Javier Vázquez Delgado recomienda: Hijos del átomo: Imposibles

Edición original: Children of the Atom vol. 1, núms. 1-6 USA (Marvel Comics, 2021)
Edición nacional/España: Hijos del átomo (Panini Cómics, 2021)
Guion: Vita Ayala.
Dibujo: Bernard Chang, Paco Medina, Tom Muller y Walden Wong.
Entintado: Bernard Chang y Paco Medina.
Color: Marcelo Maiolo y David Curiel.
Formato: Rústica. 168 páginas. 16,50€

Toda persona es especial y los que no pueden defenderse tendrán sus protectores

«Dale mala fama a los mutantes y esto acaba aquí y ahora.»

Antes de marzo de 2021, Marvel quería realizar una gran idea que replanteara el mundo de los mutantes visto por el punto de vista de los adolescentes humanos concienciados con toda la problemática racista que hay hacia ellos. De ahí, eligieron une guioniste de renombre llamade Vita Ayala (conocide por Nuevos Mutantes) que armó una gran trama alrededor de un gran grupo de jóvenes que deseaban ayudar a todos los mutantes que pudieran y, si era posible, viajar a Krakoa. La premisa era bastante buena y como dibujante se contaba principalmente con Bernard Chang (Iron Man: The End) y Paco Medina (Los Vengadores, Masacre…) Lo que nos dejaba un apartado artístico variado y enriquecido.

En el presente arco argumental, titulado Imposibles, los Hijos del Átomo lucharían contra el crimen y otros mutantes conflictivos, pero la Patrulla-X los ve en varias ocasiones y les invita a unirse a ellos en Krakoa, algo que rechazan en repetidas ocasiones por cuestiones personales, aunque les entregan un dispositivo de emergencia. Después de verlos combatir, vemos que en sus vidas adolescentes desean aspirar a más y luchar contra el racismo contra los mutantes y contra aquellos que son diferentes. Sin embargo, por muchas veces que intentan cruzar a Krakoa, el portal les rechaza. Llegado el momento, todos los secretos que guardaban explotan cuando la Dra. Barrington y sus U-Men los atrapan y Jay Jay usa el dispositivo para llamar a la Patrulla-X. Como un gran equipo, todos pelean sin igual hasta que los U-Men desactivan temporalmente los genes-X, haciendo que la Patrulla-X no pueda pelear, por lo que los Hijos del Átomo se destapan como humanos y toman el relevo de la batalla para salvar a la Patrulla-X destruyendo el dispositivo que inhibe el gen-X. Una vez hecho eso, todos salvan el día, pero Cíclope les pide que no se involucren en ciertas actividades para que no los hieran. Al día siguiente, Tormenta los invita a la Gala Fuego Infernal y revela que Carmen sí es una mutante. Aquello provocó una discusión en el grupo porque Carmen lo ocultó y hubo una pequeña brecha en el equipo. Después de que ella acudiera a la Gala, confesó a sus padres que era mutante y ellos lo aceptaron. Poco después, los Hijos del Átomo siguieron operando contra criminales y se sorprendieron al ver que Carmen se unía. Una vez acabada la batalla y al reconciliarse, todos aceptaron que ella viajara a Krakoa y los visitara de vez en cuando y Carmen y Buddy comenzaron una relación.

Hijos del átomo Hijos del átomo

En general, considero que estamos ante un arco argumental novedoso, curioso y que imprime muy bien el punto de vista de unos personajes adolescentes que idealizan a unas personas que consideran héroes y que quieren ser como ellos, pero, por mucho que lo intenten no pueden serlo y al final descubren que tienen que ser ellos mismos. Ser su propio grupo, no una Patrulla-X, sino los Hijos del Átomo, que nadie podrá copiar ni imitar, ya sea cuando ejerzan de héroes o de civiles porque no hay nada que una más a las personas que la sensación de grupo, de amistad, compañerismo, de familia, que te ayudarán siempre. Por ello, Vita Ayala demuestra en este viaje a todos y cada uno de los personajes, los cuales tienen sus propios problemas y dudas que ya describiremos, que deben avanzar en la vida, madurar, que aquello que tanto anhelan, que tanto buscan y aspiran es algo que ya tienen, que la única lucha que deben mantener es aquella contra el racismo y defender a los que son diferentes. Además, como puntos positivos, podemos destacar que el tomo se siente muy divertido, llegas a sentir empatía por, mínimo, alguno de los personajes cuando piensas en tu adolescencia, te ayuda a captar mensajes muy positivos que te hacen reflexionar, la inclusión LGBT y multicultural es bastante buena y se detalla de forma natural. Por contra, algún número puede hacerse pesado o redundante en la idea de los chicos intentando cruzar a Krakoa o seguir esquemas similares, pero son detalles menores.

En cuanto a los personajes, Buddy, o Ciclopéa, se siente diferente a los demás, por mucho que su padre la quiera, y no sabía cómo conectar con otra gente hasta que conoció a Carmen, Benny y Gabe y ahí empezó a preocuparse mucho por los demás. También es una chica que odia mucho el racismo y que hagan daño a otras personas porque sabe lo que eso conlleva. Gabby, o Querubín, es un chico de piel oscura que tiene que enfrentarse a muchos prejuicios y estereotipos racistas o expectativas poco realistas, por lo que nadie le pregunta lo que quiere o cómo se encuentra excepto sus amigos, por lo que encuentra en ellos una familia, una conexión tan grande en la que puede ser él mismo sin preocuparse de nada, ni prejuicios ni expectativas. Además, él comparte sus mismas inquietudes sobre el racismo y que la Patrulla-X es un grupo de héroes, no de alborotadores. Para él, la razón de ser un héroe se debe a su difunto padre, lo cual le inspiró a salvar vidas. Carmen, o Artilugio, siempre ha querido ser especial y la persona favorita de alguien, esa persona que piense en ella cuando vea algo nuevo y no pueda esperar a decírselo, esa que sonría al verla, esa que haga cosas sin esperar nada a cambio… aunque ya sabe que tiene gente que la aprecia y a su equipo, pero no es lo mismo para ella y teme que si deja de hacer algo, dejen de quererla y que tiene que trabajar duro para ganarse su sitio. Y, en cierto punto, llega a sentir que esa persona es Buddy. Benjamin Thomas, o Tío Maravilloso, es un joven un poco asocial porque solo le gusta estar con sus amigos y su hermano pequeño porque las demás personas le desagradan, o bien porque ha tenido encuentros desagradables u otras razones. Para él, le gustaría que se dejara atrás el tema de los mutantes para que hubiera menos problemas, no por racismo, sino porque trae confrontación. Además, debido al divorcio de sus padres y al quedarse con él y su nueva mujer, Benjamin malentendió que era reemplazable, por lo que no necesitaba a nadie. Pero aprendió una cosa, que la familia no es cuestión de sangre, sino la que eliges, y que realmente no quiere estar solo. Jason Thomas, o Rondador Diurno, es un niño de trece años que adora ser superhéroe y que quiere mucho a su hermano Benjamin, pero cuando ve a su hermano siente que tiene que ser mejor persona, como para ganarse su puesto. Como genio que es, Jay Jay entiende que ser un héroe lleva sus riesgos, pero hay que arriesgarse para derrotar a los que hacen daño a los inocentes. Pero no todo es bonito para él porque no tiene amigos de su edad en el colegio y es el niño raro.

Hijos del átomo Hijos del átomo

Sobre el ritmo, Vita Ayala establece un ritmo equilibrado en todo el tomo donde siempre se presenta en cada número (salvo el último) a uno de los personajes, luego se junta con el grupo y comienza la acción, pero lo brillante de este esquema es que en los cartuchos se va desvelando toda su personalidad, sus miedos, alegrías, decepciones y es un ejercicio totalmente brillante, aunque pueda ser algo repetitivo para algunos lectores.

A nivel artístico, Bernard Chang aporta un dibujo que se sale un poco de lo común e imprime algo de seriedad y dureza a la viñeta, aunque no por eso deja de darle un toque adolescente cuando los protagonistas están sin sus trajes de héroes. Inesperadamente, el artista nos deja con grandes momentos de acción bien estructurados y que nos llegan a asombrar pensando que le va a dar un enfoque más maduro, dentro de las intenciones en el guion del guioniste Vita Ayala. Por su parte, Paco Medina opta por un estilo más juvenil que pueda atraer a audiencias similares a la edad de los protagonistas y, en efecto, consigue entregarnos otro tipo de dibujo que queda notable (y más con la ayuda de Walden Wong), pero el cambio se deja notar y a partir de aquí se seguiría esta estela hasta el resto del tomo. Por último, Tom Muller sigue el camino marcado por Paco Medina con un estilo artístico juvenil que llega a ser dinámico cuando la trama lo requiere, pero sus viñetas también llegan a transmitir esa sensación de tranquilidad, soledad e incluso sensación de querer ser más lento, justo como siente el personaje Benjamin.

En definitiva, considero que estamos ante un tomo único bastante notable en el que le guioniste Vita Ayala nos enseña con sus Hijos del Átomo que debemos aceptar quienes somos, madurar, luchar por aquellos a quienes queremos y concienciarnos un poco más del racismo, los prejuicios, y que hay mucha gente que necesita ayuda, como las personas LGBT, los adolescentes y más personas. Y todo esto aderezado en una historia con adolescentes brillantes y sensibles que a más de uno le encantará por la variedad de personajes y cómo cada uno sufre por la sociedad a su manera y que hay maneras de ayudarlos.

Lo mejor

• El asombroso desarrollo de personajes en un solo tomo.
• La cara de la Patrulla-X en el giro final.
• El dibujo de Bernard Chang es de lo mejor, aunque Paco Medina no se queda atrás.

Lo peor

• El esquema del desarrollo de la historia y de los personajes en cartuchos puede no ser del gusto de todos



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