Javier Vázquez Delgado recomienda: GTO, de FUJISAWA Toru. De MangaLine al return de Ivrea.

Edición original: GTO – Great Teacher Onizuka vol.1 (Kodansha, 2007)
Edición nacional/España: GTO – Great Teacher Onizuka Vol.1 (Editorial Ivrea, 2021)
Guion: FUJISAWA Tōru
Dibujo: FUJISAWA Tōru
Traducción: Pablo Farias Alves
Formato: 12 tomos dobles. Rústica B6. 400 páginas. 14€

«¡¡SERÉ PROFESOR!! ¡¡UNO TAN GRANDIOSO QUE SERÁ LEYENDA!! ¡¡UN “GREAT TEACHER”…!!»

Great Teacher Onizuka. MangaLive vs Ivrea, FIGHTOO!!

Señoras y señores! Bienvenidos a un combate sin parangón en la categoría de los pesos pesados del manganime! Un combate por el título del GTO definitivo. Presentemos a los contendientes:

MangaLine: Una editorial de las de la vieja escuela, con sus inicios hace cerca de 20 años y retirada forzada en el año 2010 como ya narraba nuestro comentarista Enrique Ríos en el post de Zona Manga, pero habiendo decidido volver a la palestra, ¡este mismo año! Con 4 licencias en su catálogo de próxima publicación y un proyecto de lectura de manga online en Kickstarter que, si bien no ha dado muy buenos resultados y se encuentra paralizado, planean continuar adelante. (A comentario personal si como recompensas regalaban solo unos meses de suscripción a su servicio, considerando que es uno de los regalos que ya hacen la mayoría de plataformas y que no presentaban apenas 10 títulos es una inversión poco clara.)

Ivrea: El coloso argentino! Un gigante! Un cumulonimbo! Más de 320 títulos en su catálogo español actual junto con algunas novelas ligeras. Quien más quien menos tiene un tomo de esta editorial entre sus estanterías. Lleva también desde 2001 con la publicación de manga en nuestro país y no tiene trazas de aflojar la marcha viendo sus últimas licencias como Sun-ken Rock, Kingdom o Alice in Borderland.

Pasemos a hablar un poco del título en cuestión. Aunque esta serie sea tan mítica en el mundo del manganime como lo son los huevos fritos con patatas en la gastronomía del estudiante, quién es el “Great Teacher Onizuka”?

La historia del autor Toru Fujisawa gira en torno al macarra de Eikichi Onizuka, personaje que ya con solo saber que su apellido contiene el ideograma de “demonio” tiene su carta de presentación hecha. Pero como en la fábula de los dos demonios los hay a los que les sobra el buen corazón pese a las apariencias. Lo que no quita que sea más bruto que un arado y arrase pase por donde pase. Siendo nuevo en esto de la enseñanza y con un buen historial de antecedentes, a Onizuka terminan por encasquetarle los «mejores» alumnos y «mejores» clases.
De este cóctel nacen las escenas de pedagogía más brutales que uno se pueda imaginar. Con un profesor que sabe de de primera mano sobre la crudeza de la adolescencia más incomprendida y que los actos de vandalismo y rebeldía no son más que llamadas de atención a la desesperada e incomprensión total por parte de los adultos, terminará por sacar el cinturón negro de kárate (o un mazo de obra) y segará los problemas de sus pupilos por la mitad. Un personaje entrañable desde la página 1 y que como protagonista puede cargarse toda la trama a cuestas en su periplo para ser profesor de bachillerato (y poder ligar con colegialas eeejem).

Tanto es así que con este personaje como prota se pueden contar además 2 precuelas y 3 spin-off, uno de ellos aún en emisión, haciendo un total de ¡82 volúmenes! Hasta la fecha de hoy. Y es que si estos 12 tomos dobles de Ivrea venden bien vamos tener clases para rato.

El dibujo pese a notársele los añitos no ha envejecido mal. Los trazos finos, facciones de la cara y peinados más acorde con los estándares asiáticos con ojos más rasgados que gigantes como ensaladeras; pero acentuando las expresiones faciales de forma bizarra en los momentos que se marca el humor y poniendo más gotas de sudor que ríete tú de la hiperhidrosis (que alguien le traiga un vasito de agua al profe). Leyendo a otros críticos de manga he visto que es frecuente el enfocarse en la parte del ecchi (ciertamente no tiene poco y puede echar atrás más sabiendo que la mayoría viene de adolescentes), aunque también considero excesivo el descartarla por este factor o incluso de denominarla como una serie tóxica o misógina. La trama se centra en un profesor de 22 años (cherry boy, tengámoslo en cuenta) en un ambiente escolar problemático; a esas edades el sexo es un tema recurrente y en ningún momento la serie menosprecia o infravalora a los personajes femeninos. Si bien es cierto que Onizuka suele llegar al rescate de toda dama en apuros cual mercenario de brillante armadura montado en su jabalí, es algo que sigue siendo recurrente a día de hoy en cualquier shonen. ¿No es lo que debería hacer cualquier profesor por cualquiera de sus alumnos? ¡Más aún queriendo ser uno que haga leyenda!

A continuación presentaremos el combate principal. La antigua edición que intentó traer la cuasi desaparecida MangaLine en 2007 y la novedad de Ivrea recién salida de la imprenta. Los dos asaltos que retransmitiremos consistirán en la propia edición y en su traducción.

First ROUND

Edición: Ivrea no ha arriesgado mucho en este tomo. Aún siendo tomos dobles (que se agradece esta práctica, enserio gracias), no han optado por una edición kanzenban como en el caso de sus ediciones de Slam Dunk y de Yū Yū Hakusho que se hubiera agradecido enormemente. No tanto por potenciar las viñetas, que también, sino más por aumentar el tamaño de las letras que en ocasiones en pequeños comentarios y chascarrillos o los pies de página no se llegan a leer bien hasta que acercas el manga como si de una revista guarreta se tratara. Espero de veras que no sufráis de miopía o necesitaréis una lupa de aumento. En la otra edición los bocadillos de diálogos están menos cargados por lo que la letra es ligeramente más grande, estrategia que no le dará puntos precisamente en el siguiente asalto.

La peor actuación del equipo Ivrea la tenemos en la decisión de mantener la cara visible de su edición. La portada es un desastre a todas luces, que empeora cuanto más se la mire. No es que sea diferente a la primera edición de 1997, ni usen portadas dobles en la sobrecubierta como con Shaman King o Sun-Ken Rock, o que los lomos de toda la colección no formen una imagen como los de 3×3 Eyes, pero decidieron coger la portada de la edición de Kodansha de 2007, que es la portada del tomo 11 de la edición anterior por alguna razón que no llego a entender (¿porque es el tomo 1 doble…pueda ser?). Una imagen escalada a la que se le nota el pixelado con poco que te fijes que luego usa 3 tipografías diferentes para el título, autor y numerado que no pegan ni con cianocrilato… un poco de cariño se merece como shōnen de culto que es por favor!

Con todo este asalto pareciese que se fuera a ganarla MangaLine pero la edición de Ivrea se reserva toda la potencia para el segundo round.

Second ROUND

Traducción: Aún habiendo leído hace tiempo la edición de MangaLine y haberme visto su adaptación al anime; el GTO de Ivrea ha sabido cómo exprimir aún más la veta humorística de la serie y sacarme unas buenas risotadas. Más concretamente la traducción del tocayo Pablo Farias Alves que, si bien es más fehaciente a la original e incluye todo tipo de bromas con elementos de la cultura y esfera mediática nipona de la época, también destaca la fluidez con la que hace avanzar la narración y la cohesión que es capaz de lograr entre viñetas. Se siente más real y próxima la narración con palabras soeces (aunque no tan soeces que ya sabemos que los japoneses no saben insultar) o con un texto más agresivo y directo cuando la acción lo exige (¡que vaya si lo llega a exigir!), mucho más real e inmersivo que la de MangaLine la cual cuenta con frases muy forzadas, frases inconexas que hacen perder el ritmo y en algunos casos expresiones que no usaría alguien de carácter barriobajero. Dudo que se deba a que es más actual ya que la anterior traducción es de 2007 y el vocabulario y argot no ha podido variar tanto en 14 años.

Quizás el traductor Pablo Farias peque de querer tener todo traducido y explicado en exceso por incluir hasta anotaciones del significado de verbos que usa, pero se agradece un mundo cuando tiene ese detallismo para anotaciones diminutas donde el auto siembra de chistes casi todas las viñetas al estilo de F. Ibañez.

Final ROUND


La batalla de todos modos la tiene fácil de ganar Ivrea ya que MangaLine abandonó por completo su publicación y ya han anunciado que no publicarán series como antes. Esperemos que esta “promesa” que acostumbran a poner junto al código de barras del número de tomos de la colección no caiga en saco de boxeo roto como la de los 25 tomos que escribía MangaLine en la solapa de la sobrecubierta.

Lo mejor

• La serie en sí es un gustazo atemporal, divertida a destajo pasen los años que le pasen.
Ivrea tiene estamina para rato y siendo tomos dobles su publicación se alargará menos.
• Los tomos de MangaLine pasan a objetos de coleccionista (si alguien se quiere deshacer de los tomos 12 y 13 que avise).

Lo peor

• Cuenta con mucho humor japonés muy japonés y mucho japonés difícil de entender por el gap cultural.
Ivrea no se ha lucido nada con su portada, disfrutad del interior y no la miréis mucho a los ojos.
MangaLine se quedó a 9 tomos de terminarla (MangaLine ha muerto, larga vida a MangaLine).



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