Javier Vázquez Delgado recomienda: Magazine DC España- Noviembre 2021

INTRODUCCIÓN

El mes de noviembre es un mes que siempre llega repleto de novedades. Novedades que vienen a llenar estanterías de cara a las navidades que comienzan, ya de forma clara, y demasiado pronto, a asomar la patita por debajo la puerta. Las novedades DC de noviembre DC se pueden definir de una forma clara y contundente, pues estamos ante un verdadero alud de reediciones y recopilaciones de las series ya vistas por estos lares. Un movimiento racional, en muchos casos, mientras que, en otros, como ya veremos, invitan a la reflexión.

Hay para todos los gusto y colores. Aventuras submarinas, con el final del trabajo de DeConnick al frente de Aquaman, con la despedida del tristemente fallecido, Robson Rocha, el arranque de tres nuevas colecciones, dos de ellas dedicadas al omnipresente Batman, mientras que la otra nos trae la nueva etapa de Green Lantern tras lo que se pudo leer en el impase de Estado Futuro. Hay nueva ración de terror, la recuperación del trabajo de Alan Moore a principios de siglo con su serie Camisa Gris, así como el ya comentado aluvión de reediciones y recopilaciones en las que aparece la Liga de la Justicia, Nightwing, Superman, Young Justice, entre otras, y tirando de nostalgia ochentera, He-Man y los Thundercats, que unen dos de las franquicias más potentes de aquella década.

Y no nos dejamos una nueva ración de ventas y una encuesta, al final del Magazine, para que podáis dar rienda suelta a vuestra opinión sobre el tema del mes. Noviembre arranca con fuerza en cantidad y calidad, aunque añoramos que hubiera algo más de diversidad en las obras que llegan de DC, tal y como recordamos con nuestro clásico soñado.

Y sin más os dejamos con la sección de noviembre que esperamos os resulte interesante.

TITULARES

    Juicio a…
    Novedades destacadas
    Curiosidad del mes
    Lanzamiento del mes
    No te puedes perder
    Hablamos de Clásicos
    Ración de ventas
    Es la hora de la encuesta…

    JUICIO A… WONDER WOMAN – TIERRA MUERTA

    En contra…Iris West
    noviembre

    Wonder Woman: Tierra Muerta es una gran obra. Un trabajo mayúsculo a nivel gráfico, con una potente historia crepuscular, en la que Daniel Warren Johnson diseña y recrea un apocalipsis global, con Diana como último bastión con el que poder mirar al futuro con esperanza. Una lectura intensa, absorbente, llena de referencias, con atractivos personajes y una Diana bien construida, que hacen de este trabajo uno de los mejores publicados por el sello Black Label de DC.

    Tras este primer párrafo, que viene a ilustrar algo en lo que creo de forma clara y directa, toca explicar porque creo que la obra no acaba de ser todo lo que podría haber sido, posicionándome en la polémica parte de estar en contra de la obra en este duelo de escritoras en el que andamos metidas mes a mes, Linda y yo.

    Todos los que hayan leído este trabajo habrán visto de forma muy clara como Warren Johnson elabora un primer arco de enorme factura técnica, al guion y al dibujo, componiendo un relato en el que Diana despierta a un mundo que se desmorona sobre si mismo, asolado por un enemigo letal, mientras la propia sociedad se fagocita a si misma. Un retrato certero de lo que somos como especie y al que Diana llega como un bálsamo para invertir la caída al abismo al que parecemos estar condenados.

    El problema se manifiesta cuando llegamos al segundo arco y el giro que da la historia motiva al autor a desdecir por completo a la Diana que tan bien ha construido en el primer arco. Hay una viñeta, si solo una, en la que Diana reclama ir a ver a Superman, y lo expresa de tal manera que duele muy dentro como lo hace. Os lo cito textualmente:

    “Ya no puedo confiar en la humanidad… y mi madre desea la muerte de todos. Estoy atrapada entre dos fuerzas terribles. Necesito consejo. Le necesito a él.”

    He reflexionado mucho sobre este diálogo. Lo he comentado mucho con mi entorno y siempre se justifica dada la situación en la que se ve metida Diana. Y para mí ese es el problema. La obra no debería necesitar que se la justifique, debería ser capaz de mostrarlo sin necesidad de coger a Diana y mirar a Superman para encontrar la solución. Es Wonder Woman, y no se trata de que sea amigos, lo son, y se puede buscar el apoyo de los amigos siempre, pero la manera en la que Johnson lo hace rompe la visión de Diana.

    Muchos me dicen que así se muestra más humana, porque quiere hablar con alguien que no es propiamente humano, es un alienígena, ¿necesitando el qué de su persona? ¿Su poder? ¿Su consejo tal y como dice? ¿Su apoyo? Porque no es lo mismo una cosa que la otra y tal y como lo expone Johnson y lo desarrolla, con lo que ocurre a continuación y cómo se mueve el segundo arco, la obra se desmorona por una frase catastrófica muy mal insertada como punto de inflexión para la historia.

    Así que sin duda estamos ante un gran trabajo, una obra notable, pero que cae en picado en su segundo arco por lo anteriormente comentado. Diana es una amazona. Es una guerrera. Es amor. Es comprensión, Es fuerza. Es sacrificio. Es inteligencia. Es ella misma siempre. Su humanidad no se justifica, porque simplemente ella es la más humana de todos nosotros y siempre lo será.

    A favor…Linda Park

    Daniel Warren Johnson es lo mejor que le ha pasado al cómic en mucho tiempo. Hala, ya lo he dicho tirando por el suelo mi fama de reportera y mi posible objetividad en este juicio. Pero es que lo hemos visto crecer, desde una gamberrada acompañado a los guiones por otro que se las trae, pasar por una opera prima como autor completo que nos enamoró a todos, hasta otra macarrada que nos mantuvo con el corazón en un puño y nos dejó con la piel de gallina. Parece un contador de historias nato que ha aprendido a acompañarlas con su arte, y vaya arte. Ahora quedaba ver si sería capaz de afrontar las riendas de un personaje importante de una gran editorial y DC le brindó la oportunidad en el sitio donde mejor encajaba, en el sello Black Label.

    Y no ha decepcionado. Wonder Woman: Tierra Muerta tiene un ritmo endiablado, una épica sobresaliente y una narrativa espectacular. Se apoya en un futuro alternativo, donde todo se ha ido al traste, para retorcer lo suficiente los códigos de la amazona sin llegar a romperlos. Alguna (no voy a señalar a ninguna compañera de profesión) dirá que demasiado, pero entonces aquí estaríamos criticando como el autor estrella del momento no se ha atrevido a innovar y ha terminado fagocitado por el personaje. No, DWJ enfrenta a Diana a los peores límites para tomar decisiones imposibles en cualquier otra realidad… y todos salimos ganando.

    Todo el cómic respira talento, desde ese inicio con una ambientación excepcional que ya hace intuir el dolor no asimilado por la reina de las amazonas. Prosigue con el genio de esos pocos cuentacuentos capaces de explicar la realidad del momento en sólo unas pocas páginas. Y no tarda demasiado en presentarnos al carácter principal y los misterios que le aguardan por resolver. Todo acompañado por ese dominio del trazo, principalmente grueso, pero nunca escaso en detalles. Por esa capacidad de congelar el movimiento como los mejores maestros del manga. Por esa maestría en la narración, tempo y control de la emoción del lector.

    Y no paremos con las alabanzas, todo un plantel de nuevos personajes a los que vemos evolucionar, de los que podemos encariñarnos y hasta a los que entendemos en semejante situación. Otro aspecto curioso es, por una vez, ver como menos que secundarios a los dos grandes hombres iconos de DC en favor de la mujer protagonista absoluta. Y sigamos por el disfrute de un circo romano, criaturas lovecraftnianas, escenas de guerra brutales, onomatopeyas que se mezclan con la acción, paisajes profundos, caballos alados…

    También vale mucho la pena destacar la labor de Mike Spicer al color, que si bien no ayuda a (o no quiere) diferenciar los flashbacks del presente, si que juega maravillosamente con las luces. Los tonos de iluminación natural, a fuego, o artificial son realmente conseguidos. Y los contrastes de azules y rojos planos en las escenas de acción imprimen aún más velocidad a las mismas.

    Si tuviera que buscar una pega, es cierto que en el final de la historia las distancias se hacen más cortas que en la última temporada de Juego de Tronos, y que algunas de las salvajadas típicas que se marca el artista tampoco son necesarias. Eso es todo, no puedo decir nada más en contra. Tierra Muerta es el relato brutal que le hacía falta a Wonder Woman para ponerla en la onda como lo hizo la elección de Momoa para interpretar a Aquaman. No es el lavado de cara de Black Label para no ser el sello de Batman, es una obra propia que será maestra con el tiempo. Lo firma Linda Park, poniendo la mano en el fuego con nombre y apellidos, ya lo verán.

    GREEN LANTERN #01

    Lo peor de continuar con el legado de una etapa tan rompedora como ha sido para Green Lantern la de Grant Morrison y Liam Sharp, está en la selección del candidato para suplirlo, pero también en la elección del tono y personalidad de la colección. En ese sentido, la colección parte con la ventaja de ser una tradicionalmente coral, que ha sido protagonizada por personajes muy distintos y diversos y, con ello, el espacio para la elección estaba más abierto y dispuesto para el cambio.

    Geoffrey Thorne fue el guionista elegido, con Dexter Soy al dibujo. Entre medias, dispusimos de un primer acercamiento en Estado Futuro, con la primera historia escrita por Thorne para John Stewart, el aparente protagonista para los próximos meses. La misma, lejos de invitar a la lectura, resultaba tremendamente irregular, con problemas evidentes en prácticamente cada aspecto del tebeo, sin resultar estimulante de cara a potenciar las ventas de la nueva colección a publicar.

    Sin embargo, una segunda oportunidad es más que necesaria, teniendo además en cuenta que Estado Futuro no era más que un pequeño descanso y una oportunidad para desarrollar ideas y examinar cómo el público reaccionaba a ellas. En este sentido, el primer número mejora las impresiones de la anterior. La acción es menos confusa y acelerada, contenida en un par de páginas a modo de introducción al tebeo.

    Por su parte, a pesar del preponderante papel de John, se explota el carácter de grupo con continuas intervenciones del resto de personajes que, en esta ocasión, sí sirve un propósito y tienen fundamento para el desarrollo del protagonista y su historia.

    Con ello, y al ser un número uno, esta nueva serie servirá tanto que para aquellos que se bajaron en su día del barco de EL Green Lantern, como para los que aman la colección y jamás dejan por comprar un tebeo de los héroes más grandes de DC Comics, puedan comprobar la actualidad de sus personajes favoritos.

    Hay más acción, menos rarezas y un componente muy meritorio en el desarrollo. Una colección a seguir en el futuro

    BATMAN REPTIL #01

    Garth Ennis y Liam Sharp se ocupan de una nueva serie del murciélago más famoso de Gotham. Una más. Pero esta vez el nombre de los autores invita al seguimiento de la cabecera. La leyenda del cómic Garth Ennis y Steve Dillon, guionista y dibujante de la transgresora Predicador pretendían reunirse de nuevo en esta miniserie. El desgraciado fallecimiento de Dillon impidió tal reencuentro artístico. Sharp fue el elegido para sustituir al británico. El artista de Wonder Woman fiel a la evolución experimentada en The Green Lantern, se colorea a sí mismo otorgando páginas que pueden recordar a Dave McKean.

    Alguien está asesinando brutalmente a los enemigos del murciélago. Hay un monstruo cazando monstruos y Batman no puede permitirlo, un extraño misterio que incluye actos irracionales por parte de los villanos. La escena inicial vislumbra el Batman que Ennis quiere que leamos. Uno más chulesco de lo habitual, no tan entregado a la tecnología, más terrenal y también aterrador. Este Batman se lee como un personaje de Ennis, aunque comedido, el autor deja su impronta en el cruzado de la capa pudiendo ser reconocido por sus lectores habituales.

    Un cómic oscuro, tanto por el guion del escritor como por el arte de Sharp. Coloreándose a sí mismo, el dibujante dota de una atmósfera tenebrosa e incluso terrorífica la gran mayoría de páginas. El artista resalta una Gotham sucia y decadente que sumerge al lector en un ambiente decrépito y asfixiante. Para aumentar la percepción difumina a los personajes en el fondo y entorno o exagera las formas y rasgos más significativos. Un arte muy personal que puede no ser del gusto de todos.

    Ennis entrega un murciélago terrenal y urbano alejado del Batman cósmico y todopoderoso, pero a su vez, altanero, soberbio y con un puntito macarra fiel a los tropos del guionista. Un primer número que presenta la trama y que deja ver destellos de lo que puede convertirse en un gran cómic de Batman. Por la calidad de los autores implicados y el prometedor primer número, una serie muy a tener en cuenta.

    AQUAMAN TERCERA TEMPORADA – ECO DE UNA VIDA FELIZ

    Una vez más, y ya van tres con esta, volvemos a levantar la voz para que se le de más cariño a una de las etapas más interesantes de Aquaman de los últimos años. Lo dijimos con la llegada de la primera temporada. La recordamos con la segunda y con la llegada de la tercera lo vamos a exigir, pues el trabajo de DeConnick y Robson Rocha, es potente, lleno de interesantes propuestas, cambios el es estatus quo de sus protagonistas y todo sin desmerecer la parte más afín al género de superhéroes. Una mixtura elegante, bien construida, en el que brilla la elegancia y la enorme delicadeza que tiene Kelly Sue DeConnick para construir este nuevo escenario en el Mera se erige como la protagonista de la serie con la maternidad el epicentro de toda esta trama.

    Aquaman desde la llegada de los Nuevos 52 ha sabido mantenerse en las tiendas con mejores o peores resultados, pero sin abandonar las estanterías en la que puede ya decirse es su más prolongada presencia entre los aficionados desde que tiene serie regular en solitario. Es cierto que por el medio hemos tenido un reinicio de numeración, pero todos sabemos a qué nos referimos.

    El personaje, no tanto así su entorno natural, siempre ha sido motivo de cierta mofa. La serie de Superamigos podría ser la culpable, pero sea como sea hoy tenemos una película de acción real de éxito mundial, una serie de animación que continúa a esta y está ya en rodaje una secuela de acción real, mientras la serie regular continúa llegando puntual todos los meses a sus 18.000 lectores de media en USA. No es para echar las campanas al vuelo, sin duda, pero si ponen de manifiesto que aquellos días en los que cabalgaba el océano montado en dos delfines, han quedado ya muy atrás.

    La inclusión de Mera como personaje recurrente, la potente caracterización que ha tenido, su innegable tratamiento por parte de los guionistas implicados y como se ha fraguado la creación de esta nueva familia en el Universo DC, hacen de esta serie una de las novedades más interesantes del mes. Esperemos que lleguemos a ver por aquí la Cuarta Temporada, y de todos nosotros depende, porque, aunque en USA sigue dando guerra, en España las cosas siempre parecen ser mucho más complicadas para Mera y su familia. Y es que tal vez este debería ser el nuevo titulo de la cabecera, porque ahora toca ver hasta donde son capaces de llevar esta idea, de la que se pudo ver un destello en Estado Futuro con un más que satisfactorio resultado.

    Sirvan estas líneas también como una despedidas sentida por su dibujante, Robson Rocha, fallecido por la COVID, que nos deja demasiado pronto. Le sobrevive su arte.

    JOE HILL – THE NICE HOUSE ON THE LAKE



    James Tynion IV
    tenía una muy buena fama en nuestro país, ganada principalmente por su Detective Comics de Renacimiento. Una serie coral sobre la batfamilia que explora y define muy bien cada personaje que utiliza. El autor se encarga de Batman, en la que prometía ser una interesante etapa, pero que por desgracia no pasa de ser entretenida, en el mejor de los casos. ¿Qué Tynion encontraremos en esta nueva y personal obra?

    Autor de The woods o de Something is killing the children cómics que abrazan el género de terror en los que Tynion demuestra un sólido pulso narrativo y una capacidad innata para crear expectación e interés. Esta serie de 12 números, publicada en el sello Black Label, promete suscitar las mismas sensaciones.

    Álvaro Martínez Bueno
    es el artista de la obra. Su excelente dibujo es capaz de trasmitir toda la tensión que imprime el guionista en el texto, con un juego muy interesante de las sombras. Entre tantos personajes es fundamental que sean reconocibles, algo que el dibujante consigue instantáneamente. El español es imprescindible para el cómic. Con el color de la reputada Jordie Bellaire al nivel que se le presupone, excelso, el arte del libro es magnífico.

    12 amigos son invitados a una bonita casa en el lago por Walter, alguien al que todos conocen. ¿Quién podría negarse a unas vacaciones tras un año tan duro? Las distintas personalidades son bien expuestas por Tynion a las que las facciones claras y las distintas expresiones de Martínez Bueno vienen como anillo al dedo para definirlas. El final revela la premisa de Una bonita casa en el lago dejando boquiabiertos a los lectores. El cómic te ha guiado sorprendentemente bien por sus páginas, siendo fascinante lo bien conjugado que está el equipo creativo para entregar un primer capítulo tan bien ejecutado.

    ECC sorprende y agrada con la decisión de publicar esta obra en grapa. Una buena decisión pues otorga la posibilidad de descubrir si esta obra de terror a la que le llueven los halagos es merecedora de ellos. Nosotros desde luego vamos a picar con el primero. Si Tynion decepciona (no parece que vaya a hacerlo) siempre podemos deleitarnos con el arte de Martínez Bueno.


    HE-MAN / THUNDERCATS

    Los años 80 son sinónimo creatividad. Cine, literatura, cómics, juguetes, tecnología… todo parecía estar en plena efervescencia. Fue la década del walkman, del video doméstico, del cubo de Rubik, las Game&Watch, los ordenadores de 8 bits… los años de Terminator, Robocop, los Critters, los Goonies, Indiana Jones o Regreso al Futuro… el momento de lanzar las Secret Wars o Crisis… mientras en la televisión ponían la Bola de Cristal, He-Man, los Thudercats y los Transfomers, entre otras.

    Son solo algunos ejemplos rápidos de una explosión de ideas en una década en las que se lanzaron un sinfín de propuestas nuevas que tras treinta años siguen siendo capaces de mover legiones de seguidores.

    Una de ellas He-Man y los Masters del Universo (cuya primera serie de animación data de 1983), más de moda que nunca en estos momentos, con dos series de animación emitiéndose, libros de ensayo sobre el fenómeno de los juguetes a pocas semanas de publicarse, nuevas distribuciones de los muñecos, cómics en los que aparecen con personajes del Universo DC… un fenómeno que moviliza el recuerdo de muchos niños y niñas que llenaron horas de juego en sus cuartos imaginando como sería poder correr a lomos de un tigre blandiendo el poder de Grayskull.

    La otra, algo menos explotada, es la de los Thundercats, una serie de animación de 1985, (con nueva serie en 2011) que contaba las aventuras de un grupo de seres con aspecto felino, en un mundo de espada y magia, con ciertas similitudes a lo que se podía ver en Eternia de la mano de He-Man.

    Con el actual revival que esta viviendo He-Man y el poso siempre activo de aficionados a los Thundercats, unir a las dos franquicias en un cómic no puede resultar más jugosos y atractivo para DC. Una bofetada directa de recuerdos para toda una legión de seguidores y que abre, además, la posibilidad para captar nuevos lectores y aficionados a todo lo que rodea a cada una de las dos franquicias.

    Con este cómic, ilustrado ya por el habitual a este tipo de obras, Freddie Williams II, que se encargó de dibujar los trabajos en los que las Tortugas Ninja se aliaban con Batman y el que unió a la versión de los héroes de Injustice con los Masters del Universo, vuelve a dar forma a este ejercicio de exagerada anatomía, gracias a los guiones de Rob Davis y Lloyd Goldfine, en el que como suele ocurrir en este tipo de trabajos, una amenaza de proporciones cósmicas exige de alianzas a la altura de las circunstancias.

    Puro recuerdo para los lectores de ayer y, porque no, además para los actuales que pueden disfrutar de lo de antaño tamizados por la luz de nuestros días.

    CAMISA GRIS

    Greyshirt (o Camisa Gris como se ha traducido demasiado literalmente para el presente recopilatorio) es una de esas geniales excentricidades que Alan Moore no podía contener en su efervescente cabeza durante la época del sello America’s Best Comics. No contento con las conocidas series de Top10 o Prometea, se marcó una serie contenedor llamada Tomorrow Stories (cuya primera portada es precisamente la que se usa para este tomo de ECC) donde aún tendría la creatividad suficiente para darnos personajes tan divertidos como Jack B. Quick (mi favorito sin duda) y este genial trasunto de Spirit llamado Greyshirt.

    Para abordarlo se acompañó de su colega Rick Veitch, con el que ya había trabajado en buena sincronía para Miracleman o La Cosa del Pantano. Juntos nos ofrecen una serie de historias auto-conclusivas que son una absoluta delicia. La comparación con Spirit no es gratuita, desde la longitud de los relatos hasta los créditos difuminados en la propia viñeta. Pero eso serían los recursos fáciles, tanto especialmente Moore como también Veitch homenajean al maestro Will Eisner de mil maneras sutiles; a través de la atención a los secundarios que son casi siempre los que llevan las riendas de la historia, por medio de esa mezcla de crimen y hasta risueña aventura policial, y desde luego con ese estilo inconfundible de sombras, planos y puntos de vista al que el dibujante se adapta con aparente facilidad. Y al igual que Eisner innovó como nadie con historias para el recuerdo, nuestra pareja se marca maravillas como “How things work out” experimentando con el tiempo, la viñeta y la composición de página.

    A los modos de antaño, las aventuras se desarrollan en la ficticia Indigo City, una ciudad anacrónica (aunque situada en 1999 como casi todos los títulos del sello) que mezcla gánsteres y diseños de los felices años 20 con moderna tecnología. En ella nos encontramos asesinos en serie, ladrones de guante blanco, criminales de baja y alta estofa, pero también lo justo de ciencia ficción para añadir un toque extra de color a la villanesca. Y hablando de color, no está mal el aporte de Bad@$$, pero lo que sobresale es, como es costumbre, la rotulación de Todd Klein.

    Pero una vez acabado este homenaje a las tiras de prensa detectivescas, Veitch aún tenía ganas de contar más historias del personaje. Con el permiso de Moore se lanzó, aún dentro de America’s Best Comics, a una miniserie con Greyshirt como absoluto protagonista. Titulada Greyshirt: Indigo Sunset recoge el espíritu de lo visto en Tomorrow Stories y lo lleva aún más lejos. Veitch no era ningún novato como autor completo, ya en su momento produjo la interesantísima El Uno, pero aquí quizá se sirve de la luz de Moore para llegar a cotas de lujo. Sin perder el misterio y tono de los relatos cortos, se aventura en una historia río sobre los orígenes del personaje protagonista, que sólo se habían pincelado en uno de los cuentos de la primera serie. Cogiendo de aquí y allá caracteres que aparecían en aquellos tebeos, teje una historia haciendo auténtico encaje de bolillos en el que todo parece encontrar su sitio. Un auténtico disfrute para los amantes del universo del barbas sin ser éste el artífice de dicho tapiz de relatos. Para colmo, en algunos de éstos, se rodea de artistas de la talla de David Lloyd, John Severin o Frank Cho.

    Uno de los aportes más divertidos de esta saga son los extractos del periódico Indigo City Sunset. De hecho, Veitch ya había coqueteado con páginas de anuncios ficticias relacionadas con el personaje para el America’s Best Comics Special que también contiene el presente recopilatorio. Pero aquí va más lejos con primera plana, contraportadas, columnas de opinión, horóscopo, prensa rosa y la página de tiras cómicas, que hace continuos y preciosistas guiños al medio (y además incluyen a nuestro querido Gorila Llorica de Prometea).

    Por último se ofrece la historia rescatada del ABC: A-Z – Greyshirt & Cobweb, una de las últimas publicaciones del sello, también con Veitch como autor completo. Un estupendo colofón ya que ofrece un acertado resumen de todas las historias anteriormente comentadas dentro de un divertido relato. Como última curiosidad, no se incluyen extractos de los dos especiales de Tomorrow Stories, que también traían nuevas historias de Greyshirt por el mismo autor. Como dice el dicho, no se pude tener todo, pero al menos este tomo ¡ni se te ocurra dejarlo pasar!


    AMERICAN VAMPIRE

    En marzo de 2010 dio comienzo, dentro del sello Vertigo, la serie American Vampire. Para sus primeros cinco números se alternaron al guion el maestro del terror, Stephen King y Scott Snyder, con dibujos siempre del excelente Rafael Alburquerque (salvo en una miniserie en la que fue Sean Murphy el encargado del dibujo), en una serie en la que toman la idea de la existencia de los vampiros en la sociedad para explorar su evolución a lo largo de la historia. Todo comienza en 1880, pues los autores se centran en el linaje estadounidense, que va manifestando nuevas características y poderes, fruto del paso del tiempo.

    La serie tiene a Scott Snyder como guionista en solitario a partir de la sexta entrega, en un género en el que Snyder ha logrado siempre moverse con soltura y con éxito, gozando del favor del público en general, como bien demuestra el premio Eisner que ganó la serie durante su publicación.

    La saga, tras su conclusión en el número 34, fue retomada en varias ocasiones por sus creadores para volver a este particular universo vampírico, exactamente como ocurre con la llegada de este nuevo recopilatorio en el que, a través de una nueva miniserie de 10 entregas se traslada la acción a mediados de los años 70, en el que la sociedad americana tiene rotos todos sus sueños y la confianza en el gobierno central roza mínimos históricos.

    Esta serie resulta interesante para todos aquellos que se sientes atraídos por el mito vampírico y la atracción de la sangre, pero también sientan curiosidad por la historia de los Estados Unidos, pues sus acontecimientos siempre están insertados en la historia de este país. Es historia del vampirismo perdurable en el tiempo. Y, sin embargo, en palabras del propio Snyder, los saltos temporales que hay en la obra no responden a una forma de ordenar la trama, sino más a una herramienta que enfatizan el sentir de sus protagonistas.

    American Vampire es un todo en el que Snyder reflexiona sobre la inmortalidad o la mortalidad, según se mire, que lleva a que la obra tenga un fondo psicológico envidiable en distintos conflictos que van desde la Segunda Guerra Mundial a la Guerra del Vietnam. Se trata, pues de ver el heroísmo y el terror de hombres ordinarios obligados a vivir momentos extraordinarios, mientras buscan en si mismos la inspiración necesaria para trascender a su propia existencia eterna.

    American Vampire es una potente obra que merece un espacio en nuestras colecciones y cada nuevo paso de sus creadores en la saga es motivo de alegría. Snyder demuestra lo buen guionista que es en este tipo de trabajos, donde terror, historia y humanidad se dan la mano. Un trabajo redondo que reconcilia a los lectores con el Snyder de la Liga de la Justica, o Metal, donde las ideas se le van de las manos, para encontrar un escritor meticuloso, centrado y detallista que firma de nuevo una miniserie que expande el universo de American Vampire de manera muy interesante. Un trabajo en el que Alburquerque firma algunas de sus mejores páginas, logrando plasmar el ambiente opresivo de este linaje de vampiros, mientras refleja a la perfección los sin sabores de un país consumido por la guerra en un país en la otra punta del mundo. Necesario.

    ENSALADA DE TOMOS

    LA TUMBA DE BATMAN

    Warren Ellis y Bryan Hicth es el dúo creativo de la transgresora The Authority (1999). Una interesante representación de héroes (antihéroes) con tantos vicios y defectos como cualquier villano. 20 años después el tándem se reúne de nuevo para dar forma a este La tumba de Batman.

    El guion no se centra en estudiar los miedos del protagonista, ni en mostrarlo atormentado, casi parece que es optimista al no ser representado de forma pesimista. Un Batman con una tecnología importante pero callejero, trabajador, además de empático y paciente con su mayordomo. Y sobre todo, Ellis, plantea un Batman mucho más detectivesco de lo que habitualmente estamos acostumbrados.

    Alfred sirve como voz a Ellis para criticar todo lo que no le interesa, considera absurdo o cree cuestionable de la sociedad. Comentarios satíricos sobre Alexa y la carencia de privacidad, el capitalismo o cualquier preocupación que sobrevuele al autor será expresada a través del sirviente. Cada escena en la que aparece el exsoldado, se lleva la viñeta a su terreno siendo claramente EL personaje del cómic. Cínico y mordaz, salvando las distancias,(mucho) si hay un Spider Jerusalem en esta obra, es el eterno mayordomo de Bruce.

    Es habitual que las escenas de lucha carezcan de texto. Hitch es dueño y señor de estas páginas, habituales y numerosas, donde la narración depende exclusivamente de su dibujo. El dibujante está mucho más dedicado que en anteriores trabajos y en esta obra se reencuentra con una de sus mejores versiones, entregando un buen dibujo a la altura de su reputación.

    Un cómic que se toma su tiempo para empezar y que logra interesar por una trama que a mitad de viaje decae en cierta forma, donde las virtudes de los primeros capítulos no se hacen tan evidentes, pero que resultan una buena historia de Batman autoconclusiva que trae de vuelta al detective y que se exhibe en los lápices de Hitch.

    SUPERMAN EL HOMBRE DE ACERO

    El Superman guionizado por Bendis, objeto de uno de nuestros debates en la Magazine hace meses, todavía objeto de controversia en redes cuando se habla de Jon o de la identidad de Clark, se empieza a recopilar en tapa dura. Lo hace con la miniserie completa de El Hombre de Acero, uno de los momentos más memorables de su etapa al frente de los títulos principales del personaje. A la hora de defender esta afirmación, influye poderosamente el dibujo de Ivan Reis, quizás el dibujante que mejor ha sabido trasladar la espectacularidad propia de los superhéroes a las viñetas en los últimos tiempos, con un trabajo impecable, inagotable en cuanto a detalles concretos y diseños para las viñetas.

    Como ya hiciera en otras colecciones al otro lado de las editoriales mainstream, Brian Michael Bendis se apoya en primer lugar en nuevos secundarios sobre los que fundamentar, asentar y construir su propia historia. Habiendo leído la etapa completa, resulta interesante comprobar el plan trazado desde el principio, con cambios en su desarrollo, por supuesto, pero con la idea clara acerca del camino y final.

    Lejos de abandonar sus famosos (o infames, a gusto siempre del lector) tics de escritor, juega con ellos, incorporándolos a las escenas de intimidad en la casa o a la relación con el resto de héroes del Universo DC. Tenemos conversaciones basadas en repeticiones, referencias culturales en los diálogos y el sentido del humor tan particular que le ha llevado a ser uno de los guionistas principales del siglo XXI.

    Si hablamos de las bondades de la colección, hemos de hacerlo principalmente en lo que respecta a la construcción del héroe y su personalidad. Independientemente de lo bien o mal que funcionen las historias (que según avanza la etapa se junta a otro problema como es carecer de un dibujante en estado de gracia), Clark Kent es muy reconocible. Su humanidad, sentido de la ética e inspiración deja escenas deliciosas, ya desde estas primeras grapas que no son sino un adelanto de lo que vendrá a continuación.

    En conclusión, por todo lo dispuesto, esta reedición se configura como una oportunidad perfecta tanto para descubrir la etapa como para darle una nueva oportunidad a aquellos que se perdieron por el camino. Y es que Bendis es un escritor difícil de leer mes a mes. Quizás ahora, ese lector pueda apreciar matices distintos o comprender mejor y disfrutar de las aventuras de Superman.

    YOUNG JUSTICE – MUNDO GEMA

    Una de las sorpresas mayúsculas cuando Brian Michael Bendis llegó a DC Comics fue que, casi de inmediato, se le diera esta colección. Si bien su sentido del humor y características de escritor, así como experiencia previa a cargo de grupos (el resultado dejémoslo a gusto personal de cada uno), le daban cierto bagaje, el carácter más infantil parecía suponer una barrera a la aclimatación del guionista de Cleveland. Fue una apuesta, desde luego, para revivir la colección de un grupo que no ha gozado de la salud que debiera de acuerdo con su potencial, con importantes periodos de tiempo sin apenas papel o relevancia en el vasto mundo editorial.

    Al dibujo, tenemos a Emanuela Lupacchino, Evan Shaner, John Timms, Kris Anka, Patrick Gleason, Viktor Bogdanovic. Artistas con un talento reconocible a la hora de construir historias sólidas centradas en la aventura, en muchos casos con un trazo que, de inmediato, puede asociarse con lo juvenil o infantil (en el sentido menos peyorativo de la palabra). Principalmente, en cabeceras de este nivel, con tantos personajes, se puede hacer repetitiva la fórmula de los diseños, dejando con ello a la serie desprovista de su factor más importante.

    Para esta ocasión, hemos de defenderlo, reconociendo su valor en positivo.

    Bendis, por su parte y en lo que respecta a su talento, se siente más cómodo aquí que en otras colecciones de mayor peso en ventas, quizás por carecer de esa presión que en muchos casos lleva a romper el desarrollo de la misma, buscando la inmediatez y contentar al lector, lo que casi siempre termina por ser un problema para un escritor como él, que disfruta en la construcción más que en los finales y que prefiere el reposo sobre la acción perpetua.

    Sabe ser divertida, socarrona, sencilla, con corazón según van pasando los números. Y, con ello, se completa una colección cuya única función es entretener y disfrutar de una evasión momentánea. Acertado en ambos aspectos.

    LIGA DE LA JUSTICIA GEOFF JOHNS NUEVOS 52

    Una vez más y ya van varias, llega a las tiendas una nueva recopilación de los primeros números de la Liga de la Justicia de Johns que, junto a los lápices de Jim Lee, se puso en marcha con la llegada de los Nuevos 52. Los eslóganes publicitarios hablan de etapa que hizo historia, que fue la trama central sobre la que giró el Nuevo Universo DC, los famosos Nuevos 52, con un arranque de colección muy polémico, sin apenas valor argumental que luego, mucho más tarde, Johns si supo dar forma y sacar partido con grandes sagas que llegaron a quedar insertadas en la memoria colectiva de los seguidores del grupo.

    Con esta nueva reedición se inaugura la denominada LJ Saga, que recuperará toda esta etapa como posible punto de entrada de nuevos lectores que deseen adentrarse en el Universo DC más reciente. Así que paciencia, aunque este primer número y la siguiente entrega no lleguen a levantar pasiones, Johns logrará convencer con tramas en las que se muestra especialmente creativo, siendo el canto del cisne la que se conoce como La Guerra de Darkseid, cuyo inicio podrá situarse en este mismo tomo. Un trabajo en que los héroes se muestras erráticos, inexpertos, pero lo sufientemente capaces como para forjar una alianza que trascenderá el tiempo.

    NIGHTWING NUEVOS 52

    Inexplicable. Esa es la mejor manera de definir que llegue a las tiendas un tomo recopilando la etapa de este personaje en sus andanzas en los Nuevos 52. La serie no se puede decir que sea desechable, pero tampoco fue capaz de lograr asentar nada que puede decirse perdure en la memoria de los lectores. Su intrascendencia es tal que ver cómo es recuperada de nuevo para el mercado de forma íntegra, sorprende. Escrita por Kyle Higgins, Tom DeFalco, Tom King y dibujada por Andrés Guinaldo, Brett Booth, Eddy Barrows, Eduardo Pansica, Geraldo Borges, Jason Masters, Javier Garrón, Jorge Lucas, Juan José RYP, Russell Dauterman, Sanford Greene, Trevor McCarthy, Will Conrad, recorre sin mucho tino las treinta entregas que reune el tomo, de una etapa que mutó a una nueva cabecera, Grayson (ya recopilada con anterioridad y mucho más inetresante) que podría ser la única explicación para la llegada de este trabajo en el que Dick Grayson deambula por el Universo DC desentrañando un pasado que se la ha ocultado de manera persistente y que la llegada del Circo Haly va a desenterrar de nuevo.

    Y no hay mucho más que añadir, sino remarcar la extrañeza de esta edición, quedando en el aire la recepción de esta por parte de los lectores.


    BATMAN DETECTIVE #01

    Este mes de noviembre llega a España el primer trabajo de Tom Taylor en DC con uno de los grandes. Vale que ya ha tocado todos los palos en la editorial, pero tendremos que admitir que siempre ha sido en universos alternativos. Vale, es verdad que también en el Universo DC pero era una (magnífica) serie grupal. Vale, vale, acaba de comenzar Nightwing en solitario, pero pese a que este chico siempre tendrá nuestro corazón no es del triunvirato editorial. Vale, vaaaale, acaba de empezar Superman, pero ya sabemos que no es exactamente… bueno, vayamos a la obra.

    Batman: El Detective tampoco es ÉL título de Batman, no es la serie homónima ni Detective Comics aunque bien parece una mezcla de ambos y, por el momento, tampoco es una serie indefinida sino que es mini de 6 números. Pero por soñar que no quede, y lo digo porque el guionista ya nos ha demostrado que es más que capaz de encargarse del caballero oscuro. Parece conocerlo en su exterior y en su interior, a éste y a su familia, tal como nos ha enseñado en magníficos diálogos y situaciones a lo largo de Injustice, DCesos, y sus puntuales contribuciones en especiales del murciélago. De su pareja artística en esta aventura, Andy Kubert, no puedo hablar con la misma devoción. Aunque es innegable que ya ha demostrado su valía con el personaje en etapas para el recuerdo, especiales homenajes, y miniseries, todas con los guionistas más reputados de la editorial y del cómic en general.

    Ambos presentan un primer número explosivo y fuera de las localizaciones habituales, con comienzo espectacular, con las justas dosis de acción y misterio, y con el preciso gancho al final. Taylor no falla en su capacidad de rescatar personajes olvidados y darles una vuelta de tuerca, ni en sus diálogos rápidos tan sarcásticos como precisos, ni mucho menos en su dominio del ritmo. Aunque hay que admitir que, por ahora, la trama suena algo trillada. Kubert, sin embargo, no está a la altura. Entiendo que sus seguidores disfrutarán de su espectacularidad, sus poses retorcidas y su inventiva a la hora de crear criaturas y equipo. Incluso hay que admitir que cuando se entinta consigue demostrar por breves momentos de quien es hijo. Pero este relato pedía menos splash pages y más narrativa, posturas reales en lugar de forzar anatomías, y desde luego rostros reconocibles y que sepan expresar sentimientos.

    En todo caso, no os lo perdáis. Adrenalina pura mezclada con un misterio a desenredar. Si sigue la tónica tienen aquí un comprador asegurado y deseoso de ver de nuevo a un Batman detective, lejos de la omnipotencia y gothamcentrismo en los que se había instalado.


    NIGHTWING CHUCK DIXON

    Sorpresa mayúscula la que nos ha dado ECC con la publicación del Nightwing de New 52. Los aficionados al que fuera el agente 37 de Spyral siempre gozamos de nuevos volúmenes de Dick Grayson, pero definitivamente no es este el que todos estábamos esperando. No nos queda duda de que existen muchos seguidores de la editorial y del personaje que no han leído la mejor etapa de Nightwing, sean veteranos a los que se les pasó en su día o novatos a los que el atractivo del antiguo circense ha cautivado, a pesar de no haber podido disfrutar de la etapa que lo lanza a su primera aventura editorial como Nightwing. El Ave Nocturna de Dixon (y de McDaniel) es ese run que todo seguidor del personaje debe leer, la que lo define y expande definitivamente. Una larga etapa la de Dixon que comprende desde 1996 hasta 2002, fecha en la que el guionista abandona DC para escribir en exclusiva para CrossGen Comics. Autor y personaje se reencontrarían en Nightwing: Año Uno. Desde ZN queremos poner nuestro granito de arena con este texto, tratando de incitar a la editorial española a reeditar un cómic para el que debe haber espacio, una vez parece haberlo para su versión post-Flashpoint, con ese rojo rompedor sustituyendo al más elegante y adecuado azul.

    En 1995 Dick Grayson es Batman. Una circunstancia que realza al personaje, pero momentánea, con fecha de caducidad incluida. Antiguo líder de New Teen Titans (la serie más vendida de la editorial durante el primer lustro de los 80) y primer sidekick de la historia (1940) su importancia histórica y el valor sentimental no se ve respaldado por los editores. Su antiguo compañero Wally West es Flash desde el comienzo del segundo volumen del personaje, tras el sacrificio de su mentor, Barry Allen, durante Crisis en Tierras Infinitas, un estatus asentado y definitivo, o al menos lo era por aquel entonces. Dick no podía aspirar a sustituir a su tutor de la misma forma. Sí que fue Robin la primera serie de un sidekick, pero no con Grayson (convertido en Nightwing desde 1984) con Tim Drake, quien obtendría su primera serie limitada de cinco capítulos en 1991. La serie regular daría comienzo en 1993, también con Chuck Dixon como encargado de los guiones. La colección duró más de 180 números (de los que Dixon escribe 100) extendiendo su duración hasta 2009. Nuestro trapecista favorito merece un lugar en la editorial, una serie propia, personajes con mucho menos bagaje gozan de ella. Impulso, un nuevo e inexperto velocista creado como aliado de Wally (The Flash Vol 2 # 92) que ante el éxito del Flash de Mark Waid obtiene serie propia en abril de 1995. También tenemos el caso de Superboy, en un principio no es un sidekick al uso, Conner Kent debuta en El reinado de los Superhombres, para poco después iniciar su andadura en Superboy vol 4 #1 en 1994. Dick estaba en tierra de nadie, coetáneos asumían el manto de sus mayores mucho antes que él y nuevas generaciones obtenían su propio título. Todo eso está a punto de cambiar.

    Nightwing comienza el camino a su cabecera tras Batman Knightfall. Grayson asume la capucha de Batman tras el retiro momentáneo de Bruce, a su vuelta, el primer chico maravilla está listo para comenzar su andadura como superhéroe independiente y autosuficiente. El procedimiento fue el mismo que para Robin, miniserie y ante su éxito, colección regular. La primera serie limitada de Nightwing (Septiembre 1995) consta de 4 números a cargo de Dennis O’Neil y Greg Land. El propio O’Neil junto a Alan Grant iban a ocuparse de la serie regular, pero los numerosos compromisos de ambos impidieron que así fuera. Chuck Dixon y Scoot McDaniel fueron los encargados de dar comienzo a la etapa que definiría al personaje para siempre, Nightwing Vol 2 (1996).

    La etapa de Dixon se recopila en 2008 por Planeta DeAgostini Cómics. Antes, Norma Editorial publicaría los números inmediatamente posteriores de Devin Grayson y Rick Leonardi, quedándose incompleta la etapa al no continuarla Planeta DeAgostini, que decidió publicar los TPB’S recopilatorios de la serie de Dixon homónimos de USA, calcando la edición en nuestro país. Nueve tomos que incluyen los 70 capítulos y especiales del autor de Robin.

    magazine dc

    Chuck Dixon es una figura importantísima en la batfamilia de los 90. Denny O’Neil, gran ideólogo del batuniverso de aquellos años, confía en el autor de Airboy o The Punisher para ocuparse de Detective Comics, Robin, Brids of Prey, Nightwing o los año uno de Batgirl y Robin. El cosmos de Batman estaba estrictamente ligado con grandes sagas como Tierra de Nadie, cúspide de los crossovers de la década. Una conjunción que realmente proponía un estudiado universo compartido, fiel a la continuidad y a sus personajes. Dixon tenía dos impuestos inamovibles para la serie del primero de los Robin, Dick se trasladaría a la ciudad vecina de Gotham, Blüdhaven, y Blockbuster sería el villano principal. Con esta base el escritor crea la versión definitiva del héroe.

    El propio guionista comenta:

    “Es el tipo de desafío creativo que disfruto; darle vida a una nueva y flamante ciudad del universo DC (…) Blüdhaven sería una ciudad con mala pata; una ciudad de clase media trabajadora que simplemente ya no tiene trabajo. Un lugar donde pasas de largo o te detienes cerca, pero sin entrar.(…) Nunca se le dio un respiro, nunca tuvo una época dorada. Una ciudad que cada decisión que ha tomado ha sido la peor posible ¿Qué clase de ciudad permitiría que una autopista interestatal cruzara por su centro? Una ciudad que hubiera renunciado a cualquier cosa parecida a su orgullo, es la clase de ciudad que ha renunciado a todas sus ilusiones. Esa es la razón por la que la ciudad siempre sale retratada como si fuera un apeadero de una línea abandonada. Todos esos pasos elevados, ciclópeos y los puentes ferroviarios proyectando sombras en los maravillosamente realizados paisajes de Scott McDaniel”. “Scott y yo hablamos mucho sobre el aspecto que debería tener la ciudad. Decidimos que sería una ciudad vieja. Los bloques de ladrillo y las casas de piedra se hundirían debido a los años y habría muy pocas en construcción. Montones y montones de fábricas, depósitos de trenes, almacenes y embarcaderos abandonados. Todas las avenidas llevan el nombre de un escritor de novela negra”.

    “Scott y yo estuvimos de acuerdo en que Nightwing debía ser la serie con más acción del mercado, para aprovechar completamente los talentos de Scott McDaniel (…) consiguió que esta serie viviera y respirara, le dio a Nightwing una agilidad característica y una elegancia especial que yo no había visto en ningún personaje desde los primeros números de Ditko para Spider-Man”.

    No se puede hablar de esta etapa sin mencionar a su dibujante original y principal, Scott McDaniel. Habiendo destacado en Daredevil le llega la oportunidad de esta serie, con la que se catapultaría a ser el dibujante de Batman. McDaniel otorga todo el dinamismo inherente al personaje y a sus cómics proclamándole con su trazo, arriesgada perspectiva, innovadora composición de página y dinamismo en la viñetas de acción, el integrante más atlético de entre los murciélagos. En los rostros se advierten sus principales carencias, pero durante 40 números y algunos especiales (también dibuja Nightwing: Año uno) dejó muestras de su profesionalidad, siempre apostando por mejorar, haciendo palpable su pasión por su trabajo. La yincana que es Blüdhaven para Nightwing trasladándose de pirueta en pirueta, de techo de coche a vagón de tren o de cornisa en cornisa es perfectamente representada, quedando su nombre ligado al personaje para siempre . Otros artistas participan en el run de Dixon como Trevor McCart, Greg Land o Rick Burchett, entre otros, cumplidores, pero lejos de la personalidad que imprime McDaniel al tebeo. Rick Leonardi quien se convirtiera en titular de la serie junto a Devin Grayson, también se deja ver en algún capítulo, de excelente resultado.

    En el cómic observamos la vida de nuestro héroe en Blüdhaven, lejos de la influencia de Batman, siendo de las ligadas series de la batfamilia la más independiente (sin dejar de estar enlazada), fundamental para el correcto desarrollo del personaje. La acción copa el libro siendo un cómic muy superheroico y fresco, con un Grayson espléndido que exhibe su optimismo y vitalidad, siendo la serie un lucimiento constante de su protagonista. Dixon también se preocupa por presentar una buena galería de secundarios, Lady Vic, el Jefe Redhorn, Reynard, el Inspector Soames o Clancy, y darles un mínimo de trasfondo o interés, caracteriza bien a los villanos como Máscara Negra y Blockbuster o al resto de personajes DC que aparecen en la trama como la Cazadora, Oráculo, Robin, Catwoman o incluso Superman. Divertida, alegre y entretenida principalmente, queda algún momento para el drama o la reflexión, estando siempre patente la necesidad de Dick de rechazar la influencia de su mentor. El cómic se va volviendo algo más oscuro hacia el final, Blockbuster es un peligroso enemigo y traerá de cabeza a Nightwing. El autor expone imaginación en la presentación de las distintas tramas logrando que no se sientan repetitivas y las envuelve de diálogos coherentes e ingeniosos. Elementos más o menos comunes a todo cómic superheroico (que definen a Dixon) entre los que se siente muy cómodo, demostrando buen hacer y colocando su etapa como la más recurrente del personaje. Ya en el Renacimiento o en la nueva serie de Taylor y Redondo, se atisban las características y elementos de este Run. O incluso en la televisa Titanes, donde Dick es presentado como un policía de la ciudad. Una serie de su tiempo, muy palomitera que ha envejecido muy bien y que sigue siendo (la mejor) una de las mejores representaciones del héroe.

    magazine dc

    El primer número de la serie regular de Nightwing vendió 98.000 unidades, 42.000 su capítulo diez, cifra en la que se asentaría la cabecera para terminar el run de Dixon en el Nightwing #70 vendiendo más de 37.000 copias, siendo aún top 11 de títulos vendidos por DC. Buenos números para una serie de un personaje poco explotado en los pósters editoriales.

    Haciendo una búsqueda rápida, poco exhaustiva, es difícil encontrar la colección entera de los volúmenes de Planeta Deagostini, puedes tener suerte con algún que otro tomo suelto. El personaje vive un momento de popularidad entre el círculo lector, gracias a la nueva serie de Taylor y Redondo, como lo demuestra la publicación del Nightwing de New 52 que ya cuenta con su espacio en este Magazine, de calidad e importancia para el personaje mucho menor que el Nightwing de Dixon. Queremos creer que su reimpresión está cerca, así como la inconclusa etapa posterior con Devin Grayson como guionista. Puede que dependa de las ventas del tomo del New 52 o de factores que no alcanzamos a entender, pero la nightwingmanía se palpa en el ambiente y puede ser un momento idóneo para que ECC se anime con la etapa que define a Nightwing como ninguna otra. Si te gusta Dick Grayson y no has leído este run lo disfrutarás muchísimo el día que lo hagas porque el Nightwing de Dixon es de esos cómics que crean afición por un personaje.


    Un mes más os dejamos por aquí una gráfica con la que poder mirar la pasado y ver las ventas de alguna de las múltiples series DC. Para esta entrega viajamos al año 2002 y nos centramos en los cómics que se lanzaron ese año dedicados a los Thundercats.

    ES LA HORA DE LA ENCUESTA…

Y como de recuerdos estamos hechos, para este mes de noviembre os proponemos un juego.

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Y hasta aquí lo que ha dado de sí el mes de noviembre. Nos vemos en treinta días.



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