Javier Vázquez Delgado recomienda: Destrucción, de J.D. Morvan y Rey Macutay

Portada Destruccion

Edición original: Ravage 1-3 FR (Glènat, 2016 – 2021)
Edición nacional/España: Destrucción (Yermo Ediciones, 2021)
Guion: Jean-David Morvan
Dibujo: Rey Macutay
Color: Walter
Traducción: Carles Miralles
Formato: Cartoné. 144 páginas. 35,00€

La destrucción de la sociedad heteropatriarcal

«La humanidad nunca debería haber confiado su destino al progreso»

Yermo Ediciones nos presenta la versión integral de Destrucción (Ravage en su versión original), una serie de temática postapocalíptica en la que el guionista Jean-David Morvan y el dibujante Rey Macutay adaptan la novela homónima de 1943 escrita por Barjavel.

Jean-David Morvan (Reims, 1969) es un guionista con una extensa carrera en el mercado franco-belga donde ha destacado por sus aportaciones a los géneros de la fantasía y, sobre todo, de la ciencia-ficción. Algunas de sus series más conocidas son HK (Glènat) dibujada por Trantkat, Nomad (Glèant) ilustrada por Sylvain Buchet, o su obra más famosa, Sillages (conocida en España como Estela) de la que lleva publicados más de 20 álbumes. También realizó cuatro álbumes de Spirou y Fantasio en colaboración con José Luís Munuera. Con una trayectoria tan marcada por la ciencia ficción es natural que se sintiera atraído por la novela de Barjavel sobre un mundo devastado por la pérdida de toda la tecnología basada en la electricidad.

La acción arranca en el año 2157, dos bandos se enfrentan en una encarnizada lucha. Uno de los está liderado por aquel que llaman “Patriarca” quien pretende destruir la máquina que han construido sus rivales. El sabe que le pasó a la humanidad la última vez que cedió su destino al progreso tecnológico y no quiere que se repitan los trágicos sucesos que acontecieron 100 años atrás.

Destruccion
Muestra del arte de Macutay en Destrucción

A través de los recuerdos del protagonista, descubriremos como la humanidad sucumbió al caos cuando de repente toda la tecnología basada en la electricidad dejó de funcionar. François, un estudiante de agroquímica se dirige a Paris para encontrarse con Blache, su novia, quien se va a convertir en una cantante famosa. En medio de la devastación provocada por la falta de electricidad, los jóvenes tendrán que encontrarse y huir de la capital en compañía de otros supervivientes.

Estamos ante una historia con un arranque muy potente y una premisa, aunque manida, bastante interesante. La acción se desata desde las primeras páginas sustentada por un despliegue gráfico impactante para luego bajar el ritmo y dedicar casi todo el resto del capítulo para presentar a los dos protagonistas. Solo al final de este primer acto, la acción vuelve a tomar el protagonismo cuando presenciamos los primeros actos de destrucción.

A partir de ahí la serie no consigue mantener el nervio demostrado en su arranque lastrada por un desarrollo de personajes muy cuestionable y por unos diálogos que en algunos momentos rozan lo absurdo. Cuesta empatizar con los protagonistas y también saber qué es lo que realmente nos quieren contar los autores. Esta sensación se hace especialmente patente en el último acto, en el que la historia parece perder el rumbo completamente y se precipita a un final apresurado y poco satisfactorio.

La principal pega de la propuesta de Morvan es que nunca queda muy claro qué pretende contarnos. La obra de Barjavel, hija de su tiempo, era una dura crítica a la utilización del progreso y como éste ablanda al ser humano. También tiene un marcado tono pesimista que refleja la situación de la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. En cambio, la versión de Morvan presenta este tema combinado con una crítica al machismo de la sociedad heteropatriarcal. El problema es que el guion no acaba de profundizar en ninguno de los dos y el desarrollo de los personajes hace que el conflicto (sobre todo el del machismo) se presente de forma torpe y brusca.

Si el trabajo de Morvan es cuestionable, el de Rey Macutay justifica por si solo darle una oportunidad a esta propuesta. El artista ha desarrollado casi toda su carrera en su país natal, aunque ha realizado varias obras para el mercado francés, siempre en colaboración con Morvan. Su estilo, espectacular y de poderosas líneas bien marcadas, es ideal para reflejar el caos y la destrucción que describe la obra, brindado páginas tan impactantes como la de la destrucción de la Torre Eiffel o la caída de los aviones sobre la ciudad. También resuelve con mucho acierto las escenas de acción destacando la secuencia inicial. EL trabajo visual se ve complementado con los acertados colores de Walter que trabaja muy bien el contraste entre las escenas situadas en la ciudad (oscuras) con las ubicadas en la campiña (brillantes).

La edición de Yermo incluye los tres álbumes de la serie original, incluyendo sus portadas. La calidad es la habitual de los productos de esta editorial destacando el buen tamaño del álbum que permite apreciar el llamativo arte Macutay.

Estamos ante una obra de premisa interesante y factura gráfica atractiva que se ve lastrada por un desarrollo torpe y errático que no explota todo el potencial de sus planteamientos.

Lo mejor

• El arte de Rey Macutey y el color de Walter.
• La idea de base tiene potencial

Lo peor

• El desarrollo de los personajes.
• La trama no va a ninguna parte.
• Algunos diálogos son de vergüenza ajena.



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