Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Limited Edition. ClanDestine
Edición original: Marvel Comics Presents #158, The ClanDestine #1-8, X-Men & The ClanDestine #1-2, ClanDestine vol.2 #1-5, Fantastic Four Annual #33, Daredevil Annual Vol.3 #1, Wolverine Annual vol.2 #1 (1994-1996, 2008, 2012)
Edición nacional/ España: Panini Cómics y SD Distribuciones, 2020
Guion: Alan Davis
Dibujo: Alan Davis
Entintado: Mark Farmer
Color: Sophie Heath, Helen Nally, Joe Rosas, Ian Laughlin, J. Brown, Paul Monts, Javier Rodríguez
Formato: Tomo en tapa dura
Precio: 47,95 euros
Para aquellos lectores que llevan años en esto de los cómics, no hace falta hacer una larga presentación de Alan Davis. Británico de (parece mentira como pasa el tiempo) 65 años de edad, Davis es para muchos el epítome de los que debería ser un dibujante de superhéroes. Fogueado en fanzines ingleses, se dio rápidamente a conocer por su trabajo en Marvel UK en los años 80 con obras tan emblemáticas como Capitán Britania o Marvelman -posteriormente Miracleman-. En 1985 dio el salto a Estados Unidos de la mano de DC para encargarse de Batman y los Outsiders o Batman Año dos; aunque su consolidación en el mainstream USA tendría lugar en Marvel acompañando a Chris Claremont primero ocasionalmente en La Patrulla X y después como coautor en la muy recordada Excalibur. Con los años, Davis aportaría su saber hacer en las dos principales editoriales del país y, sin menospreciar su excelente trabajo en DC (JLA: El Clavo sigue siendo mi obra favorita de Davis como autor completo), es en Marvel donde ha realizado aportaciones más continuadas en el tiempo y es esta última la editorial que más se asocia con su nombre.
Los años 90 fueron tiempos convulsos para la industria del cómic USA. La creación de Image y la posterior explosión de la burbuja especulativa supuso la adopción, por parte de Marvel y DC, de políticas editoriales más conservadoras a todos los niveles. Apostar por fórmulas conocidas, personajes conocidos, autores leales. Las consecuencias fueron especialmente duras en la Marvel de la época, puesto que Image se había conformado con “traidores” que habían alcanzado el éxito dentro de la Casa de las Ideas. Entre todo este maremagnum, en 1991, Davis aceptó la oferta de Terry Kavanaugh para hacerse cargo de Excalibur como escritor y dibujante desde el #42. Durante 25 números, el británico pudo hacer y deshacer lo que quiso dentro del título (Davis llega a afirmar que Kavanaugh le concedió todos sus caprichos en Excalibur) en una recordada etapa que cimentó su prestigio como autor total. Pero en verano de 1993, la magia se rompió. En solo dos años, Marvel ya no veía con buenos ojos a los “autores”, sobre todo si trabajaban dentro de la oficina mutante. Davis debía amoldarse a las necesidades de la editorial, no contar sus propias historias, algo que nuestro protagonista no estaba dispuesto a aceptar por lo que abandonó el título.
La idea
Davis es un tipo inquieto y no iba a estar mucho tiempo desocupado. Uno de los muchos amigos de Davis en la industria era/es Paul Neary. Dibujante y entintador en varios títulos Marvel como Capitán América, Neary era en 1993 el editor de Marvel UK y siempre estaba dispuesto a valorar propuestas para nuevas colecciones. Davis llevaba tiempo pensando en una idea muy especial para él. Quería hacer un cómic de superhéroes un tanto distinto. Quería explorar la idea de familia, pero no de la Patrulla X como “familia” sino una familia de verdad superheroica, como pocas se podían encontrar en el cómic mainstream más allá de los 4 Fantásticos. Davis pensaba en una familia en la que todos sus miembros eran superhéroes. Era un clan de superseres. El clan Destine (por el apellido familiar).
Davis comenzó a trabajar en ClanDestine según avanzaba 1993 con la idea de ser publicada bajo el sello Marvel UK. Era lo lógico. Autor británico, editor británico, personajes británicos y acción situada en el Reino Unido. Sin embargo, en 1994 la burbuja especulativa se llevó por delante casi todas las colecciones de Marvel UK, sobreviviendo unos pocos títulos y centrados casi siempre en reimpresiones. Marvel UK, por tanto, ya no era una opción. El proyecto se movió entonces a la oficina madre en EE.UU., aunque manteniendo a Neary como editor. Así pues, con fecha de portada de octubre de 1994 se publicaba el primer número de ClanDestine.
Arbol familiar
Adam Destine: El patriarca del clan. Un caballero medieval reconvertido en ser inmortal e invulnerable gracias a una genio (sí, como el genio de Aladino), quien es a su vez, madre del resto de los miembros de la familia.
Walter/Impulso: La voz de la razón dentro del clan… o el hermano más aburrido de la familia según los jóvenes Rory y Pandora. Walter es un caballero inglés que escribe novelas románticas bajo el seudónimo “Sabrina Bentley” y que puede transformarse en un Hulk azul.
Kay/Cuco: Telépata capaz de traspasar su conciencia de un cuerpo a otro. El miembro más egoísta (o mejor sería decir narcisista) de la familia.
William/Oz: Actor. Fuerza y agilidad mejoradas. Solo tiene protagonismo en la primera miniserie
Dominic/Hex: Sentidos aumentados hasta el punto de necesitar pasar temporadas alejado de la civilización o en un tanque de privación sensorial.
Samantha/Argén: Tiene la capacidad de generar espontáneamente armas y armadura de metal.
Rory/Cruzado Escarlata: Mellizo de Pandora. Es capaz de manipular las ondas gravitatorias. Lo que más desea es convertirse en superhéroe.
Pandora/Duende: Mellizo de Rory. Tiene el poder de controlar la energía lumínica. Las capacidades especiales de Rory y Pandora aumentan de poder cuando están cerca el uno del otro, y se atenúan hasta casi desaparecer cuando están separados.
Newton: el genio de la familia, encargado de fabricar toda clase de artilugios de alta tecnología.
Gracie: El miembro que aparenta tener más edad (por antigüedad, después de Adam vendría la hija primogénita, Kay/Cuco). Arqueóloga, poderes telepáticos y telekinéticos.
Vincent: Un misterio para Rory y Pandora igual que para los lectores al inicio de la serie. Lo único que sabemos que es Adam tuvo que matar a Vincent en un evento traumático para la familia.
Periplo editorial
La historia de la publicación de ClanDestine en EE.UU. es una auténtica odisea. Estamos hablando de un total de 18 números cuya edición se dilató durante la friolera de 20 años. ¿Cómo fue esto posible?
En primer lugar tenemos el Marvel Comics Presents #158 que sirvió como prólogo y que antecede, en 1994, a la publicación de la primera serie. ClanDestine vol. 1 #1-8 (octubre 1994-mayo 1995) es la presentación de la familia. El primer arco argumental (#1-4) nos introduce en la piel de los adolescentes Rory y Pandora mientras descubren que sus familiares, abuelos, tíos, etc., son en realidad todos hermanos y todos tienen extraordinarias habilidades. En un arco repleto de acción (y de exposición), la familia se enfrenta a Lenz, un científico convertido en monstruo en un experimento de I.M.A.; y al Dr. Griffin y sus Omegas, mad doctor acompañado de un grupo de sus propios clones. El #5 nos contará el origen de la familia, mientras que los #6-7 se centrarán en los intentos de Rory y Pandora por convertirse en superhéroes, lo que incluirá viajar a Nueva York y cruzarse con el asombroso Spiderman. Por último, el #8 presenta una serie de flashbacks en los que Walter, Dominic y Adam reflexionan sobre algunas aventuras pasadas.
Y aquí empiezan los problemas. La serie se extendió hasta la docena de entregas pero los #8-12 ya no cuentan con la participación de Davis. Esos números correrán a cargo de profesionales relacionados con Marvel UK como Glenn Dakin o Pino Rinaldi y son totalmente olvidables. De hecho, lo más recordado para el aficionado es el trabajo de un casi primerizo Bryan Hitch en un extraño guiño del destino puesto que la influencia de Davis en el trabajo de Hitch es más que evidente. El abandono de Davis fue una sorpresa puesto que, aunque no era ni mucho menos un éxito arrollador, ClanDestine tenía un nivel de ventas aceptable, especialmente si tenemos en cuenta que se trataba de una nueva colección con personajes enteramente desconocidos. La versión oficial que se trasladó a la prensa especializada es que Davis se quejaba de la falta de apoyo de Marvel para con el título, especialmente en lo referente a la publicidad y a la decisión de la editorial de no publicar la serie en el nuevo papel satinado que sí se reservaba para otras colecciones como las pertenecientes a la franquicia mutante. Sin negar que estas quejas tenían un anclaje en la realidad, muy probablemente la excesiva independencia de Davis no era vista con buenos ojos por algún editor en Marvel, además de recordar que el proyecto tuvo que ser “metido con calzador” en Marvel USA.
Afortunadamente, y a pesar de estas desavenencias profesionales, la relación entre Marvel y Davis siempre le ha permitido a nuestro protagonista, volver a ClanDestine. El primero de estos regresos no tardaría demasiado. En octubre-noviembre de 1996 se publicaba X-Men: ClanDestine, miniserie de dos números en la que el británico aprovechaba para cruzar a sus personajes fetiche con los mutantes. Suponemos que en las oficinas de Marvel le pondrían menos problemas al autor si su idea era poner en la portada una X bien grande. El cross-over se centra en cómo ambos grupos, después de la pelea de rigor entre ellos (aunque esa pelea tendrá truco como se verá al final) tienen que aunar fuerzas para evitar que un demonio interdimensional invada la tierra. El británico descarta lo publicado en los #9-12 de la serie original (Vincent resucitando, Kay descubierta como una no-miembro del clan) como un sueño de Rory y puede continuar su historia allí donde la dejó. Al final de esta miniserie, parece que Davis cierra la historia con el clan Destine poniendo en boca de Adam el siguiente monólogo: “Mi familia y yo ya no formamos parte del mundo que habitas, Logan. Sobrevivimos como misteriosas reliquias de una era olvidada… es posible que haya llegado nuestra hora”.
El tiempo pasó. Davis siguió trabajando en Marvel y DC, sobreviviendo a la ola de clones a lo Image y a las historias con personajes llenos de pistolas y dientes apretados. Y en 2008 Alan Davis tiene de nuevo la oportunidad de retomar sus personajes. Esta vez lo hará en una miniserie de cinco números, ClanDestine vol.2. Los tiempos han cambiado pero la sensibilidad de Davis no tanto. Los personajes siguen hablando igual que doce años atrás y el dibujo del británico no ha hecho sino mejorar con el tiempo. El autor vuelve a regalarnos una aventura sin tiempo para respirar en la que el Dr. Griffin ataca de nuevo a la familia, esta vez con clones de los propios Destine, mientras Dominic acaba perdido en el espacio-tiempo coincidiendo, en un extraño team-up, con el Excalibur de Claremont y el propio Davis.
La odisea editorial de ClanDestine tiene un ¿punto y final? En 2012. Davis recibe el visto bueno para contar una historia de la familia en tres anuales, los correspondientes a Los 4 Fantásticos, Daredevil y Lobezno. Anticipado al final de la miniserie de 2008, el relato se centra en contar la historia de Vincent, el hermano “perdido” y las circunstancias que llevaron a su muerte, además de su posible retorno como fuerza demoniaca.
En total 18 años para 18 números, muchos de ellos dobles, eso sí. Davis planteaba ClanDestine como una gran saga que duraría al menos 25 ó 30. Pensar en lo que podría haber sido ClanDestine de haberse publicado ininterrumpidamente en los años 90 es un ejercicio de historia-ficción. Los primeros 8 números pueden leerse como un prólogo, mientras que el nudo o desarrollo de la saga tuvo que publicarse como buenamente se pudo y tan solo podemos especular acerca del final original que Davis tenía pensado para la historia.
Un equipo (y cómic) diferente
¿Es ClanDestine una reliquia de un tiempo pasado que se resiste a morir? Personalmente, no lo creo. Claro que, debido al tiempo pasado entre su concepción y su posible final, la industria del cómic USA ha evolucionado mucho. Pero ClanDestine es como su autor: atemporal. En una época como la nuestra donde sobre todo guionistas “utilizan” Marvel como palanca para adquirir notoriedad y poder publicar sus propios cómics en editoriales independientes (si es que podemos llamar independiente a Image, por ejemplo), Alan Davis es alguien que disfruta trabajando con sus personajes de la infancia. El británico, y esa es la palabra clave de todo esto, DISFRUTA trabajando dentro del universo Marvel, como se puede constatar en este tomo. No es extraño que el punto de vista, sobre todo en la primera serie, se enfoque tanto en Rory/Cruzado Escarlata. Rory y su capacidad de asombro ante el mundo, ante los héroes -ese encuentro con Spiderman- es el asombro que Davis pretende transmitir al lector. El valor de este trabajo se acrecienta cuando recordamos los cómics que se publicaban en Marvel, y en el resto de editoriales de la época.
Incluso si el tono no acaba de ser del gusto de un lector contemporáneo, sería absurdo no reconocer que ClanDestine es (son) un cómic muy bien hecho. El diseño de los personajes es fantástico, especialmente en la parte gráfica. Sus personalidades, claras y distinguibles. Los diálogos, perfectamente engarzados. El ritmo, vertiginoso cuando debe y pausado cuando la historia lo demanda. No es perfecto, no tiene porqué serlo. Se echan en falta más conflictos dentro de la familia así como obstáculos internos que igualen las amenazas externas presentadas por Davis. Y no podemos olvidar que, leídos de un tirón, hay momentos en que la (necesaria) labor de recapitulación entre miniserie y miniserie, se hace reiterativa e incluso un poco pesada. En ese sentido, es una grata sorpresa apreciar la evolución de Davis como autor en detalles precisamente como la forma que tiene de presentar a los personajes en los anuales de 2012, con un estilo más cinético y centrado en mostrar a través de la acción que con largos diálogos expositivos.
El humor, como no puede ser de otra manera en una obra de Davis, estará muy presente. Pullas entre personajes que recuerdan a las interacciones entre la Cosa y la Antorcha Humana, guiños irónicos al lector como el final del #8 y el mensaje que emite la policía sobre los tres enmascarados que sobrevuelan Londres (Dominic, Walter y Adam), el meta-juego con los tropos del cómic de superhéroes como cuando Rory razona que el choque entre ClanDestine y la Patrulla X es el típico malentendido entre superhéroes… y mucho más. La libertad de Davis para hacer y deshacer dentro de estos cómics, hace que ahora los tengamos que situar en un tiempo Marvel especial, difícil de incorporar a la continuidad de la editorial. La intervención de Spiderman ocurre con la saga del clon empezada, la alineación de la Patrulla X en X-Men: ClanDestine no corresponde con exactitud a la de la época (¿Coloso? ¿Forja?), los anuales de 2012 ignoran las etapas de los personajes titulares (como el Daredevil de Waid y Samnee). El mundo de ClanDestine es una burbuja de aventuras y color que viaja a través de un universo Marvel congelado en el tiempo.
Otra de las ventajas de poder leer todo lo publicado sobre ClanDestine en estos 20 años es quitarnos, una vez más, el sombrero ante el trabajo gráfico de Davis. Heredero de una reconocible y reconocida tradición en la manera de dibujar superhéroes (que se remonta -no únicamente- a nombres como el de Neal Adams), Davis pertenece al panteón de dibujantes que marcaron el estilo de “lo que debía ser un cómic-book” en los 80 junto con John Byrne y George Perez. No es cuestión de elegir al mejor, ya que cada uno de nosotros tendrá a su preferido. Pero, por avatares de la vida y de la evolución personal de cada uno, podríamos defender perfectamente que Davis es el que ha tenido una carrera en la que su trabajo ha brillado de manera más homogénea. En ClanDestine, Davis se deja la piel, que diríamos. En las primeras dos miniseries, la acción es mucho más física (mayor importancia del cuerpo y la fisicidad de los personajes) mientras que en lo publicado ya en el siglo XXI tenemos composiciones de página mucho más dinámicas y arriesgadas. Y en todo momento podemos disfrutar de su atención al detalle, de sus coloridos diseños, de su dominio de la figura humana, de su maestría con el fuera de campo (la página previa a la aparición de Spiderman).
ClanDestine es el intento de crear una mitología nueva dentro de uno de los universos de ficción con la mitología más rica del último siglo. Quizás algunos lectores desprecien estas historias por antiguas o pasadas de moda, olvidando que el cómic, como la historia, no es una línea recta sino un árbol del que crecen diferentes ramas que apelan a sensibilidades diferentes. ClanDestine no es la obra maestra que podía haber sido pero sigue siendo un recordatorio del comic-book como sentido de la maravilla, y un testamento a la persistencia y la memoria de un autor extraordinario.
La edición española
Como todas las ediciones de la colección Marvel Limited Edition, ClanDestine se presenta como un tomo en tapa dura con una encuadernación consistente y un papel de calidad. La edición incluye gran cantidad de extras como bocetos, ilustraciones y el divertidísimo “ClanDestine Confidencial” en el que Neary, Davis y el entintador Mark Farmer cuentan una historia oral de la creación de la serie con mucho sentido del humor (y bastante mala leche).
Siendo impecable a nivel formal, sí que quiero destacar dos detalles negativos de la edición. En primer lugar, la inclusión del relato corto publicado en Marvel Comics Presents #158 justo al inicio tiene coherencia cronológica (se publicó originalmente antes del primer número de la serie) pero debería ir después del cross-over con los X-Men. Así lo ha expresado el propio Davis en el Alan Davis Forum, pero es que además, leído antes del #1 de la serie, el lector se come un spoiler importante de dicho #1. En segundo lugar, en lo personal lamento que la edición incluya el logo de la miniserie de 2008 y no el de la colección original de 1994. El original creo que funcionaba mejor con el tono de la serie y se complementaba con la idea de clan y las raíces británicas de la historia y sus creadores.
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