Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Must Have. Invasión Secreta
Edición original: Secret Invasion 1-8 USA (Marvel Comics, 2008)
Edición nacional/España: Marvel Must Have. Invasión Secreta (Panini Cómics, 2021)
Guion: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Leinil Francis Yu.
Formato: Tomo en tapa dura. 240 páginas. 15€
La Invasión de los Ladrones de Cuerpos
«Él te Ama»
Marvel Must Have es esa línea de Panini Comics que resulta imprescindible para casi todos los posibles lectores de sus tebeos. Para los que ya peinamos canas, porque siempre va a existir un clásico, o u evento que en su momento no adquirimos en papel por mil y una razones posibles.
Para los nuevos lectores, porque todos los cómics integrantes de esta línea, constituyen un viaje muy fácil y sencillo por la historia más reciente de Marvel que hacen muy amigable el saber en qué consiste este universo y cuáles son los sucesos más relevantes del mismo con la lectura de unas cuantas obras seleccionadas.
En este caso, llega este Marzo de 2022 a esta línea la reedición de Invasión Secreta, el evento del año 2008 en el que Brian Michael Bendis y Leinil Francis Yu narraban qué ocurría cuando los Skrull conquistaba el planeta tierra de la forma más sibilina posible.
El planteamiento es genial y promete muchísimo: Si los Skrull han sido desde el origen de Marvel como universo de ficción, una raza alienígena que se la tiene jurada a la humanidad, y si entre sus habilidades figura la de cambiar su aspecto por cualquier otro, no hay que ser muy listo para pensar en una invasión en la que los Skrull llevan infiltrados entre nosotros unos cuantos años, preparándose para lanzar su ofensiva final contra la raza humana.
No hay que ser muy listo pero, solo Bendis lo fue. Y es que este autor, es capaz de sacar oro puro de conceptos marvelitas que otros autores nunca aprovecharon como se merecía. No hay más que ver lo que Bendis hizo con el Hombre Púrpura en Alias, y siempre resultará chocante que a nadie antes que a él se le ocurriera utilizar así a un personaje con tanto potencial.
Pues efectivamente, lo mismo ocurre en este cómic con los Skrull. Bendis supo situar muy bien el evento. En un Universo Marvel en el que las cicatrices de la Guerra Civil Superheroica todavía están frescas, sus héroes están divididos, sin que terminen de confiar los unos en los otros, por lo que se generaba el caldo de cultivo perfecto para elevar a potencias de diez dicha desconfianza metiendo topos alienígenas entre las filas de los grupos superheroicos más representativos.
En Nuevos Vengadores, también de Bendis, se abría la veda, con esa Elektra que al morir demostraba no ser humana. El olfato de Lobezno no había olido a Skrull. Los telépatas no habían detectado nada. Los alienígenas verdes de barbilla arrugada estaban entre nosotros, y podían ser nuestro vecino, nuestra pareja, nuestra familia… el conflicto estaba servido.
Además, por si los lectores menos veteranos tenían problemas a la hora de identificar lo peligroso de la amenaza Skrull, Bendis había decidido por continuidad retroactiva (su técnica narrativa favorita solo por detrás de la narración descompresiva) volver a los tiempos de la guerra Kree-Skrull, con sus Iluminati recién formados haciendo una visita a la capital Skrull para dejar claro (con hostilidad y violencia mediante) que no se jugaba con los humanos ni con el planeta tierra.
Esto hacía que los Skrull se la tuvieran jurada a Los Vengadores, planeando una ofensiva mayor e indetectable durante años que cristalizaba en las páginas de Invasión Secreta,
Pues bien, con todo este planteamiento tan interesante, el evento en sí mismo tenía que haber sido de los más recordados de la editorial y de los más entretenidos de leer y sin embargo… no lo fue.
Pasados los dos primeros números de la serie, todo se sucede en unas cuantas batallas sin sentido y en la revelación de algunos personajes como Skrulls (la mayoría poco relevantes por quiénes eran o porque siendo importantes hacía tiempo que no hacía nada de trascendencia en ningún cómic).
El final del evento resulta igualmente apresurado y ramplón, si bien la participación de Norman Osborn fue lo que suscitó una de las épocas más interesantes del Universo Marvel reciente, la del Reinado Oscuro que como tónica a seguir por las colecciones venideras todavía hoy trae cola.
Y es que, como siempre ocurre con Bendis, las ideas son buenas, las premisas impactantes, pero su desarrollo suele ser mejor aprovechado por otros.
Respecto del dibujo, éste no ayuda precisamente, y es que Leinil Francis Yu, quien para este redactor no es tan mal dibujante como muchos consideran, aquí realiza uno de sus peores trabajos, en el que se notan las prisas de las fechas de entrega, que cristalizan en unas batallas superheroicas sin expresividad que dejan mucho que desear en lo que tenía que haber sido el gran crossover de 2008, especialmente por lo ambicioso de su propuesta.
Un Must Have más que se va para casa.
Lo mejor
• La premisa inicial.
Lo peor
• El dibujo de Leinil Francis Yu.
• El desarrollo de la obra.
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