Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNSeries – El Pacificador. Episodio 5 – Monkey Dory
Género: Comedia negra, Acción, Aventuras
Creador James Gunn
Reparto: John Cena, Steve Agee, Danielle Brooks, Chris Conrad, Christopher Heyerdahl, Jennifer Holland, Chukwudi Iwuji, Nhut Le, Robert Patrick, Lochlyn Munro, Annie Chang, Alison Araya, Lenny Jacobson, Elizabeth Ludlow, Rizwan Manji
Producción: DC Entertainment / Warner Bros. Television
Canal: HBO Max
El Pacificador es el el spin-off televisivo de El Escuadrón Suicida, la secuela cinematográfica de este atípico grupo de antihéroes dirigida por James Gunn y que contó en su reparto con nombres como los de Idris Elba, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Viola Davis, Alice Braga, Peter Capaldi, Jai Courtney y John Cena. Este último sería el encargado de interpretar a un personaje con décadas de historia, creado originalmente en 1966 por Christopher Smith para Charlton Comics y que en 1988 pasó a formar parte de DC Comics. El Pacificador -la primera miniserie ambientada en el DCEU- consta de ocho episodios escritos por James Gunn y está semana se ha estrenado en quinto en la plataforma HBO Max. El episodio de esta semana tiene por título Monkey Dory y en él veremos como nuestros héroes se deben enfrentar a una invasión extraterrestre total y el padre de El Pacificador sigue en la cárcel. A continuación podréis encontrar nuestras primeras impresiones. ¿Y a vosotros? ¿Qué os ha parecido?
El Pacificador. Episodio 5 – Monkey Dory
No es otra invasión de ladrones de cuerpos americana, por Jordi T. Pardo
Está claro que el reparto de El Pacificador se lo ha pasado en grande rodando esta serie y eso siempre se acaba trasladando al espectador. Nos podemos imaginar el ambiente en el rodaje teniendo en cuenta las dantescas situaciones que propone la trama y las risas al tener que memorizar -aunque seguro que hay mucho de improvisación- esos diálogos tan alargados, absurdos e hilarantes del guion de James Gunn. El episodio de esta semana puede que sea uno de los más divertidos en ese sentido, con un equipo que ya está rodado y con unas dinámicas que han ido evolucionando en estos pocos episodios hasta un punto más personal e interesante. La pasado el ecuador no nos sorprende en este aspecto, pero sigue funcionando y, en nuestra ración semanal de El Pacificador, esto se completa en su última entrega con unas buenas dosis de cabezas estalladas, singulares adversarios y buena música para aderezar el rato.
La autoría de Gunn supura por los cuatro costados y su trama muy deudora del clásico La invasión de los ladrones de cuerpos se ha demostrado como un acierto que permite a su creador arrojar cierta carga política al conjunto como ya hizo en El Escuadrón Suicida. Los monstruos de Gunn, sea un kaiju del tamaño de Starro, como en el que vimos en la primera incursión cinematográfica de El Pacificador, o unas criaturas como las mariposas a las que nuestro superhéroe redneck persigue en esta miniserie, hablan más de nuestras sociedad actual que cualquiera de las producciones recientes de Marvel Studios. El tono gamberro del conjunto, y su relativa reiteración de ideas, pueden hacer que nos despistemos, pero El Pacificador es una propuesta mucho más inteligente de lo que a priori puedan dar a entender sus personajes protagonistas.
Porque si de una cosa nos habla también El Pacificador es de la necesidad de mejorar nuestras empatía como especie. El Pacificador y compañía son un grupo de inadaptados sociales -por uno u otro motivo- con muy pocas cosas que en común que a fuerza de tender puentes entre ellos y colaborar en situaciones extremas se ven obligados a abrirse a otras realidades. En frente, unas mariposas que claramente son el polo opuesto, han renunciado a su individualidad y funcionan como un colectivo, sin fisuras, pero sin responder tampoco a unos patrones de lo que entendemos por humanidad. Es un contraste que seguramente irá a más en los últimos episodios, como ya ocurrió en la franquicia de Los Guardianes de la Galaxia donde uno de los aspectos más interesantes de la misma era la difícil relación entre sus protagonistas.
Por lo demás, El Pacificador mantiene el tipo en este quinto episodio y además nos deja algunos momentos para el recuerdo como ese inesperado «homenaje» a Gorilla Grood. Está claro que si hemos llegado a este episodio de la producción es porque nos hemos metido de lleno en sus planteamientos, porque una serie tan excesiva y con un tono tan particular no es para todos los públicos. Pero llegados a este punto El Pacificador de John Cena se ha convertido en familia y aunque eso parezca un poco contradictorio con el personaje amoral y desprendido que se nos presentó en El Escuadrón Suicida, supone una interesante evolución a explorar del mismo. Ahora nos toca ver cómo afronta la serie su recta final. Por lo pronto, en el siguiente episodio vuelve a la dirección James Gunn así que quizás las barrabasadas solo hayan hecho que comenzar.
I wonder where all 11th street kids are today, por Juan Luis Daza
Con malas vibraciones da sus primeros compases este Monkey Dory, que supone el quinto episodio de la temporada, cuando vemos a James Gunn alargar hasta la extenuación el gag del protagonista enumerando celebridades, idea que más condensada hubiera quedado impecable, pero que tan extendida en el tiempo no solo pierde su gracia, sino que se antoja agotadora recordando a los peores tiempos de Padre de Familia y la manía de Seth MacFarlane de repetir hasta el vómito bromas que él y sus colaboradores creían merecedoras de más metraje. Por suerte este pasaje es breve y solo una mácula dentro de otro episodio memorable que recupera todo el punch con el asalto al «nido de mariposas» en el que la directora Rosemeray Rodriguez (The Walking Dead, Jessica Jones) despliega todo el abanico de violencia explícita ya indisociable tanto al personaje principal como a la serie con momentos brillantes y homenajes explícitos a La Invasión de los Ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978) y sus variantes.
Después de la adrenalínica dosis de acción el episodio levanta el pie del acelerador para recurrir a una de las mejores virtudes de James Gunn como guionista, estrechar lazos entre unos personajes que son un dechado de defectos, carencias afectivas y problemas mentales. La dinámica entre los distintos roles se afianza, comienzan a limarse asperezas entre unos y otros y el culmen de este devenir de acontecimienos desemboca en la memorable secuencia de la creación del grupo de WhatsApp que, como hemos podido ver estos días en redes sociales, ha tenido lugar también en el mundo real con los actores de la serie implicados. Desgraciadamente y conociendo la carrera previa de James Gunn esta concesión a los sentimientos es muy probable que sea la antesala de una escabechina en los próximos episodios con la integridad físics de varios de los secundarios en peligro. Solo el tiempo nos dirá si acierto con mis elucubraciones.
Aunque no es el mejor episodio de la temporada, ese honor ahora mismo lo detenta el The Choad Less Traveled de la pasada semana, sí mantiene el alto nivel de una ficción que está gustando a propios extraños gracias a su descaro, naturaleza iconoclasta y carisma en sesión continua. Peacemaker se mantiene como un proyecto que encapsula todas las virtudes de James Gunn como escritor o cineasta y casi ninguna de sus carencias, que aun habiéndolas no empañan un ápice el buen trabajo del autor y sus colaboradores delante y detrás de las cámaras. Con un cliffhunger muy potente, dejando el povenir de la serie pendiente de un hilo, todo apunta a que el sexto capítulo del próximo jueves será clave para encarrilar la recta final de una temporada que hasta el momento no ha hecho otra cosa que darnos una satisfacción tras otra. Ojalá sigamos así hasta el cierre de la tanda de episodios, esperando que estos no sean los últimos.
The Gorilla Chainsaw Massacre, por Sergio Fernández
De entre todas las virtudes que tiene El Pacificador como serie, destacaría que cada capítulo se pasa en un suspiro. Si bien la duración del mismo suele estar ajustada (este Monkey Dory cuenta con cuarenta minutos de puro disfrute), lo cierto es que no hay motivos para el aburrimiento. Si las semanas pasadas demandábamos un poco más de acción, en esta hemos tenido un asalto que, finalmente, ha servido para mostrar las mortales aptitudes de Christopher Smith.
Pero antes de que dicha misión se llevara a cabo, el peculiar sextete formado por Peacemaker, Murn, Adebayo, Harcourt, Chase y Economos ha tenido un briefing de lo más descacharrante. La presentación en Powerpoint realizada por “Barba pintada” para dar a conocer como las mariposas controlan los cuerpos de sus huéspedes, ha sido interrumpida varias veces por Chris, quien sigue teniendo a su orondo compañero como centro de todas sus burlas por el chapucero hackeo que el primero realizó al comienzo de temporada propiciando que el padre de Chris acabara en la cárcel.
Precisamente, el Dragón blanco (un estupendo Robert Patrick) ha demostrado tener una lengua muy larga y no ha tenido problema alguno en confesar a la detective Song que a quien realmente deben arrestar es a su hijo. Song comprueba que el mayor de los Smith, a pesar de ser un odioso racista, lleva razón, pero también comprueba como hay ciertos poderes en la sombra capaces de cualquier cosa (incluso de manipular pruebas) para que todo siga como está.
Con la operación en marcha, El Pacificador y el resto de la banda comprueban, gracias a los rayos X en el casco del personaje interpretado por John Cena, que el edificio está plagado de mariposas. Si hasta el momento podíamos ver ciertos paralelismos entre estos seres extraterrestres y sus homónimos de La invasión de los ultracuerpos, en esta ocasión el homenaje ha sido bastante más explícito, dedo acusador mediante. Aunque El pacificador hace constantemente apología tanto de la violencia como de su superioridad sexual, James Gunn se había empeñado en mostrarnos el lado más vulnerable del personaje. Los remordimientos, las dudas… alejaban a Christopher Smith de ser un asesino implacable. Nada más lejos de la verdad. El quinto capítulo ha servido para recordarnos que El pacificador es un letal tirador que apunta y dispara con la precisión de un cirujano.
Al margen de la cantidad indeterminada de cabezas voladas en este episodio, ha llamado la atención el monstruo final. Como si de un videojuego se tratara, un gigantesco gorila (a lo Donkey Kong) ha puesto en jaque a (casi) todo el equipo dominando la situación a ritmo de golpe y porrazo. Ha tenido que ser Economos, quien se encontraba en laboras de intendencia en la furgoneta, el que, emulando a Leatherface, partiera en dos al enorme simio con una motosierra. Cubiertos de sangre, la actividad en grupo (a modo de las dinámicas de trabajo realizadas en las empresas) ha servido para estrechar lazos entre los diferentes miembros del equipo. Incluso la fría y arisca Harcourt (con un carácter muy similar al de Gamora en Guardianes de la Galaxia) ha comenzado a sonreír creando un grupo común a través de su teléfono que consolide esa unión. Sin embargo, nos encontramos con la calma antes de la tormenta.
Mencionábamos la semana pasada el cambio sufrido por el personaje de Leota, a quién su madre (Amanda Waller) introdujo en el grupo sin nobles intenciones. Tras haber matado y manipulado, Leota se ha alejado cada vez más de su mujer. Aunque esta semana su personaje ha estado en un segundo plano, su situación ha dado un giro de 180 grados al descubrir el cliffhanger de la semana pasada. Murn es una mariposa. ¿Qué destino le deparará a Adebayo? ¿Se convertirá en una nueva mariposa? ¿Es La Tierra un mariposario gigante? ¿Conseguirá detener El pacificador el efecto mariposa? Solo quedan tres capítulos para descubrirlo.
11th Street Kids IRL. #Peacemaker #11thStreetKids pic.twitter.com/K3jbglW0zi
— Jennifer Holland (@jennlholland) January 28, 2022
¡Es la hora de la encuesta!
En episodios anteriores…
El Paficicador. Episodio 1 – A Whole New Whirled
El Paficicador. Episodio 2 – Best Friends For Never
El Paficicador. Episodio 3 – Better Goff Dead
El Paficicador. Episodio 4 – The Choad Less Traveled
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