Javier Vázquez Delgado recomienda: Magazindie – Noviembre 2021
Escasea el papel por todo el mundo y falta personal para distribuir cómics, una situación cuyas consecuencias se están empezando a notar en el mundillo del cómic indie americano. Editoriales como Bad Idea tienen que retrasar sus novedades, mientras que Image ya no puede permitirse imprimir segundas tiradas de sus series. Se avecinan tiempos de incertidumbre; es bien posible que haya cancelaciones y un menor número de cómics físicos en las estanterías americanas. ¿A qué se debe esta situación? En el Servicio Informativo del Cómic Independiente USA hemos hablado brevemente sobre algunas de las causas, pero el formato de la sección y el tiempo del que disponemos para redactarlo nos impidieron examinar estas con mayor profundidad, además de reflexionar sobre sus consecuencias, situación que subsanamos en el Magazindie de este mes.
La escasez de papel es el resultado de un cúmulo de factores que pocos expertos esperaban que sucedieran simultáneamente. El primero de ellos es, cómo no, la pandemia. El COVID-19 forzó el cierre temporal de las productoras de papel (aquí varios ejemplos), que además redujeron sus niveles de producción debido a la inevitable crisis económica que el virus desencadenó. Volver al anterior nivel de producción siempre lleva tiempo, pero el proceso está resultando ser más difícil de lo esperado.
La demanda por la madera se ha disparado, situación que ha repercutido en el precio de la madera virgen necesaria para producir la pulpa con la que se fabrica papel. Para poder edificar edificios modernos que sean sostenibles el sector de la construcción está reemplazando el hormigón por mucha madera, y en países como Estados Unidos se está viviendo un boom inmobiliario que está dando alas a la construcción de más vivienda y a la renovación de inmuebles. También las ganas de redecorar viviendas, ya sea para alquilarlas o simplemente hacer más placentero un confinamiento, están afectando el precio de la madera, pues la demanda por muebles de madera está por la nubes. Al igual que las productoras de papel, la industria maderera redujo sus capacidades de producción al empezar la pandemia y, por lo tanto, se ha visto desbordada por el aumento en la demanda. Y encima, porque no había suficientes problemas, el número de árboles disponibles para talar también se ha visto mermado por problemas y restricciones medioambientales. En consecuencia, la competición por obtener madera virgen se ha vuelto intensa y despiadada; se pagan inmensas cantidades de dinero para comprar la madera virgen que puede generar la industria maderera.
Imaginemos que el problema que he descrito no existe, que la industria del papel no debe competir ferozmente con otras industrias por la misma materia prima. ¿Qué sucedería? Pues ¡seguiría habiendo problemas para obtener suficiente papel para cómics!
Para empezar, los costes de producción del papel se han visto afectados no solo por lo descrito hace dos párrafos. También se ha encarecido el coste de otros componentes esenciales para producir papel, como por ejemplo el sulfato, debido a que estos también escasean y sus fabricantes se enfrentan a problemas como el coste de la energía y el transporte de materiales entre países.
Hay muchas productoras de papel que ya no pueden asumir esta gran subida de todos sus costes de producción y se ven forzadas a limitar su producción de papel si el cliente no está dispuesto a pagar extra, o, peor aún, cerrar sus puertas. Para rizar el rizo, estos cierres coinciden con medidas medioambientales en China que habrían supuesto el cese de 279 plantas de producción en ese país.
¿Y qué sucede con el papel que llega a producirse? Tengo malas noticias. Al estallar la pandemia, se predijo un descenso en la demanda por el papel, pero relativamente poco duró esa época de vacas flacas. La pandemia aceleró la digitalización del consumo: el número de compras por Internet se ha incrementado sustancialmente en Europa, América y Asia, y hace falta mucho cartón y papel para empaquetar y embalar los pedidos de los consumidores. Tanto hace falta que las productoras de papel, con tal de calmar el insaciable hambre del comercio electrónico por el material con el que envían sus productos, han asignado muchos recursos y personal que normalmente irían destinados al papel de libros y cómics. Ahora bien, gigantes como Amazon no son los únicos que están acaparando parte de la producción del papel. Con cada vez más frecuencia se recurre al papel para producir productos tradicionalmente hechos con plástico. Por ejemplo: las pajitas de nuestros refrescos o el envoltorio de las chocolatinas.
Pero no solo hay más demanda de cajas de cartón y productos antes hechos con plástico; también la demanda en Estados Unidos por libros y cómics se ha incrementado drásticamente. Los consumidores estadounidenses, viendo restringidas sus opciones de ocio, han recuperado el hábito de la lectura o leen más que antes. Todas las editoriales americanas, libros o cómics, conscientes de la gran oportunidad que supone este renovado interés en la lectura, están desesperadas por imprimir todo lo que sus clientes quieren leer. Deben competir entre ellas y con editoriales de otros países por el material y recursos que las imprentas ponen a su disposición. El problema es especialmente agudo para las editoriales de cómics, ya que la tecnología y conocimientos necesarios para producir cómics a color no está al alcance de todas las imprentas. Aquellas que pueden imprimirlos reciben suculentas ofertas de otras editoriales para imprimir preciosos libros de recetas, con fotos de alta definición de los platos a cocinar, o cualquier otro material que por sus características requiera de un proceso de producción similar al de un cómic.
Imaginemos ahora que una editorial como Image consigue sortear todos los baches e imprime a tiempo todos los ejemplares de Gunslinger Spawn que el público quiere comprar. ¿Se acabaron los problemas?… Me temo que no. La mayoría de los cómics americanos se imprimen en Asia, continente con el mayor número de imprentas que poseen los conocimientos para imprimir cómics y la capacidad para hacerlo a un bajo precio. Hay que transportar los cómics a tierras anglosajonas, una tarea bastante difícil.
Como habréis leído en el periódico o visto en las noticias, la cadena de transporte mundial, ese engranaje que nos permite disfrutar de una calidad de vida sin precedentes, está flirteando con el colapso. La pandemia está causando agotamiento entre los transportistas; si sus condiciones laborales eran ya difíciles antes, ahora son insostenibles. Muchos han cambiado de trabajo o se plantean hacerlo por mucho que aumente su salario. No obstante, ese es un problema que tardará un poco más en hacerse sentir porque ahora mismo hay otro incluso más grande: los puertos de América y Asia están al límite de sus capacidades. Por un lado, la pandemia impide a los puertos operar de forma óptima. Por otro lado, la recuperación económica ha animado a los estadounidenses a importar bienes de todo el mundo, como madera para muebles con los que redecorar su casa. No dejan de llegar y salir bienes y no hay ni contenedores ni espacio para procesar toda la mercancía que llegan a los puertos. Se acumula la mercancía en los puertos y los barcos tienen que esperar pacientemente a su turno para amarrar y descargar sus contenedores, una situación que, por cierto, fue exacerbada por el famoso caso del Evergreen en el Canal de Suez. En América el problema se ve agrandado porque también falta personal cualificado para gestionar toda la mercancía que llega y sale.
Por no hablar de las dificultades para transportar mercancía de los puertos a las tiendas. La escasez de personal cualificado también se ha extendido al sector del transporte; no hay suficientes camioneros que lleven cómics del puerto a los centros de distribución de Diamond o Penguin Random House, o de ahí a las tiendas. Para retener a sus camioneros en nómina y atraer a más personal, las empresas de transporte están subiendo los salarios, encareciendo el coste del transporte. Y, ojo, que estas dificultades afectan no solo al transporte de cómics, sino también al de materias primas como la industria maderera y del papel.
El cómic indie americano es una víctima indirecta de turbulencias en la economía global. No podemos daros un pronóstico del futuro; ni los mejores economistas podrían hacerlo. Sin embargo, está claro que a corto plazo el panorama es desalentador, tanto para la economía global como el cómic indie. Ante la escasez de papel y el alto coste y tiempo de producción y transporte, las editoriales se verán obligadas a anunciar más retrasos y posiblemente a cancelar series o reducir su catálogo de novedades, favoreciendo a sus series más comerciales. Me atrevería incluso a decir que una subida de precios podría ser inevitable, sobre todo teniendo en cuenta que aparte de todos los problemas descritos aquí la inflación en América también puede poner contra las cuerdas a las editoriales.
Una reducción de novedades mensuales en las estanterías y/o una subida de precios perjudicará a todos los autores cuyo bolsillo dependa de las ventas de su nueva serie. Otros verán sus propuestas rechazadas por las editoriales. Nada bueno para la industria. Nos podemos consolar con que los lectores americanos quizás se interesarán más por el catálogo existente de las editoriales, buceando en él en busca de joyas que pasaron desapercibidas, descubriendo su nueva serie favorita o un autor a seguir. ¿Y qué hay del formato digital? No estoy seguro de que esta situación vaya a impulsar a ComiXology mientras los precios de esa plataforma se correspondan a los de las librerías o, en el caso de Europa, sean más caros incluso. En cambio, el formato webcomic tiene un futuro muy prometedor por delante. Si ganará incluso más fuerza gracias a esta extraordinaria situación está por ver. Quién sabe, a lo mejor la escasez de papel alcanzará extremos de pesadilla y todos tendremos que conformarnos con leer cómics gratuitos en nuestra tableta u ordenador.
José María Vicente
ECC sigue a tope con Skybound, aunque este mes nos toca dos recopilatorios escritos por Robert Kirkman, de material que ya había sido editado en España. Dos buenas ediciones, eso sí, de dos series imprescindibles, eso también. La primera es The Walking Dead, sobran las palabras y nos llega su sexto tomo de dieciséis, mientras que la otra es la nueva edición de Outcast, que solo por el arte de Azaceta merece la pena, pero es que la historia es de diez. Como gran novedad tenemos Noviembre, muy apropiada para este mes, una historia publicada originalmente en cuatro novelas gráficas en Image Comics que aquí veremos en un solo volumen. Con Matt Fraction y Elsa Charretier de por medio ya está todo dicho, pero este thriller de género negro y misterio protagonizado por tres mujeres seguro que nos enamorará.
– Noviembre de Matt Fraction y Elsa Charretier, 33€, Image Comics
– The Walking Dead 6 de Robert Kirkman y Charlie Adlard, 32€, Image Comics
– Outcast (Paria) Volumen 3 de Robert Kirkman y Paul Azaceta, 29€, Image Comics
El mes en Planeta es variado. Volvemos con uno de sus grandes anuncios del año, el Undiscovered Country de Snyder, Soule y Camuncoli, a esos Estados Unidos aislados del mundo y en la que pasan cosas muy raras. McFarlane no solo vende todo sino que lo mata todo con su Spawn Kills Everyone, una parodia de su propia creación con la que echarse unas risas. La novedad de Aftershock es Bad Reception, la obra como autor completo de Juan Doe, un dibujante al que conocemos precisamente por sus trabajos para esa editorial con American Monster y Dark Ark, y que aquí nos presenta un thriller de terror. En el terreno de las adaptaciones nos vamos a un exclusivo de PS4, Horizon Zero Dawn, videojuego con una historia muy imaginativa y una protagonista que derrocha carisma por los cuatro costados. Aunque quizás la novedad más interesante del mes sea la de Neil Gaiman y Colleen Doran, Nieve, cristal, manzanas, en su revisión de la historia de Blancanieves. Eso suponiendo que ya tengáis Paper Girls, si no es así el segundo integral (y último) ya está listo.
–Undiscovered Country 2, de Charles Soule, Scott Snyder y Giuseppe Camuncoli, 16,95 €, Image Comics
–Spawn Kills Everyone, de Todd McFarlane, J. J. Kirby y Will Robson, 15,95 €, Image Comics
–Bad Reception, de Juan Doe, 14,95 €, Aftershock
–Horizon Zero Dawn 1, de Anne Toole y Ann Maulina, 16,95€, Titan
–Paper Girls Integral 2, de Brian K.Vaughan y Cliff Chiang, 50 €, Image Comics
–Nieve, cristal, manzanas, de Neil Gaiman y Colleen Doran, 16,95 €, Dark Horse
El pasado mes no llegó a salir a la venta la única novedad de Panini en lo que se refiere a cómic independiente, que la veremos en noviembre, la antología creada por Alan Moore y publicada en Avatar Press, Cinema Purgatorio, esta vez con Garth Ennis y Raulo Caceres al frente, que resulta ser una historia de paramédicos en un mundo plagado de criaturas extrañas. Pero además tenemos otra novedad muy esperada, más de tres años de hecho, el cuarto y último volumen de I hate Fairyland, la divertidísima e irreverente comedia sangrienta de Skottie Young.
–Cinema Purgatorio: Código Pru, de Garth Ennis y Raulo Caceres, 22 €, Avatar Press
–I hate Fairyland, de Skottie Young, 18 €, Image Comics
La cita con Jeff Lemire que nos ofrece Astiberri cada pocos meses tiende a ser ineludible, pero si el acompaña un artista como Gabriel Hernández Walta… bueno, eso ya son palabras mayores. En este caso volvemos al universo Black Hammer para asistir a la historia de uno de los protagonistas de la serie principal, Barbalien, con Tate Brombal como co-guionista, esta serie fue nominada a los premios Eisner como mejor serie limitada. Un buen curriculum.
– Barbalien: Planeta rojo, de Jeff Lemire, Tate Brombal, Gabriel Hernández Walta, 16€, Dark Horse
Entra Sapistri en nuestro Magazindie con una obra que ha resultado un éxito en Estados Unidos y en Corea de Sur, justo de donde procede su guionista, Kim Hyun Sook. Una obra muy personal, de hecho dibujada por su marido Ryan Estrada, que nos lleva a la revolución juvenil que se alzó contra su gobierno y de la que poco se supo en el extranjero. Esperanza y libros unidos por el cambio social.
– El club de los libros prohibidos de Kim Hyun Sook, Ryan Estrada y Ko Hyung-Ju, 17,90€, Iron Circus Comics
La Cúpula continúa la publicación de el clásico de David Lapham, Stray Bullets. Tras lanzar al mercado cinco tomos, con la serie original completa, y un sexto que contenía la serie limitada Asesinos, ahora es el turno de su continuación, Sunshine & Roses, serie publicada en Image Comics que llegó a los 42 números, superando así a la primera. Basta decir que si te gusta el género negro y no has entrado en esta colección ¡estás tardando!
– Balas perdidas. Sunshine & Roses 1: Kretchmeyer de David Lapham, 20,50€, Image Comics
Desde Norma han sido cautelosos en sacar sus novedades debido al tema del papel, del que os hablamos en la introducción de este mes, por ello también nosotros retrasamos un poco este Magazindie, pero nos traen un buen puñado, como es habitual. Empezamos con el estreno de Blade Runner Orígenes, la famosa franquicia ahora nos llega dibujada por Fernando Dagnino. Retrasados del mes pasado tenemos The true lives of the fabulous Killjoys, donde Gerard Way, Shaun Simon y Becky Cloonan nos cuentan una historia ambientada en el cuarto disco de My Chemical Romance, y el tercer integral de la famosa serie de Terry Moore, Strangers in Paradise. Acaba Ciencia Oscura en su versión de lujo, todo un must have del cómic actual, de la cual hemos hablado aquí, mientras que tenemos dos continuaciones, la de Snotgirl, una fantástica historia de Brian Lee O’Malley con Leslie Hung donde una bloguera de moda acaba envuelta en crímenes, y nuestra querida The Weatherman, que sin duda fue uno de los grandes estrenos del año, con su acción, su comedia, su fondo y su precioso dibujo.
–Blade Runner Orígenes 1, de K. Perkins, Mellow Brown y Fernando Dagnino, 19 €, IDW
–The true lives of the fabulous Killjoys 1, de Gerard Way, Shaun Simon y Becky Cloonan, 28 €, Dark Horse
–Strangers in Paradise Integral 3, de Terry Moore, 36 €, Abstrack Studio
–Ciencia Oscura Edición de Lujo 3, de Rick Remender y Metaeo Escalera, 49,95 €, Image Comics
–Snotgirl 3, de Brian Lee O’Malley y Leslie Hung, 18,50 €, Image Comics
–The Weatherman 2, de Jody Leheup y Nathan Fox, 21 €, Image Comics
La falta de papel ha frenado lanzamientos, pero no ha conseguido detener el imparable flujo de historias nuevas en nuestro querido cómic independiente yanqui. Como siempre, cosas sabrosas en Image Comics, con el repudiado por los marvelitas Matthew Rosenberg reuniéndose con Tyler Boss para hacer lo que mejor saben hacer. Bendis aterriza en un nuevo hogar con su Jynxworld tras su paso por DC, y Mark Russell repite con Ahoy Comics. TKO Studios nos trae dos nuevas obras, y aunque una de ellas sea solo sea la recopilación de sus TKO Shorts, bien merece que lo señalemos para los amantes del tomo. Zdarsky y Phillips, el regreso de R. Kikuo Johnson, una nueva serie ubicada en el universo de The Resistance y muchas cosas más en el undécimo mes del año. ¡Preparad las carteras!
(G): Cullen Bunn, Heath Amodio
(D): Sami Kivelä
(G): Paul Tobin
(D): Andy MacDonald
(G): Mark Sable
(D): Giorgio Pontrelli
(G): Mark Russell, Bryce Ingman
(D): Peter Krause
(G): Varios autores
(D): Varios autores
(G): Varios autores
(D): Varios autores
(G): Gregg Hurwitz
(D): Brian Reber
(G): Jeremy Sorese
(D): Jeremy Sorese
(D): Luca Casalanguida
¡Cómo nos gustan las teorías conspiranoicas! Este último año ha hecho que sean menos divertidas, viendo la cantidad de gente, a veces aparentemente inteligente, que se lanza con uñas y dientes a defender chaladuras de tremendo calibre, pero no podemos negar que tienen un atractivo muy especial, sobre todo para alimentar la ficción. La magnífica The Department of Truth de James Tynion IV y Martin Simmonds ya nos demostró el juego que dan, y por supuesto no iban a ser ni la primera ni la última vez que viéramos a algún autor sumergirse en ellas. Por supuesto que no: Regarding The Matter of Oswald’s Body es nuestra nueva incursión en los oscuros callejones de la mitología conspiranoica; en concreto, en una de las más populares: el asesinato de JFK.
Cuenta una teoría que el supuesto cuerpo del asesino que fue enterrado no era el del verdadero Lee Harvey Oswald. Pero entonces, ¿adónde fue su cadáver? ¿Y por qué iban a ocultarlo? Es la pregunta que nos hace BOOM! Studios este mes, de la mano de un guionista al que es imposible no tener en cuenta. Christopher Cantwell, recientemente nominado por su Dr. Doom y con unas magníficas obras tales como She Could Fly y Everything en su haber reciente, se alía con el artista italiano Luca Casalanguida para narrarnos un thriller en el que un improvisado grupo de pendencieros que tendrá que encargarse sin saberlo de limpiar el escenario del crimen más famoso de Estados Unidos.
(G): Shea Fontana
(D): Celia Moscote
(G): Sunshine Barbito
(D): Alessia Alfano, Debora Carita
(G): Mike Mignola, Christopher Golden
(D): Matt Smith
(G): Chris Roberson
(D): Steve Morris
(D): Stephen Byrne
Desde que Brian Michael Bendis creara el sello Jinxworld para controlar algunas de sus obras de autor, se ha movido más que un garbanzo en la boca de un desdentado. Desde los 90, la lista de editoriales es importante: Caliber, Image, Oni Press, Icon (Marvel) y, por último y acompañando el tremendo movimiento entre grandes que hizo el guionista, DC Comics. Y parece que aún le queda gasolina. Este año Bendis anunció que el sello volvía a mudarse, en esta ocasión a Dark Horse. La editorial dirigida por Mike Richardson acoge así con los brazos abiertos al guionista de Ultimate Spiderman, y lo celebran con el lanzamiento de una nueva serie, con Stephen Byrne en el apartado artístico.
En Joy Operations viajamos 55 años hacia el futuro para encontrarnos con una sociedad que gira alrededor de las trusts, megaciudades propiedad de las grandes corporaciones. En una de ellas, Jonando Trust, conoceremos a Joy, una agente especial de la ciudad que se encarga de mantener el orden. Sin embargo, su impoluta hoja de servicios se verá amenazada cuando una voz en su cabeza trata de hacerle traicionar sus principios.
(G): Mike Richardson, Paul Chadwick
(D): Paul Chadwick
(G): Stephen Mooney
(D): Jethro Morales
(G): Christos Gage
(D): Marc Borstel
(G): Will Robson
(D): Will Robson
(G): R. Kikuo Johnson
(D): R. Kikuo Johnson
(G): Lane Milburn
(D): Lane Milburn
(G): Varios autores
(D): Varios autores
(G): Simon Stalenhag
(D): Simon Stalenhag
(D): Jacob Phillips
Otro de los grandes estrenos de Image tiene dos nombres ilustres. Por un lado, nuestro canallita canadiense favorito, el bueno de Chip Zdarsky, que sigue dejando cada vez más claro que detrás de los chistes y las coñitas está uno de los mejores guionistas del mercado USA. Por el otro, Jacob Phillips, un artista que comenzó con el sambenito de llevar colgada la etiqueta de ser el hijo del maestro Sean Phillips, pero que entre su labor en That Texas Blood y coloreando a su padre en sus últimos trabajos con Brubaker. La unión de ambos es motivo suficiente para destacar este estreno, claro.
En su nuevo proyecto conoceremos a Easton Newburn, un detective privado especializado en vender sus servicios a las distintas bandas criminales de la ciudad cuando hay algún desaguisado entre ellas. Un procedural que nos permitirá disfrutar de historias autoconclusivas en cada número, todas ellas conectadas gracias a una intrahistoria paralela escrita y dibujada, respectivamente, por los debutantes Nadia Shammas y Ziyed Yusuf Ayoub.
(G): Iolanda Zanfardino
(D): Elisa Romboli
(G): Jim Mahfood
(D): Jim Mahfood
(D): Tyler Boss
Empecemos por lo importante: si no habéis leído 4 Kids Walk Into a Bar, ya estáis tardando. Publicada por la editorial Black Mask, esta miniserie creada por Matthew Rosenberg y Tyler Boss pasó tristemente desapercibida en el mercado yanqui (y en el nuestro, claro, que está inédita), pero fue uno de los trabajos más sensacionales del momento. En tan solo 5 números, la pareja creativa nos metía de lleno en una alocada historia descacharrante en la que un grupo de niños decidía atracar un banco. Con un guion afilado y veloz como un demonio y un estilo visual potentísimo, a medio camino entre Steve Lieber y el cine de Wes Anderson, os podemos garantizar que, si controláis la lengua de Shakespeare, os vais a encontrar un trabajazo de primer nivel. Es por eso que uno de los estrenos de este mes nos hace tanta ilusión.
Porque What’s The Furthest Place From Here es lo nuevo del mismo dúo. Rosenberg quiere demostrarnos una vez más que su mala imagen en Marvel no es todo lo que puede darnos, y aterriza junto a Boss en Image Comics para volver a contarnos una historia en la que los niños son los protagonistas. En concreto, los autores nos sumergen en lo que parece ser un futuro postapocalíptico en el que los adultos han desaparecido. Lo único que queda son niños y adolescentes, organizados en clanes hostiles y confinados en sus territorios sin aventurarse a las llamadas tierras baldías, amenazados ante la misteriosa presencia de unos seres llamados los Extraños, que se llevan a todo aquel que alcanza la edad adulta. Distopías, apocalipsis, diálogos mordaces y música en lo que promete ser una de las series del año.
(G): John Leguizamo, Aram Rappaport, Joe Miciak
(D): Chris Batista
(G): Alissa Sallah
(D): Alissa Sallah
(G): Brenda Hickey
(D): Brenda Hickey
(G): James Asmus
(D): Jeremy Lawson
(G): Sloane Leong
(D): Anna Bowles
(G): Varios autores
(D): Varios autores
(D): Anand Rk
¿Os hemos dicho ya que Costas Salvajes es brutal? Perdonadnos, pero la obra de Vault Comics que nos descubrió a Ram V nos conquistó en la redacción de indie. El guionista indio entró en la escena por la puerta grande, y desde entonces le seguimos la pista con infatigable pasión, porque sus obras tienen una personalidad muy especial. Y de momento no falla: si hace unos meses nos encandiló el inicio de la sensacional The Many Deaths of Laila Starr, este mes por fin (y tras mucho retrasos) llega su nuevo trabajo en Vault. Lo hace además junto a Anand Rk, artista también procedente de la india que ya trabajara con él en la recomendable Blue in Green, así que la noticia no puede ser mejor.
En Radio Apocalypse los autores nos llevan, claro, a un futuro en el que el mundo se ha ido al carajo. Tras el impacto de un meteorito, el planeta se encuentra cubierto por el polvo del impacto. En Bakerstown se alza la última emisora que queda en activo, un faro que atrae a los supervivientes del cataclismo. Sin embargo, todo se pondrá patas arriba con la llegada de un joven huérfano llamado Rion. Una historia de música y el fin del mundo con una dupla creativa magnífica.
Powers
Hace 21 años, Brian Michael Bendis era un escritor y dibujante de cómics indie de género negro que había encontrado un hogar en Image Comics tras llamar la atención de Jim Valentino, por aquel entonces Publisher de la editorial, y Todd McFarlane debido a la calidad de los cómics que había creado bajo la tutela de Caliber Press. Qué tiempos tan lejanos. Bendis es hoy uno de los escritores más mainstream en Norteamérica, escritor estrella de DC Comics, cabeza visible de la Marvel Comics de principios de siglo, es decir, de todo lo bueno y todo lo malo del cómic de superhéroes. Mas los tiempos cambian. Consciente del crecimiento del cómic indie y de su posición menguante dentro de las dos grandes editoriales de superhéroes, Bendis se ha llevado sus cómics de autor de vuelta a una editorial independiente y una de las primeras series que serán reeditadas por Dark Horse Comics es Powers, un pequeño clásico moderno.
Bendis y su amigo y colaborador habitual Michael Avon Oeming se propusieron crear una serie sobre policías en un mundo de superhéroes y supervillanos, en el que las normas y convenciones de las novelas de policías se contraponen y entrelazan con las de los cómics de superhéroes. No era una idea original (¿acaso es posible contar historias originales con superhéroes?), pero eso no fue impedimento para el éxito de Powers, que ni estaba lastrada por las limitaciones de situar la acción en un universo ficticio para todas las edades, como es el caso de Code of Honor, ni reinventaba a los policías en un mundo inverosímil, como hizo la excelente Top Ten. Powers cautivó a miles de lectores por preguntarse cómo trabajarían los policías que patrullan las calles de Estados Unidos si los individuos que detienen a diario tuviesen superpoderes.
Los agentes Christian Walker y Deena Pilgrim se ven siempre sobrepasados por el caos, la violencia y la estupidez de los superhéroes y supervillanos, tan engreídos y tontos como el americano medio. Como dos policías reales, sus casos los resuelven en la mayoría de ocasiones gracias al azar y buena suerte, un modus operandi que cansaría al lector en otras series. Pero esta no pretende contar historias de análisis forenses y deducciones impecables, sino hacernos sentir parte de su mundo, parte de un equipo de policías cínicos y de su vida fuera de la comisaria. Es un place leer los interminables diálogos de Bendis, divertidos y adictivos, hábilmente posicionados por el rotulista en páginas en las que Oeming se las ingenia para dejar que las conversaciones fluyan sin ofuscar la narrativa visual de la serie. No solo narrativamente sobresale el dibujante; también está estupendo dibujando persecuciones policiales y peleas de superhéroes que terminan con sangre y vísceras repartidas por el asfalto, al igual que callejones abandonados y mal iluminados o comisarias en las que el cansancio y estrés de los policías puede respirarse.
Con el cambio de editorial a Marvel Comics, motivo por el que fue relanzada con un nuevo volumen, Powers dejó de publicarse mensualmente y se volvió muy indulgente consigo misma. Más y más diálogos marca de la casa, más sexo explícito, más palabrotas y humor negro, más violencia. A mí me gusta tanto como antes la serie, pero aunque no os guste la deriva que toma a partir del segundo volumen, estoy convencido de que el primer volumen, el de Image Comics, os encantará si os atrae la premisa.
Lisandro Estherren
Nacido en 1980 en la ciudad de Paraná, Argentina, Lisandro Estherren es un artista que en el último tiempo ha ganado gran proyección en los mercados norteamericanos y europeos. Sus comienzos se remontan a, al menos señalando su primer gran trabajo, Etchenike, una adaptación a historieta de la novela Manual de Perdedores de Juan Sasturain que realizó con el escritor uruguayo Rodolfo Santullo y publicada por Editorial Pictus. Simultáneamente, participó en varios números de la Revista Términus, para luego editar bajo el mismo sello la novela gráfica Tekton con guión de Gastón Flores.
Simultáneamente, desarrolló su carrera en el extranjero con publicaciones breves en Italia (en la revista Lanciostory), España (revista Cthulhu) y Estados Unidos. En este último, la primera serie que publica es The Last Contract junto a Ed Brisson en BOOM! Studios. Un año después comienza su primera serie regular, Redneck, en Image Comics con Donny Cates. En 2020, volvió a publicar en BOOM! realizando la miniserie Cielos extraños sobre Berlín Este con Jeff Loveness. Por estos dos últimos títulos puede serles conocido el nombre de nuestro artista del mes, ya que ambos fueron publicados en España el pasado mes de octubre, por ECC y Planeta respectivamente (de la que aquí pueden leer una reseña reciente).
Para el caso de quienes no lo conozcan, se trata de un dibujante atravesado por múltiples influencias estilísticas y narrativas que le permiten presentar estilos diferentes según amerite cada historia o su gusto por experimentar y probar nuevas técnicas y maneras (para lo cual recomendamos su blog). Esto se puede descubrir comparando páginas al azar de las obras actualmente disponibles en el mercado, dando más lugar a las tintas negras o confiando casi por completo en una fina línea de lápiz. No obstante su deseo experimental, se lo nota siempre cómodo en las historias de géneros clásicos, entre el policial y el terror, con algún paseo también por la ciencia ficción pero siempre volviendo a su predilección por el noir.
Radicado actualmente en Italia, resta seguir atentos su carrera artística a ver qué más nos depara su trabajo, sea tanto en el mapa indie o en otros terrenos del universo de la viñeta.
El equipo recomienda…
– Mariano Abrach: I hate Fairyland 4, de Skottie Young, Panini Cómics.
– Edu Sesé: El club de los libros prohibidos de Kim Hyun Sook y Ryan Estrada, Sapristi.
– Alfonso del Pino: Noviembre, de Matt Fraction y Elsa Charretier, ECC.
– Raúl López: Paper Girls Integral 2, de Brian K. Vaughan y Cliff Chiang, Planeta Cómic.
– Igor Álvarez Muñiz: The Weatherman 2, de Jody Leheup y Nathan Fox, Norma Editorial.
– José María Vicente: Balas perdidas. Sunshine & Roses 1: Kretchmeyer, de David Lapham, La Cúpula.
– Sergio Fernández: The Weatherman 2, de Jody Leheup y Nathan Fox, Norma Editorial.
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