Javier Vázquez Delgado recomienda: Estado Futuro: Detective Oscuro
Edición original: Future State: Dark Detective núms. 1-4 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion: Joshua Williamson, Mariko Tamaki, Matthew Rosenberg
Dibujo: Carmine Di Giandomenico, Dan Mora, Giannis Milonogiannis
Color: Antonio Fabela, Jordie Bellaire
Traducción: Felip Tobar Pastor
Formato: Rústica, 192 págs. A color
Precio: 18,95 €
Batman es el Detective Oscuro en Estado Futuro
“Gotham es un funeral al que nadie asiste.”
Este Estado Futuro: Detective Oscuro está ambientado dos años después de los acontecimientos que hemos podido leer en los tomos pretéritos publicados el mes pasado sobre Gotham, Futura Gotham y El próximo Batman. En 2027 Bruce Wayne, despojado de cualquier amigo, aliado o equipo de alto nivel, trata de imponerse en una ciudad corrompida por el Magistrado.
Bruce Wayne está muerto. Batman está muerto, pero Bruce divaga por una Gotham futurista (perfectamente representada por Mora y el color vibrante de Bellairre) como vagabundo. Vencido por el Magistrado y dado por muerto, el antiguo héroe se refugia en el anonimato mientras se lame las heridas. Un monólogo interior decadente e íntimo, bien desarrollado por Tamaki, conduce al lector por una trama de redención donde un Batman con menos posibles que nunca se enfrenta a sus errores y a su ciudad. Secundarios conspiranoicos, muy convenientes para las necesidades del Detective Oscuro, son parte de la trama. El legendario Batman y el pŕoximo Batman se encuentran. Batman trabaja solo. Y ambos son Batman, aunque el próximo no tuvo inconveniente en ser el Robin de Nightwing. Su encuentro es meramente fanservice desaprovechado.
Salido de su letargo, Batman ejerce de mejor detective del mundo y se pone a investigar. Las esperanzas del lector de conocer la identidad del Magistrado son potenciadas pero por desgracia no llegan a buen puerto. El carácter de futuro posible de la editorial le juega una mala pasada a muchos de los cómics incluidos en Estado Futuro. Las historias no son definitivas, guardan secretos, siendo estos cómics meras presentaciones del escenario. Cabe preguntarse si realmente conseguirán mantener el interés ante el largo camino que se plantea para desvelar las incógnitas. El Doctor Manhattan como villano del Renacimiento, premisa muchísimo más potente que la identidad del Magistrado, apenas fue capaz de mantener una expectación palpable en ventas, ante la interminable espera de Doomsday Clock, por lo que el camino a seguir por la editorial americana parece cuestionable.
En Future State: Catwoman comprobamos
Aviso de Spoiler
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. Ni rastro de ella, ni siquiera una mención. En un entorno en el que se desarrollan muchas series de la iniciativa como es la Gotham del Magistrado, no estaría de más mostrar una relación más directa entre los sucesos. No deja de ser curioso como Tim Drake dice estar solo ante el Magistrado teniendo la resistencia de Gotham con la batfamilia y Nightwing a la cabeza. Una excusa del porqué no combaten juntos, más allá de la evidente, Red Robin puede tener tirón para vender un cómic por sí solo, (en USA, aquí ambos comparten tomo en Futura Gotham) añadiría trasfondo a estos años y recalcaría inventiva y planificación por parte de DC. Future State no deja de tener alguna incongruencia innecesaria que choca con la mención a la Guerra del Joker o el Batman #1 de este mes, donde se empiezan a ver retazos del Magistrado, comenzando a unir presente con futuro distópico.
Dan Mora, el artista de Once & Future con Kieron Gillen o Klaus junto a Grant Morrison, está muy inspirado en su labor. La representación de una Gotham Futurista, potenciada por el extraordinario color de Bellaire, es sublime. El diseño de personajes también es muy bueno, así como el detalle en los fondos o la fluidez de la que hace gala en escenas de acción. Un dibujo bonito o espectacular según convenga que da buena muestra de la talla del artista. Recientemente se ha anunciado una nueva colaboración para DC junto a Mark Waid, con los personajes más importantes de la editorial, Batman y Superman en un capítulo de Detective Comics. Un equipo de lujo que hará las delicias de más de un seguidor que promete futuras colaboraciones.
Los cómics adjuntos del tomo no son decisión de ECC, la editorial española publica Future State: Dark Detective que incluye estas historias de complemento. Es así en la mayoría de los libros de Estado Futuro, salvo en tomos unitarios como Futura Gotham o La Casa de El, que sí reúnen distintas publicaciones USA. En esta ocasión Grifter es el complemento de los números impares de Dark Detective y Capucha Roja el de los capítulos pares.
Red Hood trabaja para el Magistrado cazando “máscaras”, el Vigilante es su primera víctima que obviamente lo acusa de traidor. Una nueva banda de Capucha Roja, con el aspecto original, delinque en la ciudad, con aires de Robin Hood, roba a ricos para repartir a los pobres. Jason se dispone a enfrentar su pasado.
Capucha Roja tarda diez páginas en pronunciar palabra, ni con sus interlocutores ni mediante el monólogo interior. Una característica que dota al personaje de cierta melancolía y misterio, dando pistas al lector de que no todo es lo que parece (o sí). Tiene una extraña compañera, un personaje siempre interesante que gusta ver. La historia, como es habitual en Estado Futuro termina con un continuará, pero este más explicito que otros, las vivencias de Red Hood en este futuro probable se pueden seguir en Future State: Gotham. Escrito por Joshua Willianson y dibujado por Giannis Milonogiannis que otorga un dibujo menos detallista y abocetado, que rompe con el impactante arte del tomo. Un cómic de acción entretenido con una buena dinámica entre protagonistas.
La voluntad de DC Comics por reflotar a Grifter es patente, La inclusión en esta iniciativa y su serie incluida en la antológica Batman: Leyendas Urbanas deja claro el interés por Cole Cash. Los encargados del cómic son Matthew Rosenberg y Carmine Di Giandomenico con un dibujo en la línea de la iniciativa, trabajado y entregado a la acción. La irreverencia inherente al personaje lo mete en un lío (¡cómo no!) viéndose envuelto con Luke Fox. Movido por el dinero Cole, por sus ansias de vivir Fox, ambos deberán encontrar la forma de abandonar Gotham. La Cazadora tiene su aparición con una máscara digna del Búho de Tierra 3. Una de las historias complementarias más redondas de Estado Futuro que seguramente satisfaga a los lectores y especialmente a los seguidores de Grifter.
Este Detective Oscuro empieza muy bien, se mantiene firme en el segundo capítulo, decae en el tercero al no poder enmascarar más tiempo que es una historia sin trascendencia, confirmando dichas sospechas en el cuarto número, donde ocurre el clásico enfrentamiento contra un villano que carece del carisma necesario para conseguir que el cómic se sienta realmente grande. El final, viendo la poca incidencia del descontento de la ciudadanía en otros títulos, hacen improbable pensar que el plan de Bruce, se ejecute bien o no, dé al traste con el Magistrado. Las consecuencias de la explosión, como todo, están por verse. Sin embargo, gusta leer este Detective Oscuro, el dibujo es muy bueno, el color también y Tamaki otorga buenos momentos de lucidez. Un tomo con el valor añadido de ser una buena historia de por sí, con los rasgos de los mejores del crossover, entretenido e impactante en su diseño y dibujo pero en absoluto imprescindible para el devenir del universo DC o Batman. Los cómics de complemento son de los más inspirados (sin alardes) por lo que esta compra, conociendo las vicisitudes de Estado Futuro, puede ser una de las más satisfactorias de la iniciativa.
Lo mejor
• El dibujo de Dan Mora.
Lo peor
• El dibujo de Red Hood.
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