Javier Vázquez Delgado recomienda: Harley Quinn #1

Harley Quinn

Edición original: Harley Quinn núms. 1-5 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion:Stephanie Phillips
Dibujo: Riley Rossmo, Sami Basri
Color: Iván Plascencia
Traducción:Guillermo Ruiz Carreras
Formato: Rústica, 136 págs. A color.
Precio: 14,95 €

Harley, psiquiatra y heroína

«El pasado permanece como un pedo en un ascensor abarrotado»

Nueva serie para una de las villanas, antiheroínas más famosa del mundo del cómic. Stephanie Phillips y Riley Rossmo se encargan de este nuevo volumen (que cuenta con muy buenas críticas en su país de origen) dispuestos a convertir a la antigua compinche del Joker en una heroína de Gotham, con una clara intención por parte de la guionista de darle un mayor trasfondo a su perturbada protagonista. Como puede comprobarse en la serie de Batman, con Tynion IV y Jorge Jiménez, el personaje ha pasado a ser un integrante de la batfamilia. En esta colección no se adhiere tanto al disfuncional grupo superheroico y la vemos caminar en solitario en busca de la salvación de Gotham y de los agraviados por el Joker.

Harley Quinn

Harley Quinn comienza su camino de redención pidiéndole perdón a Killer Croc, precisamente. El gigante cocodrilo humanoide trascurre un proceso vital parecido al de la payasa, por lo visto en Escuadrón Suicida, Monstruos de Gotham o incluso en La Guerra del Joker, sería lógico cierta empatía y predisposición por parte del engendro a aceptar las disculpas, pero entonces no habría pelea, ni Rossmo podría demostrar todo el dinamismo que es capaz de impregnar a sus páginas. Phillips probablemente debería haber elegido cualquier otro agraviado. Batman visita a la protagonista, la espera en su apartamento, Harley tiene un mural con su plan, pero el mejor detective del mundo no lo ha visto y le pide a la mujer que lo explique. Dos de dos en una mala caracterización de los secundarios con el fin de mostrar la trama por la que discurrirá el cómic. Es muy habitual en la serie de la rubia loca que los personajes del universo DC cambien o se adapten a las necesidades del guion en pos de favorecer el estrambótico desarrollo de estos cómics o se acomoden al humor irreverente del que hacen gala. Así que sí, este es un tebeo distinto de Harley, pero sigue siéndolo.

Un Hugo Strange caricaturizado es elegido como el villano, todo un acierto. Otro psicólogo supervillano como contrapartida, obsesionado con Batman, como un día lo estuvo Harleen con el Joker. Un enemigo adecuado, sus motivaciones pueden parecer las mismas, pero los métodos empleados dictan mucho de ser similares, ambos competirán por ser el doctor de unos ciudadanos que necesitan ayuda imperiosamente.

Harley Quinn

La protagonista tiene un discurso más común a héroes de Gotham que a ella misma. Su monólogo interior puede recordar al de Batman, justo cuando empieza a hacerlo demasiado, Phillips, toma conciencia de ello y hace un chiste sobre la laringitis del murciélago. Harley no termina de ser reconocible en esta serie, querer convertirse en una superheroína, resarcirse, puede no cuadrar con lo que el común del aficionado espera del personaje, pero es un nuevo punto de partida y puede resultar interesante, aunque la forma en la que se realiza la transición no termine de sentirse orgánica. En la serie de HBO Max esta circunstancia esta mucho mejor ejecutada, la locura y el absurdo, siempre presente, no son obstáculo para ver una payasa más superheroica sin que deje de sentirse ella misma. Bien es cierto que las reglas del universo de la Harley Quinn televisiva ofrecen muchas más facilidades, por mucho que el cómic estire y moldee personajes bajo su criterio, no es un cosmos creado por y para nuestra psiquiatra favorita (en dura pugna con la de Los Soprano) como sí ocurre con la animación.

Lo estrafalario y disparatado se abraza, pero nunca del todo, presente pero percibido como una imposición para la guionista que no se preocupa por si el tono resulta gracioso realmente, pasando de puntillas por los chascarrillos para sumir a Harley en aquello que realmente parece motivarle, la redención. Interesante y novedoso enfoque que sin embargo, tampoco es tratado de forma brillante, sí correcta, pero no es capaz de crear una expectación real por lo que ocurra, más allá de la premisa. Una etapa como la de Humphries, con mucho menos prensa, resulta más acertada en sus objetivos siendo capaz de mostrar el corazón de la protagonista sin que afecte la diversión. Es pronto para valorar esta, y realmente el cómic entretiene, cuenta con resueltos diálogos, muy buen ritmo y el arte de Rossmo seduce a cada página. De momento, el paso a un tebeo más introspectivo y con más poso se siente algo artificial, sin indagar las posibilidades en toda su dimensión. Una serie con muchísimo potencial, todavía por explorar.

El personal trazo de Riley Rossmo puede que no guste a todo el mundo, pero goza de un desenfadado estilo que viene como anillo al dedo a la gimnasta doctora. El dinamismo del que dota las páginas es sensacional entregando muy buenas escenas de acción, con una composición de página que fomenta el movimiento. En viñetas sin batalla también resulta muy estimulante gracias a su sentido del humor, sus lápices son muy divertidos, con definidas expresiones faciales y lenguaje corporal propio para cada personaje. Harley está muy viva con Rossmo, original, alegre y singular, es una de las mejores representaciones del personaje que se aprovecha de un dibujo único. El color de Plascencia, que define muy bien cada escenario, es la guinda perfecta al pastel de un arte muy sugestivo y dinámico.

Harley Quinn

Este nuevo comienzo para Harley Quinn trata de rebajar el tono Deadpool del que acostumbra a nutrirse el personaje (sin descartarlo totalmente, se sigue valiendo de él cuando lo necesita) y embarcar a la psiquiatra en un viaje vital de expiación donde la mujer trata de ayudar a Gotham, a todos aquellos que han sufrido bajo su bate o especialmente a los influidos por el Joker. La gestión de los momentos cómicos y serios no termina de ser la mejor, pero este comienzo resulta lo suficientemente atractivo para seguir la serie y ver dónde consigue llegar Harley en su intento por convertirse en heroína. Rossmo está soberbio, le da un aire muy adecuado a la serie, convirtiéndose en el principal reclamo.

Lo mejor

• Riley Rossmo.

Lo peor

• No explota todo su potencial.



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