Javier Vázquez Delgado recomienda: 25 años de la boda de Lois y Clark

Ayer, 6 de octubre, se cumplieron 25 años de una de las bodas más esperadas y anheladas del mundo del cómic de superhéroes. Todo un acontecimiento que sacudió no sólo al noveno arte, sino que también tuvo su contrapartida en la pequeña pantalla. ¿Fue todo fruto de una cuidada planificación o del azar? Con este texto rendimos tributo a tan insigne aniversario y nos adentramos en la intrahistoria que hay detrás, entre bambalinas, en los despachos de DC y en las altas esferas de Warner.

Los años noventa fueron movidos para Superman. Lo que para muchos fue una década nefasta (aunque hubo obras muy interesantes, tal y como comentamos en uno de nuestros podcasts), para Superman empezó de la peor de las maneras: muriendo. Aquello fue todo un impacto a nivel mundial. El primer superhéroe moría a manos de un implacable villano de nueva creación, Doomsday, con el que se pondría en marcha una saga repartida en seis series. Con un total de 41 números, entre noviembre de 1992 y octubre de 1993, en un trabajo de equipo mayúsculo, en el que la coordinación, los intereses y los objetivos de dicha saga se colmaron con creces. Nombres como Louise Simonson, Dan Jurgens, Roger Stern, Karl Kesel, Walter Simonson, Jon Bogdanove, Jackson Guice y Curt Swan, entre otros, se encargaron de llevar a la tumba a Superman para traerlo de vuelta un año después por todo lo alto. Sus consecuencias no solo se limitaron a las series de Superman, sino que golpearon con fuerza al devenir de la franquicia de Green Lantern (pero eso ya es otra historia).

Una imagen ya icónica.

Mientras Superman renacía en los cómics, en la televisión ocurría algo similar. En septiembre de 1993 se estrenaba una nueva serie en la cadena ABC, bajo el título de Lois y Clark: las nuevas aventuras de Superman. Aquella propuesta nace de la mente de la guionista Deborah Joy LeVine, que buscaba una serie que fuera algo más que una simple adaptación de las aventuras del Hombre de Acero, centrando su atención en el público más adulto y en las relaciones sentimentales que unen a la pareja. Su inspiración fue el trabajo realizado por John Byrne en 1986, en su famosa miniserie Man of Steel… y, según parece, la idea de hacer la serie basada en la pareja le vino de la editora Janette Kahn. Para interpretar a Lois Lane se contó con el rostro de Teri Hatcher (cuya fama aumentaría en un trabajo posterior, la serie Mujeres Desesperadas), mientras que para interpretar a Clark se contó con el actor de origen japones, Dean Cain. La serie se mantuvo en antena un total en cuatro temporadas, sumando 88 episodios, incluyendo en la cuarta la boda entre ambos, al tiempo que se casaban también en los cómics…

boda

Antes de entrar en materia, en la intrahistoria que hay detrás de esta boda, es necesario comentar que por aquellos días en España los cómics de DC tenían una más que errática distribución. Mientras que el catálogo de Vertigo estaba en manos de Norma editorial, los del Universo DC convencional estaban en manos de la mexicana Vid. Cuando Zinco perdió los derechos en España, fue esta editorial la que comenzó a enviarlos a nuestro país de manera muy escalonada, sin apenas cambios en sus traducciones y cargados de decisiones editoriales más que cuestionables. Los lectores que vivieron aquella época sufrieron en sus carnes todo aquello, sin poder tener a mano, de manera regular y ordenadas, las series más punteras de DC.

Y ahora toca responder a una primera pregunta: ¿Fueron las cosas tal y como las acabamos de detallar para Superman a principios de los 90?

Si viajamos en el tiempo, concretamente hasta 1990, nos encontramos con Mike Carlin (1958), el editor de la línea de Superman por aquellos días, que montaba, a fin de coordinar todos los esfuerzos y equipos creativos, una serie de reuniones periódicas con las que unificar los criterios creativos de las colecciones. En aquellas reuniones todo el mundo podía dar su opinión y proponer ideas, por locas que pudieran resultar. Y en cada una de aquellas reuniones siempre salía el mismo chiste cuando alguien exclamaba abiertamente que tenían que matarlo. Y al final lo hicieron. Sin embargo, no por los motivos que todos podemos estar pensando. En realidad, lo que si estaba sobre la mesa era el casar a Lois y Clark desde el número 50 de Superman en el que se prometían, que vio la luz en diciembre de 1990. El plan era casarlos dos años después, en el número 75 que debería caer para 1992. Fue entonces cuando desde muy arriba llegó la orden, innegociable, de que este evento debía hacerse coincidir con la boda que estaba planificada en la nueva serie de televisión Lois & Clark: Las nuevas aventuras de Superman, cuya emisión iba a empezar en septiembre de 1993, y que acabaría cansado a ambos personajes en la pequeña pantalla. Aunque la orden no fue recibida con malos ojos, tal como confirma el subeditor de las series de Superman, Mike McAvennie. Pero el caso es que había que ganar tiempo, bastante por otro lado, la decisión de matar a Superman dejó de ser un chiste para hacerse realidad.

La boda televisiva.

Y así fue como Superman acabo siendo derrotado por Doomsday, para renacer de nuevo, tras una saga titulada el Reinado de los Superhombres, en la que los lectores tuvieron que lidiar con cuatro aspirantes a Superman, hasta la aparición del auténtico. Con todo aquello se ganó el tiempo necesario para que la serie de TV tuviera tiempo para asentar la relación de sus protagonistas y encarar la recta final que acabaría en la boda.

Tanto, que el acontecimiento televisivo llegó un poco de improvisto, mientras en las oficinas de DC todos los esfuerzos se seguían encaminando en alargar el chicle. Los hechos narrados en el evento de aquel año, Noche Final, en el que los héroes debían hacer frente a un devorador de soles que buscaba saciar su hambre con nuestro Sol, habían dejado a Clark sin poderes, recuperándose de los efectos sufridos por esta amenaza. De hecho, para cuando se hizo definitivo el anuncio en la pantalla, en los cómics ¡Lois y Clark acababan de romper! Lois se había incluso marchado de Metrópolis en el número 115 de Superman y hubo que hacerla regresar en apenas 3 meses. La saga en la que Clark debería recuperar los poderes se pospuso, se casaría sin ellos. Tras su (corta) vida como corresponsal en el extranjero del Daily Planet, detención de traficante mediante, Lois charla con su compañero, comparten, y deciden dar el paso adelante.

A ciertos autores como Louise Simonson las imposiciones les resultaron precipitadas, mientras que otros como Dan Jurgens incluso les parecieron muy propicias. Para éste, el tiempo que pasó Lois separada de Clark fue en el que se dio cuenta de cuanto lo echaba de menos. Y por otra parte, sigue opinando el mismo autor, por fin podían recortarle ese ridículo pelo largo. Karl Kesel ya pensaba la importancia que cobraría Lois a partir de entonces y de nuevo Jurgens imaginaba las dificultades de esconder el anillo cuando Clark tiene que ponerse el traje del superhéroe por antonomasia.

El especial que se encargó de mostrar tan importante evento a los lectores fue el Superman Special Wedding Album, en el que se dieron cita los más granados autores de la franquicia, pasados y presentes, con nombres en la parte argumental como Dan Jurens, Karl Kesel, David Micheline, Louise Simonson y Roger Stern, mientras que en los lápices la lista asciende mucho empezando por John Byrne (encargado de abrir el especial), Kerry Gammil, Gil Kane, Stuart Immonen, Jose Marzan Jr. Paul Ryan, Jon Bogdanove, Kieron Dwyer, Tom Grummett, Dick Giordano, Jim Mooney, George Perez, Art Thibert, Barry Kitson, Ron Frenz, Jerry Ordway y para finalizar el propio Dan Jurgens. Los personajes habían esperado casi 60 años para darse el sí quiero y un especial de 96 páginas era lo que se necesitaba para meter a los lectores de lleno en tan importante evento. Para ello se dieron cita todos estos talentos del noveno arte, de varias generaciones, en las que como extra las páginas finales se desplegaban con la imagen del primer beso de Lois y Clark ya como marido y mujer, rodeados de infinidad de invitados entre los que se podían ver a muchos rostros conocidos de DC (entre ellos, un orgulloso Kesel que se consideraba en el “monte Rushmore” de los comics). A continuación, os ponemos una imagen en al que se pueden identificar.

boda

1- Lori Lemaris
2- Frank Johnson
3- Lana Lang
4- Lucy Lane
5- Jerry Siegel
6- Kate White
7- Pete Rose
8- Jimmy Olsen
9- Lois Lane
10- Clark Kent
11- Ron Troupe
12- Comisario Bill Henderson
13- Jose Marzan Jr.
14- Joe Shuster
15- David Michelinie
16- Karl Kesel
17- Louise Simonson
18- Tom Grummett
19- John Bogdanove
20- Kal-El Bogdanove
21- Roger Stern
22- Dennis Janke
23- Julie Schwartz
24- Dan Jurgens
25- John Byrne
26- Stuart Inmmonen
27- Glen Whitmore
28- Dennis Rodier
29- Jerry Ordway
30- Joe Rubistein
31- Ron Frenz
32- Mike Carlin
33- Paul Ryan
35- Bred Breding
36- Jenette Kahn
37- Joey Cavalieri
38- Kin Jurgens
39- Set Jurgens

El especial se centraba en narrar una historia en la que todo giraba alrededor de los personajes. Lois busca su vestido, mientras cuenta antiguas aventuras de Superman, al tiempo que Superman visita a Batman para asegurarse que Metropolis esté a salvo en su ausencia durante la Boda de Miel. Y para acabar de poner la guinda, una vista desde la Quinta Dimensión, por parte de Mr. Mxyzptlk, daba pie a la boda más esperada del año y de la década y porque no, del siglo, tal y como rezaba la portada de dicho especial.

Kesel se sentía tan satisfecho como autor que como fan, pues veía a la pareja con los mismos ojos que a Reed y Sue Richards en su niñez. Aquello no era una historia imaginaria, tan comunes en la Edad de Oro y Plata, aquello era real, cierto y llegaba con la ambición de ser duradero, de cambiar el estatus quo de la pareja en las series de su propio cosmos y en todo el Universo DC. Contó con varias ediciones, una versión destinada a quiosco, con portada de Byrne y otra, de lujo con una portada en blanco, con el logo de Superman en relieve.

Pero tras los faustos de la boda, a Superman le llegarían una serie de cambios extremos, con alteraciones de sus poderes, nuevo traje y cumplir 60 años como personaje todo ello en 1997, que vería como las series del personaje se centraban en devolver a los lectores un héroe más clásico.

Para cerrar las celebraciones de su aniversario se lanzaron dos obras de corte muy distinto, pero enorme valor. La primera titulada Superman Las Cuatro Estaciones (1998), un nuevo trabajo de uno de los dúos más interesantes del cómic USA, Jeph Loeb y Tim Sale. Y la segunda Superman Paz en la Tierra (1999) escrita por Paul Dini e ilustrada por un impresionante Alex Ross. Lástima de un proyecto de Barry Windsor-Smith iniciado en el 1997, “An evening with Superman”, que se quedó por el camino.

Rojo y Azul, con poderes y uniforme nuevo.

Sin duda alguna los años noventa le dieron a Superman todo. Janette Kahn dijo que el Hombre de Acero estaba un poco oxidado y decidieron rasparlo para exponer la esencia del personaje. Una muerte, una resurrección, una boda, nuevo aspecto, nuevo traje, nuevos poderes, un aniversario, para acabar por retomar la senda clásica con la que poder encarar el inminente nuevo siglo que ya asomaba por el horizonte.
25 años han pasado de aquel enlace. Lois y Clark celebran sus Bodas de Plata y tan solo podemos desear poder celebrar con ellos sus Bodas de oro.



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