Javier Vázquez Delgado recomienda: Bleed Them Dry, de Eliot Rahal y Dike Ruan
Edición original: Bleed Them Dry: A Ninja Vampire Tale #1-6 USA (Vault Comics, 2020 – 2021)
Edición nacional/España: Moztros, 2022)
Guion: Eliot Rahal (historia de Hiroshi Koizumi)
Dibujo: Dike Ruan
Color: Miquel Muerto
Traducción: Ariel Albinati
Realización técnica: Yasmín Govoni y Germán D’Agostino
Formato: Tapa dura. 164 páginas, color. 15,00€
Una katana contra dos colmillos
Si hablamos de actores a seguir del panorama comiquero USA, Vault Comics es uno de los nombres más interesantes que se pueden encontrar. Obviamente no estamos hablando de una marca de primera fila como Image o BOOM! Studios, pero la editorial de los hermanos Wassel comenzó a llamar, y mucho, la atención hace ya unos pocos años gracias a un catálogo que con pasito tranquilo pero firme ha logrado crecer y atraer a autores a tener muy en cuenta. En España Hidra nos hizo pensar que se encargaría de traernos un buen puñado de sus obras tras algunas licencias tan interesantes como la maravillosa Costas Salvajes, pero su errático ritmo de publicación nos dejó con un agujero en el pecho y pocas esperanzas de que le siguieran el ritmo a sus estrenos como se merecía. Sin embargo, Moztros llegó, y no solo con Rangers y Valiants: Vault también tenía hueco en sus planes. En su calendario inicial de lanzamientos la joven editorial nos sorprendió y alegró con la presencia de dos de sus títulos, Money Shot y Bleed Them Dry. De una os hablamos hace una semana, y de la otra os contamos hoy nuestras impresiones.
Estrenada originalmente en 2020, Bleed Them Dry nace como un curioso proyecto transoceánico cuya semilla surge de la mente del productor japonés Hiroshi Koizumi. Este, interesado en unir la cultura japonesa con otras mitologías, propondría una idea que mezcla vampiros con ninjas a su colega F.J. DeSanto, neoyorquino también dedicado a la producción. DeSanto sería el nexo de unión entre Koizumi y Vault Comics, editorial donde no solo había colaborado, sino que había hecho sus pinitos como guionista en la serie Failsafe. A partir de ahí comenzaría la búsqueda de un equipo creativo que pudiera darle forma al concepto base y convertirlo en una historia en viñetas.
El elegido para el guion sería Eliot Rahal, un autor con poca proyección pero que ya se había podido hacer notar gracias a sus trabajos en cabeceras de Valiant como Ninjak o Quantum + Woody, pero sobre todo por la magnífica Hot Lunch Special, creada junto a Jorge Fornés para Aftershock. En el lado de los lápices nos encontramos con Dike Ruan, artista chino afincado en Italia que en los últimos años se ha hecho un hueco en el mainstream pijamero gracias a sus trabajos para Marvel en Shang-Chi o Spiderman. Por último, el color de la obra viene firmado por Miquel Muerto, artista barcelonés que se encuentra en un gran momento con trabajos de la talla de Hay algo matando niños o Radiant Red.
Bleed Them Dry nos lleva hasta el lejano año 3333, en una Tierra futurista asolada en el pasado por la destrucción y de la que solo resta una gigantesca ciudad llamada Asylum, donde vampiros y humanos conviven en aparente armonía. Sin embargo, muchos chupasangres están apareciendo asesinados, y cuando la detective Harper Halloway comienza a investigar la posible presencia de un asesino en serie de vampiros, se topará con una cadena de descubrimientos que le mostrarán que la historia que todos creían conocer no está tan cerca de la verdad.
Bajo este planteamiento arranca la historia que nos ha traído Moztros, una serie (por el momento) autoconclusiva en la que nos encontramos con un buen puñado de referentes como Blade Runner o (valga la redundancia) Blade, que se funden para crear una historia en la que Eliot Rahal trata de unir el terror y la acción con la ciencia-ficción distópica y el noir. Y con una mezcla de tantos elementos, sucede algo lógico, y es que según el que miremos encontramos una mejor o peor ejecución a nivel de guion. Vaya por delante que Bleed Them Dry es una serie entretenida; el ritmo del tomo es dinámico y la acción está muy presente en todos los números, por lo que nadie se aburrirá mucho con ella. Sin embargo, se notan ciertas carencias en cuanto a la construcción de su universo y su argumento. El concepto resulta muy interesante y atractivo (a quién no le gusta un buen ninja vampiro), pero el guion se queda algo escaso a la hora de sumergirnos en Asylum, en su contexto y en su pasado oculto. Lo mismo sucede con los personajes protagonistas, que si bien parten de una presentación interesante, no terminan de contar con un desarrollo lo suficientemente profundo como para que lleguemos a empatizar con ellos demasiado.
Más que meternos de lleno en la historia, parece que simplemente la presenciamos sin conocer todos los detalles suficientes para que nos importe de verdad. Desde mi punto de vista, la obra quiere abarcar demasiada complejidad argumental para una historia de seis números, y quizás lo que le habría venido mejor habría sido un desarrollo algo más pausado a lo largo de, al menos, un par de tomos más. Especialmente porque donde sí se notan los puntos fuertes de Rahal es en sus fluidos diálogos y su buen manejo del pulso cuando la historia camina por los senderos del género noir. Aquí es cuando se le nota más cómodo (algo nada sorprendente viendo su magnífico trabajo en Hot Lunch Special), y a buen seguro que con algo más de espacio habría podido manejar la presentación del universo de Bleed Them Dry sin necesidad de ir tan atropellado.
En el apartado artístico cabe destacar que el trabajo de Dike Ruan y Miquel Muerto logra un resultado de muy buen nivel en general. El artista chino nos deja unas páginas donde la narrativa es fluida y dinámica. No posee un estilo especialmente diferencial, pero se nota mucho en él la influencia del género superheroico, algo que a esta historia le sienta muy bien. En ocasiones se echa en falta un mayor desarrollo en los fondos, pero a grandes rasgos cumple con soltura. No menos se puede decir de Miquel Muerto, cuyo desempeño en el color está al nivel que nos viene demostrando en sus otros trabajos. El artista catalán sabe adaptarse muy bien al escenario y se decanta por unos tonos suavizados bañados por la presencia habitual del azul y el rojo, que sintetizan a la vez tanto los neones de la futurista ciudad como la presencia de los vampiros en la historia.
En definitiva, Bleed Them Dry es una obra dinámica, con un buen trabajo artístico y con un planteamiento interesante, pero a la que le falla la excesiva ambición de una trama que resulta algo atropellada y densa para su reducida extensión. En cualquier caso, sigue siendo una buena noticia su llegada, no tanto por ella en concreto como por ver que Vault sigue asomándose cada vez más en nuestro país.
Lo mejor
• El dibujo de Ruan y Muerto resulta dinámico y atractivo.
• Los momentos de calma en los que se distingue al Rahal más noir.
Lo peor
• El guion trata de contar demasiado en pocas páginas, resulta demasiado atropellada.
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