Javier Vázquez Delgado recomienda: Nena de John Byrne

Edición original: Babe #1-4 y Babe 2 #1-2 USA (Dark Horse Comics, 1994-1995)
Edición nacional/España: Nena (Aleta Ediciones, 2022)
Guion: John Byrne.
Dibujo: John Byrne.
Entintado: John Byrne.
Color: Matt Webb.
Traducción: Jesús Huguet.
Formato: 160 páginas – color – cartoné. 21,90 euros.

El sabor de los noventa

En 1992 la industria del cómic en USA recibió todo un sopapo en la cara cuando varios de los dibujantes más influyentes del momento, cuyos dibujos estaban detrás de las series más vendidas (apoyadas por la especulación de los lectores), Spiderman, X-Men, Guardianes de la Galaxia, X-Force, entre otras, les llevaron a abandonar Marvel y fundar una nueva editorial, Image, donde poder dar rienda suelta a su aspiraciones creativas, controlando los derechos de sus creaciones, así como de todo el proceso productivo. No este el lugar donde analizar cómo fueron los resultados creativos de las primeras obras, ni cómo evolucionó la editorial que pronto fue la tercera en ventas, sino tan solo es un apunte de lo ocurrido y que puso en marcha otro tipo de resortes que llevaron a otros autores a intentar emular la aventura de Image.

Hubo un movimiento muy importante en DC, con la creación de Vertigo, pero hoy toca centrar la atención en uno que empujó a la creación de un sello, Legend, en el seno de la editorial independiente, Dark Horse (que venía de publicar comics de Star Wars, Alien, Predator y Terminator), auspiciado por nombres tan relevantes como Mike Mignola, Frank Miller, Arthur Adams, Paul Chadwick (el único que venia del cómic independiente) y John Byrne, a los que más tarde se unirían, Walter Simonson, Mike Allred y Matt Wagner.

Un plantel de nombres que impresionaba al aficionado del momento. Crearían sus propias obras, conservarían los derechos de las mismas, pero se desligaban de toda la parte promocional, comercial y de gestión editorial, para trasladar al máximo su creatividad a sus obras.

Bajo aquel paraguas llegaron obras del calibre de Hellboy (Mignola), Sin City (Miller), Concrete (Chadwick), Monkeyman & O´Brian (Adams), NextMen (Byrne). Y toca detenerse en este autor pues su trabajo no solo pivotó alrededor de NextMen, sino que creó todo un universo compartido al que no dejó de añadir nuevos personajes con los que enriquecerlo. Hay que decir que, a modo de gancho comercial, algunas creaciones de otros autores se dejaban caer por la serie, Concrete y Monkeyman, así como Abe Sapien en el cómic que hoy nos ocupa.

Todo empezó con Byrne dejando Marvel (entre comillas pues seguía trabajando para la editorial, así como para DC, en distintas series) con un proyecto bajo el brazo al que no había podido dar forma en la editorial de Spiderman. Las razones, el control creativo que exigía y por tanto recaló en Legend como miembro fundador y puso en marcha toda la maquinaria para conformar el universo de NextMen, donde presente y futuro estarían unidos a través de la novela gráfica 2112. Byrne fue el único creador de Legend que puso en marcha una serie regular dentro del sello y a su sombra lanzó nuevas series limitadas como Danger Unlimited (1993) con historias complemento de la Antorcha de la Libertad (el héroe de la Edad de Oro de su universo). Y en 1994 le llegó el turno a Nena, en forma de miniserie de cuatro entregas, en la que Byrne recicla una vieja idea que tenía desde sus tiempos en Marvel, pero que nunca llegó a materializar y donde reintroduce sus propias ideas ya desarrolladas en su Universo particular de NextMen.

Nena llega a España de la mano de Aleta, que ya publicó recientemente en un solo tomo Danger Unlimited (nueva edición tras la publicada por Norma), y llega en un tomo que recopila la primera miniserie original del personaje, así como su continuación. Lo hace en tapa dura, con un papel que recuerda al que en su día se usaba para publicar estos cómics, y con nueva portada exclusiva del propio Byrne para la edición patria de su obra.

La historia comienza con la aparición de una mujer, que no articula palabra alguna, en medio de la nada, desnuda, sin nada que permita que sea identificada. A partir de este punto toca ir desarrollando una trama que permite ir desvelando el misterio y que sienta las bases del personaje, que goza de una fuerza física enorme y un instinto básico que alude a una moral fluctuante.

Todo seguidor de Byrne se va a encontrar en esta obra todas las herramientas narrativas del autor. Estamos en los 90 y el trazo de Byrne ya ha cambiado, se ha vuelto menos detallado, más estridente, lo que resta calidad visual al conjunto. Un conjunto que se ve sustentado gracias a una trama de desarrollo veloz, sin tregua, en el que todo sucede de manera consecutiva, para que el lector no tenga espacio alguno para el tedio. Un tedio que no aparece hasta que se llega a la lectura de la segunda miniserie, donde ya en 1995, Byrne muestra ya algo más que signos de fatiga. La historia, desvelado ya el misterio inicial, se muestra anodina, sin interés, pues era el misterio el que era capaz de sostener a un personaje de este tipo. Nena se convierte en un trasunto de otras muchas heroínas, con un punto diferenciador, cierto, pero que apenas es explotado en lo que Byrne plantea.

Nena

Con un Byrne guionista a medio gas y un Byrne dibujante ya en horas muy bajas (comparándolo consigo mismo y su producción anterior), lo que tenemos es un trabajo que sirve más como elemento completista para seguidores de Byrne acérrimos, que como obra de valor dentro de la producción del dibujante de Superman. Nena llega demasiado tarde a nuestro mercado y el peso del tiempo le cae como una losa. Ni Byrne tiene ya el valor de antaño, ni la obra logra destacar en algún aspecto 28 años más tarde de su publicación original. Nena no fue concebida para superar el paso del tiempo y queda patente cuando uno acaba de leer esta obra que continúa anclada en 1994 y sin aspectos destacables que logren hacerla interesante al lector de hoy.

Nena completa la producción de Byrne en Legend. Esa es su virtud. Más allá es buscar algo que no hay y que deja claro que el ocaso del autor era ya patente. Un ocaso que el propio Byrne no quería reconocer, pero estaba ya rondando sobre su cabeza cual buitre y que se manifestaba sobre todo en ideas con poco desarrollo y dibujo irregular, muy alejado de su otro gran trabajo en Legend, NextMen, en el que si se siente la motivación de contar algo nuevo dentro del género de superhéroes. Nena es un intento más por expandir su particular universo, pero que queda atrapada en su propio estereotipo, sin saber encontrar una voz propia que la defina como obra.

Lo mejor

• Disponer de una obra más de este autor en nuestro idioma.

Lo peor

• Lo desfasada que se siente.
• El estereotipo en el que se ve encorsetada.



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