Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 56. El Caso Osborn

Edición original: The Amazing Spider-Man 25-28 USA (Marvel Comics, 2017)
Edición nacional/España: Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 56 (Panini Cómics, 2021)
Guion: Dan Slott, Christos Gage, Jacob Chabot, James Asmus, Hannah Blumenreich, Cale Atkinson y Jason Keith.
Dibujo: Stuart Immonen, Todd Nauck, Ray-Anthony Height, Tana Ford, Hannah Blumenreich, Cale Atkinson y Giuseppe Camuncoli.
Entintado: Wade Von Grawbadger, Walden Wong, Jordan Gibson y Cam Smith.
Color: Marte Gracia, Andrés Mossa, Rachelle Ronsenberg, Jim Campbell, Jordie Bellaire y Cale Atkinson.
Formato: Tomo en tapa dura. 168 páginas. 19€

El Regreso de Norman Osborn

«¿No lo pillas? ¿Por qué siempre gano? ¿Por qué al final te acabo derrotando? Porque nunca me rindo, y siempre encuentro la forma de ganar»

Norman Osborn es, a nivel editorial en Marvel, un poco similar a Hal Jordan en DC. No, no me he vuelto loco. Y sí, estoy comparando al Duende Verde con el Green Lantern más famoso y no lo hago solo porque ambos lleven el mismo color en su denominación.

A lo que me refiero es que, ni Hal Jordan ha sido el Green Lantern más representativo hasta hace relativamente pocos años, cuando Geoff Johns lo sacó del olvido editorial a principios de este siglo en el que se encontraba como Espectro, ni el Duende Verde ha sido ese Némesis absoluto del Hombre Araña por el que hoy lo tenemos, hasta la década de los noventa.

Así, no son muchos los cómics protagonizados por Jordan en las décadas pasadas, teniendo una vida editorial más larga (al menos antes) su sucesor John Stewart, y siendo Jordan el Linterna Verde más representativo de la colección desde que comenzó el presente milenio, pero no antes.

Con Norman Osborn en el caso de los villanos, sucede algo parecido. Fue muy importante en los primeros años de la colección arácnida, siendo quien mataba a Gwen Stacy para después ser matado por su propio planeador en un desagradable accidente en el que Spidey se cobraba por accidente la venganza a la que había renunciado.

Desde entonces, hablamos de Julio de 1973, Amazing Spider-Man 122, el villano no había vuelto a aparecer en la colección hasta que ésta se encontraba herida de muerte durante la Saga del Clon, utilizándose a un Osborn resucitado para poner fin a la misma, y aquel sinsentido de que Ben Reilly era el verdadero Peter Parker y de paso, devolver la dignidad a la serie.

Más adelante, Warren Ellis utilizó a este Osborn resucitado, que desde su vuelta de entre los muertos vivía por y para fastidiar a Peter para liderar a los Thunderbolts, estatus que aprovechó Brian Michael Bendis en The Pulse, Vengadores Oscuros, Invasión Secreta y Asedio, volviendo más tarde Norman al plantel arácnido villanos, lejos ya de involucrarse en crossovers editoriales.
Por tanto, si nos fijamos en su deriva editorial, Normal como némesis máxima de Spiderman y a pesar de ser quien mató a Gwen Stacy, resulta un concepto más o menos moderno.

Pues bien, Dan Slott huyó como sabemos, al menos durante la primera mitad de su etapa, de utilizar a Osborn, centrándose en otros villanos con Octopus, con los que hizo auténticas maravillas que de sobra hemos comentado en montones de reseñas. De hecho, cuando se decidió a traer a Norman de vuelta, lo hizo para enfrentarlo a Spiderman sí, pero al Superior pilotado por Otto Octavius, y no a Peter Parker.

En esta ocasión, Slott, sabedor de que Norman ha sido despojado del suero duende y por tanto de su locura (pero no de su maldad) decide situar al personaje en medio de una trama de terrorismo internacional que Peter, con su nuevo poder corporativo tendrá que parar, enfrentándose no al duende, si no al empresario que está bajo la máscara.

La premisa es más que interesante, pero sin embargo, no termina de ser desarrollada con la pericia a la que el autor nos tiene acostumbrados. El enfrentamiento se hace esperar y cuando llega es bastante anticlimático, y reducido a una pelea sin poderes que hace que la esperada batalla entre dos grandes mentes quede reducida a un par de puñetazos sin alma alguna.

No estamos ni mucho menos ante un gran cómic, pero si ante uno que prometía más de lo que da. Por suerte, no sería la última vez que veríamos a Norman en la etapa de Slott pues volvería como Duende Rojo para acabar con Spiderman justo al final de la etapa, en un tomo del que ya os hablaremos el año que viene.

En el caso del dibujo, este está llevado a cabo por entero por Stuart Immonen, un talentoso dibujante que ya jugó con el personaje en su variante Ultimate y que aquí resulta lo mejor del tomo sin duda alguna.

Este tomo cierra con un número especial plagada de un montón de historias cortas con distintos equipo creativos, variables en su calidad pero entretenidas todas ellas en conjunto. Especialmente, la que firman Slott y Giuseppe Camuncoli en la que se atisba el siguiente gran plan del Doctor Octopus.

Otro tomo Marvel Saga que se viene para casa, y que deberíais adquirir si como yo, seguís la colección mes a mes.

Lo mejor

• Que el villano sea aquí Norman Osborn y no el Duende Verde.

Lo peor

• El enfrentamiento final resulta anticlimático.



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