Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Must-Have. Thor: Renacimiento
Edición original: Thor 1-6 USA (Marvel Comics, 2007)
Edición nacional/España: Marvel Must Have (Panini Cómics, 2022)
Guion: Joe Michael Straczynski.
Dibujo: Oliver Coipel.
Formato:Tomo en tapa dura. 160 páginas. 15€
El Regreso del Dios del Trueno
«Soy un dios, Stark. Tu eres un simple humano enfundado en un traje de hierro»
Un mes más cargado de novedades y entre ellas, como no podía ser de otra manera, esos tomos Marvel Must Have que contienen historias imprescindibles del Universo Marvel. En esta ocasión, le toca el turno a Renacimiento, el comienzo de la etapa de JMS y Olivier Coipel en Thor, conteniendo este tomo los seis primeros números de dicha etapa.
Como por todos es sabido, los primeros años de la década de los 2000, supusieron toda una revolución en Marvel Comics, compañía que bajo el liderazgo de Joe Quesada, uno de los mejores Editores Jefe que ha tenido la Casa de las Ideas, consiguió no solo salir del pozo de negrura en el que se había encontrado durante casi toda la década de los noventa, si no que dotó a Marvel de grandes obras que devolvieron la fe a los lectores y volvieron a poner a la editorial en boca de todos.
Esto se tradujo en los New X-Men de Grant Morrison y Frank Quitely, en el Amazing Spiderman del propio JMS y John Romita Jr., el Daredevil de Kevin Smith y David Mack seguido por la etapa de Brian Michael Bendis y Maleev, todos ellos una pequeña muestra de lo que llegó a ser Marvel en estos primeros años del siglo actual, repletos de colecciones dotadas de gran calidad.
Sin embargo, en el caso de Thor, el Dios del Trueno se encontraba en el olvido, sin haber terminado de despegar en este nuevo Siglo. A diferencia de otros héroes, corría el año 2007 y apenas si habíamos sabido algo del héroe que otrora fuera un Vengador fundador y uno de los principales personajes de Marvel Comics.
Según a quién se le preguntara, Thor se encontraba en el vacío, un lugar entre mundos en el que descansaba tras el último Ragnarok, sin poder acudir a su amada Midgar ni reunirse con sus compañeros de armas que se encontraban en la Tierra.
Aquel suceso, que no era si no la excusa que tenía Marvel para no sacar a Thor a la palestra hasta no saber muy bien qué hacer con el personaje, sin querer arriesgarse a pinchar en ventas, vino muy bien a JMS quien tras encargarse de Peter Parker, comenzó a hacer lo propio con el Dios del Trueno.
Y quiso la casualidad que Thor regresara en el momento perfecto. Y es que, en Guerra Civil, una de las ideas que había tenido Mark Millar, había sido que Thor tomara parte en la misma, pero no por sí mismo, si no como clon creado por Tony Stark, luchando del lado del bando pro registro.
Esta circunstancia se aprovechaba por JMS al traer a Thor de vuelta, quien en cuanto interactuaba con Tony Stark le dejaba bien claro qué opinaba de su Acta de Registro y de lo que había hecho con su dorado cabello.
Además, JMS sería el autor que marcaría el principio del fin de Donald Blake en el Universo Marvel. La tónica actual y la modernidad no terminaban de conjugar con que un doctor cojo golpeara un bastón contra el suelo y se convirtiera en un Dios, compartiendo espacio con su alter ego, pero no cuerpo. Y es que, como Rick Jones y el Capitán Marvel antaño, estábamos ante dos personajes en uno, por lo que Blake y Thor no eran y nunca fueron el mismo personaje.
Viéndose ya, que desde la etapa de Walter Simonson, el público prefería a Thor antes que a Blake, y desde luego rechazaba esa dualidad que no terminaba de gustar ahora, JMS trajo de vuelta al Doctor Blake una vez más, en lo que sería su última aparición, pues a partir de aquí el buen doctor cada vez aparecería menos, hasta paulatinamente y sin que casi nos diéramos cuenta, desaparecer del mapa Marvelita.
Para que nos olvidáramos de él, JMS nos los trajo de vuelta, despidiendo como se merecía a un personaje que en tiempos había sido tan importante para Marvel como Peter Parker. Su despedida no tiene lugar en este tomo, pero sí su regreso, y es con éste con el que se fragua la salida de la editorial de Blake y de la vida de Thor.
Finalmente, tendría lugar aquí la creación del Asgard de Broxton, Oklahoma, una divertida e interesante idea de JMS consistente en traer Asgard a Midgar mediante su colocación flotando sobre el mencionado pueblo, creándose dinámicas muy interesantes entre los habitantes de Broxton y los Asgardianos, quienes además, no eran los mismos tras su paso por el Ragnarok.
En el dibujo tenemos a Olivier Coipel, quien daría inicio a las aventuras de este Thor del Siglo XXI, poniendo fin a las mismas con Asedio unos años después. Qué podemos decir de Coipel que no hayamos dicho ya. Tanto la calma como la acción son terrenos en los que el dibujante se siente cómodo, consiguiendo transmitir toda la epicidad que un cómic de Thor debe tener a un lector que mira embobado las páginas de esta obra.
Un imprescindible que no debemos dejar pasar.
Lo mejor
• El dibujo de Olivier Coipel.
• La epicidad de la historia mezclada con la cotidianeidad de Broxton.
Lo peor
• Que como tantas cosas en Marvel, este estatus no durara.
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