Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseña DC USA – Batgirls #1

Edición original: Batgirls #1 (DC Comics, 2021)
Guion: Becky Cloonan y Michael Conrad
Dibujo: Jorge Corona
Color: Sarah Stern
Formato: Grapa. 24 páginas. 3,99$

Un producto chisporroteante y espectacular dirigido a un público joven

De la misma manera que DC ha estrenado hace poco Robins, una colección en la que se unen todos los discípulos de Batman activos, acaba de publicar el primer número de Batgirls, serie en la que une a Barbara Gordon, Cassandra Cain y Stephanie Brown .

DC lleva varias semanas generando expectativas con este primer número, anuncios y avances de las hipercoloridas páginas de Jorge Corona. Inevitablemente apelan a nuestro corazoncito e ingenuidad de fan que nunca aprende y nos hace pensar que estaremos ante un producto potente. ¿Por qué si no DC pone tanto empeño en un título? Tiene la sílaba Bat en el título, se debería vender solo ¿no?

Lo cierto es que en el avance pudimos ver unas páginas del intenso trabajo del dibujante venezolano. Acción desbocada, contrapicados, escorzos, perspectivas retorcidas, un estilo que mezcla el cartoon, el manga y el cómics de superhéroes. El color de Sarah Stern es llamativo, chillón y pegadizo como un chicle. A primera vista parece que se trata de un cómic dinámico y lleno de acción, dirigido a un público joven. Un cómic diseñado para captar-a-nuevos-lectores. El mantra inevitable que hace que los fieles lectores veteranos, los de tooooda la vida, nos sintamos viejos y prescindibles.

Llega el número uno. Tenemos las expectativas por las nubes, como el azúcar después de tanto color y tanta página de acción desbordante. Abrimos el cómic y oh, sorpresa. Nos encontramos con un cómic cargadito de cuadros de texto, de voces en off, de diálogo. Tenemos a tres amigas charlando, paseando y caminando. Un cómic lento que contradice el estilo de dibujo.

Ocurre algo parecido con el primer número de Wonder Woman Evolution donde toda la promoción previa nos vendía una trama que no veremos hasta la última página. Antes tenemos que cargar con una historia muy estática y lenta que podría ser explicada de manera mucha más ágil.

A ver, que solo es una idea, pero si se trata de captar nuevos lectores mejor dar algo que enganche en el primer número que una publicidad que levante unas expectativas que el cómic no va a cumplir.

Además Batgirls #1 está integrada en la continuidad y dedica una buena parte del cómic a contextualizar la historia. Tampoco parece el mejor reclamo para captar lectores, precisamente.

El trabajo de los guionistas, Becky Cloonan (Wonder Woman) y Michael Conrad (Wonder Woman) intenta compensar la densidad de información, con un diálogo fresco y divertido, que nos perfile claramente las diferencias entre las tres protagonistas. Pero la habilidad de los escritores se debería ver reflejada en agilizar la trama y la acción para hacer un cómic más digerible. No es From Hell pero hay un contraste enorme entre el estilo de dibujo y el estatismo del 70% de las páginas.

El venezolano Jorge Corona (We are Robin) realiza un gran esfuerzo por contener su estilo hiper dinámico y expansivo pero cuando le dejan soltarse, el cómic da un salto de luz y color espectacular. Se trata de un subidón que se agradece pero que se hace demasiado breve. No solo los planos y el dinamismo dan un vuelco cuando tenemos escenas de acción, la estructura de página y la composición suponen un soplo de aire fresco en cuanto la historia permite a Corona dar lo mejor de sí. En las escenas estáticas parece sufrir algo más.

El color de Sarah Stern se complementa perfectamente con el dibujante. No se trata de un estilo con exceso de estridencias y brillos, pero sí tiene una paleta variada y curiosa que coquetea con la psicodelia. Paredes verdes, cielos rosas, fondos lilas, explosiones anaranjadas. Hay páginas donde el color del fondo cambia de verde a naranja, pasando por el amarillo. La pirotecnia es tan eficaz que uno no se da cuenta de que, por ejemplo, Corona no dibuja muchos de los fondos. El ejercicio de color parece excesivo pero requiere de cierto equilibrio para no caer en la horterada. Stern lo consigue.

Se trata en definitiva de un cómic que genera muchas expectativas por una promoción algo tramposa. Esto provoca que los defectos se vean peores de lo que son. Sin embargo, no deja de ser un número simpático y atractivo como una bolsa de peta-zetas, que seguramente será menos frívolo de lo que parece por sus conexiones con la continuidad oficial.

Lo mejor

• Las escenas de acción de Jorge Corona.
• El uso del color de Sarah Stern.

Lo peor

• Las expectativas creadas
• La lentitud de la acción.



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