Javier Vázquez Delgado recomienda: 100% Marvel HC. Capa y Puñal: La agonía y el éxtasis

Edición original: The Mutant Misadventures of Cloak And Dagger 1-11 USA (Marvel Comics, 1988-1990)
Edición nacional/España: 100% Marvel HC. Capa y Puñal: La agonía y el éxtasis (Panini Cómics, 2021)
Guion: Terry Austin, Fred Hembeck
Dibujo: Dan Lawlis, Mike Vosburg, Bob Rausch, Don Cameron, Fred Hembeck
Entintado: P. Craig Russell, Scott Williams, Terry Austin, Mike Vosburg, Bob Rausch, Don Cameron
Color: Glynis Oliver, Greg Wright
Traducción: Enric Joga
Realización técnica: Norma Cuadrat
Formato: Tapa dura. 304 páginas. 30,00€

Una tercera oportunidad para Capa y Puñal

«Estaré ciega ¡pero no indefensa!»

El mundo es un lugar injusto. Estudiando en la Universidad un día un profesor nos informó de que en EE.UU. el disco Falling into you de Celine Dion había vendido más copias que cualquier disco de Queen. Aplicado a nuestro amado mundo de los cómics, podríamos decir que España tenemos editado en tapa dura TODO lo publicado en los años 80 sobre Capa y Puñal, mientras que seguimos sin tener una edición completa en tomo no jibarizado de Los Nuevos Titanes de Wolfman y Perez (sobre cuál ganaría en lo que a ventas se refiere, mejor no especular no fuera a ser que la realidad nos diera un bofetón inesperado). El mundo es un lugar injusto.

A mí me gustan Capa y Puñal. Los conocí en niñez coleccionando las grapas de Spiderman editadas por Forum y leí con sincera curiosidad sus primeras aventuras en solitario. Nunca grandes cómics, casi siempre al menos entretenidos. Lo que nunca imaginé es que en la España del siglo XXI pudiéramos recuperar en tapa dura casi todos aquellos cómics, los que están bien y los que no. Si algo nos han enseñado estas reediciones junto con las del material relacionado con el matrimonio de la Visión y la Bruja Escarlata, es que quizás no somos del todo conscientes del impacto en ventas e interés que siente un público no fan por personajes con adaptaciones televisivas.

100% Marvel HC. Capa y Puñal: La agonía y el éxtasis es, por ahora, el último de los tomos que Panini ha dedicado a recuperar las aventuras de esta improbable pareja de héroes. Y, muy a mi pesar, es sin duda el más flojo de todos. En lo que a nuestras reseñas se refiere, el anterior tomo había cubierto la etapa Strange Tales a lo Marvel-Two-in-One en la que Capa y Puñal compartían cabecera con el Doctor Extraño. Experimento de breve continuidad pero lo suficientemente exitoso como para que Marvel optara por devolverles cabeceras individuales en un ejercicio de continuismo más que de ruptura ya que los guionistas en ambos casos seguirían siendo los mismos, Peter B. Gillis si hablamos del Doctor Extraño y el famoso entintador Terry Austin en Capa y Puñal. En el caso de estos últimos, el relanzamiento implicaba cambios más profundos de lo que pudiera parecer en un primer momento.

Según Austin, los lectores estaban cansados de leer historias en las que Capa y Puñal luchaban contra narcotraficantes (curioso que esto nunca se le haya echado en cara a otros personajes como, por ejemplo, el Castigador). De ahí que en la etapa Strange Tales, el guionista intentara dar un giro a las historias del duo centrado en aspectos místicos y mágicos varios, jugando a la retrocontinuidad con los poderes de luz y oscuridad (especialmente estos últimos) de los héroes. Como esta intentona no acabó de gustar a los (escasos) fans del título, alguien en Marvel se estrujó la neurona y encontró la manera infalible de conseguir nuevos lectores para la nueva colección: convertir a Capa y Puñal en mutantes.

Así pues, ahora Capa y Puñal serían “mutantes latentes” según lo presentado en el correo del #18 de Strange Tales y su serie se denominaría ahora “The Mutant Misadventures of Cloak and Dagger”. Las explicaciones de Austin, de nuevo en el correo, en este caso, de los #1 y 2 de la colección, para justificar esto eran un tanto endebles. Primero intentaba explicar el estatus de mutantes para los personajes retrotrayéndose a la aventura que Capa y Puñal compartieron con los Nuevos Mutantes en la época Claremont-Sienkiewicz en la que se afirmaba que la droga experimental que les inyectaron provocó una mutación de su ADN (como en el caso de Peter Parker o Bruce Banner, añadiría yo). Por lo tanto, “mutantes”. Después, Austin comentó también algo no aclarado; que por “razones legales” no se podía utilizar Capa y Puñal vol.3 como título de la colección.

En cuanto a la historia, el #1 se abre exactamente como terminaba el (pen)último número de Strange Tales, con Capa atrapado por el círculo mágico de un niño y Puñal, poseída por energía oscura, peleando contra Factor X. Este #1 será lo más “normal” que leeremos en el tomo. Puñal queda ciega y empiezan las cosas raras raras pero raras de verdad. De Capa salen unos pequeños seres con cabeza de orbe/planeta en moto aérea. Capa acaba prisionero, junto con un tipo (homenajeando, se supone, al clásico personaje la Sombra) de unos alienígenas en su nave espacial. Los alienígenas, de nombre perfectamente fácil de pronunciar (Byan’natandu) tienen una misión absurda que finaliza absurdamente dejando a Capa flotando en el espacio. Lo siguiente es el cross-over con Inferno en el que una ciega Puñal derrota a un demonio de segunda fila. Los Nuevos Mutantes ayudan a Puñal a rescatar a Capa del espacio pero cuando parecen alcanzarlo, el héroe ha desaparecido y le dan por muerto.

A partir del #5, el cómic se divide en dos partes que confluirán en el #8. En una, seguimos a Puñal haciéndose a su nueva vida como persona ciega. En otra, Austin recupera a una villana creada por Gillis en Doctor Extraño, Éxtasis, que posee poderes también relacionados con la dimensión oscura, como Capa. La subtrama de Éxtasis es básicamente, cómo el personaje intenta convertirse en una Kingpin de la droga. Como todavía hay espacio para más cosas raras, Puñal se ve envuelta en el atraco a un banco perpetrado por una banda dirigida por una copia de Starfox disfrazado como una mezcla del Zorro y la Pimpinela Escarlata. Y no olvidemos que, mientras tanto, tenemos una cuantas páginas en las que vemos a Capa viviendo una especie de sueño (¡no estaba muerto!) en el que está casado y tiene hijos y todo. En el #8, Puñal libera a Capa de la dimensión oscura, donde se encontraba, a consecuencia de una pelea con Éxtasis.

El #9 es un cross-over inenarrable con Actos de Venganza en el que el Bufón recluta a Capa y Puñal pensando que son villanos para su grupo de supermalosos conformado por él mismo, Hidroman, los gemelos Fenris, un Hulk de pega y el tipo roca aquel de la primera etapa de Peter David en el coloso esmeralda. Terry Austin, a continuación, querrá hacernos creer que estos personajes de tercera pueden enfrentarse con los Vengadores y crearles problemas. La necesidad de consumir alguna sustancia psicotrópica para finalizar la lectura de estos cómics se hace acuciante cuando llegamos al #10 en el que Capa y Puñal pelean contra X-Force pero no los X-Force de Liefeld sino un grupo de soldados con poderes que se llaman a sí mismos como los miembros de la Patrulla X (Lobezno, Tormenta, Coloso, etc.). Si te resulta difícil de entender, no estás solo. Al menos Fred Hembeck, al final del tomo, utiliza a esta X-Force para cachondearse de ella. El apoteósico numero final se centra en lo que parecía un asesino en serie (pero luego no) que graba en la frente de sus víctimas “su secreto más inconfesable”. Este agresor resultará ser un Morlock asustado y perdido. Cuando Puñal trata de devolver al Morlock a las alcantarillas será atacada por ¡Wombat! ¿Y quién es el misterioso personaje que se esconde tras el ignominioso disfraz de marsupial? El clon de Starfox + El Zorro del que hablamos más arriba. En definitiva, un gigantesco despropósito.

Lo más fascinante de este tomo son los bruscos cambios de tono en los cómics que contiene. Si Austin consideraba que los lectores estaban cansados de leer historias urbanas, en estos 11 números les da de todo para que, supongo, elijan el estilo que más les guste. Tenemos aventuras en el espacio en lo que parece un (mal) episodio del Doctor Who. Tenemos la historia indie de una chica ciega que aprende a vivir con su nueva situación y poco a poco va enamorándose de su terapeuta. Tenemos un relato con demonios. También subtramas detectivescas con el asesino que al final no es asesino. Tenemos comedia y ¿sátira? con los soldados X-Men. Y, lo mejor (peor), todo ello en muchos momentos mezclado en un mismo número. Jajaja, mira qué gracioso Warlock haciendo cosas bizarras; ah, en la página siguiente Capa está teniendo pensamientos suicidas. Para volverse loco. Tampoco ayuda el dibujo, con un Mike Vosburg que no destaca en nada y que por momentos recuerda a Al Milgrom por lo acartonado de sus figuras. El trabajo de Dan Lawlis en los primeros números es igual de insulso, empeñados él y Vosburg en desarrollar un trabajo mediocre.

Este volumen de Capa y Puñal alcanzaría las 19 entregas, con una periodicidad de un número cada 6/8 semanas. A partir del #14, se abandonaría lo de “mutant misadventures”, reconociendo el fracaso de la estrategia de marketing. La pregunta ahora es, ¿publicará Panini los 8 números que faltan del volumen 3? Cualquiera sabe. Por lo menos, podemos destacar la impecable edición, que además incluye gran cantidad de material extra de interés como extractos y comentarios de la sección de correo original. Sí sabemos que el volumen 4 no se publicaría (y tan solo como un one-shot) hasta 2010. Errores editoriales, mala dirección por parte de los autores implicados o un cúmulo de decisiones equivocadas. Capa y Puñal entrarían en la irrelevancia casi absoluta en los años 90 y estos cómics ayudan a explicar bastante del porqué.

Lo mejor

• Casi nada. La edición de Panini

Lo peor

• A excepción del #1, el resto es un auténtico despropósito



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