Javier Vázquez Delgado recomienda: Yamada y el chico, de MITA Ori

Edición original: Yamada to shonen (山田と少年), France Shoin, 2015.
Edición nacional/España: Yamada y el chico, Editorial Kodai, 2021.
Guion: MITA Ori.
Dibujo: MITA Ori.
Traducción: Maite Medinabeitia.
Demografía y género: BL, drama, humor, romanticismo.
Formato: Rústica, sobrecubierta, B6 (130×180 mm) sentido de lectura japonés, tomo único, 230 páginas, 9€.

Encontrar el amor cuando menos te lo esperas

Tras el éxito de Our dining table, el primer título de MITA Ori publicado por esta editorial, nos llega este historia que sigue la estela de la anterior y que bien seguro que nos hará pasar un buen rato a medida que vayamos leyendo sus páginas. En esta obra se nos presenta unos personajes, que bien nos puede recordar a los de su anterior obra. En este caso, la reiteración de los protagonistas nos hace revivir las grandes obras de amor que ya hemos visto anterormente. ¿Podemos decir que MITA Ori es repetitiva? A simple vista podemos pensar que así es. Yamada puede ser una reinvención del joven Yukata y Chihiro el alter ego de Tane, ya que cada uno de ellos presentan muchas similitudes. Podemos decir que Yukata presenta las mismas dudas que Yamada sobre si la relación con su nueva pareja llegará a buen puerto.

Eso sí, tanto Tane como Chihiro, en ciertos aspectos, muestran notables diferencias. Chihiro es consciente de su homosexualidad, sabe que le gustan los chicos, así que sus mayores inquietudes se centran en si será o no correspondido. De esta forma, sería dentro del binomio de las relaciones entre chicos el uke, el pasivo, a su vez personaje feminizado, no en aparencia o formas de vestir, sino en personalidad, ya que su carácter dubitativo y emotivo provocan que Yamada le vea en cierta forma como una chica con las que él había salido en el pasado.

Por lo tanto, Yamada correspondería al seme, el activo, bastante protector con Chihiro pero a su vez también muestra cierta debilidad al no tener claro su relación con el estudiante. Yamada, aún con una personalidad mucho más fuerte y madura, no sabe como reaccionar ni que hacer cuando la noche de Navidad se encuentra a Chihiro con una buena cogorza y durmiendo en el parque. Esa primera noche en que la pasan juntos empiezan las dudas de Yamada sobre su orientación sexual que le harán tambalearse y cuestionarse su forma de vivir la vida al empezar a poner en cuestión su heterosexualidad. En cambio, Chihiro es todo lo contrario, se ha aceptado completamente pero lo que le hace sufrir es todo lo relacionado con su mala suerte en el amor. Precisamente, en Nochevieja se vuelven a encontrar y Yamada le dice que el año que está por empezar le traerá suerte en el amor y encontrará un buen chico. Poco sospechaba que ese buen chico sería él y que empezará a enamorarse del joven hasta tal punto de covertirse en su nueva pareja. En cambio, Chihiro le cuesta aceptar que Yamada sea su nueva pareja al considerar que él no se merece tener alguién como Yamada como su nueva pareja. Siempre ha pensado que tiene mala suerte en el amor y acaba sufriendo por los continuos rechazos.

A medida que va conociéndole, se da cuenta que ambos han acabado enamorándose y que lo único que pueden hacer es salir juntos. En este momento, Yamada se convierte en el ingenuo, ya que no sabe por donde navega. Hasta este momento solo había salido con chicas y no sabe llevar una relación sentimental con otra persona de su mismo sexo. De esta forma, Chihiro, se convierte en la voz de la experiencia y el que tendrá que tener paciencia para que Yamada se sienta cómodo con la relación, que por cierto, no le cuesta demasiado.

La relación entre ambos va avanzando poco a poco y acaban por celebrar San Valentín y el White Day, hasta que se dan cuenta que no pueden vivir el uno sin el otro y ambos, por fin, acaban pasando lo noche juntos, momento en el que Yamada se da cuenta que Chihiro se desenvuelvo mucho mejor en la cama que él mismo. Son en estos mmomentos en los cuales MITA Ori nos muestra su sentido del humor al poner a ambos personajes en cierto tipo de tesituras que acaban por hacerles pasar un mal rato. Además, la autora se explaya con su estilo de dibujo y es capaz de mostrar sin ningún tipo de pudor todo tipo de expresiones, dependiento, en todo caso, de las situaciones que ambos están viviendo.

Yamada y el chico es una obra que sigue la estela de Our dining table y ello no hace más que maravillarnos por la facilidad que tiene en crear historias sencillas donde refleja diferentes estados anímicos y situaciones que puede que nos hagan identificar con los dos personajes. No obstante, también es importantisima la labor de Maite Medinabeitia que ha sido capaz de adaptar a la perfección los diálogos y el estilo de MITA Ori para mantener toda la frescura y el humor que desprende la edición en japonés.

¿Vale la pena adquirir este título? Absolutamente sí, es un titulo que los lectores y seguidores del BL encontrarán una obra que les encantará por su forma de ver el mundo en el que viven y el pensar que todos los problemas y escollos que puedan encontrar en su camino acabarán por arreglarse y que no vale la pena preocuparse por lo que aún no ha sucedido ya que todo acabará por solucionarse.

Lo mejor

• El humor que desprende su lectura.
• La expresividad de los personajes.
• La edición y la relación calidad-precio.

Lo peor

• Los personajes son arquetipos de este tipo de mangas.
• Los personajes son previsibles.
• La historia se queda corta.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares