Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNCine – Crítica de The King’s Man: La Primera Misión, de Matthew Vaughn

Dirección: Matthew Vaughn
Guion: Jane Goldman, Matthew Vaughn, Karl Gajdusek, basado en el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons
Música: Dominic Lewis, Matthew Margeson
Fotografía: Ben Davis
Reparto: Ralph Fiennes, Harris Dickinson, Djimon Hounsou, Gemma Arterton, Rhys Ifans, Charles Dance, Tom Hollander, Matthew Goode, Daniel Brühl, Aaron Taylor-Johnson, Stanley Tucci, David Kross, Alison Steadman
Duración: 131 min
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Marv Films, 20th Century Studios, Marv Studios. Distribuidora: Walt Disney Pictures
Nacionalidad: Reino Unido

Después de haber visto pospuesta su fecha de estreno en numerosas ocasiones, algo a lo que nos estamos habituando por culpa de los estragos que la pandemia está haciendo en la taquilla internacional, por fin llegaba a la cartelera española The King’s Man, subtitulada en nuestro país como La Primera Misión, la tercera entrega de la franquicia cinematográfica inspirada en la serie de Icon Comics creada por el guionista escocés Mark Millar (The Ultimates) y el dibujante inglés Dave Gibbons (Watchmen) en 2012 y que cuenta ya con tres miniseries. Dos años después de la publicación del primer arco, The Secret Service, el cineasta Matthew Vaughn produjo, co escribió y dirigió una adaptación protagonizada por Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Strong, Michael Caine o Sofia Boutella que contó con una continuación tres años después titulada Kingsman: The Golden Circle reclutando a Jeff Bridges, Halle Berry, Chaning Tatum o Pedro Pascal para su casting. Cuando todo apuntaba que se cerraría la trilogía de las aventuras en el mundo del espionaje de Gary «Eggsy» Unwin el autor de X-Men: First Class o Kick-Ass anunciaba una precuela en la que se narraría el origen de la agencia de espionaje que da nombre a la franquicia. The King’s Man está escrita por Jane Goldman, Karl Gajdusek y Matthew Vaughn además de dirigida por este último y cuenta en su reparto con los rostros de Ralph Fiennes, Harris Dickinson, Djimon Hounsou, Gemma Arterton, Rhys Ifans, Charles Dance, Tom Hollander, Matthew Goode, Daniel Brühl, Aaron Taylor-Johnson o Stanley Tucci entre otros.

La época y el contexto histórico elegidos para desarrollar la trama y lo que vendría a ser la génesis de Kingsman como organización es la Primera Guerra Mundial y todos los hechos que llevaron a dicha contienda son expuestos en pantalla, pero con la ficticia implicación de los personajes ideados por Matthew Vaughn y sus colaboradores comandados por Orlando, el Duque de Oxford, interpretado por Ralph Fiennes. Tomando este punto de partida el director de Layer Cake factura una nueva entrega de la saga que respeta la esencia de las anteriores películas de Kingsman, pero esta vez adentrándose de manera más o menos ortodoxa en otros géneros como el bélico, que cobra gran protagonismo a lo largo del metraje. De esta manera nos encontramos nuevamente con una versión hiperbólica y con sobredosis de anabolizantes del cine de James Bond con su acción desmesurada, dramatismo y un humor más dosificado que en los trabajos previos, pero funcionando al 100% cuando la obra apela a él.

El atentado contra el archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo, la mala influencia de Grigori Rasputín en el zar Nicolás de Rusia y su posterior asesinato mediante los medios más rocambolescos o los mismos combates en el frente durante la Gran Guerra sirven de material para que Matthew Vaughn construya una película profundamente británica en la que el patriotismo y el honor de morir en el cumplimiento del deber se convierten en el epicentro de un relato con tendencia al trazo grueso desde unas perspectiva política y el subrayado algo zafio con respecto a los distintos implicados en la Primera Guerra Mundial cayendo en tópicos manidos, pero siempre con la intencionalidad de dar empaque a una trama que no da un respiro al espectador mediante el habitual pulso del autor de Stardust que en esta ocasión no se revela tan desaforado como en Kingsman: El Círculo Dorado, que ya con su secuencia de apertura sobrepasaba cualquier pasaje exagerado de la primera entrega estrenada en 2014.

Como previamente hemos afirmado The King’s Man incide más en el drama que sus predecesoras y es que los estragos producidos por la guerra y la incursión de Conrad Oxford (Harris Dickinson) en el frente o la matanza encarnizada a la que allí asiste permiten a Vaughn jugar en un terrenos más predispuesto a la tragedia y la pérdida mientras configura secuencias de gran fuerza audiovisual como el enfrentamiento silencioso en tierra de nadie entre británicos y alemanes. Pero seguimos encontrándonos ante una película inspirada en el mundo secuencial creado por Mark Millar y Dave Gibbons, de manera que el humor negro y la violencia desaforada son de vital importancia en el discurrir de acontecimientos desarrollados a lo largo de la obra, llegando a su cénit con el enfrentamiento contra el Rasputín de un enorme Rhys Ifans que pedía a gritos, si no un spin off protagonizado por él mismo, al menos más metraje en pantalla.

Previsiblemente se ha renovado todo el reparto con respecto a las otras dos Kingsman, lógico si tenemos en cuenta que los hechos de aquellas ocurren 90 años después de los de la presente, pero en este sentido Matthew Vaughn y sus guionistas han pecado de conservadores y solo han sustituido a unos actores por otros para ejercer casi los mismos roles. Si el Orlando de Raplh Fiennes toma el relevo del Harry Hart de Colin Forth, el Harris Dickson el del Eggsy de Taron Egerton o Djimon Honsou hace lo propio con Mark Strong sería en el bando de los villanos donde no se respeta esa regla. Como era de esperar el actor de La Lista de Schindler o la saga Harry Potter sobresale por medio de carisma y elegancia, viéndose escoltado por sus ya citados aliados a los que se suman Gemma Arterton, Matthew Goode, Charles Dance, Daniel Brühl, Valerie Pachner o Tom Hollander, así como Aaron Taylor-Johnson o Stanley Tucci con intervenciones más breves conformando un casting imponente al que también pertenece el anteriormente citado y alabado Rhys Ifans.

Aunque mueva sus piezas con soltura y eficiencia en un tablero diferente al de Kingsman: Servicio Secreto o Kingsman: El Círculo Dorado esta precuela comete el fallo de ser demasiado continuista y poco original cuando podía haber explorado nuevas posibilidades para una franquicia que comienza a dar síntomas, puede que no de cansacio, pero sí de desgaste. The King’s Man es un proyecto 100% Matthew Vaughn, un divertimento frenético, violento y ligero que da lo que promete respetando las constantes planteadas por Mark Millar y Dave Gibbons en el cómic primigenio. Como la mayoría de blockbusters de este 2021 tampoco ha funcionado bien en taquilla, pero no dudamos que Disney y 20th Century Studios nos ofrecerán al menos una nueva película dentro de este microcosmos ficcional que cierre la trilogía de Eggsy en la actualidad antes de que su máximo responsable comience ese reboot de Kick-Ass ya anunciado que podría centrarse en los cómics protagonizados por Patience Lee, la sustituta de Dave Lizewski en la cabecera creada por Mark Millar y John Romita Jr.



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