Javier Vázquez Delgado recomienda: La vuelta al campo. Integral de Larcenet y Ferri
Edición original: Le retour à la terre #1-6 FR (Dargaud, 2002 – 2019)
Edición nacional/España: La vuelta al campo. Edición Integral (Norma Editorial, 2021)
Guion: Jean-Yves Ferri
Dibujo: Manu Larcenet
Color: Brigitte Findakly, Dominique Thomas
Traducción: Eva Reyes de Uña
Realización técnica: LimboStudio
Formato: Cartoné. 292 páginas. 39,50€
Tribulaciones de un urbanita en el campo
«Karoutcho!»
Norma Editorial nos presenta la versión integral de La vuelta al campo, la serie de humor creada por Manu Larcenet (Los combates cotidianos) y Jean-Yves Ferri (Astérix y Obélix) que permanecía parcialmente inédita en nuestro país. De esta forma se salda una deuda pendiente con una de las obras más representativas del humor francés del presente siglo.
La vuelta al campo (Le Retour à la terre, en su versión original) narra las aventuras y desventuras de un urbanita que deja la vida en la ciudad de París para trasladarse a la campiña francesa y nace como un reflejo de las vivencias del propio Larcenet, quien en 2001 abandonó la gran ciudad para trasladarse junto a su esposa a vivir al campo.
El protagonista es Manu Larssinet (trasunto del propio Larcenet), un dibujante de cómics tan harto de vivir en la gran ciudad que un buen día recoge los bártulos y alquila junto a su pareja una casita en el campo. El choque entre sus costumbres urbanas y la realidad rural lo obliga a replantearse sus expectativas personales y profesionales. Y mientras lo hace, echa raíces en el pueblo relacionándose con la variopinta población local que oscila entre lo entrañable y lo esperpéntico.
Al tratarse de una obra inspirada en la propia vida de Larcenet es difícil discernir donde acaban las aportaciones de cada uno de los autores, pero se aprecia una perfecta sintonía entre ambos. El trabajo de Ferri dando forma a las anécdotas de Larcenet es soberbio y es evidente que maneja con soltura los resortes del humor, trabajando muy bien los tiempos y la caracterización de los personajes.
Precisamente los personajes son uno de los puntos fuertes de la obra, empezando por el protagonista, un neurótico urbanita, dibujante de cómics, tratado con un enorme sentido de la autoparodia. Pero si hay algo que destaca es el variopinto reparto de personajes rurales que son auténticos roba escenas. Desde la señora Mortemont, ejemplo de esas señoras mayores que parecen haberse creado ya en estado de viudedad y perpetua atención a todo lo que se cuece en el pueblo, hasta el tendero Loupiot, despistado como el solo pero que siempre consigue venderle algo al protagonista, pasando por el alcalde rural corrupto, todos ellos están tratados con mordacidad, pero también con ternura. Un retrato entrañable de un medio rural medio idealizado que convierte la lectura de la obra en algo tan divertido como amable.
La otra gran virtud de la obra es su capacidad para evolucionar más allá de su premisa inicial para acabar abarcando temas de carácter universal. La presentación en formato integral permite apreciar mejor esta evolución temática que va del choque cultural entre el campo y la ciudad de los primeros álbumes a la paternidad, las relaciones familiares y las aspiraciones personales y profesionales de sus protagonistas. Ninguno de los temas son novedosos u originales pero todos ellos están bien tratados y de todos ellos consiguen sacar buenos gags que combinan con acierto reflexión y humor.
Nos encontramos ante una propuesta muy curiosa por el formato escogido por Ferri y Larcenet para desarrollar las tramas. Los autores apuestan por un formato que imita a las tiras cómicas de media página que habían proliferado en las revistas francesas, lo que hace que la lectura sea ágil, las tramas se desarrollen en secuencias cortas y las situaciones se vayan resolviendo a golpe de gag.
A nivel gráfico nos encontramos con un Larcenet alejado de su estilo habitual y que apuesta por una línea más sintética, de trazo simple pero muy expresivo que funciona perfectamente para dotar de personalidad única a cada uno de los personajes que aparecen en la historia. Así, Larcenet crea imágenes representativas de cada personaje con detalles que los hacen únicos como la gorra del protagonista (que lleva incluso cuando duerme), el lacito de Mariette o el pañuelo en la cabeza de la señora Mortemont. Un excelente trabajo de diseño y narración que tiene su punto débil en los fondos, muchas veces reducidos a la mínima expresión. AL tratarse de una edición integral podemos apreciar la evolución del dibujo de Larcenet, sobre todo en el último álbum donde se aprecia también un cambio en el uso del color (obra de Brigitte Findalky en los primeros cinco álbumes y de Dominique Thomas en el sexto).
La edición de Norma Editorial es correcta, incluye los seis álbumes de la serie, respetando el tamaño y disposición originales de página y también incluye las respectivas ilustraciones de portada de cada álbum. Se echa en falta algún texto complementario sobre la obra o los autores.
La vuelta al campo es una obra magnífica y muy divertida, realizada por dos autores en perfecta sintonía, y que es capaz de ir más allá de sus planteamientos iniciales para tratar temas universales de forma tan entrañable como mordaz. Una obra ideal para estas fechas que puede ser disfrutada por todos los públicos, sean lectores habituales de cómic o no.
Lo mejor
• El humor costumbrista.
• El entrañable y descacharrante retrato de los habitantes del campo.
• Las referencias al mundo del cómic.
Lo peor
• El precio, un poco elevado.
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