Javier Vázquez Delgado recomienda: Universo Ultimate: primera parte
Universo Ultimate primera parte
La continuidad del Universo Marvel puede haber sido el punto fuerte de la Casa de las ideas, pero también es su talón de Aquiles. Llegó un momento en el que Spiderman, Patrulla-X, Vengadores y Los Cuatro Fantásticos se habían convertido en franquicias cuyo seguimiento e historia era de enorme complejidad.
En líneas generales las ventas no eran las de antaño puesto que un lector novel se asustaba al tener delante una colección que podía llevar tranquilamente a sus espaldas 400 entregas. La solución fue lo que en varias entregas iremos analizando poco a poco.
Un reinicio es delicado puesto que la editorial puede exponerse a perder lectores veteranos. Claro, el problema radica en que lo que hasta la fecha ha sido una franquicia potente en ventas, por ejemplo, la Patrulla-X, de la noche a la mañana muere de éxito.
Una franquicia puede en pocas entregas volverse obsoleta o tan compleja que haga imposible el seguirla. Actualmente estamos volviendo a oír voces que al igual que hace 20 años piden que se haga borrón y cuenta nueva. De esta forma podemos llevar a los personajes a sus orígenes, pero siendo actuales. DC Comics lo hizo con New52 y no fue un acierto. Se trata de una vía muy, pero que muy, arriesgada.
Ultimate Marvel fue un experimento editorial lanzado por Marvel Comics. La idea era simple: lanzar varias series de cómics donde todos los personajes famosos de Marvel son jóvenes de nuevo y comienzan sus aventuras en la actualidad.
Ultimate Spider-Man y Ultimate X-Men fueron la punta de lanza con equipos creativos potentes. De esta forma el anzuelo estaba listo y buscaban a ese lector que no tenía que echar la mirada atrás para poder enterarse de lo que es estaba narrando.
Marvel Comics estaba en alerta roja vísperas del experimento Ultimate. En 1993, las ventas anuales combinadas de cómics de todas las editoriales habían estado cerca de los 1000 millones de dólares; en 1999, ese mismo número era un microscópico 270 millones. En 1989, Batman fue la película más comentada en Estados Unidos; en 1999, el desastroso Batman & Robin había echado por el retrete este taquillazo y franquicia cinematográfica.
En 1999, después de años de dominio en la publicación de comics, la Casa de las Ideas perdió su primer lugar en el mercado de la industria y vio a su rival, DC Comics, tomar el trono.
Los motivos de semejante declive fueron muchos y variados: el colapso de una burbuja de cómics, deserciones de sus mejores artistas, y una total falta de creatividad. Ya en este artículo comentamos un poco lo ocurrido. Pero el problema se agravaba con la situación que he contado. Había tanta historia detrás de cada personaje que el lector se echaba para atrás a la hora de hacerse con una colección.
Y un día, en medio de esta situación, un extraño entró en la Casa de las Ideas. Era un completo desconocido en el mundo de los cómics. Ante la sorpresa de todos fue puesto a cargo de la dirección editorial de Marvel en 2000. Me estoy refiriendo a Bill Jemas.
El nuevo editor jefe no soportaba que se publicasen historias en las que un adolescente fuese incapaz de enterarse de lo que se estaba aconteciendo porque tenía que ser conocedor de una historia previa que se había producido hacía 20 años.
Bill Jemas odiaba esta situación; llegó a manifestar que se estaban «publicando historias que eran casi imposibles de leer para los adolescentes, y además inasequibles». Y con este hándicap el nuevo editor en jefe tuvo una idea, nacida de una sugerencia que dicen le dio el director ejecutivo de Wizard: «convertir a nuestros héroes de mediana edad en adolescentes». En otras palabras un reinicio.
Por supuesto, a tiro pasado sabemos que fue un éxito, pero podría haber sido una debacle. Marvel Comics necesitaba talento fresco y relativamente joven para escribir este reinicio. Se trató de un movimiento muy arriesgado, y los precedentes no avalaban la idea. DC había hecho algo similar con su evento «Zero Hour» en 1994 con resultado de caos y confusión para los lectores. Marvel tenía aún el regusto de su evento «Heroes Reborn» en 1996 el cual no solo la agotó financieramente sino que recibió críticas demoledoras.
Afortunadamente, Marvel tenía en su plantilla un editor encantador, recién nombrado, con respetado en el mundo de los cómics independientes: Joe Quesada. El editor se encargó de buscar a los talentos necesarios y Bill Jemas de conceptualizar esta iniciativa. En ese momento la idea que circulaba era la de “Ground Zero”, luego se descartó.
El nuevo editor optó por una premisa simple, una nueva serie de Spiderman y una nueva serie de la Patrulla-X. Ambas series se desarrollarían en la actualidad y los personajes serían todos jóvenes. Una premisa sencilla, sin explicaciones sobre por qué, sin justificaciones sobre viajes interdimensionales, nada. Solo historias donde los arquetipos más básicos estaban en su lugar, es decir una araña (esta vez modificada genéticamente) picaría a Peter Parker y los mutantes vivirían aventuras en un mundo que los teme y los odia. Bill Jemas fue inteligente y visto el “éxito” de otras propuestas dejó activado un cortafuego contra el fracaso: Marvel continuaría publicando las series existentes de Spiderman y Patrulla-X como si no pasase nada.
Las nuevas historias se iban a desarrollar en otro universo ficticio, y si esas historias no se vendieran, Marvel podría simplemente cancelarlas sin afectar la continuidad general existente. No había ninguna razón para no darle una oportunidad.
Jemas y Quesada no recuerdan cómo se les ocurrió el nombre «Ultimate» pero vino para quedarse. La presión iba en aumento puesto que debían lanzar Ultimate Spider-Man y Ultimate X-Men para finales de año. Pero a medida que pasaban los meses, la búsqueda de talentos se convirtió en una pesadilla.
Fue entonces cuando Joe Quesada hizo una llamada de teléfono que supuso el momento clave para el definitivo impuso a esta línea. Brian Michael Bendis fue el guionista al otro lado del teléfono, y el resto es historia viva del cómic.
En ese momento, Bendis era un artista independiente sin excesivo éxito a nivel de ventas. Así que se sorprendió cuando Quesada se puso en contacto con él y le dijo que presentase una historia sencilla del trepamuros donde Peter Parker era un adolescente como si se hubiese creado en ese momento. Bendis sabía que tenía que evitar un enfoque cercano a lo que se nos había ofrecido por Stan Lee y Steve Ditko.
El guion de Bendis, y así sería al tono de la serie en adelante, presentaba cerca de 45 páginas sin que apareciese Spiderman. Un jovencito Peter, creíble, que hablaba de forma cercana, coloquial, como un adolescente del año 2000 vivía su vida con sus tíos hippies y sufría como cualquier chaval de la época en su instituto. ¿Cómo narices iba a vender un cómic donde en 45 páginas sólo había diálogos y más diálogos sin que hubiese una pelea con Electro?
Los minoristas se mostraron escépticos. El primer número debutó en el puesto 15 de las listas de ventas mensuales de septiembre de 2000, vendiendo unas modestas 54.407 copias. Pero Jemas tenía un plan.
Se procedió a la distribución de millones de copias en cadenas de tiendas como Payless Shoes y Walmart. Los principales medios de comunicación dieron el apoyo a Jemas. «Una de las representaciones más emocionante de la adolescencia en los cómics», escribió Entertainment Weekly sobre la serie). El boca a boca empezó a funcionar y las ventas aumentaron constantemente.
Finalmente, en diciembre, Ultimate Marvel llegó a la cima de las listas de ventas de cómics. Pero no fue con Ultimate Spider-Man. El primer cómic Ultimate que catapultó la línea sorprendentemente fue Ultimate X-Men, que vendió la asombrosa cifra de 117.085 copias ese mes.
La versión Ultimate de los Mutantes se había retrasado dado que no se encontraba al equipo idóneo. La cosa pintaba fea, es más, el planteamiento de Bendis para esta serie fue rechazado. Por azares de la vida la elección final para esta serie fue un escoces. Mark Millar había llegado y nada sería igual.
Continuará…..
Brian Michael Bendis
Brian Michael Bendis no fue la primera opción para escribir Ultimate Spider-Man. Howard Mackie lo rechazó previamente. Los hados estaban de nuestra parte y la historia del cómic dio un paso en firme al futuro.
En ese momento, Bendis era un escritor aclamado pero desconocido. El de Cleveland se percató de que los editores estaban más interesados en sus guiones que en sus lápices. Alrededor de 1997, se mudó a Image. Fue marcando territorio y empezó a adentrarse en este con dos spin-offs de Spawn, y Powers. Este último un proyecto con Mike Oeming sobre policías en un universo de superhéroes.
De hecho, comenzó como artista, trabajando como dibujante de caricaturas. Eventualmente comenzó a contar historias de crímenes, tanto dibujando como escribiendo series, como Fire, A.K.A. Goldfish y Spunky Todd para Caliber Comics. Su primer éxito fue Jinx, basado en El bueno, el feo y el malo. Se trataba de una actualización en clave de historia noir en lugar de un western.
Bendis comenzó a escribir Daredevil en 2001, que en ese momento estaba bajo el título Marvel Knights. Bendis escribió alrededor de 55 números, todos con importantes y relevantes aportaciones, como la revelación de la identidad secreta de Daredevil y la reintroducción de Kingpin.
Su contribución a Daredevil fue tan grande que incluso fue nombrado en la película Daredevil de Kevin Smith, junto con Frank Miller y David Mack. Sin embargo, lo que realmente puso al de Cleveland en el centro de mundo fue su aportación en el Universo Ultimate. Si os dais cuenta años después cuando se decidió poner fin a esta Tierra una de las portadas alternativas contaba con una ilustración de Scottie Young de Bendis con sus creaciones.
El guionista fue la mente maestra detrás del título más exitoso, Ultimate Spider-Man, siendo la única serie que perduró más allá de Ultimatum debido a su popularidad. Bendis también escribiría para Fantastic Four, X-Men y Team-Up, así como para otras miniseries.
El guionista dejó una huella muy profunda en el Universo Ultimate. Sus más de 160 números de Ultimate «Peter Parker» son irrepetibles. No ha sido una errata hemos señalado Peter Parker con intención. Esta colección consiguió plasmar un creíble Parker del 2000, y en muchas ocasiones pesaba más la vida social del héroe que su vertiente super heroica. Fueron años maravillosos e intensos.
Junto con Mark Bagley que dibujó 110 números, consiguió el record de permanencia, superando a los Cuatro Fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby. No solo eso, que ya es por si un logro, sino que además esta versión de Peter Parker en los cómics Ultimate se convirtió en un referente y un modelo a seguir en el cine y televisión, por ejemplo. Existe una influencia obvia la serie animada Ultimate Spider-Man, mientras que en las películas de Marc Webb y Andrew Garfield se hace uso de importantes aspectos como por ejemplo Peter investigando las misteriosas muertes de sus padres científicos.
Bendis se convirtió en un pilar indiscutible en la Marvel de 2000. A la vez empezaría su carrera en Daredevil, y lanzaría la línea MAX con Alias. No solo eso, sino que además desarrolló una de las carreras más largas en la historia de los Vengadores.
Eventos House of M, Secret Invasion, Siege y Avengers VS X-Men se construirían a partir de estas semillas que fue plantando el de Cleveland. Fue valiente, aunque luego se apagó pronto si vela, al traer a los cinco X-Men en All-New X-Men. La idea fue muy buena, ya que ver a las versiones adolescentes de la Patrulla-X asustadas en lo que se habían convertido como adultos fue colosal. El error fue alargar en exceso esta idea que al final explotó.
Guardianes de la Galaxia fue revivida, con muchos detractores, pero es innegable que incluso su versión influenció la versión cinematográfica. En Iron Man presentó a Riri Williams y el plato fuerte no solo creó a Miles Morales sino que lo trajo al clásico Universo Marvel. Bendis fue prolífico dentro de Marvel Comics y ¿podríamos decir que estaría al nivel de Roy Thomas y Chris Claremont? Lo dejó ahí para la reflexión.
Bendis fue muy valiente ya que el primer número tenía 48 páginas y Peter Parker no usaría el disfraz hasta el final del tercer número. Ojo con la cuestión porque la opción era arriesgada. Bendis y Bagley sabían des u capacidad y podían dar un giro al orígeb de uno de los superhéroes más famosos desde una profundidad nunca experimentada.
Tal vez las cosas hubieran sido diferentes si Howard Mackie hubiera sido el escritor de Ultimate Spider-Man # 1. Pero nunca se sabrá. Lo cierto es que Brian Michael Bendis y Mark Millar se convirtieron en escritores estrella y esto no fue más que el principio.
Mark Millar
Mark Millar era un importante escritor antes de que se le pidiera que escribiera Ultimate X-Men. Había trabajado con Marvel en varios proyectos antes de ser elegido para escribir una versión renovada y moderna del Universo Marvel.
La elección de Millar dado su estilo de escritura orientado al blockbuster teóricamente atraería a muchos lectores nuevos. Si bien el propio guionista admitió que no era fan de los mutantes.
Marvel sugirió que el guionista viera la película X-Men de Bryan Singer antes de hacer su propuesta sobre la serie. Con poco bagaje y poco conocimiento de la historia de la Patrulla-X Millar salió airoso con 35 números. Tampoco fue muy difícil ya que partía de cero, y hoy día Jonathan Hickman ha hecho lo mismo, puesto que por todos es sabido que se ha pasado por el arco del triunfo la rica historia de muchos personajes emblemáticos de la franquicia y de su pasado.
El enfoque de Millar fue un éxito a nivel comercial, sin embargo, como todo en la vida, tuvo sus detractores, puesto que los fans incondicionales de la Patrulla-X rechazaron esta versión alternativa. En las páginas de esta nueva colección no reconocían a sus mutantes.
La primera historia comienza de una manera que será una propuesta de cara al tono de esta versión de la Patrulla-X. Ver un centinela disparar a varios mutantes sin medias tintas supondrá dejar bien claro que se tomarían los conceptos del Universo Marvel mucho más en serio y en un tono alejado de la ingenuidad de las historias forjadas en los años 60. La Hermandad de Mutantes es mucho más letal y más cercana a un grupo terrorista. Millar formulará una acusación mordaz de la cultura estadounidense: la respuesta de Estados Unidos es violenta e irracional, y no hace distinciones de una minoría racial como lo es la mutante.
A partir de esta cruda descripción Millar se va separando progresivamente del universo principal de Marvel. Magneto no solo está apuntando activamente a civiles inocentes, sino que su actitud es más la de cercana al radicalismo e incluso no se va a identificar como humano. La mayoría de los escritores y personajes del Universo Marvel tratan a los mutantes como humanos con superpoderes, son la siguiente etapa de la evolución, no una especie separada. Pero Magneto no se ve a sí mismo ni a los mutantes de esta forma.
Ahí no quedará el matiz, puesto que incluso Xavier se refiere de manera similar a los no mutantes como humanos y expresa una disociación similar con los humanos.
Sin embargo, será la caracterización de Lobezno la que supone a todas luces el toque osado del guionista escoces. Desde el comienzo es caracterizado como un personaje oscuro debido a las cicatrices de ser torturado por Arma X las cuales lo convierten en un ser carente de empatía o compasión. Dentro del Universo Marvel tradicional Lobezno fue concebido como ese personaje oscuro, rebelde y violento, pero Millar va mucho más allá y lo trata como el renegado del grupo cuya naturaleza impredecible y rebelde hace imposible confiar en él. Incluso se jacta de seducir a Jean Grey ante la impasibilidad de Scott Summers. En definitiva la nobleza que tan bien plasmó Chris Claremont desaparece en esta versión.
A diferencia de Bendis, por ejemplo, sus personajes son muy lineales. De tal forma que nos encontramos con adolescentes tipo, “super guays” y forzados. Su caracterización de los adultos tampoco es la panacea. Por ejemplo, la versión de Lobezno trivializa, y mucho, que estemos delante de una cría como Jean Grey y el personaje se lance a por ella. Xavier se queda en eso, un señor muy arrogante, pero es tan anodino que no es capaz de ampliar miras con las posibilidades que puede dar un personaje que entra en tu mente y puede saber todo sobre ti. Y luego está Magneto. Quizás el villano filosóficamente más interesante en el panteón de los cómics. Bueno, pues Millar lo reduce a un lunático delirante. El guionista está más interesado en impresionarnos que en el ritmo o la narrativa. Todo parece suceder simplemente porque tiene que suceder para que encaje en lo que quiere contar.
No digo que la etapa de Millar en Ultimate X-Men deba dejarse sin abrir en la estantería. Más lejos de la verdad. Debemos saber que tenemos delante un tipo específico de producto, divertido, bien empaquetado, gráficamente espectacular, pero no olvidemos quién lo guioniza. El guionista se apoyará en Adam Kubert, y en su hermano Andy, los cuales hicieron un trabajo muy bueno a nivel gráfico.
En definitiva, a pesar de lo que se menciona, esta colección mutante no puede pasar desapercibida y hay que leerla. Un blockbuster palomitero que no debe darnos alergia puesto que a fecha de hoy también nos tragamos otras series de esta naturaleza y nadie dice nada porque las hace un tal Donny Cates.
Ultimate Marvel Team-Up: ¿merece la pena?
Ultimate Marvel Team-Up fue un extraño experimento dentro del experimento Ultimate. Escrito por Brian Michael Bendis fue ilustrado por dibujantes de nivel.
Esencialmente se trató de un escaparate de artistas que suponía una mirada un poco más profunda a aquellos aspectos que no se podían tratar en las series principales. Cierta amplitud de miras al entonces incipiente Universo Ultimate.
Debido a su naturaleza, Ultimate Marvel Team-Up fue algo inconexa, donde la calidad variaba ostensiblemente, si bien merece la pena echarle un vistazo, y no porque se incluya en el coleccionable de Salvat, sino porque permite ampliar el contexto de esta línea de cómics.
Bendis construye un conjunto de historias independientes, de lectura fácil y muy digeribles. En lugar de una sola historia, el de Cleveland trató la serie como un recorrido relámpago por el Universo Ultimate, presentándonos personajes como Hulk, Viuda Negra, Tony Stark e incluso Man-Thing.
Guiños a la continuidad Marvel como por ejemplo ese combate con Hulk que evoca a la clásica historia de Nothing Can Stop the Juggernaut. Vamos a comprobar que las primeras historias son un claro ejemplo de lo que el guionista pretende, Lobezno con arte de Matt Wagner, Hulk con arte de Phil Hester y Ande Parks, y Iron Man con arte de Mike Allred. Sencillez, grandes autores y una visión un poquito más amplia de este Universo.
El punto negativo de este «Marvel Team-up» Ultimate fue que se trataba de historias sin mucho sentido. Estas historias se sentían como una excusa para que Spiderman conociera al resto del Universo Marvel. Es decir, un encuentro básicamente sin sentido, una pelea y luego cada uno por su lado. Sin embargo también hubo alguna perla como X-Men (Chynna Clugston-Major) y Shang-Chi (Rick Mays, Jason Martin). Incluso la historia de Punisher/Daredevil ilustrada por Bill Sienkiewicz es de lo más destacado de esta colección.
A pesar de lo expuesto no debemos desdeñar la serie, y debemos valorarla como un conjunto dentro de un Universo que en sus inicios jugó con las expectativas de los lectores y consiguió lo inesperado. Por tanto la respuesta es: SI merece la pena.
La colección
Entre manos tenemos una grandísima colección de la mano de Salvat, por su calidad y lógicamente por su número elevado de entregas. En principio hablamos de 60 volúmenes que juntos y bien colocaditos en la estantería reforzada con adamantium permiten ver un precioso mural con todo el Universo Ultimate.
Volúmenes que conforman sagas completas y seguidos e intercalados con cada una de las series que fueron naciendo, creciendo y muriendo mientras duró esta línea.
Muchos ya tenemos todo lo que se publicó, bien en grapa, bien en tomitos que Panini Comics ya publicó en otra colección. Si bien esta bonita edición es un plus. Ese toque de calidad es debido fundamentalmente al encuadernado, contendido y calidad de las páginas.
Las primeras entregas, e imagino que las que vengan después, contienen información, artículos, páginas, portadas que siempre gusta revisar, degustar o leer como algo adicional y enriquecedor.
De momento has salido entre tres y cinco entregas. A lo largo de este año intentaremos darle un recorrido a la línea e iremos dando pinceladas a aquello que vayamos considerando de importancia puesto que ya en ZN hemos ideo desgranando muchas de estas obras y por no ser reiterativos haremos un análisis distinto.
Esa escena que nos dejó impactados
Aparece el Duende Verde, según Juanjo Carrascón
Os puedo asegurar que cuando vi a Norman Osborn sabía que veríamos a El Duende Verde, pero ni de lejos la versión que se plasmó en las páginas de Ultimate Spider-Man. Para mí, veterano lector, supuso una ruptura total del concepto visto hasta la fecha. La imagen transmitía poder, terror y era a todas luces muy pero que muy impresionante. En definitiva que me encantó. Era tan rupturista que desde luego o la odiabas o la amabas.
Para Peter se convirtió en una némesis que en el universo tradicional se había difuminado en el curso de los años. El Duende en tiempos de Stern había ocupado ese puesto pero también perdió fuelle. Ya no daban miedo, ya no imponían. Y de repente esta brutal versión que no se alineaba con ninguna vista hasta la fecha.
Lo que Peter nunca llegó a comprender en ese momento fue cuan importante iba a ser este monstruo en su vida, y tampoco nosotros lectores noveles en este nuevo universo.
Muchas cosas podríamos destacar de estas primeras entregas del trepamuros pero me decanto indudablemente con esta página donde se presenta una verdadera y terrible amenaza que marcará el destino de Spiderman para siempre.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario