Javier Vázquez Delgado recomienda: Nestor Burma. Integral, de Léo Malet y Jacques Tardi
Edición original: Nestor Burma (Éditions Casterman. Noviembre, 2019)
Edición nacional/España: Nestor Burma. Edición integral. Norma Editorial. Diciembre, 2020
Guion: Léo Malet, Jacques Tardi
Dibujo: Jacques Tardi
Traducción: Raúl Martínez
Formato: Cartoné. 416 páginas. 35€
El discreto encanto de encontrarse cadáveres continuamente
“- Detective… ¡Así que este oficio existe!
– Sí, sí. Como la señora de los lavabos o fontanero o mariscal de campo…”
No concibo mejor manera de superar la angustia por el regreso vacacional que sumergirse en la lectura de grandes cómics. Es por esto por lo que, desde aquí, queremos recomendaros algunas obras importantes que puedan paliar la nostalgia de este verano que nos está abandonando sin remedio.
Nestor Burma de Léo Malet y Jacques Tardi es, sin ningún género de duda, una maravillosa opción. El recopilatorio que Norma Editorial publicó, a finales del 2020, con la etapa inicial de la serie supone una gran oportunidad para adentrarse en un clásico del polar trasladado majestuosamente al lenguaje de la historieta.
El escritor francés Léo Malet decidió embarcar a su personaje Nestor Burma, que desde 1943 venía protagonizando algunos de sus casos criminales, en una serie de aventuras que tituló genéricamente Les Nouveaux Mystères de Paris, donde el detective y su inseparable ayudante, la secretaria Hélène Chatelain, resuelven quince casos, cada uno ubicado en un distrito (arrondissement) distinto de la capital francesa. No son todas las historias de Nestor Burma pero sí que constituyen el núcleo central de su trayectoria.
Y a principios de la década de los ochenta, el artista francés Jacques Tardi decide trasladar a la bande dessinée la novela Brouillard au pont de Tolbiac de Malet y así poder centrarse en la adaptación, en la documentación y en la realización gráfica, olvidándose de los problemáticos mecanismos argumentales que le atormentaban a la hora de concebir un nuevo relato. El resultado de todo ello empezó a publicarse de manera seriada a partir de 1981 en la revista mensual (À Suivre) y se recopiló en un álbum en 1982, publicado por la editorial Casterman.
Es evidente que el universo vital del escritor anarquista coincide en muchos aspectos con la visión que tiene del mundo el creador de Adèle Blanc-Sec y que la comunión entre estos dos autores se preveía, ya desde el principio, como fructífera y enriquecedora.
Léo Malet (1909-1996) nació en Montpellier. Es considerado unánimemente como el fundador de la novela negra francesa y su personaje más conocido y reconocido, el cínico pero voluntarioso Nestor Burma, como el primer detective del polar.
Su infancia transcurre en Montpellier, donde es adoptado por sus abuelos ya que sus padres y su hermano menor mueren de tuberculosis cuando Léo contaba con tan solo tres años. Desde adolescente siente el impulso de la acción política y se une al grupo libertario de Montpellier donde se mostrará muy activo ayudando a vender periódicos, en la distribución de folletos y colgando carteles, acciones que le granjearán la amistad del poeta anarquista André Colomer. En 1925 se muda a Paris donde Colomer le acoge inicialmente, donde sigue colaborando con el entorno anarquista y donde empieza su carrera como chansonnier para el cabaret La Vache enragée. Paralelamente ejerce numerosos trabajos esporádicos como oficinista, albañil, periodista ocasional o empaquetador.
En 1927 vuelve a Montpellier y allí se presenta, pese a ser todavía menor de edad, como candidato a las elecciones legislativas francesas en una opción antiparlamentaria. No sale elegido. Al año siguiente regresa a Paris y allí se une con Paulette Doucet que será su compañera hasta su muerte en 1981.
A principios de la década de los treinta se introduce en el movimiento surrealista, conoce a André Breton y publica un poemario titulado Ne pas voir plus loin que le bout de son sexe (1936). Como consecuencia de su asociación con los surrealistas, el escritor se acerca al trotskismo, una alianza que le acarreara problemas con la ley.
Durante este período, Malet regentaba un puesto de venta de periódicos en la esquina de las calles Sainte-Anne y los Petits-Champs en Paris. Una ubicación que elegirá para situar la oficina de Nestor Burma en sus posteriores novelas y una ocupación que le permitirá conocer el pulso de la calle, vivir las vivencias cotidianas de los parisinos y sus visitantes.
Al empezar la Segunda Guerra Mundial, es detenido acusado de participar en un complot contra la República y es recluido en la prisión de Rennes, más tarde lo trasladan al campo de concentración de Sandbostel, en Alemania donde permanecerá hasta 1941.
Una vez liberado empieza a escribir por encargo varios relatos policiacos, inspirado por la obra de Dashiell Hammett o Ernest Hemingway. En 1941 publica Johnny Metal con el pseudónimo de Frank Harding y el año siguiente La Mort de Jim Licking, que firma como Leo Latimer.
La primera novela con Nestor Burma de protagonista la publica en 1943 con el título de 120, rue de la Gare que obtiene un éxito bastante remarcable pese al rechazo inicial de algunos editores. Con su serie de Nestor Burma el escritor francés inaugura una fórmula de éxito que se aparta de la imitación de las novelas norteamericanas y se centra en describir la realidad francesa de su época. Malet potencia lo particular para alcanzar lo universal. Tras esta primera entrega se suceden las historias de Burma que alterna con otras más convencionales e incluso con relatos de espadachines, bajo varios pseudónimos.
En 1954 empieza la serie de novelas titulada Les Nouveaux Mystères de Paris donde embarca a su detective favorito en varios casos ambientados cada uno en un distrito diferente de la capital francesa.
En 1962 escribe para el semanario Telé 7 jours una novela por entregas que se tituló inicialmente 6/35 contre 819 que más tarde recibirá en nombre de Nestor Burma en direct y en 1965 firma un contrato con la editorial Fleuve Noir que le publicará siete novelas hasta 1972. En 1984 obtiene el Grand prix Paul-Féval de literatura popular. Cuatro años más tarde publica su autobiografía que titula La Vache enragée como el antiguo cabaret donde empezó su carrera literaria.
Léo Malet muere en marzo de 1996 en Châtillon-sous-Bagneux, al sudoeste de París.
Durante su carrera diversos pseudónimos como Frank Harding, Leo Latimer, Lionel Doucet, Jean de Selneuves, Noël Letam, Omer Refreger, Louis Refreger…
Por su parte, Jacques Tardi (1946) nació en la localidad francesa de Valence.
Estudia en la facultad de Bellas Artes de Lyon y en L’École des Arts Décoratifs de París.
Debuta en el mundo de la bande dessinée en 1970 cuando ilustra algunos relatos cortos con guiones de Jean Giraud o Serge de Beketch que se publican en la revista Pilote. Ya en 1972 publica su primera historia larga titulada Rumeurs sur le Rouergue con guion de Pierre Christin, que se serializa en la misma revista y que, en 1976, será publicada en álbum por Futuropolis. Le siguen otras obras como Le démon des glaces (1974), La véritable histoire du soldat inconnu (1974) o Polonius (1976), esta con guion de Picaret. También en Pilote publica Adieu Brindavoine, escrita y dibujada en solitario. Paralelamente colabora para diversos periódicos y revistas de comics como Libération, Charlie Mensuel, L’Écho des savanes, Ah! Nana y Métal Hurlant, entre otros.
Es en 1976, también, cuando Jacques Tardi empieza a publicar su serie más conocida titulada Les aventures extraordinaires d’Adèle Blanc-Sec (1976-2007) de la que llegará a realizar nueve álbumes, todos editados por Casterman. En 1978 publica en (À Suivre) la obra Içi Même con guion de Jean-Claude Forest, el creador de Barbarella, cuyo álbum se publica un año más tarde y también el magnífico polar titulado Griffu (1978), con guion de Jean-Patrick Manchette y que edita Éditions du Square.
En la misma revista, en (À Suivre), empieza a publicar su primer título de los casos de Nestor Burma, donde Tardi adapta algunas novelas del escritor Léo Malet. En total entrega cuatro relatos, entre 1982 y el 2000, además de realizar en solitario Une gueule de bois en plomb/Una resaca de cuidado (1990), una obra en color basada en los personajes de Malet. Con otro escritor, Benjamin Legrand, publica Tueur de cafards/El exterminador de cucarachas (1984) que edita Casterman.
A principios de la década de los noventa emprende el reto de ilustrar las obras capitales de Louis-Ferdinand Céline para las editoriales Futuropolis y Gallimard.
En 1993 publica una de sus obras más importantes titulada C’était la guerre des tranchées/La guerra de las trincheras que describe con inusitada lucidez los horrores de la Primera Guerra Mundial. Su publicación corre a cargo de Casterman.
Le Der des Ders (1997) con Didier Daeninckx, para Casterman; Varlot soldat (1999) también con Daeninckx para L’Association y La Débauche (2000) con Daniel Pennac para Futuropolis, son las obras con las que despide el siglo XX.
Con el nuevo siglo empieza una nueva serie histórica titulada Le Cri du peuple/El grito del pueblo (2001-2004) que adapta en cuatro volúmenes la novela homónima de Jean Vautrin. Le siguen varias adaptaciones de novelas negras contemporáneas como Le petit bleu de la côte ouest (2005) de Jean-Patrick Manchette, publicada por Les Humanoïdes Associés; Le secret de l’étrangleur (2006) de Pierre Siniac por Casterman; La position du tireur couché (2010) y Ô dingos, ô châteaux! (2011), ambas de Jean-Patrick Manchette y publicadas por Futuropolis. Finalmente, realiza en tres tomos la serie Moi, René Tardi, prisonnier de guerre au Stalag II-B (2012-2018), que describe el paso de su padre por los campos de concentración alemanes. Está publicada por Casterman.
Jacques Tardi está casado con la cantante Dominique Grange con la que tiene cuatro hijos.
Los cuatro álbumes comprendidos en este recopilatorio son:
– Niebla en el puente Tolbiac/Brouillard au pont de Tolbiac (1982)
– Calle de la estación, 120/120, rue de la Gare (1988)
– Reyerta en la feria/Casse-pipe à la Nation (1996)
– ¿Huele a muerto o qué?/M’as-tu vu en cadavre? (2000)
Queda fuera una historia a color titulada Una resaca de cuidado/Une gueule de bois en plomb (1990) con guion y dibujos del propio Tardi, aunque protagonizada por los personajes de Malet. La acción de esta historia se sitúa justo después de la muerte de Belita Morales, coprotagonista de Niebla en el puente Tolbiac.
Las adaptaciones de Tardi de la obra de Malet buscan complementar y ampliar el universo descrito por el escritor. Los dos autores se esfuerzan en explicarnos un entorno social en permanente lucha donde el poderoso, el fuerte, el que se sitúa en la parte alta del escalafón social siempre acaba aplastando al débil, al marginado y al que no comulga con sus ideas. Los más desfavorecidos intentan huir de su destino aprovechando las escasas oportunidades que les da la vida. Su tabla de salvación puede ser el dinero fácil, la violencia o la traición, pero son unos mecanismos perversos que casi siempre acaban volviéndose contra ellos. El detective – como el periodista – es un desclasado, que sirve al poderoso pero dispone de las herramientas que le muestran los abusos que sufren los indefensos. Cobra el dinero de los ricos pero se enamora de los pobres…
En Nestor Burma, las tramas se revelan rocambolescas, embrolladas y laberínticas. Sus protagonistas deambulan, a menudo de noche, por unas calles inhóspitas, invadidas por la niebla, el frío o la lluvia y van en busca de respuestas que generalmente llegan de una manera abrupta, violenta y sorprendente. La atmósfera es desencantada y triste. El amor suele ser doloroso, la corrupción está presente en todas las actividades humanas y la decencia es un lujo que muy pocos se pueden permitir.
La realización gráfica escogida por el autor de Adieu Brindavoine es clásica e innovadora al mismo tiempo. El artista prioriza un esquema de dos tiras con un número variable de viñetas. Dentro de cada tira la distribución de los cuadros es heterogénea, pudiendo pasar de un patrón con tres viñetas a otros más sofisticados donde combina las verticales con las horizontales e incluso con las circulares.
Sus personajes son perfectamente reconocibles y poseen una personalidad muy bien establecida. Sus decorados son conscientemente asfixiantes y la descripción del entorno urbano es milimétricamente exacta, llena de detalles y perfectamente cartografiada para que nos sumerjamos completamente en el contexto de la época.
Pocas ciudades están más presentes en la obra de un autor como lo está París en la de Jacques Tardi. Quizás tenemos el caso de Nueva York y Will Eisner, pero pocos más. En esta serie, el retrato de la capital gala se convierte en uno de los principales alicientes de la obra y permite al artista mostrar aspectos que la censura prohibió en su momento a Malet, que él incorpora mediante carteles, anuncios o pintadas.
La narrativa es otro de los puntos fuertes de esta obra. Jacques Tardi nos regala decenas de páginas donde la acción está perfectamente coreografiada, no importa si son conversaciones llenas de contenido argumental, como si son escenas de acción trepidante o interminables monólogos en los que acompañamos a los protagonistas en unas excursiones urbanas perfectamente cartografiadas; la puesta en escena siempre es atractiva, original e imaginativa.
La realización física de este álbum recopilatorio a cargo de Norma Editorial es simplemente buena. El tomo es en tapa dura y cuenta con una sobrecubierta con solapas. El tamaño es algo reducido pero no interfiere en la adecuada lectura de la obra. El papel es fino, poroso y se transparenta un poco. La impresión es correcta. Un detalle curioso es el diseño físico del libro que imita a los volúmenes de la histórica colección Série noire de la editorial Gallimard, con sus tapas de color negro y las letras amarillas. Una colección que desde 1945 recopilaba numerosas novelas negras de todos los países y que con el tiempo ha acabado dando nombre al género. Por otro lado, sorprende que en esta edición no haya ningún tipo de artículo introductorio ni material extra, dada la importancia artística e histórica de la obra. El precio es razonable, tirando a alto.
Léo Malet y Jacques Tardi nos ofrecen una obra monumental que interesará tanto al amante de la gran novela negra europea como al apasionado de la tortuosa historia del siglo pasado. Si quieren un cómic inteligente, intenso y muy bien realizado no hace falta que busquen más, con la serie Nestor Burma han llegado a su destino.
Hágase la luz…
Salut!
Lo mejor
• La excelente ambientación.
• Unos personajes que traspasan el papel.
• La excelente realización gráfica y narrativa de Tardi.
Lo peor
• Algunos diálogos demasiado farragosos.
• El papel es tan fino que transparenta
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