Javier Vázquez Delgado recomienda: Sabrina, la bruja adolescente 2, de Kelly Thompson, Veronica Fish y Andy Fish
Edición original: Sabrina the Teenage Witch Vol. 2: Something Wicked (Archie, 2020)
Edición nacional/España: Sabrina, la bruja adolescente 2 (Norma Editorial, 2021)
Guion: Kelly Thompson
Dibujo: Veronica Fish y Andy Fish
Color: Veronica Fish y Andy Fish
Formato: Cartoné. 132 páginas. 19,00 €
Una de chungo y otra de cuqui
Volvemos con el segundo tomo de Sabrina, la bruja adolescente. Publicado en España por Norma Editorial, esta nueva entrega sirve de continuación directa para la historia del primer tomo. De hecho, aunque ambos se presenten como historias autocontenidas, personalmente opino que el primer arco narrativo de la serie abarca estos dos primeros tomos al completo. Así pues, nuestra bruja adolescente favorita vuelve en esta nueva encarnación de la mano de Kelly Thompson, quien se encarga de los guiones, en colaboración con Veronica Fish y Andy Fish, quienes hacen lo propio con el apartado gráfico.
Como comenté en la reseña del primer tomo, estamos ante una versión de Sabrina que combina la inocencia de las historias más clásicas de Sabrina con el toque más oscuro que se le ha ido dando al personaje en la visión de Roberto Aguirre-Sacasa. En resumen, una Sabrina con la capacidad de agradar a los amantes más veteranos sin renunciar a transmitir unas impresiones generales mucho más actuales, en concordancia con el resto de las series que se publican del universo de Archie en la actualidad e incluso con las expectativas que pueda tener un lector que se acerque a este material a raíz de la serie de televisión.
Intentando no destripar mucho los acontecimientos de ninguno de los tomos, la trama de esta nueva entrega retoma el problema del wendigo y de los asesinatos en serie que están ocurriendo en el pequeño y aparentemente tranquilo pueblo de Greendale. Esos dos conflictos serán los que harán avanzar los acontecimientos de la trama, pero también se complementan con otros elementos narrativos que funcionan muy bien en conjunción, demostrando una vez más el oficio de Kelly Thompson a la hora de construir historias funcionales. Entre esos elementos de los que hablo destacan el clásico gran misterio que aparece al final del primer número del tomo con la intención de enganchar a los lectores y, sobre todo, los conflictos emocionales de Sabrina.
Aunque los personajes que Kelly Thompson nos muestra en esta serie están magníficamente caracterizados, el caso de Sabrina destaca (como es lógico) por la tridimensionalidad que logra transmitir el personaje y por lo notoria que es su evolución de número a número. La naturalidad con la que se comporta en todos los sentidos hace que nos parezca un personaje con vida propia, con el que empatizamos rápidamente y con cuya compañía disfrutamos.
Como es característico de las historias del universo Archie, en este tomo se continuará con el complejo triángulo (y a ver si no se le acaban añadiendo más ángulos) amoroso en el que se ve sumida Sabrina, quien está enamorada de dos chicos distintos y le ha pedido a los dos que esperen a que los conozca un poco mejor para elegir con quién se queda al final. Junto a una propuesta tan propia de una trama de adolescentes como esta encontramos otro elemento clásico tanto del personaje como de los cómics en general: la doble identidad. Por si la vida de Sabrina como adolescente normal y corriente no fuera ya lo bastante complicada, encima tendrá que enfrentarse a los desafíos que se le presenten en su otra faceta de brujería y ocultismo; y por el camino, cómo no, afrontar las consecuencias de los constantes inconvenientes que le surgen debido a la imposibilidad de abarcar todo aquello en lo que su doble vida la tiene envuelta.
Lo cierto es que el guion de Thompson lo clava a la hora de mezclar todos estos elementos para construir una historia interesante que funciona como un engranaje bien engrasado. La historia mantiene la expectación bien alta por ellos en todo momento y se complementan a la perfección. Es decir, se plantea un constante “toma y daca” entre los sucesos de su vida de adolescente normal y los de su vida de bruja en el que los acontecimientos de un lado conducen a los del otro de forma fluida. Al acompañar este baile con personajes carismáticos y con las reiteradas reflexiones de una Sabrina que todavía es muy joven, tiene mucho por aprender y a menudo se ve rebasada por todo lo que está ocurriendo a su alrededor, la lectura de esta historia se convierte en una auténtica montaña rusa de emociones.
Otro elemento cuya inclusión he apreciado mucho en este tomo ha sido el concepto de que la magia tiene un precio. Si bien no llega a tener una relevancia decisiva, siempre es interesante plantear que todo hechizo que se lance acabará por provocar algún daño en otra parte como precio a pagar. Es una forma bastante sencilla de añadir una capa más de interés a cualquier empleo de la magia en una historia y, si bien no es algo nuevo ni se explota tanto como podemos haber leído en otras historias (la etapa de Doctor Extraño de Jason Aaron, sin ir más lejos, gira en torno a ello, siempre es de agradecer que se le busquen las cosquillas a estas cosas para que no acabemos viendo el mismo uso monótono y poco definido que se le da a la magia en tantas ocasiones.
Merece ser destacado muy para bien el apartado artístico de este tomo. Tanto Veronica Fish como Andy Fish realizan un trabajo sensacional que desprende personalidad en todos sus trazos. Más allá de que el estilo que utilizan tiene algo que me conquista, la forma en que representan cada plano y, muy especialmente, la personalidad con la que impregnan a los personajes constituyen gran parte de las razones por las cuales la narración de este tomo funciona tan bien. Además, el color se utiliza magistralmente como herramienta narrativa y le concede un aspecto totalmente distintivo a cada página, convirtiéndola así en un verdadero placer visual.
En conclusión, este segundo tomo de Sabrina mejora lo visto en el primero sin salirse de las líneas que se marcaron en él. Es una historia de tono adolescente muy entretenida que seguramente gustará a la mayoría de los seguidores del personaje en la que destacan la caracterización de su protagonista y el apartado artístico.
Lo mejor
• El apartado artístico, en especial el color.
• La mezcla de estilos de esta nueva versión le sigue sentando genial a Sabrina.
• Se nota el oficio de Kelly Thompson como guionista.
Lo peor
• El último número ocurre de forma muy acelerada.
• Demasiado tiempo de espera entre tomos tan cortos que se continúan directamente.
• Quizás el precio sea algo elevado para lo que ofrece.
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