Javier Vázquez Delgado recomienda: Escuadrón Suicida 2
Edición original: Suicide Squad núms. 4-6, Suicide Squad 2021 Annual núm. 1USA(DC Comics, 2021)
Edición nacional/España: Escuadrón Suicida 2. ECC Ediciones, 2022
Guion: Robbie Thompson.
Dibujo: Dexter Soy, Eduardo Pansica, Julio Ferreira, Joe Prado.
Entintado: Joe Prado y Julio Ferreira.
Color: Alex Sinclair.
Traducción: Bárbara Azagra Rueda.
Formato: Rústica, 120 págs. A color. 13,95€
Un nuevo y viejo Escuadrón
Con Rojo X en prisión, el singular villano del que todavía conocemos muy poco, comienza este segundo tomo publicado por ECC Ediciones, de la actual colección del Escuadrón Suicida. Un nuevo grupo que, bajo el liderazgo de una renovada Amanda Waller, con los mismos métodos de siempre, y con personajes de las capacidades de Superboy y Pacificador entre los miembros de la Fuerza Especial X. Un motín hará que el plan de sacarle información al primero salte por los aires.
Robbie Thompson canaliza su potencial como guionista en lo que respecta a dotar de voz a sus personajes, de forma individual. Demuestra gran conocimiento a la hora de captar la fuerza destructiva de Amanda Waller, sus profundas contradicciones como ser humano y motivos para llevar a cabo una empresa vital inmoral e indebida como es el Escuadrón Suicida. Por su parte, aprovecha las virtudes de disponer de Pacificador, un personaje con el que se puede construir a conveniencia, sin las limitaciones que guarda todo personaje habitual en las colecciones de DC Comics.
Las conversaciones entre los dos dejan varios diálogos a la altura, con una dinámica muy conseguida de personas que se odian pero que tienen métodos en común, debiendo trabajar juntos para un objetivo mayor.
No obstante, se ve menos capaz en cuanto al desarrollo del grupo y su interés como ente propio. Al optar por un protagonismo casi exclusivo de los dos primeros, se niega la capacidad del mismo Escuadrón Suicida, renunciando a elaborar la idea de la serie a partir de las siglas. Por su parte, tampoco termina de encajar Superboy en las dinámicas abusivas de Waller y en el contexto general de la historia.
Desde luego, contar con el personaje en una colección como esta responde de modo evidente a un motivo comercial. Pero esto no impide tradicionalmente y en otras colecciones que, una vez superada esta barrera, haya una auténtica preocupación por encajar sus características al conjunto.
A Thompson le cuesta insertar a Superboy, limitándose a reconducir su interés por la vía de la acción desenfadada, lo cual no termina de constituirse en nada sólido y duradero.
El guionista tiene además que lidiar con la situación dejada por la película. En el quinto número estadounidense tenemos a Bloodsport de visita por distintos universos para encontrar apoyos para una guerra contra X. En apenas dos páginas tenemos una escena en retrospectiva al Superman de John Byrne, para ver su aspecto en el pasado, se ofrece un marco como personaje y su cambio, y le tenemos en la actualidad con el diseño y personalidad de la película.
Carece de toda lógica interna esta misión, así como de fundamento real, teniendo presente cómo ha sido el modo de actuar de Amanda Waller desde su vuelta al grupo.
Otro aspecto que lastra las posibilidades del cómic es la carencia de estabilidad en el apartado gráfico. Dexter Soy, Eduardo Pansica, Julio Ferreira y Joe Prado son buenos dibujantes, y dejan grandes ideas a través, sobre todo, de las escenas de combate. Pero la falta de cuidado, en cuanto a la conciliación de estilos hace que la misma presente una alarmante falta de cuidado en la presentación, a pesar de que el color de Alex Sinclair sirva de núcleo básico para asentar, al menos, el lenguaje de la obra.
El primero de los números funciona mejor, por la posición preferente en el dibujo de Eduardo Pansica, con detalles acertados en el tratamiento de los personajes. Sorprende cómo Amanda Waller siempre es la dominante en la viñeta, la que lleva la acción de la misma y que guarda superioridad sobre el resto, a pesar de no tener poderes. No se incide tanto en su contundencia física para retratarla como alguien que da pavor, como ocurría en la serie clásica, pero sí se hace en cuanto a su carácter e inteligencia.
Con todo y en conclusión, tenemos una obra insuficiente, con ideas interesantes sobre los dos personajes principales pero que falla en la ejecución, debiendo lidiar además con un dibujo compartido.
Lo mejor
• Los diálogos de Amanda Waller y Pacificador.
Lo peor
• La historia no guarda interés.
• La falta de estabilidad en el dibujo.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario