Javier Vázquez Delgado recomienda: Kengan Ashura, de SANDROVICH Yabuko y DAROMEON
Edición original: Kengan Ashura (ケンガンアシュラ) (Shogakukan, 2012)
Edición nacional/España: Kengan Ashura (Ivrea Editorial, 2022)
Guion: YABUKO Sandrovich
Dibujo: Daromeon
Traducción: Hernán Leguizamón
Género: Artes Marciales
Formato: Rústica. 200 páginas. 8,50€
¡Lucha, Sangra y reviéntalos Ashura!
«¿Cuál crees que es el mejor método para resolver un conflicto?
La violencia.»
Desde Zona Negativa queremos defender la resolución pacífica de conflictos y el entendimiento mediante el diálogo. Ahora bien, en la ficción, ¡que se haga la lluvia de hostias y el torrente de sangre y adrenalina! (Esperemos que a nadie se le de por coger una obra como esta y defender que el cómic promueve la violencia…)
Los autores de esta conocida obra no cuentan con muchas otras a sus espaldas. La más conocida es Dumbbell Nan Kilo Moteru?, serie en la que participó el mismo guionista. Trata de un club escolar femenino de volverse mamadísimas levantamiento de pesas que recientemente ha visto su adaptación al anime y se hizo viral por su premisa tan particular y por los memes del entrenador sacando músculo, o generándolos espontáneamente más bien. Se nota en su justa medida que le gusta introducir toques humorísticos, y todo lo que no pudo soltarse en Kengan Ashura lo hizo en esta.
La historia que nos enfrenta esta vez trata sobre Tokita Ohma, un ferviente luchador con el cuerpo entrenado para la efectividad en el combate y no tanto para la sobremusculación, al que han contratado para ser el campeón de la empresa en la que trabaja Kazuo Yamashita (viejo palillo ahora mánager de Tokita) y reñirse en los combates kengan los cuales al vencer conceden beneficios empresariales sobre otras compañías.
Los combates kengan serían como las justas medievales en occidente, solo que los músculos de los caballos los han absorbido los caballeros y las espadas y lanzas están prohibidas. Una premisa simple y directa como un derechazo a la mandíbula que te dejará el cerebro botando con lo importante, batallas frenéticas con movimientos inverosímiles y cuerpos más mazados que un pulpo en Carballiño.
Toma la decisión arriesgada de poner al más débil y decrépito de los débiles y decrépitos bajo los focos del protagonismo, un salaryman entrado en años que funciona como inexperto en el mundillo del kengan pero experto en las artes marciales, y así hacer todas las explicaciones que sean necesarias de forma más fluida. Alivio cómico y modelo de caras distorsionadas y sobrexageradas típicas del maga que no desentonan en esta serie de excesos al que le regalaron la segunda portada de la serie.
El dibujo aguanta el ritmo de combate en los primeros tomos, llegando a repuntar su stamina a medida que avanza la serie. Con una estética mucho más lúgubre que Baki y más efectos de movimiento y kinestética. En Baki vemos más imágenes estáticas tomadas en el transcurso de una pelea y funciona de la forma que se ve una fuerza arrolladora sobre otra o una técnica depurada sobre otra. Pero en Kengan Ashura las líneas de movimiento inundan las viñetas, haciendo que los torrentes de golpes y la inercia de los cuerpos al recibirlos no dejen apenas espacios en blanco. También abunda en resaltar las expresiones feroces de los combatientes con primeros planos agresivos y con mucho sombreado. Un dibujo cargado pero eficaz como un mataleón. En mi opinión el manga vence con ventaja al anime, el cual abusa del CGI perdiendo en contundencia y la capacidad de impresionar o de asustar de los personajes.
Aunque sea un manga sobre torneos no se parece a los que aparecen en Dragon Ball, Record of Ragnarok o Tenkaichi, pues es más un estilo de El Club de la Lucha. Barriobajero y agresivo que no busca tanto la gloria del combate o el auge de un estilo marcial sobre otro, sino el poder más puro y la fuerza más contundente venga de una técnica depurada o de un cuerpo trabajado sobrepasando el límite humano y la ley cuadrático-cúbica.
La serie es extensa, constará de un total de 27 tomos (28 si llegan a publicar Kengan Ashura 0 en algún momento) donde la temática no se moverá de su cuadro habitual, pero si eres de los que cree que a Dragon Ball le faltaban leches a mano cerrada o si los combates de Baki se volvían un tanto pasados de rosca al ponerse a luchar contra mantis religiosas gigantes y “antepasados” que han luchado contra dinosaurios; Kengan Ashura mantiene el contador de revoluciones alto pero sin llegar a quemar el motor. Recomendadísimo para liberar estrés (el leerlo no el imitarlo y meter caras pa’ detro del cráneo).
Lo mejor
• Dibujo bestialmente bueno.
• Movimiento y combate del más alto nivel.
Lo peor
• En altas dosis termina por ser repetitiva la misma estructura de combates.
• Personajes con trasfondo reducido.
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