Javier Vázquez Delgado recomienda: 100% Marvel HC. Capa y Puñal: Depredador y Presa
Edición original: Strange Tales 1-19 y Cloak and Dagger: Predator And Prey USA (Marvel Comics, 1987-1988)
Edición nacional/España: 100% Marvel HC. Capa y Puñal: Depredador y Presa (Panini Cómics, 2020)
Guion: Bill Mantlo, Peter B. Gillis, Terry Austin, Marc McLaurin
Dibujo: Bret Blevins, Larry Alexander, Terry Shoemaker, Dan Lawlis, Whilce Portacio, June Brigman, Erik Larsen
Entintado: Bret Blevins, Al Williamson, Bob Wiacek, Gerry Talaoc, Randy Emberlin, Bob McLeod, Kevin Nowlan, Terry Austin
Color: Max Scheele, Glynis Oliver, Christie Scheele, Paul Becton, Bob Sharen, Kevin Nowlan
Traducción: Enric Joga
Realización técnica: Norma Cuadrat
Formato: Tapa dura. 320 páginas. 32,00€
El revival de Strange Tales
«Capa, nos necesitamos el uno al otro»
Mencionábamos al reseñar el tomo que incluía la maxiserie ochentera de la Visión y la Bruja Escarlata que hay cifras de venta que, de conocerlas, explicarían una gran cantidad (si no todas) las decisiones editoriales que se refieren a los cómics en España. Con la reseña de hoy me pasa lo mismo. ¿Tanto impacto ha tenido la serie de televisión de Capa y Puñal? Probablemente sí, puesto que Panini lleva desde 2018 publicando un tomo por año de las aventuras de estos personajes secundarios, conocidos sí pero lejos de ser los favoritos de casi ningún aficionado. En ZN hemos reseñado el primer tomo con la miniserie original y el segundo con la primera serie regular en solitario. Hoy nos centramos en el tercero en orden de publicación, que incluye los 19 números de la cabecera Strange Tales publicados a caballo entre 1987 y 1988.
La decisión de revivir la colección de Strange Tales es, cuanto menos, curiosa. Originalmente concebida en 1951 como una serie dedicada a juntar historias de distintos personajes y temáticas, aunque en un principio casi siempre centradas en el terror. A finales de los 50 y con la Marvel moderna a punto de hacer su aparición, Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko entre otros utilizaron Strange Tales para “probar” ideas que eclosionarían en la década siguiente (desde Hulk hasta la Tía May pasando por Thor o un reconocible Peter Parker). En 1963, la colección pasó a publicar las aventuras de dos superhéroes, la Antorcha Humana y el Doctor Extraño, este último en una recordada etapa con Ditko a los lápices. La naturaleza antológica de la serie no favoreció sus ventas pero sí la experimentación, algo que aprovechó Jim Steranko con el personaje de Nick Furia. Tras un corto revival en los 70 con historias de terror y de la Marvel cósmica, en este último caso a cargo de Jim Starlin, Strange Tales volvió a desaparecer hasta el año que ahora nos importa: 1987.
Lo importante no era recuperar el nombre de la colección sino su naturaleza de cabecera compartida. En este caso, Marvel decidió juntar a personajes cuyas colecciones individuales amenazaban cancelación: Doctor Extraño y Capa y Puñal. Por lo tanto, cada uno tendría 11 páginas de historia en lugar de las 22 tradicionales. La mitad de estos números, dedicados al Doctor Extraño también han sido publicadas por Panini, en el Marvel Héroes Doctor Extraño: Relatos Extraños. Teniendo en cuenta lo que había cambiado el storytelling desde los años 60, ¿funcionaría el experimento?
La primera colección regular de Capa y Puñal había terminado de forma agridulce. El escritor Bill Mantlo, creador de los personajes, les había sacado de su zona de confort y embarcado en un viaje por media Europa buscando desmantelar una organización criminal dedicada al transporte y venta de droga. La historia iba dando tumbos de Francia a Alemania e Israel, pasando por Latveria, hasta llegar al sudeste asiático, que era donde finalizaba la trama. En el primer número de Strange Tales, retomamos la historia justo donde se quedó al final del #11 del volumen anterior, con Capa y Puñal en un país asiático en medio de la jungla. Allí encuentran al padre de Puñal, quien tiene el poder de arrebatarle la “luz” a los moribundos. Esta primera historia se alarga hasta el #2 y veremos cómo Capa salva a Puñal de su padre, ya que este pretendía arrebatarle a ella también su esencia vital. En el #3, se ponen las bases de una importante subtramas cuando el villano Pesadilla (relacionado no por casualidad con el Doctor Extraño y con Bill Mantlo que lo había utilizado en su época escribiendo Hulk) es atraído por los poderes de oscuridad de Capa y pone en marcha un plan para usarle de cebo y tenderle una trampa al maestro de las artes místicas.
Cronológicamente, la historia continua en la novela gráfica Capa y Puñal: Depredador y Presa, que da título al tomo en cuestión. La información que tenemos es incompleta pero esta novela gráfica vivió un proceso de producción muy accidentado. En primer lugar porque se anunció en 1986 y se basaba en elementos que iba sembrando Mantlo en el volumen anterior; se publicó en 1988; y hacía referencia y continuaba la trama de Strange Tales editada en 1987. Un lío, vaya. Inicialmente se pensaba en una historia de un tono claramente centrado en el terror y para ello se contrató a Steve Bissette, conocido por su trabajo en La Cosa del Pantano. En algún momento del proceso, ideas cambiaron, editores corrigieron, se pasó de Bissette al definitivo Larry Stroman y la novela gráfica pasó sin pena ni gloria por las librerías. Y había material para haber hecho algo realmente interesante. Capa y Puñal persiguiendo al espíritu de Jack el Destripador por las calles de Nueva York es un interesante punto de partida que nunca acaba de ser explotado por Mantlo, que entrega una historia blanda y previsible cuyo único aliciente es la revelación de que literalmente hay un demonio viviendo dentro de Capa, demonio llamado Depredador que tendrá creciente importancia en los números posteriores de Strange Tales.
Como resultado de lo ocurrido en la novela gráfica, en el #4, Capa y Puñal vuelven a residir de forma permanente en la Iglesia del Espíritu Santo, en este caso ya sin la presencia del Padre Delgado que ha perdido el juicio de forma, parece, definitiva. Pesadilla se hace pasar por un prisionero del demonio Depredador y solicita a Capa que avise al Doctor Extraño. La trampa se cierra en los #5-7, momento en el que las tramas de las dos series de Strange Tales se conectan directamente. Pesadilla ataca a Extraño quien consigue mantenerlo a raya gracias a magia oscura. La resolución de la batalla es… confusa por decirlo suavemente. Extraño, aparentemente, mata a Capa, Valkiria abre un portal ¿al cielo? y con la energía de luz que surge de este portal, Puñal derrota a Pesadilla. Capa sobrevive pero sin sus poderes de oscuridad.
En el #8, Bill Mantlo es sustituido a los guiones por el famoso entintador Terry Austin, que seguirá una línea continuista con lo narrado por Mantlo. Ayuda que el dibujante siga siendo el mismo que inició esta etapa, Brett Blevins. Capa se siente miserable sin sus poderes y hace un trato con un hombre misterioso para recuperarlos. Esto provoca el enfado de Puñal, que prefería tener una vida más normal para Capa y para ellos como pareja. La breve ruptura nos dejará aventuras de cada uno por separado, el #9 Capa junto con Dazzler y el #10 Puñal con la Gata Negra. El #11 será la puesta en escena de un nuevo villano, Señor Jip, un monstruo que una vez fue un estudioso de la magia que sucumbió a la magia negra. Jip tiene dos sicarios cuyos poderes emulan los de Capa y Puñal, Día y Noche. Acorralados en la Iglesia del Espíritu Santo, los héroes únicamente salvan la situación gracias a la intervención del demonio Depredador.
El #12 es un curioso experimento por parte de Austin y el dibujante Whilce Portacio, dedicado casi íntegramente a Capa intentando salvar a Puñal de una muerte segura cuando es lanzada al vacío desde un avión mientras la pareja de héroes perseguía al Señor Jip. A continuación, tenemos la historia más lograda del tomo, los #13 y 14 en los que el Castigador es engañado por Kingpin para que se lance a la caza de Capa y Puñal, y tiene que ser detenido por los jóvenes miembros de Power Pack. A destacar el divertido detalle de Austin al narrar parte de la historia a través del Diario de Guerra de Katie Power, aderezado con florecitas y similares. Por último, tras el interludio del #15, los #16-19 son el final de la colección (que no de la trama). El Señor Jip, que es quien se escondía tras la identidad del misterioso hombre que le devolvió sus poderes a Capa en el #8, contacta con el héroe para pedirle que pague su deuda con él. Jip quiere utilizar los poderes de luz de Puñal y Capa, intentando proteger a su compañera, la teletransporta a una trampa en la que le está esperando uno de los sicarios de Jip, Noche. Noche derrota a Puñal y la transforma en una versión oscura que, a su vez, tendrá que enfrentarse con Factor X. Mientras tanto, Capa es liberado de las garras del Señor Jip por un niño que estaba invocando un demonio en una partida de Dragones y Mazmorras. Estas líneas argumentales quedarán en suspenso, primero porque el #19, ilustrado por Erik Larsen, está dedicado a Caos (personaje secundario presentado en tomos anteriores); y segundo porque la colección Strange Tales sería cancelada tras ese #19.
¿Cómo valoramos estos 19 medios números? El resultado vuelve a ser poco satisfactorio. Sin llegar a los niveles de deriva de la anterior serie regular, la historia no acaba de desarrollarse de manera orgánica. Al fin y al cabo, lo que hizo populares en su momento a Capa y Puñal fue su naturaleza urbana. Adolescentes víctima de una droga experimental que buscaban venganza contra traficantes de droga y, al mismo tiempo, proteger a otros chicos y chicas vulnerables como eran ellos antes de su transformación. Cómo olvidar la splash page de Rick Leonardi en Capa y Puñal vol.2 #1 en la que Capa y Puñal rodean a esa niña encerrada en una cabina de un sex shop. La relación de co-dependencia tanto emocional como física entre Tandy y Tyrone es otra de las partes distintivas de los personajes. Todo ello está ausente de Strange Tales. Mantlo decide, no tenemos muy claro si por acomodarse a su compañero de colección, el Doctor Extraño, meter a los héroes en entornos místico/demoniacos que alteran la naturaleza de sus historias hasta hacerlas irreconocibles. Si los poderes de Puñal tienen un antecedente en los que tiene su padre, ¿en qué posición quedan los efectos de la droga experimental? Si un demonio de verdad vive en la oscuridad de Capa, ¿es Tyrone responsable del destino final de los criminales absorbidos por su oscuridad? La parte de los personajes ligados a la aleatoria y azar del origen de sus poderes queda devaluada en un soft reboot de su esencia como superhéroes. Y no funciona.
Tanto Mantlo como Austin consiguen un ritmo adecuado y dinámico para historias de tan solo 11 páginas. No puede negarse que estos cómics se leen de forma ágil y mezclan de forma correcta el tratamiento de personajes y la acción. El Señor Jip es un villano interesante y bien diseñado, hay ideas interesantes y voluntad de explorar nuevos territorios, por más ajenos que resulten al lector clásico de estos héroes. La labor del principal dibujante, Blevins es particularmente adecuada en contextos pesadillescos como lo relativo a la dimensión oscura de Capa, pero lo que se gana en expresividad (la excelente y truculenta representación del Señor Jip) se pierde en oscuridad y tenebroso, algo intrínseco a los personajes. Curiosamente, en los últimos números, la combinación de Dan Lawlis y Kevin Nowlan consiguen un mejor equilibrio entre la obra previa de Blevins y la original asociada a los personajes de Leonardi.
Lo cierto es que esta transformación de Capa y Puñal de vigilantes urbanos a seres semi místicos no llegó a calar creativamente aunque a nivel de ventas permitió que se publicara un volumen 3, de nuevo en solitario. En este nuevo volumen, una vez más se alteraría la esencia de los personajes, en este caso convirtiéndoles en mutantes. Lejos quedarán las metáforas sobre el consumo de drogas y, sí, también la sexualidad (solo hay que ver el momento en la novela gráfica en la que Puñal sobrecarga de luz a Capa). Los jóvenes justicieros se adentraban en un camino más trillado, el de los clásicos superhéroes de Marvel, donde su presencia acabaría por diluirse. Si ya tienes a los mutantes originales, ¿para qué molestarse con los sucedáneos?
Lo mejor
• La aventura con Power Pack y, sobre todo, las portadas de Kevin Nowlan
Lo peor
• Es un quiero y no puedo de darle un trasfondo esotérico a los personajes
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