Javier Vázquez Delgado recomienda: Magazine Marvel España – Agosto 2021

Nuestro Magazine Marvel España comienza su segundo año de andadura y por ello nuestros abnegados redactores se han impuesto a las altas temperaturas y a las múltiples tentaciones del verano para acudir fieles a su cita con nuestros lectores. Panini Cómics nos trae este mes de agosto una buena cantidad de novedades y aquí estamos una vez más dispuestos a informar y a opinar sobre ellas.

Repasemos brevemente qué tenemos en el menú de esta entrega estival del magazine. En primer lugar, la publicación del especial Masacre: ¡Friki treintañero! y la celebración del 30º aniversario del mercenario bocazas nos permite reflexionar sobre el legado del personaje y sobre la conducta, igualmente mercenaria, de uno de sus autores más conocidos. Continuaremos luego organizando uno de nuestros juicios sumarísimos, siendo en esta ocasión el objetivo de nuestras valoraciones Dinastía de M, célebre evento orquestado por Brian Michael Bendis y Olivier Coipel que vuelve este mes en formato Marvel Must-Have. A continuación, llegará el momento de realizar nuestro habitual repaso a las novedades más destacadas que nos ofrece Panini en agosto, destacando la primera entrega de The Marvels, de Kurt Busiek y Yildiray Çınar, a la que hemos elegido como nuestro cómic del mes.

Ya en la segunda mitad de nuestro magazine, volveremos la mirada hacia la etapa de Ta-Nehisi Coates como guionista de Pantera Negra, cuyo final se edita este mismo mes en nuestro país. Luego dedicaremos un par de apartados a los Eternos, personajes de actualidad por su pronta llegada a las salas de cine. En nuestro particular “quién es quién” repasaremos a los representantes más conocidos de esta raza de semidioses inmortales, estableciendo una pequeña guía tanto para los que quieren iniciarse en la lectura de su cabecera mensual actual como para los que quieren empezar a leer su serie clásica. Precisamente pasaremos luego a charlar sobre la colección clásica de los Eternos, obra de nuestro admirado Jack Kirby, que regresa en agosto a las estanterías de las tiendas gracias a la Colección Los Eternos que ha preparado Panini aprovechando la sinergia con la producción cinematográfica. Finalizaremos, como siempre, con un apartado más liviano, en el que revisitaremos algunas novedades del pasado y trataremos de sacarle una sonrisa al lector.

Nos espera pues una entrega repleta de jugosos contenidos, contundentes opiniones y sobre todo cómics, muchos cómics marvelitas. ¡Que no falten los cómics de la Casa de las Ideas en este caluroso verano!

TITULARES

Columna de opinión
Juicio a…
Análisis de novedades
El cómic destacado del mes
No te puedes perder…
Quién es quién
Hablemos de clásicos
Otras reediciones
Aquellas maravillosas novedades

Magazine Marvel España logo

Columna de opinión

¡Feliz cumpleaños, Wade Wilson! En este 2021 se cumplen 30 años desde la primera aparición del mercenario bocazas favorito de todos. Desde que en 1991 apareciera en el número 98 de Nuevos Mutantes, creado por Fabian Nicieza, Masacre se ha convertido en uno de los iconos modernos más importantes de la Casa de las Ideas. Desde su concepción relativamente simple, fruto de buscar un contraste con Cable; hasta sus series más recientes que le han redondeado como personaje; acabando por supuesto con toda una retahíla de miniseries, síntoma de su enorme popularidad.

Mark Waid, Joe Kelly, Gail Simone, Daniel Way, Cullen Bunn, Gerry Duggan, Brian Posehn, Kelly Thompson… Estos treinta años de vida han dado para que muchos guionistas continuaran lo que Nicieza empezó e insuflaran nueva vida a Masacre. Poco a poco, Wade Wilson ha ido ganando matices y detalles que lo alejan de ser un mero payaso. La desgracia está siempre presente en su vida, así como la capacidad para hacer el bien. Ha llegado incluso a formar parte de los Vengadores durante los Uncanny Avengers de Gerry Duggan, Ryan Stegman, Pepe Larraz y muchos más. Una representación dentro de la viñeta de la importancia que había adquirido fuera de ellas.

Sí, la sobreexplotación ha ido de la mano. Ya hemos mencionado antes la existencia de múltiples miniseries. Masacre siempre ha estado presente en las estanterías de forma predominante, especialmente a lo largo de la última década. Al más puro estilo de Lobezno, el personaje no ha dejado de aparecer allá donde fuera posible. Marvel ve al personaje con los ojos en forma del símbolo del dólar. No se les puede culpar. Hasta hemos tenido dos películas protagonizadas por Ryan Reynolds que no hacen sino demostrar que es muy difícil apostar contra Masacre.

Visualmente impactante, su diseño es también una de las claves de su éxito. Y durante estos treinta años, dibujantes como Salva Espín, Chris Bachalo, Scott Koblish, Mike Hawthorne, Declan Shalvey, Paco Medina… han añadido a su legado. Masacre es siempre divertido de ver, divertido de leer. La acción le acompaña, el humor está en su ADN y la fórmula del éxito ha permanecido casi imbatible desde aquel lejano 1991.

Masacre friki treintañero Panini

Quien lea estas líneas puede opinar que me estoy dejando a alguien. Al fin y al cabo, estamos celebrando el 30º aniversario de Masacre y no hemos mencionado a una persona concreta. Dicha persona habla mucho, pero a estas alturas ya no divierte. Dicha persona se queja mucho del estado actual de los cómics de los mutantes, atacando directamente a autores y autoras que se encargan hoy día de mantener vivo el legado de la Patrulla-X. Pero en cuanto llega un cheque para realizar unas portadas especiales, olvida lo enfadado que estaba y activa la maquinaria hasta la siguiente rabieta. Rabietas que desde la Casa de las Ideas no parecen tener muy en cuenta. Al menos no mientras que, si le dan un cheque, dibuje.

Esa relación editorial-dibujante es puramente mercenaria. Lícita, por supuesto. Pero, a estas alturas, aburre. Aburre con miniseries de personajes clónicos que se pierden en el mar de las novedades. Aburre con portadas poco inspiradas, motivadas por haberse elevado utilizando su ego a una posición que jamás le correspondió en rango único. Y no solo aburre, también cansa. Esa persona ya habla mucho por sí misma, así que poco altavoz extra necesita.

Su legado en el personaje fue superado ya hace mucho tiempo. Su impronta en la historia es mucho menor de lo que jamás creyó. Y Masacre es mucho más grande de lo que su talento fue. Lo es porque la idea de Fabian Nicieza sigue más viva que nunca. Y sigue viva gracias a la labor de tantos autores y autores que se han esforzado en que Wade Wilson no deje de crecer. Todos los que hemos mencionado y muchos más por el camino. 30 años después, han conseguido hacer de Masacre lo que nadie le puede quitar: ser uno de los grandes iconos modernos de Marvel Comics.

Juicio a… Dinastía de M

En 2005, Brian Michael Bendis y Olivier Coipel pusieron el Universo Marvel patas arriba con Dinastía de M, un evento que reunió a dos de los grupos superheroicos más populares del momento (a saber: los Vengadores del propio Bendis y los X-Men de Joss Whedon) para dilucidar el destino de la Bruja Escarlata tras los cataclísmicos acontecimientos de Vengadores Desunidos. Este mes de agosto, Panini vuelve a publicar esta historia dentro de su línea Marvel Must-Have, lo que nos ofrece una excusa impagable para revisitarla.

Dinastía de M supuso un cambio en muchos sentidos, pues volvió a poner el punto de mira sobre los gigantescos crossovers anuales y desplazó el eje del Universo Marvel, hasta entonces situado sobre las colecciones mutantes, hasta colocarlo sobre los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Durante los años siguientes, la práctica totalidad de los eventos marvelitas pasó a estar protagonizado por los Vengadores, dejando a los Hombres-X aislados en su pequeño microcosmos. Es más, la resolución de Dinastía de M complicó tremendamente las cosas para los mutantes, que de golpe y porrazo pasaron de ser miles y miles a ser únicamente poco más de un centenar; todo ello gracias a aquellas famosas (o infames, según se mire) palabras de la Bruja Escarlata: “no más mutantes”. Y todo esto sin mencionar que fue este evento el que nos regaló esa impagable y polémica portada en la que Magneto aparecía vestido como cierto monarca campechano. ‘Nuff said!

Para aclarar cómo le ha sentado el paso del tiempo a Dinastía de M y explorar qué opinamos hoy en día sobre aquella historia y el impacto que tuvo sobre el Universo Marvel hemos reunido de nuevo a nuestra pareja de expertos para que nos ofrezcan sus peculiares puntos de vista. Ha llegado la hora de juzgar Dinastía de M. ¿Y tú? ¿De qué lado estás?

Dinastía de M

A favor… Robbie R.

Dinastía de M fue un evento que supuso a todas luces tener ante nosotros una de las mejores historias relativas a Magneto, Wanda y Pietro. Estábamos en un momento en el cual Brian Michael Bendis empezaba a tejer los hilos de lo que iban a ser años de historias con los Héroes más Poderosos de la Tierra. Su manera de narrar era como habíamos visto, distinta a lo que estábamos acostumbrados. Con Vengadores Desunidos comenzó a contarnos su versión de los Vengadores desde un punto 0. Había disuelto un equipo de héroes que eran un pilar dentro del Universo Marvel, y lo había hecho sin compasión, y de una manera dolorosa. Empezaba una era de grandeza para unos y de decepción para otros. Tras estos fatídicos hechos Magneto recogía el cuerpo de su por entones hija y se la llevaba a Genosha. Wanda era la causante de la disolución de los Vengadores y en su locura había matado a alguno de sus integrantes. Los pecados del padre eran ahora los de su hija. Lógicamente aquí no acabó la historia de esta bruja del caos, y delante de nosotros una de las sagas más emblemáticas de la Casa de las Ideas empezó a gestarse.

Dinastía de M se centra en la relación disfuncional entre Magneto y sus hijos (lo eran por entonces). Erik es un padre roto y defectuoso que sabe que ha destruido la posibilidad de que sus hijos fuesen felices. Por otro lado, la inestabilidad de Wanda va acompañada de su deseo de hacerlo feliz ante esa frustración. Un bucle de difícil solución. Pietro, como siempre, es el eslabón más débil a nivel emocional y siempre trata de manera desesperada de proteger a su hermana. En Dinastía de M, Brian Michael Bendis demuestra que tiene una gran comprensión de los tres personajes, reflejando un retrato familiar ciertamente trágico.

Este maravilloso evento supone encontrarnos a la Bruja Escarlata haciendo todo lo posible para dar a todos lo que querían y demuestra que realmente se preocupa por sus amigos y seres queridos. Esto se transmite a las mil maravillas en la historia que nos ocupa. No solo en la serie principal sino también en los tie-in. Un ejemplo claro es ver como Gwen Stacy está viva y se casó con Peter.

Este evento es fascinante, puesto que además invierte la clásica dinámica racista entre humanos y mutantes. Al principio, Logan es testigo del linchamiento de un joven humano por un grupo de mutantes, e iremos viendo como se han revertido muchas escenas familiares de la historia de la franquicia de la Patrulla-X.

Dicho esto, esta nueva visión de rechazo social y étnico supuso en aquel momento frescura y novedad. Es cierto que La Era de Apocalipsis ya había tratado esta situación en la que los mutantes exterminaban a los Homo Sapiens, pero es aquí cuando hablamos de una reversión de lo que habíamos visto, es decir, los mutantes son los que discriminan a los humanos corrientes.

El arte de Oliver Coipel hace que cada página cobre vida. En aquella época el dibujante francés estaba en un momento de evolución artística que suponía que cada entrega dejaba al lector alucinando con cada página, con cada viñeta. Cada personaje que dibuja está detallado, desde la ropa real que lleva Magneto, hasta la expresividad que se refleja a través de sus rostros y miradas. Oliver Coipel tras Legion Lost con Dan Abnett y Andy Lanning, consiguió pasar a un nivel superior con Dinastía de M.

Ante nosotros tenemos una historia épica de resistencia y desamor con terribles consecuencias. El final de este evento tendrá amplias ramificaciones y se dejará sentir durante años en el Universo Marvel. Se trató de un trabajo brillante y un punto de referencia para nuevos lectores y veteranos que deseaban aire fresco en el Universo Marvel.

La verdad, nada más que la verdad.

Marvel Must Have Dinastía de M

En contra… J.J.J.

Los más veteranos recordarán cuando Joe Quesada fue nombrado Editor en Jefe de Marvel a principios del siglo XXI. Una de las cosas que afirmó al asumir el cargo fue que evitarían los grandes crossovers y su etapa en Marvel se centraría en desarrollar las colecciones y personajes sin obligar a los lectores a comprar un montón de cómics para entender una historia que tenga lugar en varias cabeceras diferente. En fin… Es cierto que los recién llegados siempre o casi siempre abjuran de los crossovers, pero es que la historia principalmente responsable del cambio de mentalidad en Quesada fue esta Dinastía de M.

¿Por qué Dinastía de M es mucho peor de los que recordamos los que la leímos en 2005/2006? Para empezar, Bendis fusila el concepto de La Era de Apocalipsis pero sin molestarse en construir un universo paralelo rico y con matices. De nuevo tenemos la realidad alternativa centrada en los mutantes. De nuevo un personaje (o dos) que saben la verdad y buscan “despertar” a viejos compañeros. De nuevo, el hype de que nada volverá a ser igual. Bueno, esto último se cumplió, desde luego, pero a qué precio.

Dinastía de M es una piedra más en el largo camino en la defenestración de Wanda Maximoff, nuestra querida Bruja Escarlata. Ya no bastaba haber sido la mala en Vengadores Desunidos. Ahora también iba a ser la mala para los mutantes gracias a ese “No más mutantes”. Uno se pregunta a cuánta gente traumatizó en su infancia leer que una mujer se casaba con un sintozoide para machacar así al personaje (John Byrne seguro fue otro de ellos).

Lo peor de este cómic no es su ritmo tedioso, que las miniseries que acompañaban al evento fueran regulares tirando a flojas, que casi todo sonara a ya visto. No, lo peor es que las consecuencias de esta historia suponían el desmantelamiento de lo que Grant Morrison había construido en sus X-Men, principalmente todo lo relacionado con la cultura mutante y su desarrollo en un mundo de humanos. Una auténtica desgracia.

He dicho.

Análisis de novedades (grapas y tomos)

Novedades en Grapa

Guardianes de la Galaxia 13. Somos Superhéroes

La etapa de Al Ewing al frente de nuestros parias galácticos favoritos no llega a su fin (afortunadamente, porque nos encanta) pero sí a un importante hiato o punto de inflexión. Ewing ya nos ha contado lo que quería con el grupo más o menos tradicional de los Guardianes y ejecuta aquí un viraje muy pronunciado ampliando tanto los miembros que pueden ser guardianes, como los grupos en activo.

Ya no son parias, son la fuerza oficial de protección de la galaxia. Amigos íntimos del Emperador Kree-Skrull Hulkling, con quien cuentan entre sus filas, y de Richard Rider, el Nova Principal. Con un Star-Lord que es ahora mucho más de lo que fue nunca, llega el momento de guardar la galaxia… pero esta vez, va en serio.

Veneno 31. #200 USA

Donny Cates y Ryan Stegman se despiden del simbionte más popular de la Casa de las Ideas. Tras una larga y genial etapa en la que ambos autores han tenido vía libre para contar lo que han querido con el personaje, llega el momento de decir adiós y de describir la calma que llega tras la vorágine de Rey de Negro; una calma que, posiblemente, preceda a otra tempestad en la siguiente etapa del personaje, que estará a cargo de Al Ewing.

Este número, en el que para celebrar la ocasión se recupera la numeración clásica de la serie, sirve tanto de epílogo a la etapa de Cates como de prólogo a lo que está por venir. Un cierre con broche de oro al mejor Veneno del Siglo XXI.

Novedades en Tomo

Maestro 1. Sinfonía en clave de gamma

El Daredevil de Frank Miller tiene como máximo exponente de tan legendaria etapa (o del regreso a ella tras su final) Born Again, un cómic que siempre se encontrará entre los mejores del personaje y del cómic superheroico.

El Spiderman de Dan Slott tiene a Spiderman Superior como baluarte de una etapa arácnida divertida y trepidante que supo devolver al personaje a su lugar tras los vaivenes de Un Día Más y Un Nuevo Día.

El Thor de Walter Simonson será siempre recordado por el momento en el que Bill Rayos Beta cogió el martillo hasta entonces solo esgrimido por el hijo de Odín.

Y el genial Hulk de Peter David encontró su epítome, su calidad absoluta, en la fantástica Futuro Imperfecto, miniserie en la que junto a George Pérez, PAD nos contaba cómo podría ser una versión futura de Hulk que tenía toda su fuerza y todo el intelecto de Bruce Banner usado para el mal.

Este personaje se llamaba Maestro, y ahora, casi tres décadas después de su concepción, encuentra una especie de continuación en esta serie. En esta ocasión, y por razones obvias y trágicas como la salud de Pérez, el legendario George no acompaña a PAD, pero sí lo hace Dale Keown, el dibujante que mejor supo entender al Hulk de Peter David y que vuelve en este tomo para, junto con Germán Peralta, demostrarnos que el Maestro no está muerto y que sigue siendo una pieza clave del Universo Marvel.

M.O.D.O.K.: Rompecabezas

Durante las últimas semanas hemos podido disfrutar en Disney+ de la serie en stop motion protagonizada por M.O.D.O.K., la mente (o quizás deberíamos decir cabeza) más malvada del Universo Marvel. A través de un punto de vista cómico que recuerda a otros éxitos de la animación adulta e irreverente como South Park o Rick & Morty, M.O.D.O.K. muestra la vida privada del villano perteneciente a I.M.A. que debe combinar sus planes de conquista mundial con su vida familiar.

Pues bien, Jordan Blun y Patton Oswalt, los showrunners de la serie han dado a luz a un cómic complementario de ésta, que podéis leer también de forma independiente, y en el que el malvado George Tarlenton prepara un gran golpe criminal mientras tiene recuerdos de una vida familiar que no es la suya y que no es capaz de recordar.

Una historia muy entretenida de las manos de dos autores que, como mínimo, saben hacernos reír.

100% Marvel. Shang-Chi: Los Mejores Golpes

Cuando un nuevo estreno cinematográfico o televisivo relacionado con los cómics Marvel se aproxima, la política editorial de Panini es muy clara y podríamos decir que casi intachable. Por un lado, se rescatan cómics clásicos (siempre que sea posible) protagonizados por el personaje en cuestión. Por otro, se editan en grapa o tomo según corresponda la series más actuales de dicho personaje, que normalmente suelen existir en USA, para aprovechar las sinergias audiovisuales con las puramente editoriales.

Finalmente, se suelen reeditar aquellas historias más modernas, que sirven para dar a conocer al personaje a un público que prefiera un estilo narrativo y visual menos añejo. Ese es el caso de este tomo que, con autores de la talla de David Aja, Pasqual Ferry, Scott Lobdell, Jonathan Hickman, Warren Ellis, Dan Slott, Mike Deodato, Carlos Pacheco, John Ostrander o Paulo Siqueira, reúne varias historias autoconclusivas de Shang-Chi que sirven para que los lectores se hagan una idea del mundo interior y exterior del personaje antes de acudir a los cines a verle en acción.

Un imprescindible para conocer mejor a uno de los artistas marciales más mortíferos de Marvel Comics.

Supervisor: El Disparador Rubicón

Si en la novedad inmediatamente anterior hablábamos de que una forma de acercar a los lectores a un personaje que ve renovada su fama y popularidad gracias al cine era la recopilación de su serie más reciente, publicada en USA a raíz del estreno cinematográfico, ese es el caso de El Disparador Rubicón.

Se trata de una serie protagonizada por el Supervisor, en la que el personaje tendrá que enfrentarse, entre otros, a la Viuda Negra, para lavar su nombre por un crimen que, por una vez, no ha cometido, y del que se le acusa injustamente.

Por supuesto, para poder conseguir la exoneración que merece tendrá que llegar a un acuerdo con Nick Furia Jr. Y es que nada en la vida del popular mercenario mímico es nunca gratis.

Si os ha gustado la estética del Supervisor en la película de Viuda Negra, o si queréis ver a una Natasha que da lo mejor de sí misma en la persecución de este villano, este cómic os resultará una buena manera de ahondar en la relación entre ambos personajes. Jed Mackay y Alessandro Vitti no lo hacen nada mal en esta recomendable serie.

El cómic destacado del mes

The Marvels 1, de Kurt Busiek y Yildiray Çinar

Durante el último año y medio hemos podido conocer diversas series nuevas que, con un gran sabor a clásico, han dado un repaso merecido y muy bien llevado de la onomástica marvelita que la editorial celebró por su octogésimo aniversario.

De esta forma, Historia del Universo Marvel, de Mark Waid y Javier Rodríguez, nos contó en forma de serie limitada de seis números todo lo que había ocurrido en el Universo Marvel desde sus orígenes hasta la actualidad, yendo incluso más allá y dándonos algunos detalles del futuro de la editorial.

Marvel Comics 1000 y Marvel Comics 1001 reunieron a los autores más influyentes del noveno arte a nivel mundial para que cada uno escogiera qué historia de Marvel quería contar.

Y con aniversarios seguimos, puesto que casi se solapa el de la editorial con el primer cuarto de siglo de Marvels, la premiada y reverenciada obra de Kurt Busiek y Alex Ross, en la que ambos autores narraban la historia del Universo Marvel desde su origen hasta la llegada de la era moderna de los cómics a través de Phil Sheldon, un intrépido periodista que a través de sus ojos humanos contaba la historia de los superhéroes o, como él los llamaba, los “Prodigios”, con el punto de vista del hombre de a pie.

Siendo así, cumpliendo dicha obra veinticinco años, estaba claro que la ocasión merecía una celebración. La misma llegó, en parte, a través de tres estrenos. En primer lugar, Marvels: Epílogo, escrita y dibujada por Busiek y Ross, el equipo original; ponía el broche de oro final a la serie original con un capítulo muy entrañable protagonizado por la Patrulla-X que, si se lee justo después de la original da la sensación de que fue concebido en ese mismo momento, aquel 1994 que hoy es mucho más lejano de lo que nos queremos dar cuenta.

Por otro lado, llegó este año Instantánea Marvels, una serie limitada de especiales en la que se recuperaba ese espíritu del hombre de a pie que contempla a los prodigios y, a través de distintos seres tan humanos como nosotros mismos, viajábamos a momentos clave en la dilatada historia editorial de la compañía. La reintroducción de Namor en el Universo Marvel, la Bomba Loca del Capitán América, la Civil War, la llegada de la Capitana Marvel y un largo etcétera de números únicos que por sí solos ya eran cómics muy buenos, pero que leídos en conjunto construían una serie imprescindible.

Autores como el propio Busiek, pero también Steve Darnall, Jerry Ordway, Tom Reilly o Jay Edidin, entre muchos otros, nos daban su particular punto de vista sobre el Universo Marvel, siguiendo el espíritu de aquella Marvels que podemos considerar sin lugar a dudas como la obra de Marvel que hay que leer si solo pudieras elegir llevarte una contigo a los confines del universo.

Pero no queda ahí la cosa. Este año hemos podido conocer otra serie limitada de seis números inspirada en el ochenta aniversario de la editorial, y en el vigésimoquinto de la obra de Busiek y Ross, la cual lleva el título de Marvel, a secas, y que nos cuenta el secuestro del mundo por parte de Pesadilla, quien se enfrenta al Doctor Extraño en una batalla onírica en la que las ideas e historias que tienen lugar en Marvel son las herramientas utilizadas para salvar el mundo de la destrucción.

Lógicamente, la excusa servía para que distintos equipos creativos contaran historias autoconclusivas de este rico universo de ficción, todas ellas coordinadas por Kurt Busiek y Alex Ross (quienes no pocas veces ejercían de guionista y dibujante), en lo que era su idea para Marvels, cuando la serie estaba en estado embrional; una idea que en aquel momento no pudo llevarse a cabo, pero que hoy ha sido posible contar.

Pues bien, de todos estos cómics, que a excepción del Marvels primordial, han visto la luz entre 2020 y 2021, nace The Marvels, una serie abierta en la que pasado, presente y futuro de este universo se unen para contar algo nuevo. En esta ocasión, Kurt Busiek guioniza la serie entera, limitándose a algo más que coordinarla o que escribir algunas de sus partes, siendo Yildiray Çinar, cuyo dibujo conocimos en la recomendable Iron Man Superior, quien ejecuta las labores de ilustración.

The Marvels, que toma la guerra de Sing-Cong como continuidad oficial (siendo Sing-Cong un trasunto de la Guerra de Vietnam, a la par que de la de Irak, en la que casi todos los orígenes clásicos de Marvel tuvieron lugar, según nos cuenta Historia del Universo Marvel en un encomiable esfuerzo de coordinación y síntesis), cuenta la historia del sobrino del Chapucero, un muchacho que lleva años coleccionando distintos artefactos superheroicos y que ante todo es un entusiasta del mundo de los prodigios en el que le ha tocado vivir.

Este joven Mason sirve como enlace a una intrincada trama en la que el pasado tiene mucho más que ver de lo que parece en un principio. Así, en una sola grapa, vemos cómo la trama salta en no pocas ocasiones a los años cuarenta, con el Escuadrón de Vencedores, o a la época en la que Reed Richards trabajaba en inteligencia militar.

Leer las anteriores obras mencionadas para poder enfrascarse en la lectura de The Marvels no es estrictamente necesario, pero sí recomendable, puesto que todas ellas forman una especie de antología clásico-reciente que expresa el profundo amor que Kurt Busiek siente por Marvel y sus personajes. Con esta serie, el concepto de Marvels se expande mucho más allá de lo que en su día supuso, mejorando las simplemente pasables secuelas que tuvo dicha obra y dando forma a algo nuevo que muy posiblemente pasará a la historia tanto en Marvel en particular, como del cómic superheroico en general.

Quizás este cómic no sea el más apto para lectores neofitos, pero para aquellos cafeteros que vibren con las conexiones que Marvel tiene como universo y que recuerden con cariño el Marvels original de Busiek y Ross, este es, sin duda, el cómic destacado del mes.

No te puedes perder… Pantera Negra de Ta-Nehisi Coates

Y llega ahora el turno de hablar de aquel cómic que, sin ser una novedad específica de este mes, sí que forma parte de una serie abierta cuya lectura no deberíais dejar pasar. Por este apartado han pasado, en el año que llevamos haciendo esta sección que tanto amamos, El Inmortal Hulk de Al Ewing, y Joe Bennett, el Daredevil de Chip Zdarsky y Marco Chechetto y La Patrulla-X de Jonathan Hickman y varios autores, sin olvidarnos del Veneno de Donny Cates y Ryan Stegman.

Cómics todo ellos que, sin duda alguna, están dotados de una calidad innegable, que llevan a sus personajes a algo más que a rellenar el hueco obligado de la colección entre las grapas del mes, que tratan de sacar lo mejor de sus personajes protagonistas, ofreciendo algo nuevo al noveno arte por mucho que estemos ante un género, el superheroico, en el que la reiteración y el eterno retorno de lo mismo están a la orden del día.

En el caso de Pantera Negra, el Rey de Wakanda ha contado con una historia editorial no tan dilatada como la de otros personajes, pero desde luego lo suficientemente larga como para destacar en ella diversas etapas de calado. Así, la serie de Jack Kirby que presentó al personaje en solitario tras su aparición en Los Cuatro Fantásticos, constituye uno de los cómics más recomendables del personaje, sobre todo por el genial manejo que hace de ese pulp en el que todo es posible, en el que el Rey de un país imaginario escondido en medio de la selva africana puede ser también un superhéroe que protege a su pueblo con algo más que el poder institucional.

Don McGregor, el sucesor de Kirby, supo llevar este concepto más allá, con unos cómics que como clásicos no tienen ningún desperdicio. Pero, sin duda, el responsable de dar a conocer a Pantera Negra como el superhéroe que es hoy en día y como un miembro destacado de la comunidad Marvel fue Christopher Priest, quien logró dar un significado al hecho de que T’Challa fuera de raza negra, convirtiéndolo en un luchador por su pueblo, lo que ya era, pero también en un luchador por los derechos del afroamericano medio, aderezado todo ello de una blaxploitation que en aquel momento invadía y enriquecía la cultura estadounidense.

Continuando con nuestro breve viaje a través del tiempo y de la historia de Pantera Negra, debemos sin duda referirnos a la incursión del personaje en el siglo XXI, la cual llegó de la mano de Reginald Hudlin, quien firmó una serie limitada, en principio fuera de continuidad, que pronto se convirtió en la serie regular del personaje, dada la buena salud que mostró en ventas. Aquí, Hudlin rescataba de la etapa de Priest el romance del Rey de Wakanda con Tormenta, haciendo que ambos personajes se dieran el sí quiero, y llevándolos por el mundo como miembros sustitutos de Los Cuatro Fantásticos, sin olvidar la defensa de Wakanda y de su pueblo.

Pues bien, recogiendo todas estas etapas, utilizando elementos de todas ellas y contando algo nuevo con las mismas, llegó el autor Ta-Nehisi Coates, un novelita estadounidense famoso por escribir obras en las que la cuestión racial es la verdadera protagonista, mostrando que queda mucho por hacer y que la labor de Martin Luther King, por valiente y capital que fuera para el pueblo negro, no supuso el fin de su lucha, sino tan solo el principio.

Coates comenzó en 2016 una andadura que termina ahora, en 2021, en un último tomo que este mes sale a la venta en España, y en la que consigue llevar la problemática del Black Lives Matter a algo en principio tan banal y barato (para quienes no conocen este tipo de publicaciones) como el cómic de superhéroes.

En su primer volumen, Coates se centró en Wakanda, poblando sus páginas de personajes secundarios de gran importancia que hacían ver que el ficticio país africano era mucho más que T’Challa, Ororo, Shuri y el resto de la familia real. Y es que, ¿qué hacía que un país como Wakanda, rico en Vibranium, tolerara el poder de un Rey con atribuciones muy superiores a las de cualquier monarca europeo? Coates responde con maestría e ingenio a esta pregunta y somete a T’Challa a la constante y diaria evaluación de un pueblo que lo honora, sí, pero al que el monarca sirve, y no al revés.

Cuando Coates fue consciente de que su historia no daba más de sí en Wakanda, decidió dar el salto a algo que llevaba preparando en algunos números previos y que aparentemente se alejaba de la tónica más social y menos fantástica de su etapa. El Imperio Intergaláctico de Wakanda, una fuerza espacial que muchos años después de la actualidad de Marvel surgía en las estrellas, y que en origen estuvo formado por exploradores Wakandianos, acaparaba el total y absoluto protagonismo en una colección en la que, sorpresivamente, todo parecía discurrir al margen de la actualidad marvelita.

Por supuesto, todo formaba parte de un truco narrativo, el cual, por ser un truco, no ejecutaba mal su magia, y Coates fue capaz de explicarnos que todos los poderes son capaces de corromperse, aunque tengan la mejor de las intenciones, y que siempre existirá un T’Challa que proteja a su pueblo y que una a los desfavorecidos contra el poder que no merece a sus ciudadanos.

De este forma, Coates daba una vuelta de tuerca más a su concepto de la política y la monarquía en un estado moderno y de raza negra, al dejar claro que si los wakandianos tienen una monarquía es porque así lo quieren, y porque hasta el momento les ha funcionado, convirtiéndolos en una potencia mundial próspera y boyante, pero dejando claro que esa monarquía puede caer en cualquier momento, si el regente no atiende sus deberes.

Un cómic superheroico que plantea preguntas muy interesantes sobre el concepto de estado, escrito con un talento que solo podía proceder del que personalmente llamo “el Spike Lee de los cómics”, término que le sienta como anillo al dedo.

¿Que el próximo Superman será negro y el guión de la película estará llevado a cabo por Ta-Nehisi Coates? En Zona Negativa, compramos.

Quién es quién: Los Eternos

Miles de años atrás, las deidades cósmicas conocidas como los Celestiales llegaron al planeta Tierra y manipularon genéticamente la evolución de los primeros homínidos. Producto de sus experimentos surgieron tres especies distintas: el Homo Erectus, que con el tiempo daría origen a la especie humana; el Homo Descendus, la malvada especie Desviante, cuyos miembros se encuentran en permanente mutación y varían de forma radical de uno a otro; y, finalmente, el Homo Immortalis, los Eternos, seres inmortales, inmutables y virtualmente perfectos que defienden a la humanidad de los Desviantes.

Los Eternos son conscientes de sí mismos hasta un nivel molecular, por lo que su mente puede sobrevivir incluso cuando sus cuerpos son destruidos. Gracias a la avanzada tecnología de la Cámara de Activación, los Eternos pueden ser reconstruidos tras cada muerte. Sin embargo, cada veinte o veinticinco mil años, el proceso de resurrección cambia sus cuerpos, modificando su género o su apariencia. En la actualidad, tras la devastación que sufrieron en una guerra fratricida contra sí mismos, los Eternos han regresado de nuevo. Algunos han permanecido iguales, pero otros han cambiado de formas sorprendentes.

Eternos Jamie McKelvie

La llegada de la futura película dedicada a estos personajes les ha devuelto el protagonismo que habían perdido en el Universo Marvel. En estos momentos los Eternos cuentan con una serie regular, la que están realizando Kieron Gillen y Esad Ribić (y sobre la que ya hemos hablado en anteriores entregas de nuestro magazine mensual). Además, Panini ha decidido lanzar este mes de agosto la Colección Los Eternos, que recoge las historias fundacionales de los Homo Immortalis realizadas por su creador, Jack Kirby. Como ayuda para los lectores que quieran iniciarse en cualquiera de las dos cabeceras, en este apartado vamos a hablar sobre algunos de los Eternos más destacados. En la imagen adjunta a cada uno de ellos puede contemplarse tanto su apariencia actual dibujada por Ribić como su aspecto original según los lápices de Kirby.

Ikaris Eternos

Ikaris

Ikaris es uno de los más poderosos de su especie y el más conocido de los Eternos Polares, procedentes de la ciudad oculta de Polaria. Además de las capacidades superiores que comparte con todos los integrantes de su especie, como el vuelo, la superfuerza, la resistencia aumentada, la telepatía y la telequinesis, es un manipulador de energía cósmica de primer nivel. También es uno de los Eternos que más se han comprometido con su tarea de proteger a la especie humana y, de hecho, llegó a enamorarse en el pasado de una mujer humana. Pese a su condición semidivina, Ikaris tiene una mentalidad simple: si ve un enemigo, se lanza al combate; si encuentra un problema, lo soluciona; si un humano está en peligro, lo protege. Por desgracia, ni siquiera Ikaris es infalible.

Ajak Eternos

Ajak

Otro de los Eternos Polares y también el encargado de la comunicación con los Celestiales. Pasó mucho tiempo en América Central, donde los aztecas creyeron que se trataba del dios Quetzalcoatl y los incas se refirieron a él como Tecumotzin. Su última resurrección ha supuesto un cambio sustancial respecto a su apariencia original… y no sólo por el cambio de género.

Sersi Eternos

Sersi

Entre todos los Eternos, Sersi destaca por dos rasgos: su capacidad para transmutar la materia y su personalidad hedonista. Durante la época de la Grecia Clásica fue conocida como Circe, la hechicera que convirtió a los compañeros de Ulises en cerdos y que mantuvo un tórrido romance con el héroe mitológico. El paso de los siglos llevó a Sersi a disfrutar de innumerables placeres humanos y a participar en numerosos hechos históricos. Al comienzo de la era moderna residió en Nueva York, donde llegó a unirse a las filas de los Vengadores. Durante esa época mantuvo un intenso romance con Dane Withman, el Caballero Negro, al que se unió mediante el vínculo psíquico que los Eternos llaman Gann Josin. Pese a todo, su tiempo viviendo entre humanos no ha conseguido que Sersi sea especialmente sensible hacia ellos. Digamos que las cuestiones éticas no están entre sus principales preocupaciones.

Zuras Eternos

Zuras

El Eterno Principal, que gobierna a toda su especie. El padre de Zuras, Kronos, fue el responsable de la destrucción de la antigua capital eterna, Titanos, que se perdió cuando un experimento dedicado a controlar la energía cósmica que da forma a los Eternos se descontroló. Al principio no todo el mundo estuvo de acuerdo con que Zuras sustituyese al desaparecido Kronos en el trono: la negativa de su hermano, A’Lars, produjo un cisma entre los Eternos. El propio A’Lars abandonó la Tierra junto a algunos de sus congéneres para fundar una nueva colonia en Titán, la luna de Saturno, donde se cambió el nombre por Mentor y donde fue padre de dos hijos: Eros (Starfox) y Thanos. Por su parte, Zuras ordenó la construcción de la ciudad secreta de Olimpia, lo que llevó a un conflicto entre los Eternos y los dioses griegos del Olimpo, además de a una cierta enemistad entre Zeus y Zuras.

Thena Eternos

Thena

Inicialmente llamada Azura por ser hija de Zuras, lo cierto es que la relación entre ambos nunca ha sido especialmente buena. No obstante, tomó el nombre de Thena como signo de respeto hacia los dioses olímpicos (por Athena, Atenea) cuando su padre firmó la paz con ellos. Siglos atrás, Thena mantuvo un romance con un Desviante, el señor de la guerra conocido como Kro, que no acabó bien a causa de sus orígenes enfrentados (aunque como producto de su unión nacieron dos bebés híbridos). Desde entonces, se ha sentido fascinada por el cambio constante que caracteriza a los Desviantes, en contraposición con la inmutabilidad de los Eternos.

Makkari Eternos

Makkari

El supervelocista de los Eternos es uno de los representantes de su especie que más contacto ha tenido con los humanos, pues ha influido en distintas culturas a lo largo de los siglos: se hizo pasar por Thoth en el Egipto de los faraones y fue confundido con Hermes en la Grecia Clásica. Incluso llegó a luchar en el bando aliado durante la Segunda Guerra Mundial. Fue compañero de aventuras de Quasar, el Vengador cósmico, durante una larga temporada en el que actuó como un superhéroe más. Su última resurrección ha cambiado su género y el color de su piel, pero no sus ganas de correr.

Duende Eternos

Duende

Aunque los Eternos son conocidos por su nobleza y solemnidad, Duende es un bromista. Durante siglos se dedicó a gastar bromas a los humanos, inspirando a personajes como Puck (el duende de El sueño de una noche de verano de Shakespeare) o Peter Pan. Sin embargo, pasar toda la eternidad con la forma de un niño empezó a convertirse en una condena para él. Tratando de conseguir que los Eternos pudieran crecer, Duende borró los recuerdos de sus compañeros y los desperdigó por el mundo humano para que vivieran vidas humanas, haciéndose pasar él mismo por un actor infantil. Su plan fracasó y, como castigo, Zuras le asesinó. Su posterior resurrección recurrió a una “copia de seguridad” anterior, por lo que, tras renacer en el cuerpo de una jovencita, desconoce los motivos que le llevaron a ser encarcelado en la Exclusión, la prisión de los Eternos.

Kingo Sunen Eternos

Kingo Sunen

El Eterno que decidió aprender el camino del samurái durante los años que pasó en el Japón feudal. Kingo es un experto espadachín y conoce el bushido, pero en tiempos recientes ha descubierto que apenas conoce el resto de la cultura humana… así que se ha puesto manos a la obra.

Gilgamesh el Olvidado Eternos

Gilgamesh, el Olvidado

Hace tres mil años, fue el rey de la antigua Sumeria y se le conoció como Gilgamesh. Siglos después fue compañero de aventuras de Hércules. Luchó en numerosos conflictos e intervino en la historia humana durante siglos sin conocer su auténtica naturaleza como Eterno. De hecho, cuando fue descubierto por sus compañeros se le recibió con desconfianza y se le recluyó, por lo que pasó a ser conocido como el Olvidado. No obstante, participó en diversos actos heroicos y llegó a ser parte de los Vengadores. Pese a todo, sus compañeros Eternos le consideran un rebelde y un agitador, por lo que permanece al margen de los asuntos de Olimpia.

Druig Eternos

Druig

Otro de los Eternos Polares, pero al contrario que sus primos no se caracteriza por su nobleza o su fuerza sino por sus ansias de poder y sus dotes manipulativas. Druig es un experto telépata capaz de alterar mentes o generar ilusiones y ha utilizado ese poder para manipular a otros Eternos como Ikaris en el pasado. Además de ansiar el gobierno de Polaria, Druig desprecia a los Celestiales y el poder que ejercen sobre su especie.

Phastos Eternos

Phastos

Mientras que todos los personajes anteriores debutaron en el primer volumen de la colección de los Eternos de Jack Kirby que se publicó entre 1976 y 1978, Phastos es un personaje más reciente. En concreto, debutó en la segunda serie protagonizada por estos personajes, la de Peter Gillis y Sal Buscema, aparecida entre 1985 y 1986. Como otros Eternos, su nombre proviene de cierta confusión con un dios griego, en este caso Hephaestus o Hefesto. Phastos es el maestro tecnólogo de los Eternos, además del forjador de sus armas y armaduras. Equipado con su martillo, se encarga de conservar la delicada maquinaria Celestial que permite a los Eternos cumplir su cometido. Últimamente Phastos pasa mucho tiempo a solas con la Máquina… quizá demasiado…

Para más información sobre los Eternos, los Desviantes, los Celestiales y toda esta compleja mitología cósmica marvelita, en Zona Negativa publicamos un extenso artículo hace tiempo que merece la pena recuperar.

Hablemos de clásicos

El verano y, especialmente el mes de agosto, es una buena ocasión para hacer repaso de las lecturas realizadas, ponerse al día con las pendientes y recuperar ese tebeo que, cada cierto tiempo, quieres revisitar. El ritmo de la vida se frena o, en el mejor de los casos, se desacelera y, si de paso, te tocan las vacaciones en este octavo mes del año, hay un poco más de tiempo para todo… siempre y cuando no se pretenda hacer todo lo que ha quedado pendiente para el tiempo de asueto, pero me estoy yendo por las ramas.

El caso es que, en esta ocasión, la presente sección de esta publicación colectiva versa sobre la recuperación de los clásicos así pues ¿por qué no aprovechar el rato de lectura que da el estío para acercarse o reencontrarse con ellos? ¿Qué tal si echamos una mirada a esta serie o a aquella historia que siempre está en boca de la afición más veterana? ¿Por qué no arriesgarse y comprobar si aquella aventura que nos fascinó en otros tiempos ha aguantado bien el transcurso del tiempo? La profusión de reediciones, publicadas a través de diversos formatos, es una buena ocasión para hacer todo ello, si bien no va a ser el continente, sino el contenido de lo que se va a hablar en esta ocasión. Hecha esta aclaración, vamos con los clásicos.

La primera recomendación viene de la mano de Jack Kirby y no es otra que la primera aparición de los Eternos. Ahora que se van viendo, aquí y allá, avances de la próxima película protagonizada por este grupo de personajes, toca echar una mirada al pasado y viajar medio siglo, para rememorar el origen de unos conceptos que, sin resultar exitosos, sí han influido profundamente en el devenir del universo marveliano desde entonces.

A mediados de los setenta del siglo pasado, Jack Kirby retornaba a la casa de las ideas, después de una infructuosa estancia en el seno de la distinguida competencia. Atrás había dejado, no obstante, muestras de su talento, en la forma de los Nuevos Dioses, cuya influencia en el multiverso deceero está fuera de todo cuestionamiento. Sería, sin embargo en la serie protagonizada por los Eternos que el autor desarrollaría en toda su esplendor la idea de dos colectivos súper-poderosos enfrentados en una guerra iniciada en los albores de la creación. El rey proponía con Eternals una premisa que bebía directamente de una fuente tan particular como las divertidas tesis del hotelero suizo Erich von Däniken. Este singular personaje, bien popular en los entornos de corte para-anormal, ha mantenido siempre la idea del influjo extraterrestre en la historia de la humanidad, con libros como Recuerdos del futuro o ¿Carros de los dioses? Sus teorías son encuadrables en el ámbito de las pseudociencias más disparatadas, pero, hay que reconocerlo, sirvió de inspiración a obras de ficción bastante interesantes, como la serie televisiva Galáctica: Estrella de Combate -a la que debemos la más oscura versión de 2003- y, en lo que a Marvel Comics se refiere, el concepto de los Celestiales.

Colección Los Eternos El Día de los Dioses

Cuando Kirby inició aquella nueva serie, decidió prescindir de sus creaciones precedentes y arrostrar con unos personajes y unos conceptos totalmente nuevos que tomaban como premisa muchas de las ideas que rulaban en el maguferío sub-sector platillista: la evolución humana había sido objeto de experimentación y manipulación por parte de seres extraterrestres súper-poderosos. La idea no era nueva, por cuanto ya había echado mano de un argumento semejante con la creación de los Inhumanos -surgidos como consecuencia de las acciones del Imperio Kree, en su guerra fría con su contrapartida Skrull-. Sin embargo, aquí la premisa tomó dimensiones de corte cósmico -y nunca mejor dicho- porque los científicos alienígenas eran seres de enorme poder y naturaleza completamente ajena a la humanidad. El todopoderoso Galactus tenía comportamientos que podríamos asimilar a una deidad antropomórfica, pero, en este caso, los Celestiales eran seres sin rostro ni voz. Otra muestra más del talento de maese Kirby. Estos dioses estelares con forma de traje de cosmonauta -otro préstamo de las interpretaciones de von Dänicken– experimentaron con la humanidad y crearon dos sub-ramas dentro de la evolución: los inalterables Eternos y los mutables Desviantes que, prontamente, se enzarzaron en una guerra milenaria. En la mente de Kirby, detrás de cada mito, leyenda o descubrimiento estaba algún representante de estas otras humanidades. El hecho de que a Kro, el jefe desviante, se le presentara con aspecto demoniaco o que los líderes de los Eternos tuvieran nombres muy parecidos a los de las deidades helénicas -Zuras, Thena, Ajak, Makkari…- eran pistas más que evidentes. Desgraciadamente, esta segunda etapa de Kirby en Marvel no resultó tan exitosa como la primera, si bien hay que reconocer que casi todos sus trabajos son considerados como obras de culto, con todo lo que ello supone. Para lo que aquí interesa, baste decir que, con la cancelación de la primera cabecera eterna, las historias que don Jack tenía en su magín no se desarrollaron, quedando muchas tramas inconclusas. Poco después, dos de los arquitectos de la Casa de las Ideas, Roy Thomas y Mark Gruenwald, elaborarían una larga saga en la colección de Thor, para atar esos cabos sueltos e incorporar a Eternos y Desviantes a la continuidad de la línea principal. Atrás quedaron unos tebeos en los que Kirby demostró, una vez más, su gran capacidad para la espectacularidad en los diseños, la grandiosidad en los escenarios y la épica en sus historias.

Celestiales, Eternos y Desviantes fueron, desde entonces, parte del paisaje y el paisanaje de la Casa de las Ideas. Siguiendo la premisa establecida por su creador, sirvieron para explicar las causas del hundimiento de los continentes perdidos de Atlántida y Lemuria, durante una de las visitas de control de los científicos estelares, para determinar cómo se desarrollaba su experimento. A finales de los ochenta, cuando Marvel empezó a dedicar los especiales anuales a una única historia, se publicó la aventura Atlantis ataca, en la que se mezclaban el Hombre Submarino y los conflictos entre Eternos y Desviantes. Con el fin de ilustrar a la audiencia en lo referente a los antecedentes de la historia, Peter Sanderson y Mark Bagley se encargaron de narrar cronológicamente las causas de la historia principal, relacionando a los dioses primigenios marvelianos -los terrores lovecraftianos pasados por la batidora de la editorial- con el conflicto entre Eternos y Desviantes e incluyendo, de paso, a los bizarros reyes bárbaros Kull de Valusia y Conan de Aquilonia. En aquellos días, los personajes surgidos de la mente del estadounidense Robert E. Howard formaban parte del Universo Marvel, de una forma más íntima que otras creaciones ajenas, aunque no tanto como puede verse en la actualidad. Las ficciones inspiradas en las pseudociencias se daban la mano con las adaptaciones comiqueras provenientes de las novelas de a duro. En ambos casos, las versiones de tebeo no sólo estuvieron a la altura de la fuente de inspiración, sino que, en uno de los casos, la superaron ampliamente.

Biblioteca Conan La Espada Salvaje de Conan 9

En el caso de Conan de Cimmeria, la labor de re-edición abordada por Panini en 2019, es otra buena ocasión para echar una mirada a los inicios de la escudería bárbara en Marvel y comparar cuál de las tres versiones en cómic de las historias del más popular de los personajes creados por Howard.

Las historias clásicas de Conan y de los Eternos nos prometen una historia que no fue, más allá de las fértiles mentes de sus creadores y que se han convertido, a su vez, en parte de aquello que hizo grandes los comics de corte súper-heroico.

Otras reediciones

Marvel Integral. Capitán América. La Leyenda Vive de Nuevo

El Capitán América de Ed Brubaker es una de esas etapas del personaje imprescindibles para cualquiera de sus fans, e incluso diría que para cualquier amante de los cómics, sean estos del tipo que sean. Redefiniendo al personaje para un nuevo siglo en un thriller político y de espionaje que atrajo las miradas de todo el medio y rompió moldes en cuanto a calidad, Brubaker llevó al personaje a un nuevo estatus jamás imaginado, dando entre otras cosas una renovada vida a Bucky Barnes, quien volvía de entre los muertos como el Soldado de Invierno.

Al tiempo de la película en la que dicho personaje aparecía por primera vez, 2013, Panini Cómics comenzó a recopilar la larga etapa de Brubaker al frente del personaje. Sin embargo, hacía ya mucho, mucho tiempo, unos cinco años, que no llegaba la esperada continuación en formato Marvel Integral (sí que tenemos disponible la etapa entera en Marvel Deluxe) y por fin está aquí.

Tras la muerte del Centinela de la Libertad y su sustitución por un Bucky que busca la redención, llega el obligado regreso del portador original del escudo estrellado. Es una saga que no podrás olvidar si es la primera vez que la lees y que necesitas releer si no lo es.

Un imprescindible para este mes de sol y playa, aunque nos ocupe mucho espacio en la maleta.

Sepadarador Magazine Marvel

Aquellas maravillosas novedades

Sabemos lo que estás pensando: “todo esto de repasar las novedades de agosto y acompañarlas con textos de opinión, artículos y demás está muy bien, pero a mí no me interesa ninguno de estos lanzamientos porque estoy convencido de que hace muchos años que no se publica un solo tebeo bueno”. Si vives en el pasado y miras por encima del hombro a todo lo que se publica en el presente, ¡esta es tu sección! Aquí nos dedicamos a saltar hacia atrás en el tiempo, repasando las novedades de años anteriores y haciendo chistes malos sobre ellas. ¡Acompáñanos en esta nueva entrega veraniega! ¿Recuerdas lo que pasó…?

¿… hace un año? En agosto de 2020, el número 101 de Patrulla-X nos ofreció el Giant-Size X-Men: Jean Grey + Emma Frost USA. Los editores mutantes encontraron la manera de recuperar el formato Giant-Size para sacarnos unos eurillos de más con unas historias que bien se podrían haber contado en las series regulares, pero como todos estábamos fascinados por lo que estaba haciendo entonces Jonathan Hickman se lo perdonamos. Este número era un auténtico viaje lisérgico en el que Jean y Emma se adentraban en la mente de Tormenta y visitaban su paisaje mental, poblado por elementos crípticos y… un momento, ¿no habíamos leído ya esta historia? ¿Esto no es exactamente lo mismo que pasó en aquel número mudo de Grant Morrison y Frank Quitely pero cambiando a Xavier por Ororo? Vale que este tebeo estaba increíblemente bien dibujado por Russell Dauterman, pero… Jonathan, colega, podrías haberte cortado un poco, ¿no? Que una cosa es inspirarse en una historia pasada y otra fusilarla sin pudor.

¿… hace cinco años? En agosto de 2016 nos llegó el número 118 de El Asombroso Spiderman, que no sería digno de recuerdo de no ser porque se publicó antes que el 117. El retraso en la publicación de la serie americana afectó al número de Panini, que nos compensó adelantando este tomito en el que, en lugar de recogerse los habituales números de la colección principal arácnida, se recopilaba el principio de la serie de Joe Kelly y Ed McGuinness en la que Spiderman y Masacre compartían protagonismo. La colección no era especialmente mala, pero tampoco especialmente buena… ¡y aún así llegó hasta las cincuenta entregas! ¡Asombroso! Entonces estábamos más que acostumbrados a que nos colasen un montón de material irrelevante en el tomo mensual del trepamuros y, de hecho, nos colaron más de la mitad de esta serie de Spiderman y Masacre sin pensárselo dos veces. Lo bueno de que hoy el tomito mensual se haya convertido en grapa mensual es que ya no nos la pueden jugar así: ahora al menos se lo tienen que currar un poco más para colárnosla.

¿… hace diez años? En agosto de 2011, el tercer volumen de Astonishing X-Men nos ofreció la conclusión de Xenogénesis, un arco que reunió a Warren “mejor hacemos como que ya no nos acordamos de él” Ellis con Kaare “ostras, qué raro dibuja este señor” Andrews. La colección venía dando tumbos desde el final de la celebrada etapa de Joss Whedon y John Cassaday, cambiando de dibujante en cada arco hasta que llegó Andrews, con su Reina Blanca de imposibles proporciones (inolvidable aquella portada en la que un bebé mutante le vomitaba en su generoso escote o aquella otra en la que se… ¿comía un filete?… mientras Cíclope le hacía de caballito) y su Bestia, que se parecía más a la mascota de los pastelitos Tigretón que a nuestro Hank McCoy. En fin, aquellos fueron unos tebeos muy raros, con los Hombres-X convertidos en niñeras de unos extraños bebés africanos, un montón de conceptos extraños de ciencia ficción y un sentido del humor que… bueno, hoy nos da un poco de vergüenza ajena.

¿… hace veinte años? En agosto de 2001 las primeras Bibliotecas Marvel llegaban a su fin. Biblioteca Marvel: Los Vengadores y Biblioteca Marvel: Los 4 Fantásticos cerraban tras treinta y dos entregas cada una. En total se publicaron más de doscientos números USA de cada una de estas series… todos ellos en formato reducido y en blanco y negro. ¡No, perdón! ¡Queríamos decir en “glorioso blanco y negro”! Durante aquellos años las ediciones de clásicos eran escasas y tenían poca aceptación. De hecho, fueron estas Bibliotecas Marvel las que nos devolvieron la esperanza de poder ver publicadas muchas historias clásicas. Eso sí, a cambio nos tuvimos que comer el “glorioso blanco y negro”. Que sí, que los materiales americanos de los que disponían estaban regular y que así era más barato publicar, pero qué bien nos engañ… ejem, qué bien nos convencieron para que pensásemos que el hecho de quitar el color le añadía algún valor a la obra en lugar de restárselo. Que luego las Bibliotecas Marvel hicieron más bien que mal… pues seguramente, no lo discutimos, pero nosotros seguimos llevando clavada la espinita de aquel “glorioso blanco y negro”.

¿… hace la tira de años, en un mes de agosto como este? En agosto de 1994, hace exactamente veintisiete años, nos llegó el número 25 de X-Men, recordado por ser la historia en la que Magneto se ponía serio al fin y le arrancaba el adamantium de los huesos a Lobezno. Este número empezaba con Magneto toqueteando la magnetosfera terrestre y obligando a Xavier a organizar un ataque contra el Asteroide M. El bueno de Charles se acordaba entonces de que tenía guardado en el armario un exoesqueleto Shi’ar con el que podía andar, pero que no había utilizado hasta ahora porque… bueno, porque andar cansa mucho pudiendo ir sentado en una fantástica silla voladora. Al final la Patrulla-X viajaba al espacio y se peleaba con Magneto, resultando en la pérdida del adamantium de Lobi y el posterior enfado del Profesor X, que le borraba la mente a su viejo amigo en un arrebato de ira (lo cual tuvo su miga años después: ¿te acuerdas de Onslaught?). Lo cierto es que aquel número funcionaba a base de golpes de efecto. Los editores debieron reunirse para pensar qué podían hacer para impactar a los lectores tras la marcha de Jim Lee y Rob Liefeld de la franquicia. ¿Por qué no arrancarle el adamantium a Lobezno? ¿Por qué no dejar catatónico a Magnus? Sería una historia simplona construida a base de golpes de efecto, pero… uf, la estamos recordando ahora y se nos están poniendo los pelillos de punta. Los mutantes noventeros eran terribles, pero son nuestra gran debilidad. ¡Nadie es perfecto!

Magazine Marvel Aquellas Maravillosas Novedades agosto 2021



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares