Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Héroes. Peter Parker, El Espectacular Spiderman: La Caza de la Araña

Edición original: Peter Parker: The Spectacular Spider-Man 112-130, 134-136 y Annual 6 USA (Marvel Comics, 1986-88)
Edición nacional/España: Marvel Héroes. Peter Parker, El Espectacular Spiderman: La Caza de la Araña (Panini Cómics, 2017)
Guion: Peter David, Bill Mantlo, Len Kaminski, Roger McKenzie, Danny Fingeroth
Dibujo: Rich Buckler, Mark Beachum, Sal Buscema, Bob McLeod, Joe Brozowsky, Dwayne Turner, Mike Zeck, Keith Giffen, John Romita Sr., John Buscema, Alan Kupperberg, Malcolm Davis, Greg LaRocque, Jim Mooney,
Entintado: Pat Redding, Keith Williams, Del Barras, Bob McLeod, Josef Rubinstein, Vince Colletta, Mark Texeira, Mike Esposito, Art Nichols, Alan Kupperberg
Color: George Roussos, Nel Yomtov, Christy Scheele, D. Martin, Bob Sharen, Julianna Ferriter, Janet Jackson
Traducción: Santiago García
Realización técnica: Estudio Fénix
Formato: Tapa Dura. 576 páginas. 39,95€

La puesta de largo de Peter David

“Spiderman es mi primo. ¡Yo soy Bichoman!”

Peter David es uno de los guionistas más reconocidos de la industria del comic-book USA de los últimos 25 años. Mucho se ha escrito sobre sus legendarias o aclamadas etapas en El Increíble Hulk, Aquaman o Factor X. Reconocido por su capacidad para escribir diálogos ágiles y desarrollar historias que mezclan con gran acierto elementos tanto humorísticos y dramáticos. Pero antes de convertirse en el escritor consagrado que conocemos hoy en día, David tuvo que empezar su carrera en algún sitio y ese lugar fue la colección Peter Parker, el Espectacular Spiderman.

Al reseñar el tomo anterior, comentábamos cómo el editor James C. Owsley fue quien decidió darle a David su primera oportunidad como guionista en Marvel, donde ya trabajaba en el Departamento de Ventas. Años después, podemos observar cómo los guiones escritos por David para las tres colecciones arácnidas (El Asombroso Spiderman, La Telaraña de Spiderman y la ya mencionada Espectacular) forman un todo, con subtramas y personajes que saltan de una colección a otra, no tan homogéneo como sería lo ideal pero conformando una etapa muy recordada por los aficionados al lanzarredes. Marvel Héroes. Peter Parker, El Espectacular Spiderman: La Caza de la Araña está casi íntegramente dedicado en exclusiva a la etapa de Peter David como guionista de la colección. No es una recopilación íntegra ya que el inicio de esta etapa tiene lugar en el tomo anterior, incluyendo la saga que supuso un auténtico golpe en la mesa por parte del guionista: La muerte de Jean DeWolff.

Como decíamos, este tomo sería 100% Peter David sino fuera por la cantidad de fill-ins que se incluyen, un total de 7 y que restan fuerza al conjunto. Por lo que se refiere a los números escritos por David, el #112, que da inicio al tomo nos presenta a un Papa Noel delincuente mientras que en el #113 unos macarras asaltan la casa de May Parker. Ambos números tienen como premisa cerrar subtramas abiertas durante la historia de la muerte de Jean Dewolff. Los #115-116 traen de vuelta a la Gata Negra tras la separación entre ella y Spiderman acontecida en el #100. Aquí, Spiderman, con la ayuda del Doctor Extraño, logrará librarse de los efectos secundarios que le han provocado los poderes de mala suerte de la Gata mientras Felicia se enfrenta a Dientes de Sable. El Forastero, personaje creado por David y presentado en La Telaraña de Spiderman #15 se convierte claramente en el antagonista principal de la etapa de David en el #117, en el que derrota primero y recluta después para su causa a la Gata Negra. El #118 nos trae la resolución de una de las subtramas más extensas de esta etapa, la centrada en un niño, Alex, que obtiene poderes y se convierte en objeto de búsqueda y captura por parte de S.H.I.E.L.D. En el #119, la Gata Negra se toma la revancha frente a un Dientes de Sable pre-masacre mutante y el #121 se convierte por méritos propios en uno de los cómics de Spiderman más divertidos jamas publicados con las 3 versiones distintas de un atraco a un banco. En el #122, Spiderman se enfrenta al Macero y en el #123, Spidey y la Gata hacen equipo para derrotar a Llamarada. Los #128-129 supondrán el enfrentamiento final entre Spiderman y el Forastero, siendo los #134 a 136 una especie de epílogo de David en la colección, retomando al personaje del comepecados. A todo esto hay que sumarle el Anual #6, secuela directa del Anual del año anterior y donde el guionista trae de vuelta al personaje de As a la vez que aprovecha para dotarle de una historia más profunda que incluye explicar el origen de sus poderes. Los fill-ins son historias sin demasiado interés. Tan solo mencionar los problemas de situar en continuidad que presentan los #124 y 130 donde Spiderman se enfrenta al Doctor Octopus y al Duende (Ned Leeds) respectivamente; y la sensación de que los #125-126 (Spiderwoman) y 127 (el Lagarto) parecen ser una carta de presentación para una posible serie regular o miniserie de estos personajes.

No vamos, a estas alturas, a descubrir las virtudes de Peter David como guionista. Sí me gustaría reivindicar esta etapa, una gran desconocida por parte del fandom moderno del personaje. No en vano, son estos cómics los que pusieron a David en el mapa del mundo del cómic y le permitieron granjearse el suficiente crédito como para recibir más encargos. La facilidad que tiene David, no solo para escribir diálogos creíbles sino para hacer fluir sus historias, es extraordinaria. Estos cómics son divertidos, algo que se suele pasar por alto cuando se hablan de ello, ya que los momentos dramáticos como las muertes de Jean DeWolff o, en menor medida, de Stan Carter y el joven Alex, son lo primero que se le suele venir a la mente a aquellos que recuerdan estas historias. Y a pesar de lo adulto del tono de estos relatos, el propio David reconocería años más tarde que su trabajo en El Espectacular Spiderman contiene algunas de las historias más divertidas que ha escrito jamás. Personalmente, lo mejor de David es su manera de entender y escribir a Peter Parker, sus conflictos y el día a día de su existencia como superhéroe “mundano”. David nos entrega en estos números un manual de cómo escribir no solo a Peter sino a su entorno más reconocible, especialmente a J.J. Jameson y Robbie Robertson. Fidelidad al personaje y su universo, y versatilidad a la hora de escribir, son las dos características que resumirían el trabajo de David en la colección.

De entre las incluidas en el tomo, hay tres historias que me gustaría destacar. En primer lugar, “Cenizas a las cenizas” (#118), donde David escribe casi un thriller in crescendo mientras perseguimos primero y tratamos de proteger después al joven Alex Woolcot. La historia, apoyada en un excelente dibujo por parte de Mike Zeck y Bob McLeod, alcanza un final dramático e impactante que perdería su razón de ser años después cuando David volviera a utilizar a Alex durante su etapa en El Increíble Hulk. Sin abandonar el tono dramático, también habría que destacar el retorno del comepecados (#134 a 136), en el relato más introspectivo de David en Spiderman. Sería un error comparar esta historia con La Muerte de Jean DeWolff pero, al ser una especie de secuela, la sombra de la original es demasiado alargada. Y, si bien es cierto que no hay enlace directo entre el enfrentamiento Spidey-Electro y la lucha interna de Stan Carter, David escribe un relato adulto y honesto sobre la posibilidad de redención y, nada sorprendente dado el héroe del que estamos hablando, la responsabilidad. Por último, y cambiando de tercio, “¡Testigo Directo!” (#121) es uno de los cómics que David recuerda con más cariño al haber podido trabajar en él con dos leyendas como John Romita Sr. y John Buscema. Para los aficionados, sigue siendo uno de los cómics más divertidos protagonizados por Spiderman, en el que Peter, MJ y Jameson se reúnen en un bar para contarle cada uno a Robbie Robertson su versión del atraco a un banco que han presenciado en directo. Homenajeando a la famosa película de Akira Kurosawa, Rashomon, el cómic es una delicia para los aficionados al trepamuros y es inevitable disfrutar especialmente de la versión de Jameson, tan hiperbólica como divertida.

¿Podemos sacarle algún “pero” al trabajo de David en este tomo? Sin duda. Hay que recordar que estamos hablando de casi un novato en el mundillo y eso se nota en ciertos aspectos. El más importante de ellos es casi todo lo que tiene que ver con el Forastero. Como decíamos, este es un personaje creado por el propio David y que sufre de un especie de síndrome Poochie por el cual se nos presenta un personaje nuevo que aparentemente es más guay, molón (malo y peligroso en este caso) que otros personajes ya existentes. Es innegable el esfuerzo que hace David para presentar al Forastero como una gran amenaza para Spiderman hasta el punto de convertirle en la mano ejecutora que se encarga de acabar con Ned Leeds/el Duende. Y aún así, el personaje no llegó a calar entre los aficionados o los guionistas posteriores y tardaría muchos años en ser recuperado para la serie. Además, el desarrollo del Forastero, en especial su relación con Marta Plateada, choca frontalmente con lo presentado de ella en El Asombroso de Tom DeFalco y Ron Frenz. Marta Plateada puede ser una mercenaria pero con un código de honor difícil de justificar su relación con el Forastero, un tipo que se jacta delante de ella de matar policías. Otro de los aspectos que no terminaron de funcionar son los nuevos poderes que le asigna a la Gata Negra, algo así como un sentido radar felino, que no han tenido mayor recorrido en la historia del personaje. Finalmente, el destino final del Teniente Keating, personaje secundario ambivalente en su relación con Spidey, es absurdamente bizarro. Viene a ser que el Forastero asesinó a Keating hace tiempo y desde entonces, varios de sus secuaces e incluso él mismo han ido haciéndose pasar por él.

En la parte gráfica, los números más sólidos son los dibujados por Rich Buckler y Mike Zeck, quienes mejor encajan con el tono de los guiones de David. Mención aparte merece Sal Buscema, que iniciará aquí una estancia en la colección de más de 100 números que lo consagrarán como uno de los más reconocibles dibujantes de Spiderman de los años 90, siempre eclipsado por los dibujantes estrella de El Asombroso pero siempre cumplidor. Mark Beachum es también un buen narrador pero su exagerada insistencia en dibujar culos de mujeres despampanantes acaba siendo una distracción (y fuente de una broma de David en el #112 cuando un ladrón se sorprende de lo guapas que son todas las mujeres con las que se cruza). La peor de las parejas de baile de David será, aquí, Alan Kupperberg, con un trazo tosco y descuidado además de con serios problemas para dibujar al propio Spiderman. Responsabilidad tienen también los dibujantes en los dos (DOS) horribles nuevos diseños con los que visten a la Gata Negra. La versión con hombreras tiene un pase pero la versión con bolso y máscara picuda a lo Youngblood es un espanto.

Pasada la mitad de la etapa de David en la colección, Owsley, su principal valedor, fue despedido como editor a cargo de la oficina arácnida y Jim Salicrup, su sucesor, no tardó en buscar un nuevo enfoque para la colección. Un clásico escritor de Spiderman, Gerry Conway, sería el elegido. A pesar de su excelente trabajo, la nueva Marvel dirigida por Tom DeFalco como Editor en Jefe, no iba a confiar por más tiempo en un guionista novato para ser el máximo responsable de una serie protagonizada por Spiderman. Conway y Sal Buscema se convertirían en los autores de la rebautízada simplemente como El Espectacular Spiderman (en una continuación de la edición de Panini que llevamos esperando desde 2017) y a Peter David le ofrecerían escribir una de las colecciones clásicas de Marvel pero cuyas ventas eran tan exiguas que a nadie le importaba si se encargaba de ella un novato. Esa colección sería El Increíble Hulk y el resto es historia.

Lo mejor

• Peter David, un todoterreno

Lo peor

• La gran cantidad de fill-ins



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