Javier Vázquez Delgado recomienda: Biblioteca Caballero Luna 2 Sombras en el corazón de la ciudad
Edición original: The Hulk! 17, 18 y 20, Marvel Preview 21, Moon Knight 1-3 y material de Moon Knight Special Edition 1-3 (Marvel Comics, 1979-1981)
Edición nacional/España: Biblioteca Caballero Luna 2: Sombras en el corazón de la ciudad (Panini Cómics, 2022)
Guion: Doug Mounch
Dibujo: Don Perlin, Bill Sienkiewicz
Entintado: Klaus Janson, Bill Sienkiewicz, Tom Palmer, Dan Green, Frank Springer
Color: Steve Oliff, Bob Sharen, Carl Gafford
Traducción: Gonzalo Quesada
Realización técnica: Forja Digital
Formato: Tapa dura. 184 páginas. 16,00€
Comienza la primera serie en solitario del Caballero
«Y, por más identidades que tengas, falsas o no, nunca debes abusar de tu poder. Jamás debes olvidar quién es ese hombre»
Llegamos al segundo tomo de la Biblioteca Caballero Luna y las cosas comienzan a ponerse interesante. Si en el tomo anterior, el que daba inicio a la colección, veíamos el origen del personaje en las páginas de Werewolf by Night y sus primeras aventuras en solitario, esta segunda entrega finaliza las historias de complemento publicadas en el Magazine de Hulk durante los 70 y se adentra en la primera serie regular del personaje.
Aunque ubicado, por cuestiones cronológicas a mitad de este tomo, el punto álgido es el Caballero Luna #1, publicado originalmente en 1980. Sorprende que Moench, creador y único (apariciones especiales en otras colecciones Marvel aparte) escritor del héroe, cambie el origen del Caballero. En Werewolf by Night, se indicaba explícitamente cómo el Comité (grupo de señores malvados enemigos del Hombre Lobo titular de aquella colección) había sido el responsable de la vestimenta y los gadgets del Caballero Luna. Sin embargo, y siempre de acuerdo con declaraciones de Moench, a Jim Shooter -editor en Jefe de Marvel en aquella época- le desagradaba este origen y le pidió que lo cambiara para el lanzamiento de la nueva serie. Para ello, Moench reescribe la historia del personaje manteniendo intactos el resto de los elementos que conforman su particular universo.
El Caballero Luna es ahora Marc Spector, un mercenario que trabaja como segundo al mando de Bushman, otro mercenario en este caso bastante psicópata y de aspecto ciertamente malrrollista con esa cara tatuada. En un encargo en Egipto, Spector se niega a matar a una arqueóloga involucrada en el descubrimiento de un antiguo templo egipcio, y se enfrenta a Bushman para terminar siendo derrotado por éste y abandonado en el desierto más muerto que vivo. Llevado al recién descubierto templo por un grupo de locales que aún idolatran a los antiguos dioses, Spector fallece delante de una estatua de Khonshu, tan solo para ver cómo se le ofrece la oportunidad de tener una segunda oportunidad como avatar en la tierra del dios que le ofrece la resurrección. Spector acepta, regresa del mundo de los muertos y derrota a Bushman.
Este primer número está cargado tanto de información como de acción. Quizás demasiado. No solo se nos cuenta el origen del Caballero sino la naturaleza de su relación con su fiel ayudante Frenchie, su romance con la bella Marlene y, el entorno urbano neoyorkino en el que tendrán lugar sus aventuras; y, especialmente, la naturaleza esquizofrénica del personaje a través de sus tres personalidades: el ya citado Spector, el millonario Steve Grant y el taxista Jake Lockley. Lo que inicialmente se presenta como “actuaciones” de Spector, se acabarán revelando en el futuro como identidades diferentes dentro de la mente del protagonista. Lejos de ser un origen cerrado, y quizás por la presión de Shooter para alterar la historia del Caballero, el propio Moench iría reordenando detalles de este origen como en el #3 en el que se nos descubre que Spector también había sido agente de la CIA.
A nivel narrativo, destaca el tono empleado por Moench. A priori, y dado el nuevo origen “esotérico” del Caballero, y teniendo en cuenta también su primera aparición en Werewolf by Night, uno podría pensar que este nuevo héroe protagonizaría historias centradas en elementos fantásticos o de terror clásico. Él es más o menos un zombi revivido, su primer adversario era un hombre lobo y el background de dioses egipcios es perfecto para relacionarlo con momias también. Sin embargo, Moench decide anclar sus historias en un, diríamos, realismo sucio. El guionista enfrenta al Caballero con psicópatas y asesinos, le hace interactuar con prostitutas, alcohólicos y drogadictos. Se nota la relajación del Comics Code y más aún; hay números incluidos en este tomo que salieron sin el sello, como se puede ver en las escenas en las que Marlene sale ligera de ropa o directamente desnuda. Caballero Luna es una serie de los 80 pero que tardará mucho en quitarse el aroma de los 70. El héroe apenas interactúa con el resto del Universo Marvel, feliz de su independencia en su rincón de Nueva York. Moench acierta confiriendo al título de un estilo muy particular y distintivo. No necesariamente del gusto de todos los lectores pero claramente diferenciado de otras series con vigilantes urbanos.
Una vez más, no podemos olvidar destacar el trabajo del dibujante Bill Sienkiewicz. En este tomo podemos apreciar lo importante que son las tintas para realzar o diluir el trabajo del artista. Cada uno tendrá su estilo preferido pero no se podrá negar lo particular del trabajo que aportan Klaus Janson o Tom Palmer. Al final, Sienkiewicz acabará entintando sus propios lápices y desarrollará el estilo tan particular por el que se hizo famoso y es conocido hoy en día. El dibujante destaca en lo plástico de sus figuras y en la expresividad de los rostros. Sienkiewicz comienza a separarse en este tomo de la poderosa influencia de Neal Adams y comienza a jugar con juegos de sombra y luz dejando poco a poco de trabajar los fondos en cada vez más viñetas. El cambio de estilo ya es un hecho y se hará más radical según vayan pasando los números en las siguientes entregas.
Lo mejor
• Una vez más, el dibujo y la edición de Panini
Lo peor
• Los diálogos de Moench siguen siendo muy mejorables
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