Javier Vázquez Delgado recomienda: El próximo Batman: Segundo Hijo

Edición original: The Next Batman: Second Son (Digital Chapters) núms. 1-12 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciiones
Guion: John Ridley
Dibujo: Tony Akins, Travel Foreman
Entintado:Mark Morales, John Livesay, Norm Rapmund, Le Beau Underwood
Color: Rex Lokus
Traducción: Jaime Valero Martínez
Formato: Rústica, 128 págs. A color.
Precio: 13,95 €

El próximo Batman arriesga en su presentación

«-Eres muy joven para ser cínica.- Soy muy vieja para ser ingenua.»

Tim Fox nace en el Batman #313 (1979) creado por Len Wein e Irv Novick. Aquel Tim primigenio era un chico desafiante que desaprueba los negocios de Bruce Wayne con su padre, siendo engañado por la competencia de Industrias Wayne, llega a robarles o a pertenecer a una banda. Sus apariciones son muy limitadas quedando como un personaje sin recorrido e inexistente durante las continuidades posteriores. Rescatado por la iniciativa Future State, su cómic dedicado despierta cierto interés por el personaje que continúa en este Segundo Hijo su andadura editorial.

El próximo Batman está en una misión en Vietnam al más puro estilo Dick Grayson de Spyral (hasta el atuendo es muy semejante) persiguiendo a un millonario con negocios turbios, aunque no se especifica exactamente cuáles son sus delitos, ni Jace (así se hace llamar ahora nuestro protagonista) los conoce a ciencia cierta, jugando con la incógnita durante toda la historia, siendo esta la trama secundaria y la que otorga la mayoría de secuencias de acción en un cómic que se centra en la relaciones de la familia Fox..

Grifter, muy presente en esta nueva etapa DC, con apariciones en Estado Futuro (compartiendo equipo con el hermano de Tim, Luke) o en Leyendas Urbanas, se deja ver en el cómic de manera fugaz, encargado de traer de vuelta al mayor de los Fox a Gotham. No será la única visita del libro, cierta dueña de una espada ancestral, descubierta como maestra de Jace, también se deja ver.

Mediante un informativo se sitúa la acción poco después de La guerra del Joker y muestra los primeros pasos hacia la Gotham vista en Estado Futuro. El mensaje antimáscaras cala en el ciudadano y en las fuerzas del orden, los policías están descontentos con un Batwing que solo les ha ayudado, siendo esta una de las pocas series donde parece seguirse el camino marcado en la iniciativa futura. Renee Montoya ejerce un nuevo rol (¿se ha olvidado por completo de su labor como Question?) con Chubb y Whitaker (detectives vistos en el posible futuro) interactuando con ella.

Los dramas familiares de Jace son expuestos, sintiéndose forzados y no lo suficientemente atractivos, fomentando el misterio artificialmente tratando de interesar sin terminar de conseguirlo. Papa Lucius Fox encarna al CEO de una gran compañía de forma mucho más acorde a la visión que tiene la ciudadanía de ellos, alejándose de la imagen de hombre afable que los aficionados tienen del antiguo empleado, ahora ascendido. Luke resulta estólido, sufre el recurso manido, explotado y de todas todas desacertado, de colocar un personaje con cierto bagaje editorial, conocido y querido (en este caso no resulta tan sangrante, es Batwing, aunque de seguro tiene más fans que Tim) en favor del nuevo protagonista para que este resulte mucho más valeroso, adecuado y molón según la narración efectuada y la presentación de los hechos. La hermana pequeña, Tiffany, descubierta en un inicio como el mejor personaje del libro, es utilizada para ejemplificar el conflicto entre hermanos destruyendo toda la madurez y determinación que había exhibido en páginas anteriores. Tanya Fox, la madre, puede llegar a ser desalmada, al igual que su marido utiliza el poder convenientemente a sus intereses. Tam Fox, es la hermana más cercana en edad a Jace y es con quien se siente más unido.

El secreto de Jace es expuesto en el capítulo 8 y se agradece, la trama se ha estirado hasta este punto. Era un niño rico, que cometió un terrible error, fruto de su soberbia y estupidez, exaltada por la adolescencia. Tim probablemente no sea el mejor Batman, pero era el mejor Bruce Wayne, multimillonario, egocéntrico y fiestero, solo que él no interpretaba un papel. Un incidente por el que merece un castigo, por cualquiera que no sea su hermano o su familia, el rechazo de Luke no llega a entenderse del todo. Sin embargo, el hecho es lo suficientemente grave como para dotar de un extraño halo al personaje, va a ser difícil empatizar con él, más aún cuando no ha pagado su crimen ante la sociedad. Ridley es muy valiente al darle un trasfondo semejante, la veracidad con la que trata el suceso es demoledora, pero no se muestra inspirado en ciertos detalles. Resulta extraña la reacción y diálogo de Lucius, mezclando riqueza, manipulación y raza, en un discurso de complicada digestión, aunque podemos llegar a entender que son meras excusas para defender a su hijo. El comportamiento de la madre, sin duda igualmente polémico, se entiende mejor. El matrimonio Fox es representado sin escrúpulos, capaces de todo por la familia.

En el plano más superheroico, el próximo Batman tiene en Vol a su propio Oráculo, no como un ser con la capacidad de intuir acontecimientos venideros, sino como lo es Barbara Gordon para la batfamilia. Se desconoce su identidad y la relación que los une hasta bien avanzado el libro, sin definirla, al menos descubrimos como se conocieron. Un camino más a explorar en la serie mensual.

El carácter de serie digital le condena a no ser muy trascendente en lo que cuenta, este tipo de publicaciones suelen ser destinadas a ofrecer trasfondo a situaciones o personajes. Teniendo en cuenta lo poco que sabemos de este murciélago, no está de más una serie que amplifique su espectro. Jace no se pone el uniforme en todo el tomo, lo encuentra en la página final del último capítulo. Supone una lectura accesoria, no indispensable, el personaje ya cuenta con un numero 0 en su serie regular (publicada recientemente en grapa) y un cómic de Estado Futuro que prácticamente sirve de presentación. Están poniendo mucho esfuerzo en presentarlo y con tanto preámbulo pueden cansar antes de empezar siquiera a andar. El próximo Batman se antoja importante en la editorial, más aún tras Dark Crisis (a priori) y la estrategia empleada con él no parece la más acertada.

Del dibujo del primer capítulo se encargan por completo, Tony Akins y Mark Morales a las tintas, el mejor del libro en cuanto al arte se refiere, sin ser excelso. De trazo sencillo, demuestra atención a los fondos, buena narrativa y resulta solvente en cuanto a las viñetas de acción. Travel Foreman colabora en el segundo como dibujante y ya ocupa en el tercero el puesto por completo, eso sí, con las tintas de Morales. De un estilo similar en cuanto a las figuras y rostros, sus fondos no son tan detallados, se advierte una mayor desproporción en los cuerpos y la narración, buena, es algo más estática. John Livesay, Norm Rapmund y Underwood colaboran con las tintas a lo largo del libro. El color de Rex Lokus no destaca, no hay ninguna explosión de color, ni tonalidad distinta, ni ambientación especialmente conseguida, simplemente es correcto, sumiendo definitivamente al arte del cómic en la mediocridad. A esta historia le habría venido muy bien un dibujante más habilidoso o con una marcada personalidad. DC apuesta por el próximo Batman pero no pone toda la carne en el asador. Se puede entender que esta serie digital no obtenga un dibujante top, pero Foreman continúa como encargado de la serie regular, Yo soy Batman.

La nueva serie publicada en grapa es sincera, promete seguir la senda de este tomo, mostrando los progresos de la iniciativa antimáscaras que desemboca en el Estado Futuro del Magistrado y a Jace dando sus primeros pasos como Batman. Quien disfrutara con aquellos cómics disfrutará con estos. Este tomo narra la historia de Jace y la compleja relación con su familia, definiendo a cada uno de los miembros de forma adulta y severa. Una trama dramática, llena de remordimientos, cruda, que trata el poder del dinero y la inmoralidad a la que conduce. Conceptos muy interesantes que no se sienten bien ejecutados, su desarrollo parece no tener ninguna intención por resultar atractivo. Con un dibujo meramente correcto, las virtudes y defectos de la serie pueden ser los mismos para el lector, su originalidad y crudeza son un atractivo y al mismo tiempo provocan cierto rechazo. DC Comics, sin duda, arriesga con este nuevo Batman, por concepto y por ejecución.

Lo mejor

• Los personajes son expuestos sin concesiones.

Lo peor

• El dibujo.

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