriendo el guion a cargo de Jim Owsley. Los lectores de la época no podían saberlo pero DeFalco y Frenz habían sido despedidos de forma fulminante. ¿Qué había pasado? El detonante de toda esta situación es el nombramiento en 1985 de Owsley como Editor de las colecciones de Spiderman. Owsley era muy joven cuando accedió al puesto (22 años) de la mano de su padrino, Editor en Jefe Jim Shooter y, como él mismo ha reconocido en entrevistas años después, no estaba preparado para el cargo. Las interferencias por parte del editor habían convertido los dos primeros años de la nueva colección del héroe arácnido, La Telaraña de Spiderman, en un sinfín de problemas. Los choques entre el editor y el equipo creativo de El Asombroso Spiderman comenzaron a ser constantes. Según Owsley, dibujante y guionista no cumplían las fechas de entrega y él se veía obligado a preparar números de relleno. Según DeFalco y Frenz, el editor quería convertirse en escritor e imponer sus ideas sobre los autores como había visto hacer en varias ocasiones al propio Shooter. Lo único seguro es que la saga de cinco números Guerra de Bandas fue escrita por Owsley y dibujada por Alan Kupperberg (un currito de Marvel que servía para tapar cualquier hueco) y un primerizo Erik Larsen. Los resultados no fueron buenos. La historia se siente sin ritmo y apresurada, especialmente a partir del capítulo tres. Personajes entran y salen sin explicación (especialmente sangrante el caso del Castigador), Cabeza de Martillo aparenta morir o ser gravemente herido por una bomba en el capítulo uno para reaparecer como si nada en la primera página del capítulo dos, el plan de Daredevil en el capítulo cuatro para evitar que Spiderman detenga a Kingpin es absurdo y se remata con el ridículo de Matt Murdock disfrazado de Kingpin, el Duende es abatido por el Castigador en el cliffhanger del capítulo uno… para que no tenga ninguna consecuencia. Y podríamos seguir un buen rato citando la gran cantidad de inconsistencias de una saga que no tuvo la trascendencia que podría haber tenido si sus creadores hubieran podido desarrollarla como tenían pensado.

Con DeFalco y Frenz fuera, Owsley tenía otra patata caliente entre las manos. El gran misterio de la identidad del Duende sobrevolaba la cabecera desde su primera aparición en El Asombroso Spiderman #238. Mucho se ha escrito sobre este misterio y cómo finalmente se resolvió. Sin ir muy lejos, el tomo que aquí reseñamos contiene nada menos que 8 páginas de texto en las que Julián M. Clemente detalla los vaivenes editoriales de este misterioso secreto. Como resumen, recordar que el creador del personaje, Roger Stern, siempre defendió que bajo la máscara se encontraba Roderick Kingsley, un hombre de negocios/modista introducido en el universo arácnido por el propio Stern en Peter Parker, el Espectacular Spiderman. Al abandonar la serie sin desvelar el secreto, DeFalco y Frenz se encontraron con carta blanca para tirar por la dirección que quisieran, lo que incluía elegir a su propio candidato a ser el verdadero rostro del Duende. Para ellos, el villano tenía que ser Richard Fisk, el hijo de Kingpin pero a Owsley no le gustaba esa idea y parece ser que comenzó a “sabotear” esa revelación, obligando a DeFalco a ir posponiéndola en el tiempo. ¿Cómo surgió el nombre de Ned Leeds? Hay quien dice que esa era la idea original de DeFalco, otros afirman que DeFalco solo soltó ese nombre para que Owsley le dejara en paz, puede ser incluso que DeFalco afirmara que Leeds era el Duende para despistar a su editor ya que sabía que este filtraría la identidad del villano a la prensa. De nuevo, lo único seguro es lo que se publicó y Ned Leeds acabó siendo el hombre tras el villano más icónico de Spiderman durante los 80.

Ned Leeds era el marido de Betty Brant y compañero de Peter Parker en el Daily Bugle pero poco más de él se sabía. Era un personaje lo suficientemente poco desarrollado como para mantener siempre cierto aura de misterio. Richard Fisk ya había sido descartado como opción y acabó descubriéndose como la Rosa, uno de los nuevos actores en el crimen organizado de Nueva York, en una revelación completamente anticlimática en El Asombroso Spiderman #286. DeFalco y Frenz habían jugado, más que al despiste, a enredar aún más la madeja señalando a Flash Thompson como el Duende pero los lectores sabían, inmediatamente, que era solo un señuelo. Owsley ya tenía claro que iba a ser Leeds pero dudaba cómo llevar a cabo la revelación así que acudió a Peter David, que ya había demostrado su buen hacer en el universo arácnido con su trabajo en Peter Parker, el Espectacular Spiderman. Idearon un plan. Owsley era el encargado de guionizar un especial que juntaba a Spiderman y Lobezno donde viajaban a Alemania. En ese número, el aún solo periodista Ned Leeds aparecía muerto en el hotel que compartía en Berlín con Peter Parker. Faltaban semanas para la publicación de El Asombroso Spiderman #289, donde debería revelarse la identidad del villano, y aunque las pruebas apuntaban a Leeds, casi todos los lectores automáticamente lo descartaron. Fue el último servicio de Owsley para la franquicia arácnida. Tantos problemas habían hecho que el staff editorial de Marvel perdiera la confianza en él y fuera sustituido por Jim Salicrup en enero de 1987, justo cuando empezaba Guerra de Bandas. Teniendo en cuenta el tremendo follón que se había montado con respecto a la identidad del Duende, Peter David consigue salvar la dignidad del personaje (y de la historia) en el famoso #289. No es una revelación que funcione al 100%, por supuesto, y el destino de Leeds, asesinado por unos mercenarios a las órdenes del Forastero (personaje que se había desarrollado en Peter Parker, el Espectacular Spiderman) es un tanto cutre. Al fin y al cabo, esa amenaza terrible que era el Duende, es derrotado por unos simples mercenarios/asesinos random. También suena a improvisado que Jason Macendale/Jack O’Lantern, después de pagar al Forastero para que asesine a Leeds, acabe sustituyendo al muerto bajo la capucha del Duende. Hasta qué punto podemos ver que no había un plan que Macendale como Duende no volvería a tener una aparición significativa en la colección hasta dos años después en el crossover Inferno.

Desgraciadamente, ni la resolución de Guerra de Bandas ni el destino final del Duende, fueron las únicas decisiones precipitadas que se pueden ver en este tomo. Hablemos de bodas. Desde la muerte de Gwen Stacy, Peter Parker había sido un soltero más dentro del Universo Marvel. Marcy Kane, Cissy Ironwood, Debra Whitman son solo unos pocos nombres de otras parejas de Parker, aunque la relación más recordada de los 80 sería con la Gata Negra en Peter Parker, el Espectacular Spiderman. Mary Jane había ido entrando y saliendo de la vida de Spiderman desde la muerte de Gwen, pasando de la fiestera que habían presentado Stan Lee y John Romita Sr. en los años 60, a una mujer más madura a partir de finales de los 70. DeFalco y Frenz habían llevado la relación Peter-MJ ha un nuevo nivel cuando le pelirroja confesaba al héroe que llevaba años conociendo su identidad como Spiderman (#258), aprovechando para bucear en el pasado de un personaje fundamental para la historia del lanzarredes pero cuyo mismo pasado continuaba teniendo grandes lagunas para los aficionados. Esta revelación unió emocionalmente aún a ambos personajes pero no acabaría desembocando directamente en una relación amorosa. Por otro lado, además de las colecciones “oficiales” de Spiderman (Asombroso, Espectacular y la Telaraña), Marvel era responsable también de la publicación de las tiras de prensa del personaje, guionizadas por el cocreador del personaje y leyenda Stan Lee. Al enterarse de que MJ conoce la dualidad Peter/Spiderman, y creyendo que la pelirroja es la mejor pareja que ha tenido el héroe desde la muerte de Gwen, a Lee se le ocurre casar a la pareja en esta pequeña publicación. A Shooter le gusta la idea. Al nuevo editor, Salicrup, también. Deciden que la boda también tenga lugar en la continuidad oficial.

Recordemos que El Asombroso Spiderman se encuentra en plena transición. Oswley y David han permitido cerrar como buenamente han podido las tramas de DeFalco y Frenz pero el elegido para tomar las riendas de la colección es David Michelinie, que ya se ha fogueado con el personaje en La Telaraña de Spiderman. Nada más aterrizar en la colección, la primera tarea de Michelinie será plasmar la pedida de mano. El guionista, acompañado de John Romita Jr. y Alex Saviuk, hace un buen trabajo en estos tres números (#290-292), presentando las dudas pero la final determinación del héroe en su decisión de convertirse en un hombre casado. Además, continúa perfilando el pasado de MJ y reintroduce a los mata-arañas, clásico enemigo del lanzarredes. ¿El problema? Que de nuevo nos encontramos con una decisión precipitada que no se ha trabajado en la colección. Bueno, ni en esta ni en ninguna de las otras cabeceras de Spiderman. En el especial Spiderman-Lobezno, la despedida entre ambos antes de que Peter marche a Alemania es, cuanto menos, incómoda. Mientras él la agarra por los hombros ella dice “Peter… no lo hagas…”, siendo los bocadillos de pensamiento de él “Empeora las cosas. Veo el horror en sus ojos. Olvidé las reglas. He cruzado una línea (…) que Mary Jane no es mi novia”. Todavía más extraño, en el final del #289 veremos a Peter con Felicia Hardy/la Gata Negra (que reside temporalmente en su apartamento por lo ocurrido en la serie Espectacular) en actitud muy amistosa y sin hacer referencias a Mary Jane. Al mes siguiente, los lectores se encontrarían con la pedida de mano. El número de la boda, Anual #21 es tan soso como suelen ser estos acontecimientos en el mundo del cómics. Michelinie quería hacer algo más introspectivo y reflexivo sobre la trayectoria vital de Spiderman, un resumen/compendio emocional de las decisiones que le habían llevado hasta ahí, pero Shooter impuso su argumento y la pareja se casa sin grandes fanfarrias.

Así termina la recopilación de Panini de la etapa de DeFalco y Frenz y así comienza la siguiente gran etapa, la que tendría a Michelinie como principal artífice. A pesar de su brusco final, los años de DeFalco y Frenz siguen siendo una buena etapa del personaje, con cómics emocionantes y que ampliaron la leyenda del trepamuros. Suya fue la transición al traje negro, la ya mencionada revelación de Mary Jane o la creación de personajes como Marta Plateada. Aún más importante, fueron capaces de mantener un gran nivel después de una de las mejores etapas creativas de Spiderman, una tarea tan ingrata como difícil. El futuro de Spiderman, ya como hombre casado, correspondería a Michelinie y a un par de dibujantes que iban a ser parte fundamental en la transición de los 80 a los 90 en Marvel.

Lo mejor

• Probablemente, su trascendencia. Lo que ocurre en este tomo afecta al personaje hasta el día de hoy

Lo peor

• La sensación de improvisación constante, siendo los dos principales responsables los editores



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