Javier Vázquez Delgado recomienda: Nightwing #1-6

Edición original: Nightwing núm. 78-83 USA
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion: Tom Taylor
Dibujo: Bruno Redondo, Neil Edwards, Rick Leonardi
Entintado: Bruno Redondo, Scott Hanna, Andy Lanning
Color: Adriano Lucas
Traducción: Bárbara Azagra Rueda
Formato: Grapa, 24 págs. A color.
Precio: 2,25 € por grapa.

Redescubriendo a Nightwing

«-Esto sería mucho más fácil con una máscara. -Lo sé, pero es hora de que Dick Grayson sea un héroe.»

Llega el momento de reseñar una de las series regulares más valoradas de DC Comics en la actualidad, Nightwing, con la finalización de su primer arco argumental, Saltar a la luz. ¿Es tan buena como todos dicen? Sí. El personaje no viene de atravesar su mejor momento editorial, con Ric protagonizando Nightwing el nivel de la serie no ha sido el mejor. Tom Taylor, Bruno Redondo y Adriano Lucas al color entregan una de las mejores colecciones superheroicas del momento que presta singular atención en devolver a Grayson todo su optimismo y carisma natural.

Entre las muchas virtudes de Taylor como guionista se encuentra definir a la perfección a los personajes que escribe, siempre acorde a su historia editorial. Mediante una trama de corte social, marco idóneo para incidir en la particularidades del héroe, entrega la caracterización esperada y deseada. No solo eso, la agranda y reafirma constantemente, la evoluciona, de forma que el aficionado confirma lo que piensa del protagonista al asistir a situaciones en las que su carácter sale a relucir, logrando que el lector redescubra al Dick del que se encariñó. Nightwing, en manos del autor de Injustice, es él mismo y su personalidad el motor del cómic. Cada suceso parece pensado para que el personaje reaccione conforme a sus convicciones, la trama nunca avanza artificialmente, ninguna sucesión de acontecimientos chirría, los diálogos son acertados, nada se antepone a la forma de ser de Dick Grayson, todo fluye en torno al primer Robin. La historia la crean los personajes, no se amoldan a ella. Bajo esta inamovible premisa, Taylor se muestra inspirado, sin sorprender especialmente con la trama, pero impresionando lo bien que la cuenta.

La batfamilia está presente en el libro. Barbara es la que más peso tiene, la novela romántica con Dick no ha estallado pero está latente. Tim Drake también acude a Bludhaven y Alfred se deja notar, mediante el recuerdo constante motivado por una carta. Sea King o sea Taylor, los Tom saben escribir las misivas del desaparecido mayordomo. La figura de Alfred es tratada con reverencia y cariño, el mismo que reciben el resto de personajes, pero aún más explícito. Una llamada de Batman, un chat grupal de la batfamilia o la visita de cierto kriptoniano (emplazando a Dick a echarle un ojo a Jon, circunstancia que se dará, vista alguna portada de la edición USA) unen a Grayson con el resto del universo DC.

El cómic remite a la buena etapa del personaje, su volumen dos y primera serie regular, a cargo de Chuck Dixon y Scott McDaniel donde el héroe se asienta en Bludhaven, hace gala de su entusiasmo y optimismo e inicia su vida editorial tras la primera miniserie considerado el volumen uno. Prácticamente en cada nueva etapa, Bludhaven ha tenido presencia, casi lo mismo se puede decir de Blockbuster, al que vimos en Renacimiento, con Tim Seeley y Javier Fernández, run que pretendía, igual que este, acercarse a aquel cómic de los 90, tristemente sin conseguirlo con la misma eficacia que este ejemplo, la trama no llegaba a interesar volviéndose paulatinamente más anodina. En el cómic presente podemos encontrar continuos guiños como Nightwing utilizando techos de camiones para desplazarse o Robin y el protagonista haciendo lo propio encima de un tren. Las excelentes secuencias acrobáticas de Redondo recuerdan a las de McDaniel, siempre con su propio estilo, el español no fuerza tanto la perspectiva y tiene un trazo más agradable. Los autores definitorios del personaje se sienten presentes, pero no son los únicos, otros muchos obtienen una referencia directa, mencionados durante un incendio. Todos salvaron Bludhaven con sus historias y vuelven a hacerlo en el cómic. Una demostración de amor al personaje, a su vida editorial, realizada con mimo y pasión. Estas referencias son observadas por el lector añejo, pero en ningún caso supeditan la trama ni son indispensables para su gozo, el tebeo es perfectamente disfrutable por cualquier lector.

Es quizás con Melinda Zucco donde Taylor no brilla tanto como en el resto de elementos del cómic. No está mal tratado, no es un mal personaje y su posición en la vida de Bludhaven augura un interesante desarrollo de la trama, pero supone caer en uno de los vicios más recurrentes, la retrocontinuidad, siendo el único WTF de toda la serie de grapas. No brillar tanto no significa que el recurso esté mal ejecutado y consigue el objetivo, generar atención. La familia Zucco debía estar presente como uno de los lugares comunes en los que se cimienta Grayson, queda por ver cómo se desarrolla esta historia.

Redondo siempre ha dado muestra de su excelso nivel, pero quizás sea esta colección su mejor trabajo hasta la fecha. La limpieza narrativa de la que hace gala es escandalosa, entrega una composición de página variada, caracteriza cada personaje a la perfección, sus escenas de acción son espectaculares, con especial atención a la representación de las acrobacias de Nightwing, entregando todo el dinamismo inherente al héroe de la mejor de las formas. Dixon llegó a comentar sobre su compañero al dibujo: “Scott McDaniel (…) consiguió que esta serie viviera y respirara, le dio a Nightwing una agilidad característica y una elegancia especial que yo no había visto en ningún personaje desde los primeros números de Ditko para Spider-Man”. Exageradas palabras (por la omisión que se hace de multitud de grandes artistas) que si las referimos al trabajo realizado por Redondo no lo parecen tanto. Rick Leonardi, histórico de la colección, se deja ver en escenas referidas al pasado de Dick, en la grapa #5. El trabajo del artista de Spiderman 2099 no es extenso, el arte del pequeño periplo de páginas referidas al pasado lo comparte con Neil Edwars y es entintado por Andy Lanning y Scott Hanna. Si el dibujo y el guion pueden recordar a la etapa por excelencia del personaje, no lo hace el color. La inhóspita y decrépita Bludhaven no luce oscura y decadente con el colorista Adriano Lucas. La llamativa paleta empleada ayuda a la reconfortante sensación obtenida al leer el cómic, compenetrándose muy bien con el resto de elementos del libro. Un color alegre, intenso y cálido que crea un ambiente luminoso en el que Nightwing brilla más que nunca.

Nightwing es una excelente serie de superhéroes. Abraza el género con determinación y consigue maravillar a los lectores como lo hacían aquellos cómics con los que muchos se iniciaron. Su guion no pretende ser novedoso, ni trascendental, tan solo se centra en contar una historia de Dick Grayson, haciendo foco en el personaje, sin amoldarlo ni condicionarlo a conveniencias de la trama. Y lo hace a las mil maravillas. El dibujo de Redondo es realmente fabuloso y tiene tanta culpa como el guion, o más, del éxito de la colección. Si eres seguidor del personaje, amarás esta etapa. Si nunca lo has leído pero te atrae Nightwing, es un excelente momento para empezar a leerlo. Si tan solo quieres disfruta con un buen cómic de superhéroes, este es el tuyo.

Lo mejor

• Bruno Redondo.
•La caracterización de los personajes, especialmente de su protagonista.

Lo peor

• Leer solo una grapa al mes de la serie.

Ver Fuente