Javier Vázquez Delgado recomienda: Factor-X 7-8

Edición original: X-Factor, vol. 4, núms. 8 y 9 USA (Marvel Comics, 2021)
Edición nacional/España: Factor-X, núms. 7 y 8 (Panini Cómics, 2021)
Guion: Leah Williams.
Dibujo: David Baldeón.
Entintado: David Baldeón.
Color: Israel Silva.
Traducción: Uriel López.
Realización técnica: Estudio DIN&MITA.
Formato: Grapa. Nº 7 24pp. (3,00 €) y nº 8 32pp (3,50 €).

A grandes males, grandes remedios

«Ahora eres socio de Krakoa. Firma sobre la &$%@ línea de puntos.»

Anteriormente en Factor-X, nuestros protagonistas pudieron probar la muerte de Danza del Viento para resucitarla y Prestigio demostró que la resurrección de Alud le había hecho nacer de nuevo y solo tenía semanas de vida. No era un monstruo o un mutante defectuoso. Al resolverlo, Factor-X celebró una fiesta en el Osario, pero, entrada la madrugada, oyeron el grito de muerte de Siryn y tuvieron que resucitarla. Sin embargo, al hacerlo, pasado un tiempo, volvió a morir, por lo que Factor-X decidió interrogarla y Siryn arremetió enfurecida explicando que fueron simples accidentes y se marchó del Osario. Fuera, ella tuvo un encuentro con Lorna, quien quiso amenazarla y ponerle límites a su conducta. Lo que Lorna no sabía era que Siryn tenía nuevos poderes y la ordenó sabotear toda investigación de Factor-X sobre ella. A la mañana siguiente, Tommy le entregó a Prodigio una foto que podría darle una pista sobre cuando murió y Daken comenzó a seguir a Siryn hasta Alberta (Canadá), donde le dejó cerca de la muerte. Por suerte, el equipo descubrió que Lorna estaba controlada por Siryn, le quitaron el hechizo y hallaron la localización de Daken, por lo que Estrella del Norte le salvó. A la noche, todos habían muerto, menos Daken, Chico-Ojo y Prodigio.

En el presente arco argumental, nos situamos momentos antes de la fatal noche donde muere la mayoría del equipo. Chico-Ojo puede ver cosas aterradoras y Bebé Maravilloso las siente y ambos están aterrados porque no pueden mirar a ese terror a la cara. En el momento que Daken huele su miedo y le consuela, ambos descubren a Morrigan y huyen a una habitación donde están muertos Estrella del Norte y su hermana. Allí, junto con Prestigio, se dan cuenta de que todos los demás han muerto. Con valentía, Chico-Ojo pone a funcionar sus poderes y, junto con Prodigio, descubre qué trama Morrigan. Para salvarlos, Daken da su vida para que ellos escapen del Osario. Una vez resucitado el resto del equipo, Factor-X vuelve al Osario con un plan y debilitan a Morrigan para que solo quede Siryn durante un tiempo, quien pide ayuda antes de que la otra parte tome el control. Rauda, Prestigio usa su poder para leer la mente de Siryn y se dan cuenta de que hizo un pacto (Geas) con Morrigan y solo pueden deshacerlo con una profecía. Al volver al mundo real, ellos descubren que la clave está en Estrella Rota, por lo que Factor-X y otros mutantes se unen para liberar a los mutantes de Mojoverso y que Estrella Rota pueda romper el Geas — donde vemos una recreación del pacto y el sufrimiento de Siryn —. Sin dudarlo, Estrella Rota pone fin a Morrigan y su Geas, pero una conexión surge de él, su pasado y Rictor. Pero no había tiempo para descubrir nada, porque la Gala Fuego Infernal estaba a punto de celebrarse.

En general, estamos ante un arco argumental llamativo y que sabe jugar muy bien con el misterio, las referencias celtas, el miedo y los momentos épicos en equipo. Esta última parte de Morrigan llega a tener un gran punto donde todos los personajes tienen un grano de arena que aportar y donde sentirse parte del equipo, útiles. Y eso en un cómic coral es vital y hace que se sienta vivo y que los personajes importan y más con las dinámicas que hay entre ellos. Sin embargo, el final de Factor-X — aparte del número de la Gala Fuego Infernal —, se siente apresurado y llegan a la conclusión de la profecía demasiado deprisa, así como la ejecución del plan de liberación de los mutantes del Mojoverso, que daba para más números, aunque entendemos que este problema se debía a la cancelación de la serie de cómics de Factor-X y que debían cortar y cerrar la mayor parte de las tramas en este número y dejar lo que pudieran para la Gala Fuego Infernal. Por eso, aquí no nos gustaría culpar ni a Leah Williams ni a David Baladrón, ya que no fue su intención, aunque la decisión de Marvel afectó al resultado. Sin embargo, Leah y David consiguieron salir airosos como pudieron y nos han entregado un final satisfactorio con alguna duda para que seguramente se resuelva en la Gala Fuego Infernal.

En cuanto a los personajes, aquí es difícil destacar a un solo personaje, ya que todos los personajes actúan de forma coral y no se llega a dar espacio para profundizar más en alguno de los personajes. Por lo tanto, podemos decir que Leah Williams nos entrega en este apartado una gran sinergia entre todos los miembros de Factor-X, con una gran humanidad, que se siente realmente como un gran equipo, aunque alguno de ellos se guarde algún secreto íntimo para sí mismo. Pero Factor-X no sería lo que es sin ninguno de ellos, porque todos sus poderes son necesarios y no solo eso, sus dinámicas y personalidades se complementan hasta el punto de que unos son el apoyo de otros hasta el mismo final, en los momentos bajos, o en los momentos más alegres. Leah Williams nos demuestra que Factor-X no solo es un equipo que hace su trabajo, es una gran familia.

Sobre el ritmo, Leah Williams toma esta vez unos tiempos algo más acelerados tanto para mostrar el peligro que corren los personajes como para atar la mayoría de los cabos sueltos que pudiera tener — salvo los que guarda para la Gala Fuego Infernal —.

A nivel artístico, David Baldeón sigue brillando y destacando como un dibujante estrella que aporta un diseño artístico sublime, donde los personajes y fondos son una delicia con su característico estilo cartoon y los detalles que impregna solo hacen que poner la guinda en el pastel. Además, cabe destacar y mucho las expresiones faciales y corporales tan naturales y humanas que consigue el dibujante que, sumado a lo anterior, consigue que te sumerjas increíblemente rápido en la lectura. Por último, cabe destacar el color de Israel Silva que ayuda muchísimo a que el dibujo de David Baldeón resplandezca más con esos colores tan vivos en la mayoría del tiempo y que hace los poderes realmente nos parezcan mágicos y nos atraigan visualmente.

En definitiva, considero que estamos ante un final de arco bastante bueno y que saca a relucir todos los puntos positivos de cada miembro de Factor-X, aunque su resolución pueda haber sido apresurada por decisión de Marvel de cancelar la serie y dando solo un número más, pero dedicado a la Gala Fuego Infernal.

Lo mejor

• La dinámica de los personajes a la hora de actuar como un equipo
• El dibujo de David Baldeón.

Lo peor

• El cierre apresurado de la trama, que podría haber dado para algún número más, aunque no es culpa de la guionista.



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