Javier Vázquez Delgado recomienda: Money Shot 1, de Tim Seeley, Sarah Beattie y Rebekah Isaacs

Edición original: Money Shot #1-5 USA (Vault)
Edición nacional/España: Money Shot 1 (Moztros, 2022)
Guion: Tim Seeley y Sarah Beattie
Dibujo: Rebekah Isaacs
Color: Kurt Michael Russell
Traducción: Redrigo Díaz
Realización técnica: Juan Pablo Morse, Yasmin Govoni y Germán D’Agostino
Formato: Tapa dura. 120 páginas. 15€

¿Hacemos una porno?

«Urrbb Bloot»

Vault es una editorial familiar que nace en 2016 con la intención de centrarse en la fantasía y la ciencia-ficción, dentro del amplio rango que estos dos subgéneros conllevan, es decir, acción, terror, drama, comedia… lo que se nos pueda pasar por la cabeza y ahí es donde entra Money Shot. Pero ¿de verdad han fichado a Tim Seeley para hacer porno? Eso había que leerlo.

Esta serie sacaba su primer número a la venta en 2019 y son muchos los que nos acercamos a la propuesta. Cuanto menos era intrigante ver aquí a un escritor como Seeley, el autor reconocido por Hack/Slash o Revival pero que alcanzó una mayor fama gracias a sus etapas con Nightwing, fundamentalmente. Pero Seeley no está solo en esta aventura, Sarah Beattie, una incorregible y polémica comediante de la que probablemente tome muchos rasgos prestados la protagonista de la obra, es la co-guionista de la serie, mientras que los números recopilados en este tomo tienen dibujo de Rebekah Isaacs, a la que hemos podido ver en las series de Buffy y Angel and Faith entre otras cosas. La verdad que es una apuesta arriesgada de Vault, que parece que les ha salido bien, y por tanto de Moztros que han sabido reconocer en este uno de los importantes títulos que la editorial estadounidense está lanzando.

No obstante hay que tener en cuenta que Money Shot no es un cómic porno, es una historia que habla sobre porno, habla sobre sexo y tiene viñetas que se pueden calificar sin dudas como “erotismo” pero, en imágenes, no es tan explícito como se podía pensar en un inicio. Es una colección que seguramente se vea como algo “fuerte” si se plantea desde dentro del mercado norteamericano, por lo que para nosotros hay una grandísima diferencia cultural. En España el cómic erótico se ha desarrollado mucho más y mucho mejor que en Estados Unidos. Desde revistas como El Vivora o autores como Nazario hasta las colecciones mil veces editadas de autores europeos, mismamente Manara, dejan Money Shot apartada en una esquinita en cuanto al tratamiento de temas sexuales. En España esta obra no nos va a sorprender ni a alterar, excepto quizás al sector más tradicional (como siempre), pero eso no significa que no nos vayamos a reír.

Salvando esta distancia, la serie planeada para quince números se alza como un cómic de ciencia-ficción, con sexo y algo de acción pero en la que el componente fundamental es el humor. Solo hay que ver su trama, un grupo de científicos que no consiguen financiación para su proyecto, una máquina capaz de teletransportar a la gente a cualquier planeta, y deciden meterse en el mundo del porno. Con protagonistas que se ponen sobrenombres como Constance Planck o Supermassive Blackhole ya está todo dicho. Aunque Money Shot no está exento de crítica, especialmente hacia la propia concepción del porno, la necesidad de ver “cosas diferentes” llevada al extremo, pero también ofrece un aperturismo hacia la sexualidad de cada uno tomada de forma tan natural que sorprende y se agradece por su normalización de actitudes que son eso, normales.

Las situaciones son sencillas, este primer tomo les lleva a su primera historia en un solo planeta, es como si a Ciencia Oscura le quitas todo el drama y las situaciones extremas para llenarlas de humor y sexo. Cada protagonista está muy bien definido, poniendo énfasis en la Doctora Ocampo, directora del programa, pero sin descuidar al resto. Con sus gustos, sus personalidades nada estereotipadas y sus límites, tomando tópicos conocidos de la historia del sexo frente a las cámaras. Por lo que se puede decir que su punto fuerte son los diálogos, alocados, irrisorios y con un punto soez que hacen soltar más de una carcajada.

En sus mejores momentos, Money Shot toca temas de manera interesante, que serían los más personales o ese pequeño recorrido que hacen sobre la historia del porno. En sus peores momentos se vuelve demasiado recta. Si le quitamos el sexo y el humor queda una aventura de exploración espacial que tira de muchos tópicos de la ciencia-ficción, mil veces vistos en diversas historias. Pero lo bueno es que los autores saben desarrollar muy bien la parte humorística en esos momentos más tediosos, logrando que sustituyamos lo soporífero por una buena risotada. El gran ejemplo es la resolución final, el punto en el que uno se da cuenta que esta obra, por lo menos en cuanto a desarrollo, no se toma en serio a sí misma, lo que la hace salir ganando.

El apartado gráfico es correcto y muy equilibrado con el guion. El trabajo de Rebekah Isaacs no es de esos que nos asombre ni por su belleza ni por una narrativa despampanante, pero es una de esas autoras que consigue reflejar de forma muy positiva las sensaciones de cada personaje en sus diversas situaciones, trasladarlas al lector y que con ello entremos más en lo que propone la obra. Es un dibujo divertido, bien ejecutado y que da cuenta de la variedad física, alejándose de cuerpos perfectos. Además es muy fina, sin caer en soeces innecesarias, sabe plantar las viñetas justas en el momento necesario.

A esto hay que añadir que la edición de Moztros es impecable, a la tapa dura se le añade un buen papel y un precio increíble con la que se hace más fácil recomendarla, porque Money Shot es una buena forma de alegrarse el día riendo un poco, que no todo en la vida son dramones trascendentales. Y, en su ligereza, tiene el suficiente poso como para que quede en nuestra memoria.

Lo mejor

• Lo mucho que uno se puede reír.
• El trasfondo sobre sexo y porno que le consiguen dar.

Lo peor

• Lo que es la aventura, aislada del sexo y los sentimientos personales, es muy simple, pero no parece que esto sea muy importante.

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