Javier Vázquez Delgado recomienda: Las Tortugas Ninja 4, de Kevin Eastman, Tom Waltz y Ben Bates

Edición original: Teenage Mutant Ninja Turtles núms. 17-20 USA, TMNT Villains Micro-Series núm. 1: Krang, TMNT Micro-Series núm. 2: Baxter, TMNT: The Secret History of the Foot Clan núms. 1-4 USA (IDW Publishing, 2012)
Edición nacional/España: Las Tortugas Ninja Vol. 04 (ECC Cómics, 2021)
Guion: Kevin Eastman, Tom Waltz, Joshua Williamson, Erik Burnham, Mateus Santolouco
Dibujo: Ben Bates, Mike Henderson, Andy Kuhn, Mateus Satolouco
Color: Ronda Patisson, Ian Herring, John Rauch, Joao “Azeitona” Vieira
Formato: Rústica. 248 páginas. 23,95 €

Pizzas interdimensionales

Las Tortugas Ninja Vol. 04

Que solo 4 de los 10 números que incluye este cuarto tomo de Las Tortugas Ninja de IDW correspondan a la serie principal es una muestra más de las muchas miniseries y números individuales que fueron acompañando a la publicación de este reinicio de los personajesa en su edición original. Además, se hace evidente una vez más que el formato elegido por ECC para publicar la serie en el mercado español, basado en la Ultimate Collection estadounidense, es posiblemente la mejor de las opciones que había disponibles.

La situación de la que partimos para estos cuatro números es la de unas Tortugas que han pasado por muchos baches últimamente. A cada número, nuevas amenazas se han abierto ante ellos; y por mucho que hayan podido superarlas, lo cierto es que su dureza y constancia han acabado haciendo mella en ellos. La moral anda en horas bajas porque se han dado cuenta de que su naturaleza de Tortugas Ninja los condena a una existencia de peligros entre las sombras. El encuentro final del tomo anterior los dejó especialmente tocados: por primera vez, se vieron obligados a acabar con la vida de un ser carente de culpa para protegerse a sí mismos. Y, por si fuera poco, el amigo pizzero de Michelangelo le ha dejado una carta en la que dice que prefiere distanciarse tanto de él como de su familia para no seguir poniéndose en riesgo. Puede parecer un detalle divertido sin más, pero este último evento ejemplifica a la perfección el estado que atraviesan nuestros caparazónicos amigos al comienzo del tomo.

Pero ni en sus horas más bajas pueden las Tortugas tomarse un descanso para aclarar la mente. Justo cuando el maestro Astilla pretende hablar con todos ellos para guiarlos en su pesar, April le ofrece la oportunidad de quedar con un científico que quizá posea información muy jugosa sobre la misma organización malvada de la que las propias Tortugas nacieron. Es en mitad de esa misión cuando este tomo se desmarca radicalmente de lo que habíamos visto hasta ahora. De pronto, unos curiosos seres aparecen de un portal interdimensional para llevarse al científico del que pretendían extraer información. La Tortugas se enzarzan en un confuso combate para evitar que se lleven al científico, pero, en un intento de huida de sus captores ante la agresiva negativa de las Tortugas a que eso ocurra, estas acaban siendo teletransportadas a otra dimensión junto a ellos. Cuando llegan a esa dimensión, se nos detalla con más precisión aquello que ya sabrían quienes leyeran el número especial de Fugitoid que contenía el anterior tomo. En cualquier caso, se repite toda la información básica para que el lector esté situado aunque haya decidido leer solo los números de la serie principal.

Las Tortugas han ido a parar a otro planeta, a otra dimensión. Quien creían que era un científico humano normal y corriente es en realidad un ser de dicha dimensión cuya mente acabó atrapada en el cuerpo de un robot cambiaformas en un intento fallido de salvar a su familia. ¿Para salvarla de quién? Pues de Krang. Sin quitarle ni mucho menos el papel de malo malísimo absoluto a Shredder, se nota que Krang está pensado como sustituto que cumpla la función de villano principal durante estas primeras etapas de la serie. Esto, sin embargo, no es un punto negativo. Krang no da la impresión de ser un villano de relleno o minimizado a la espera de que lleguen amenazas más serias, sino que es un personaje bien construido que da lugar a muchas y variadas posibilidades narrativas mientras el Clan del Pie se prepara entre las sombras, como si del propio Thanos del “TCU” (Turtles Comic Universe) se tratara.

Como iba diciendo, no hay mejor muestra de esas posibilidades narrativas que acabo de mencionar que el propio tomo al que se dedica esta reseña. En otro planeta y otra dimensión, las Tortugas decidirán unirse a la resistencia que lucha contra el reinado de terror que Krang ha implantado por aquellos lares. En su intento de convertirse en amo y señor de todo cuanto existe en esa dimensión, el militarizado y sin escrúpulos enfoque del villano ha acabado por dejar casi extinta a su propia raza. Aunque parezca no haber esperanza, todavía quedan unos pocos dispuestos a oponerse: se hacen llamar La Resistencia, están comandados por la familia real y son los mismos seres curiosos que intentaron secuestrar al científico androide a través del portal interdimensional que también se acaba llevando a las Tortugas. Y como bien sabrá cualquier seguidor, a estos verdes personajillos les encanta irse de rave; sobre todo si la discoteca en la que acaban tiene por música los cánticos de una guerra y por luces los destellos de pistolas láser. Solo falta la pizza interdimensional.

Aparte de los cuatro números de la serie principal, en este tomo se incluyen dos números dedicados a explicarnos los orígenes de dos villanos: Krang y el doctor Baxter Stockman. Lo primero que llama la atención de estos dos números es que tienen una cantidad notablemente inferior de texto por cada página. Ya os he hablado en reseñas anteriores de la tendencia que presenta el guionista de la serie principal de las Tortugas, Tom Waltz, a la hora de recargar todas sus páginas con una densidad de palabras impropia de la narrativa secuencial de hoy en día. Por ello, es inmediatamente notable cuando empezamos a leer cualquiera de estas dos historias independientes que los guionistas encargados de realizarlas son otros. Más concretamente, Joshua Williamson se encarga de la de Krang y Erik Burnham de la de Baxter. Nada mal, oye.

Por último, este tomo incluye cuatro números de una miniserie dedicada a explicar el origen del Clan del Pie. Estos cuatro números están guionizados por Erik Burnham y Mateus Santolouco. Personalmente, aunque los eventos que narran son de interés para el universo de las Tortugas de IDW en general, la forma en la que se narran me ha resultado muy tediosa, incluso soporífera. Las páginas parecen volver a recargarse de texto como si Tom Waltz hubiera vuelto a los guiones, solo que sin la gracia característica con la que Waltz consigue que sus bocadillos de 5 pisos no se hagan bola. Al menos merece ser destacado el apartado artístico que ofrece el propio Mateus Santolouco, sin duda la parte que más he disfrutado de la miniserie.

En conclusión, este cuarto tomo de Las Tortugas Ninja de IDW es, posiblemente, el más distinto y variado hasta la fecha. Del mismo modo, también es el que menos me ha gustado. Por suerte, eso sí, parece que este nuevo universo de las Tortugas nunca deja caer el nivel de forma demasiado drástica y se mantiene en todo momento como una serie entretenida que te invita a seguir leyendo.

Lo mejor

• La variedad de tramas que ofrece este tomo.
• Se cuenta un origen para dos de los villanos de la serie que aporta profundidad a sus personajes.
• El dibujo de Mateus Santolouco en la miniserie del origen del Clan del Pie…

Lo peor

• … Que no es capaz de compensar lo pesado que puede hacerse su guion.
• Es un tomo más descafeinado que los demás.
Tom Waltz sigue empeñado en ahogarnos entre montañas de texto.



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